Es por eso que celebramos con alegría y recogimiento, la venida en el día de ayer Sábado 7 de Abril, de Monseñor Ricardo Ezzati Andrello, Arzobispo de Santiago. Esto gracias a la gestión de un reducido grupo de personas civiles que hace unos seis meses concurren al Penal de Punta Peuco todos los Martes para dictar una Catequesis que mucho hemos valorado.
Acabamos de celebrar la Pascua de Resurrección, y ante el milagro de Cristo resucitado, se acrecienta la Esperanza de los Presos
Políticos Militares de lograr poner término a la situación en que nos encontramos 56 ex uniformados, como saldo de una confrontación nacional, que un sector de nuestra sociedad, como así mismo de autoridades nacionales
y políticos, se empeñan en mantener discriminados, como una muestra de sesgada visión de dolorosos hechos producidos en el país, y no siendo precisamente los responsables de la ocurrencia de ellos.
Los verdaderos responsables fueron políticos de izquierda y de derecha, que nunca han estado presos, como así mismo los que lideraron el Gobierno Militar.
Es por eso que celebramos con alegría y recogimiento, la venida en el día de ayer Sábado 7 de Abril, de Monseñor Ricardo Ezzati
Andrello, Arzobispo de Santiago. Esto gracias a la gestión de un reducido grupo de personas civiles que hace unos seis meses concurren al Penal de Punta Peuco todos los Martes para dictar una Catequesis que mucho hemos valorado.
Más de cuarenta personas se reunieron en una sala especialmente preparada para recibir a la máxima autoridad de la Iglesia Católica de la capital de nuestro país; quien con sus paramentos que lo distinguen como tal, presidió el sencillo acto que se preparó, y en el que participaron otros sacerdotes, grupo de civiles de la Catequesis, presos del Penal, el Alcaide, gendarmes, y afortunadamente muchos de nuestros parientes que habían llegado a visitarnos.
Se leyeron tres pasajes de la Biblia, se pidió por la reconciliación nacional, por los presos, por la familia, y por las autoridades del país. Monseñor Ezzati luego tuvo hermosas palabras dirigiéndose en forma especial a nosotros los presos, hablando del significado de la Semana Santa y hablando de la Esperanza que nunca debemos perder. También se refirió a las actuaciones que ha tenido la Iglesia con las autoridades para que se otorguen indultos, mencionando también que en varias oportunidades se ha reunido con personas y familiares que han ido interceder por nosotros. Finalmente se agradeció la venida de Monseñor Ezatti y se le hizo entrega de una carta con las reflexiones y aspectos que los presos deseamos exponer ante tan importante visita.
Esta visita tiene para nosotros un alto significado, porque creemos que este gesto es digno de imitar por otras personalidades, ya sean
autoridades del país como políticos, que no deben olvidar que ya se hace necesario y es tiempo, que los empleados civiles, suboficiales, y oficiales subalternos que hoy están encarcelado, retornen al seno de sus hogares, y puedan terminar sus últimos días acompañados del cariño de los suyos.
EDUARDO ITURRIAGA NEUMANN
General de División