ACLARACION OFICIAL DEL CURSO MILITAR 1971, EN RELACION AL FALLECIMIENTO DE NUESTRA QUERIDA AMIGA SEÑORA VERONICA AEDO DE RETAMAL.(QEPD)
LAS OPINIONES EMITIDAS EN ESTA COLUMNA DE OPINIÓN, ES DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE UNOFAR
El Honor Militar nos obliga a ser veraces, ecuánimes y hacer prevalecer la verdad por sobre las emociones y lo subjetivo.
En conocimiento de 2 artículos publicados en Chile Informa de su digna dirección, en su Nº 2029 de fecha 15 de Octubre bajo el titulo “ Humillación, Impotencia, Rabia Casi Incontenible en La Capilla de la Academia de Guerra” y Nº 2030 de fecha 16 de octubre, bajo el título “ Grito de Dolor y Angustia en el Desierto”, a requerimiento de los hijos del Coronel MOISES RETAMAL BUSTOS y en particular de los integrantes de la Promoción Escuela Militar 1971, se nos hace un deber moral de soldados, el aclarar y puntualizar aspectos y situaciones que a todas luces carecen de veracidad, seguramente originados y motivados por diferentes percepciones y sensibilidades del momento, pero que no se compadecen con lo visto por 62 compañeros de curso y sus esposas, allí presentes.
El Honor Militar nos obliga a ser veraces, ecuánimes y hacer prevalecer la verdad por sobre las emociones y lo subjetivo.
Los Hechos:
Clínica Alemana:
En relación a la visita a la Clínica Alemana, Moisés concurrió el día Miércoles 07 de Octubre en horas de la tarde y pudo visitar a su amada esposa Verónica, por un lapso de 40 minutos, no por 2 horas como erradamente se informa.
Lo que ocurrió en el interior, es sólo de conocimiento de ambos esposos, habida consideración que por decisión de sus hijos, ingresó sin compañía a la habitación.
El personal de Gendarmería que lo acompañaba, mantuvo en todo momento una actitud distante, prudente y respetuosa, acorde al momento y la situación que se vivía.
Cualquier cosa diferente que se diga al respecto, carece de veracidad.
Capilla de la Academia de Guerra.
Moisés ingresó a la Capilla a las 15:00 horas del día Sábado 10 de Octubre. Lo anterior, acorde con la información que manejaba Gendarmería en el sentido que la misa sería a dicha hora y no a las 16:00 como realmente se había programado.
El Mayor a cargo del dispositivo de traslado y custodia, por iniciativa propia, se comunicó con sus mandos superiores planteando la situación y a la vez obtuvo de inmediato la autorización para postergar la permanencia hasta el término del oficio religioso.
Acto seguido el Mayor de Gendarmería tomó contacto y coordinó con un Coronel compañero de curso de Moisés el procedimiento a seguir, el cual consignaba:
Fuera acompañado en forma cercana por el señalado Coronel
Al término de la misa, estaba autorizado para despedirse de sus hijos, nietos y familiares mas cercanos que se encontraban en primera fila.
Salir de la capilla acompañado por el ya mencionado.
Entre las 15:00 y 16:00 horas, Moisés recibió las condolencias de todos quienes en forma masiva concurrieron a despedir los restos de su esposa. Jamás estuvo custodiado con un gendarme a su lado durante todo este doloroso proceso.
Incluso, se dio una pausa de aproximadamente 10 minutos para salir de la capilla a fumar un cigarrillo.
A las 16:00 horas puntualmente, el sacerdote solicitó tomar asiento para iniciar la misa y en consecuencia, quedaron algunos amigos sin poder acercarse a él.
El Mayor de Gendarmería permaneció en todo momento en la línea de la primera fila, a unos 6 metros de Moisés y un Subteniente en el otro extremo de la Capilla. El Mayor nunca hizo ostentación de su presencia y función, y menos aún se acercó a él.
Alrededor de las 17:00 horas, se puso término al Oficio Religioso y Moisés; previamente en conocimiento del procedimiento, se levantó y procedió a despedirse de sus hijos, nietos y familiares mas cercanos.
Acto seguido se acercó a la urna, levantó la cubierta y con un beso en el cristal, dio el ultimo adiós a su esposa. (hecho que debió haber sido percibido por muy pocos)
Fue precisamente en ese momento, en el cual uno de sus hijos le hizo entrega de la fotografía que había permanecido sobre la urna durante toda la ceremonia. No afuera y en la forma dramática como se señala.
A continuación y como estaba coordinado, inició su salida de la capilla acompañado de un Coronel primo hermano y del Coronel compañero de Curso ya mencionado.
En ningún momento existió la figura de los 4 gendarmes que lo tomaron y lo sacaron de la Capilla. El Mayor y el Subteniente iban un par de pasos atrás.
O la versión del día Jueves 15 que señala: “abruptamente, lo toman los dos gendarmes que custodiaban a Moisés y lo escoltan y lo sacan de la Iglesia por el pasillo central de ella”…
Efectivamente, en ese instante se genera un aplauso espontáneo de todos los presentes tanto en el interior como exterior de la Capilla, pero Moisés no iba llorando, ni con un gendarme a cada lado y no levantó la mano tímidamente como se señala; sino que lo hizo con el temple y la hombría que siempre lo han caracterizado.
Finalmente y si querer cuestionar ambos artículos publicados, toda vez que por la impresionante cantidad de asistentes, es muy probable que se haya tenido otra óptica y percepción de la ceremonia, queremos dejar expresa constancia que el proceder de los funcionarios de Gendarmería, fue en todo momento respetuoso, deferente, cordial y sin dar en ningún momento la imagen de estar custodiando a un preso; lo anterior, sin dejar de cumplir su función.
Esta es la realidad de los hechos y la opinión unánime de sus hijos y de nuestra Promoción, por lo que estimamos un deber justo y ético, el hacerla saber.
La Directiva
Promoción Escuela Militar 1971