Columna de Opinión, News

Cartas al Director. “Nuevo ministerio de Seguridad”. Adolfo Paúl Latorre

                                      Nuevo ministerio de Seguridad

Viña del Mar, 26 de octubre de 2024.

Sr. Director:

            El director ejecutivo de Fundación Paz Ciudadana, en carta publicada en La Tercera titulada “Inseguridad en Chile: más allá de la percepción”, dice: “Chile está avanzando en la implementación de cambios institucionales significativos, como la creación del nuevo Ministerio de Seguridad”.

            Al respecto cabría comentar que el ministro del Interior y Seguridad Pública es el más importante del gabinete y pasa a ser tratado como vicepresidente cuando el presidente de la República se ausenta del país, porque es el encargado de la función esencial del Estado: la conservación de la seguridad y el orden públicos.

            Según lo establece la ley 20.502, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública es “el colaborador directo e inmediato del Presidente de la República en asuntos relativos al orden público y la seguridad pública interior, para cuyos efectos concentrará la decisión política en estas materias, y coordinará, evaluará y controlará la ejecución de planes y programas que desarrollen los demás Ministerios y Servicios Públicos en materia de prevención y control de la delincuencia, rehabilitación de infractores de ley y su reinserción social. Asimismo, le corresponderá la gestión de los asuntos y procesos administrativos que las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública requieran para el cumplimiento de sus funciones”.

            No aprecio ni la necesidad ni la utilidad ni la conveniencia de crear un enésimo ministerio, “de Seguridad Pública”, que desnaturalizaría la importancia y las funciones del ministro del Interior.

Adolfo Paúl Latorre

Abogado

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

El poder está en tus manos…..¡Úsalo!. Cristián Labbé Galilea

                                          El Poder Está en tus Manos… ¡Úsalo!

Cristián Labbé Galilea

Han transcurrido cuatro años, en que hemos visto y vivido situaciones -como decía mi abuela- “para dar y regalar”: plebiscitos, proyectos constitucionales, elecciones de constituyentes y consejeros; ni qué decir de vergüenzas presidenciales, escándalos de corrupción y sexo, hemos tenido “de tout un peu”. Este periodo bien podría ser argumento de una sátira de humor negro sobre nuestras instituciones políticas.

Lo curioso es que, a horas de una elección importante, hay quienes (como si vivieran en el limbo) se preguntan por quién hay que votar, en circunstancias que, en esta oportunidad, se eligen las autoridades más cercanas a la realidad de cada ciudadano. ¿Hay alguien más cercano que el alcalde y los concejales? Ellos son primera línea en la solución de los problemas. Los gobernadores y consejeros regionales quizá un poco menos, pero son los responsables de la Región y sus problemas…

No ayuda a lo anterior que la propaganda política ofrecida sea engañosa y deslavada, lo que revela ausencia de un “relato político” claro y definido; pocos de los candidatos se identifican con una línea específica, todos son “mantequilla sin manteca, cigarrillos sin nicotina, cerveza sin alcohol…”. Los menos hacen referencia al partido que suscriben… la cosa es confundir, amen que una gran cantidad de candidatos son ignotos, y los que se conocen porque van a la reelección… ahora harán lo que no hicieron en años.

Urge entonces, en estas pocas horas que nos quedan, decidir con responsabilidad por quien se votará… Es hora de lograr que las cosas cambien, es hora de empezar a recuperar el rumbo perdido… Es la hora de crear las bases para que, en las elecciones presidenciales y parlamentarias, depuremos al país de los actuales malandrines y truhanes que se han enquistado en la política.

La responsabilidad en estos momentos es fundamental. Debemos rescatar los valores, los ritos y las costumbres de nuestra centenaria historia republicana, debemos retomar el ritmo de crecimiento que permita llevar bienestar a los sectores más vulnerables, mejorar la seguridad, la justicia, el orden, la educación, la salud… En una línea, debemos zafarnos del yugo izquierdista y recuperar los valores de la Sociedad de la Libertad.

Es la oportunidad de aprender de nuestros errores y de hacer efectivas todas esas críticas que a diario hacemos en nuestros comentarios sociales. Se trata de asumir una responsabilidad personal, nadie lo va a hacer por nosotros, ni los cambios llegarán por obra y gracia del Espíritu Santo. Las circunstancias están dadas, es la hora de aprovechar los vientos que nos pueden sacar de la zozobra que nos amenaza.

Finalmente, esta optimista pluma recuerda a sus inquietos parroquianos que siempre entre las adversidades y las dificultades se esconden las mejores oportunidades. Esto no siempre es fácil, se requiere vencer la indiferencia que motiva a mantener la “tranquila” zona de confort en la que se vive. Pero ahora, al votar, la oportunidad está dada… El poder está en tus manos, ¡úsalo!

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

¿Qué más veremos?. Jorge Villarroel Carmona

                         ¿Qué más veremos? 

Tuvimos un diputado que cantaba y se disfrazaba; una convencional que se hacía llamar tía Pikachú; un ministro a quien le robaron la caja fuerte en sus propias dependencias ligada al escandaloso caso fundaciones; ahora, un subsecretario que renuncia tras denuncia de abuso.  Y, mientras tanto hay cientos de personas que sufren portonazos y asaltos bajo amenaza de muerte, millares de damnificados en Viña por ese voraz incendio en el periodo estival y otros en el sur por las inclemencias del tiempo, etcétera.

Los primeros se decían que trabajaban por el pueblo y los segundos (el pueblo) que está impresionado por lo que pasa y se siente abandonado.

 

JORGE VILLARROEL CARMONA

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

Deudas pendientes después de cinco años del estallido social. Jorge Astudillo. El Mostrador

 

                                                                               DEUDAS PENDIENTES DESPUÉS DE CINCO

                                                                                AÑOS DEL ESTALLIDO SOCIAL

                                                                        

Jorge Astudillo, Profesor de la Facultad de Derecho, Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar – El Mostrador, 18/10/2024.

Octubre de 2019 será recordado como un año marcado a fuego en la historia reciente de Chile. El estallido social o revuelta ciudadana, no solo sirvió para exteriorizar un profundo descontento acumulado con el paso de los años, a pesar del innegable y extraordinario progreso experimentado por el país desde el año 1990, sino que también dividió y sigue dividiendo a los chilenos.

Este suceso trajo consigo un cuestionamiento generalizado hacia un sistema político que no fue capaz de responder a los anhelos de una sociedad que pedía una mayor participación en los beneficios y el desarrollo del país en los últimos 30 años y el fin de la corrupción política y empresarial, que nunca logró ser enfrentada con toda la fuerza del Estado de derecho.

Para algunos, el país ha retrocedido, al menos a mí ello me parece evidente, pero el verdadero retroceso no encuentra su causa en las manifestaciones mismas ocurridas a partir de octubre de 2019, sino en la inoperancia de una clase política banal, superficial y muchas veces corrupta.

Con el paso de los años, surgió el término “octubrismo”, una etiqueta usada peyorativamente para denostar aquellas manifestaciones. Esto me parece injusto. No es correcto encasillar a todo un movimiento social en una palabra cargada de negatividad.

Sin embargo, prefiero reservar el término “octubrismo” para referirme a la irracionalidad y violencia que efectivamente sacudió al país durante esos días: la destrucción, los saqueos y, lo más preocupante, la justificación de estos actos por una clase política que fue incapaz de condenar la violencia de manera firme y que, de alguna manera, usó el descontento ciudadano como una plataforma para acceder al poder.

En definitiva, no merece el trato de “octubrista” aquella familia que marchaba por la Alameda pidiendo legítimos cambios. “Octubristas” son todos aquellos que frente a los saqueos y destrucción de pymes decían en esos días “son solo cosas materiales” y quienes obligaron a las personas a “bailar” para seguir su camino.

Cinco años después del estallido social, la percepción de muchos compatriotas es que estamos peor que en 2019. En diciembre de dicho año casi el 80 % de los chilenos consideraba que después de los sucesos de octubre Chile sería un mejor país.

A octubre de 2024, solo un 6 % de la población cree que estamos mejor que el 2019, mientras que el 68 % de los chilenos considera que el estallido social tuvo consecuencias negativas y marcó el inicio de un profundo declive para su calidad de vida. Hoy la esperanza ha dado paso al miedo, informa el estudio titulado “No lo vimos, ¿lo vemos?”, elaborado por Cadem.

Para algunos, el país ha retrocedido, al menos a mí ello me parece evidente, pero el verdadero retroceso no encuentra su causa en las manifestaciones mismas ocurridas a partir de octubre de 2019, sino en la inoperancia de una clase política banal, superficial y muchas veces corrupta.

Una clase política que no ha sido capaz de tomar decisiones que realmente mejoren las condiciones de vida de las personas y fortalezcan nuestra democracia. Los dos procesos constituyentes fallidos son una prueba palpable de este fracaso.

Miles de personas tomaron las calles para manifestar su malestar. Lo hicieron, en su enorme mayoría, en el ejercicio de sus derechos de manifestación y protesta, de manera pacífica. Las demandas de aquellos días no han desaparecido; persisten e incluso se han agravado por la creciente inseguridad y el deterioro económico que enfrentamos hoy, con menos empleo formal, con un paupérrimo crecimiento y un gasto fiscal que aumenta año a año y sin un retorno claro en el bienestar para las personas.

Las redes de influencia existentes alrededor de Luis Hermosilla, el manto de duda que se ha tejido en torno al Poder Judicial, el uso de acusaciones constitucionales vacías como herramienta político-electoral, la minimización del drama de la delincuencia por parte de quienes deben velar por la seguridad pública, etc., son solo una muestra de este declive.

Las deudas del estallido social siguen vigentes en salud, educación, vivienda, pensiones, empleo y con una delincuencia desatada cada vez más cruel y letal, una corrupción que sigue generando daños irreparables, tanto en el derroche de nuestros recursos como en la legitimidad de la democracia, y una migración irregular descontrolada que está provocando tensiones sociales adicionales, contribuyendo a exacerbar el malestar de miles de ciudadanos.

A cinco años de aquellos eventos, el país sigue enfrentándose a desafíos profundos. La pregunta que muchas personas nos hacemos es: ¿será capaz la clase política de estar a la altura de las circunstancias y resolver las demandas de un pueblo que ya no tolera ni merece más promesas vacías ni tanta inoperancia e indolencia?

Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

Activismo judicial. Adolfo Paúl Latorre

 

                                      Activismo judicial

Viña del Mar, 22 de octubre de 2024.

Señor Director:

Se denomina “activismo judicial” a la potestad legisladora que se arrogan los jueces a través de un cambio en la legislación vigente (“gobierno de los jueces”) mediante la creación de una nueva disposición normativa que no existía previamente o derogando en la práctica diversas normas jurídicas; gracias a la interpretación que hacen de la Constitución o de las leyes y que dictan sentencias sobre la base de sus propias opiniones, creencias, convicciones personales o de lo que ellos creen justo.

El activismo judicial de los jueces que presumen estar por sobre la ley, que no fallan de acuerdo con la legislación vigente y que no realizan las virtudes de la imparcialidad y lealtad a las reglas lesiona el Estado de Derecho, atenta contra la seguridad jurídica y contribuye significativamente al proceso de deterioro institucional.

El exministro Sergio Muñoz era uno de los más destacados representantes de dicho activismo, lo que dejó de manifiesto en un documento suscrito por él, en el que se reconoce el atropello a leyes expresas y vigentes, dado “que al momento de sancionar a los responsables (léase militares y carabineros) no existía un sistema jurídico penal adecuado (…) pero por sobre todo, en lo procesal, las instituciones tradicionales inhiben o impiden la investigación, como lo son, por ejemplo, la prescripción, la territorialidad y la retroactividad de la ley penal, como así también las disposiciones sobre amnistía”; agregando “que sólo fue posible el procesamiento y la sanción al introducir en nuestras decisiones conceptos tales como el de delito de lesa humanidad, ius cogens y otros”; los que vulneran el sagrado principio de legalidad, que de acuerdo con lo establecido en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos no puede suspenderse por motivo alguno (oficio con informe del Tribunal Pleno de la Corte Suprema Nº 33-2015, 27 marzo 2015, párrafo quinto, firmado por Sergio Muñoz Gajardo, presidente de ese Alto Tribunal).

Atentamente le saluda.

                   Adolfo Paúl Latorre

                       Abogado

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

Cinco años ¿y? Pilar Lizana. Athenalab

                                                                                     CINCO AÑOS ¿Y?
Pilar Lizana, Investigadora Athenalab.
Experta en seguridad, narcotráfico y defensa – El Líbero, 18/10/2024

Otro viernes 18 de octubre. Muchos lo conmemorarán, otros seguirán sacando lecciones y mucho chilenos se preguntarán si es que funcionará el Metro, su preocupación es llegar a la casa en un contexto donde la violencia urbana tiene a gran parte de la población atemorizada.

Hace cinco años comenzó un camino sin retorno hacia un deterioro institucional que hoy tiene en jaque a Chile. Policías y militares eran denostados en las calles mientras los jóvenes líderes que nos gobiernan hoy pedían que volvieran a los cuarteles.

Ese deterioro institucional que se visibilizó con el estallido social y que se ha profundizado estos años se transformó en el principal motor del crimen organizado, le ha permitido instalarse y operar.

Pero, todo esto sigue siendo el pasado, la pregunta que debemos hacernos este 18 de octubre tiene que ver con los cinco años que vendrán. De eso debemos preocuparnos ahora para estar preparados en el futuro, algo que evidentemente nuestros gobernantes no previeron desde las calles.

Parecía que pisar el honor de las policías resultaba más rentable que apoyarlas, sin embargo, si hubiesen estado pensando en los próximos años habrían sido capaces de identificar que el crimen organizado sólo iba a crecer y que denigrando la institucionalidad lo único que hacían era agregarle bencina a una hoguera que en cualquier momento iba a estallar.

A dos semanas de una elección municipal y a un año de una presidencial la pregunta que debiésemos estar contestando tiene que ver con los próximos cinco años. ¿Cuáles serán las tendencias que impulsen los desafíos y amenazas de Chile? ¿Cómo responder técnica y políticamente a ellas? ¿Cuál es el liderazgo que necesitamos?

En medio de esa batería de preguntas una cosa si es clara: Ese deterioro institucional que se visibilizó con el estallido social y que se ha profundizado estos años se transformó en el principal motor del crimen organizado, le ha permitido instalarse y operar.

Los flujos criminales regionales seguirán creciendo y buscando oportunidades. Una de ellas fue Ecuador. Podrían seguir Chile y Costa Rica, dos países de tránsito de droga donde su posición e infraestructura resultan altamente atractivos.

Otra tendencia clara: el crimen organizado transnacional no se saltó ni se saltará Chile. Seguirán llegando grupos extranjeros y mutando los nacionales, la violencia derivada de la competencia criminal seguirá alterando la vida de los chilenos.

La famosa permisología y el débil crecimiento económico serán un problema para quienes busquen surgir dentro del marco legal, a las empresas ilícitas que profitan de los mercados negros de armas, personas, drogas, cobre, pescados o madera poco y nada le interesan esos temas.

Los próximos cinco años se tratan de certezas y oportunidades. Certezas para saber que existe la seguridad suficiente para desarrollar la vida en paz y oportunidades para que todo aquel que quiera invertir en Chile puede hacerlo, sin trabas ni retrasos.

Así, las certezas y oportunidades se transforman en crecimiento y estabilidad. Pero, nada de eso será posible si no se reconstruye esa institucionalidad debilitada.

Los próximos cinco años son para reconstruir las instituciones y levantar un Chile distinto, uno, donde cada sueño pueda hacerse realidad. Si miedo, sin incertidumbre.

Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

Columna de Opinión, News

El nobel y la convergencia biodigital

                                                     EL NOBEL Y LA CONVERGENCIA BIODIGITAL

El Mercurio, Editorial, 16/10/2024

Los galardonados con los Premios Nobel de Física, Química y Medicina del año 2024 comparten una característica: los avances por los cuales se hicieron acreedores a este prestigioso reconocimiento están relacionados con el desarrollo de la digitalización y su creciente conexión con la biología de los organismos vivos, la que también contiene elementos asimilables a lo digital.

Y es que se está produciendo una convergencia biodigital cada vez más fecunda para el progreso humano.

Los galardonados en Física, Química y Medicina se encuentran en el corazón de uno de los dilemas más acuciantes que enfrentará la humanidad.

En efecto, el Premio Nobel de Física, compartido por John Hopfield y Geoffrey Hinton, les fue entregado por los descubrimientos y las invenciones fundamentales que permiten el aprendizaje autónomo mediante redes neuronales artificiales.

En el caso de Hopfield, su aporte se basó en las propiedades cuánticas de las partículas involucradas en dichas redes, en tanto Hinton creó un método que permite a dichas redes encontrar, de forma autónoma, patrones en los datos estudiados.

Por su parte, el Premio Nobel de Química fue otorgado a David Baker, por el diseño computacional de proteínas, y a Demis Hassabis y John M. Jumper en reconocimiento a sus contribuciones pioneras en la predicción del plegamiento de estructuras proteicas mediante el uso de inteligencia artificial.

Finalmente, el Premio Nobel de Medicina lo recibieron Victor Ambros y Gary Ruvkun por sus investigaciones sobre el llamado micro ARN. Estas dieron lugar al descubrimiento de un principio rector de la regulación de la actividad de los genes. Todo esto se relaciona, además, con las vacunas de ARN mensajero para combatir el covid-19.

Como se observa, en los casos de las disciplinas de Física y Química, tanto las propiedades físicas y químicas de la materia como los procesos digitales que han permitido el desarrollo de la inteligencia artificial están íntimamente interconectados con el trabajo de ambos grupos de científicos.

En el caso de Medicina, también hay una estrecha conexión con la digitalización, pues las combinaciones de secuencias de cuatro nucleótidos, base de las moléculas fundamentales para la vida, el ADN y el ARN, cumplen un papel similar al de los ceros y unos del lenguaje de los computadores modernos, sobre los que se construye la inteligencia artificial.

El hecho de que los avances científico-tecnológicos estén produciendo una convergencia entre lo digital y lo biológico es una consecuencia de que ambos se basan en información, la que se almacena por medio de secuencias de dígitos numéricos en un caso, y secuencias de nucleótidos, en el otro.

Eso, a su vez, ilustra el papel central que la información juega en el mundo moderno, y explica por qué utilizamos la misma palabra —virus— para denotar a los paquetes de información algorítmica que infectan a los computadores y a los paquetes de información genética que infectan a los humanos.

Este entrecruce entre lo digital y lo biológico, así como el hecho de que la inteligencia artificial —que intenta emular, e incluso superar, a la humana— se sustente en metáforas surgidas desde la propia biología, como las “redes neuronales”, da cuenta de la profundidad del común fenómeno informático subyacente.

Pero, así como la inteligencia humana da lugar a agentes autónomos que toman decisiones conforme a las intenciones, creencias y objetivos que albergan en su mente, algunos creen que existe el peligro de que la inteligencia artificial, devenida en superinteligencia, pueda desarrollar una autonomía similar, pero con intenciones y objetivos no necesariamente alineados con los de los humanos. Hinton es uno de los exponentes de esa visión.

De allí que los Premios Nobel de este año, en las tres disciplinas mencionadas, se encuentren en el corazón de uno de los debates y dilemas más acuciantes que enfrentará la humanidad en los próximos decenios, sin perjuicio de las enormes oportunidades de progreso que las tecnologías surgidas de esas disciplinas también ofrecen.

Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional