No se demoró mucho en llegar el retorno del “primer zumbido” enviado hace pocos días. En cantidad estamos recién en el punto de partida…, “ahora hay que multiplicarse y hacer fuerza” para que este zumbido de justicia y verdad cubra todo el territorio nacional, y para que su intensidad y persistencia genere un temor irresistible en nuestros adversarios.
De Arica a la Antártica debemos sumarnos a esta red, el twitt es @zumbidodechile allí podrás informarte y sacudir tu malestar (agitar tus alas) para producir ese sordo murmullo que nadie pueda ignorar, ¡nos tendrán que oír!. Así lograremos restablecer el estado de derecho en nuestro país y terminar con la odiosa persecución política a los militares y a los civiles que los apoyan.
Si hasta ahora habías guardado conveniente silencio porque sentías lejanas las amenazas, los últimos hechos nos están demostrando que para la izquierda nadie está libre y que no descansaran hasta tener a la sociedad libre anulada, a los militares subyugados, y conquistado el poder total.
Hay muchos civiles y políticos a los que alguna vez llamaron “cómplices pasivos” que ahora pasaran a ser cómplices activos y también hay militares que nunca creyeron que les tocaría a ellos y que ahora sienten la amenaza a la vuelta de la esquina… El general Cheyre nunca creyó que las campanas también estaban sonando por él…, y ahora está en el banquillo de los acusados, dónde los predicadores del odio lo querían tener, a él y a otros muchos más que vendrán. ” Ni perdón ni olvido”, esa ha sido la consigna proclamada sin pudor a los cuatro vientos, anunciando el odio sin renunciación.
Los réditos para para quienes persiguen a los ex uniformados son fáciles y jugosos…. económicos para las presuntas víctimas; políticos para ” líderes” oportunistas en decadencia; funcionales a la promoción y carrera de jueces “inflexibles”… en fin, ha sido fácil, e ingenuos y poco solidarios quienes habiendo sido parte, o simpatizaron con el gobierno militar, o se alegraron con la intervención que sacó al gobierno de Allende, que sumido en el caos – semejante o mayor al que hoy vive Venezuela – nos llevaba a la guerra civil celebraron la intervención? militar, permitieron llegar a este estado de cosas, en que pensando que ” a ellos no les iba a pasar nada”, miraron para el lado, y hoy sienten una ominosa amenaza que se acerca a su puerta.
El cántaro ha ido demasiadas veces al agua, y ya es tiempo de que organizados hagamos sentir nuestra voz, sacudiendo a los pusilánimes y haciendo sentir nuestro clamor por una justicia “justa”.