Columna de Opinión

FREI

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Columna de Ascanio Cavallo, La Tercera, Reportajes,, 02/02/2019

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión

En la sentencia judicial más esperada del siglo 21, el juez Alejandro Madrid ha establecido, como una “verdad judicial”, que el expresidente Eduardo Frei Montalva no murió por razones únicamente clínicas el 22 de enero de 1982, sino que fue asesinado.

Un homicidio, sin embargo, que no ha podido tener el rango de “calificado”, sino solo de “simple”, porque el juez no encontró alevosía, ni premio, ni veneno, ni ensañamiento ni planificación, que son las condiciones para pasar al homicidio “calificado”.

¿Ni planificación? Esto es muy curioso: el juez Madrid no dice que no la haya, sino que no la encontró. En el plano de la verdad verdadera, esto último importa mucho, por varias razones. En lo positivo, porque asume las limitaciones de la investigación sobre un hecho muy distante en el tiempo. En lo negativo, porque debilita estructuralmente la imputación de homicidio. Si no hubo planificación, ¿Qué tipo de acto fue?

El expresidente Frei Ruiz-Tagle ha dicho que ahora es necesario buscar las responsabilidades políticas.

Es cierto, porque en la sentencia el crimen se comete prácticamente dentro de la DC: el único autor es el doctor Patricio Silva Garín, ex-subsecretario de Salud de Frei Montalva, hombre de confianza en la DC; y sus cómplices principales son el chofer Luis Becerra, “Luchito”, empleado de confianza de Frei Montalva y de la DC, convertido en informante de la CNI por las razones de siempre: dinero más amenazas; y Raúl Lillo Gutiérrez, el agente que la jerga de inteligencia llama “de control”, el encargado de mantener activo al soplón.

No es inútil recordar además que el jefe superior de la CNI en ese momento era el general Humberto Gordon, ex-edecán de Frei Montalva y por mucho tiempo considerado filo DC. Una lectura por descarte llegaría a la conclusión de que el marco y el clima del delito están en el ethos de la DC…

Los otros tres condenados son médicos, y dos de ellos tanatólogos (enviados por un médico jefe amigo de Frei Montalva). Ninguno de los tres estuvo en las cirugías que derivaron en la muerte del expresidente. Se los inculpa porque participaron en lo que confusamente se ha descrito como “autopsia”, cuando en realidad se trató de retirar órganos que entrarían en putrefacción, con el olor consiguiente, en unas pocas horas. Los tanatólogos hablan de “preparar el cadáver” cuando se refieren a estas maniobras.

Y parece como si los acusados lo hubiesen hecho sin el conocimiento de nadie. Se ignora de manera ominosa la presencia de la DC como fuerza política.

En aquel momento, el cadáver de Frei Montalva debía servir para dar al régimen una demostración de fuerza como no había tenido nunca antes. El féretro fue instalado en la Catedral para recibir a miles de personas que durante tres días hicieron filas interminables para saludar al insigne muerto. El funeral fue el más grande que se conociera.

Y fue un enorme desafío en uno de los momentos en que el régimen no estaba débil -como se ha dicho, con olímpica ignorancia de los hechos-, sino que se sentía más fuerte que nunca. Ese desafío no era posible si el cuerpo invadido por la septicemia no era previamente depurado.

En las operaciones que sufrió Frei Montalva, el primer médico fue Augusto Larraín. Por años se ha discutido la calidad de su intervención y la infección feroz que se derivó de ella. El fallo del juez Madrid se concentra en la segunda y siguientes operaciones -que no habrían existido sin la primera-, realizadas por Silva Garín. En ellas hubo diversas maniobras que habrían causado la muerte, pero no ha logrado establecer cuáles.

No ha encontrado ni el momento ni el arma.

Tampoco ha podido “acreditar con certeza “que hubiese una autoridad superior tras el crimen. En consecuencia, por ahora, nadie ordenó ese crimen. Por ahora, el doctor Silva Garín lo cometió solo.

Esto es un oxímoron. La solución simple y lógica es decir que la orden y el plan vinieron de la dictadura, de Pinochet y de sus aparatos represivos. Pero el juez no ha encontrado ni la orden ni el plan, ni escritos ni verbalizados ni insinuados.

El país ha subido mucho sus estándares de “verdad jurídica “para aceptar estos vacíos como el reflejo fidedigno de una verdad verdadera. Los casos de derechos humanos han sido minuciosos para establecer momentos, instrumentos, móviles, órdenes y circunstancias en los delitos; así lo han buscado también los mejores ejemplos de periodismo de investigación.

Ese estándar lo comenzó a fijar el Informe Rettig y desde entonces no ha hecho más que elevarse. Gracias a eso no impera en la sociedad la idea de que se hayan cometido injusticias flagrantes en los juzgamientos de crímenes de lesa humanidad.

Por duro que parezca, la sentencia del juez Madrid está lejos de esos estándares.

Algunos penalistas sostienen que en el procedimiento penal antiguo lo más importante son las presunciones. La principal del juez Madrid es que en el momento de la muerte de Frei el régimen militar ya no podía cometer crímenes tan resonantes como los de Prats o Letelier. Debía ser más sofisticado.

Pero apenas un mes después, en el mismo verano del 82, Tucapel Jiménez fue asesinado por la misma CNI con los métodos más bárbaros que se recuerde, y abandonado en su propio taxi para que fuera notorio.

¿Y el móvil? Parece obvio: Frei era el líder más importante de la oposición. Sin embargo, el régimen lo había derrotado con el plebiscito fraudulento de 1980 y el año siguiente al presidente de la DC, Andrés Zaldívar, se le había impedido regresar a Chile, sin que Frei ni nadie pudieran hacer nada.

Una parte de la CNI estaba dedicada a vigilar a Frei, qué duda cabe. Resulta estremecedor conocer el modo en que la DC estaba infiltrada y para muchos militantes de entonces será doloroso leer que el muy popular “Luchito “era un soplón.

Pero nadie ignoraba en aquellos días que ser opositor era peligroso y suponía estar vigilado. ¿Es distinto en alguna dictadura? Este contexto es otro de los fundamentos del juez.

Los contextos no matan. Pero pueden sacralizar ciertas cosas. El mayor éxito de quienes han estado convencidos de que Frei fue asesinado -convicción no es lo mismo que certeza- no es esta sentencia, sino el clima social que ha creado.

Más aún: la sentencia será apelada por todas las partes, porque a todas les ha parecido insuficiente, pero qué corte se atrevería a contradecir esta “verdad jurídica “sin el temor de ser acusada de negacionismo o, peor aún, de complicidad con la CNI y con la dictadura?

Hay una verdad verdadera que no está en el laborioso fallo del juez Madrid ni en las ceremonias que se iniciaron minutos después de que lo liberara. ¿Alguien se interesará en ella?

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FREI: UN FALLO SIN SUSTENTO

FREI: UN FALLO SIN SUSTENTO

Socio Director CN Abogado Adolfo Paúl Latorre/ 03/02/2019

Señor Director: No importa que la sentencia dictada por el ministro Madrid en el caso Frei sea un completo dislate, un simple despropósito. Ella se funda en consideraciones o argumentos absolutamente insuficientes para destruir la presunción de inocencia; carece de fundamentos fácticos que la sustenten; y condena sobre la base de una hipótesis distinta a la del envenenamiento establecida en la acusación.

Tampoco importaría que, eventualmente, dicha sentencia fuese revocada por los tribunales superiores de justicia —como correspondería jurídica y procesalmente— puesto que ya se logró uno de los principales objetivos de la querella: instalar en el inconsciente colectivo, nacional y mundial, que el expresidente Frei fue asesinado por la dictadura del general Pinochet.

Atentamente le saluda.

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ALGO QUE QUIERO DECIR SOBRE EL CASO FREI

LGO QUE QUIERO DECIR SOBRE EL CASO FREI

Las opiniones en este sitio son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión

Cristián Rillon Fontaine

Desde que salió la sentencia hace pocos días y se supo el resultado condenatorio, espere pacientemente hasta conocerla y ver si los discursos y reacciones de la DC eran compatibles con ella.

La DC dijo, a través de su Presidente Fuad Chain y de la miembro de la familia Frei, doña Carmen, ambos en muy sentido “discurso, que la muerte de don Eduardo Frei Montalva, ex Presidente de Chile, se habría producido por un envenenamiento provocado por agentes del Estado en tiempos de Pinochet: En suma, que Pinochet habría mandado a matar a Frei y el fallo confirmaba esa tesis.

Lo hice, es decir, leí el fallo en sus partes relevantes, pues son más de 800 páginas. Me di el trabajo.

Bien, antes de manifestar mi modesta opinión sobre lo anterior, útil y necesario me resulta comprimir al máximo, pero al máximo lo esencial para que pueda ser comprendido por todos:

1.- La muerte de Frei se produjo el 22 de enero de 1982.

2.- El 22 de octubre de 2002, es decir, 20 años después de su muerte, la familia Frei presentó querella por homicidio calificado y magnicidio, sosteniendo que don Eduardo Frei Montalva había sido envenenado y asesinado por agentes de Estado (todo esto en albores de elecciones políticas).

3.- A partir de esa fecha, se designa al Juez y Ministro Alejandro Madrid para su investigación quien durante 17 años investigó, acusó y condenó.

4.- Ese juez dictó sentencia condenando a 6 médicos y auxiliares como autores de homicidio simple, es decir, por matar a alguien solo por matar.

5.- Entre esos condenados hay miembros de la DC, médicos de cabecera de Frei y otros cuestionados e, incluso, expulsados o suspendidos de la militancia DC, como lo son Patricio Rojas y Patricio Silva, ambos médicos: uno Ministro y el otro subsecretario en tiempos de Eduardo Frei Ruiz Tagle.

6.- Útil es mencionar a Juan Pablo Beca quien, dicho sea de paso, dijo en una entrevista a El Mercurio, que la muerte de su suegro, a quien acompañó y asistió hasta su muerte, obedeció a una muerte no provocada.

6.- La causa de muerte del expresidente, fue una septicemia, atribuible a un estropcoco dorado, es decir, a una bacteria que adquirió en todo el proceso médico y en la clínica donde fue tratado (asunto frecuente).

7.- Lo que dice el juez, sin relación causal alguna y con una inconsistencia argumental y probatoria enorme de la que, como abogado, me avergüenza, es que ellos, los hoy condenados y que ya portan más de 80 años, como parte del equipo médico que asistió a Frei, asesinaron al ex presidente. En otras palabras, el juez dice que mientras los médicos intentaban salvar la vida de Frei por su infección interna, sus actos estuvieron destinados a matarlo, sin decir el cómo, el por qué, su motivación ni las circunstancias.

8.-El fallo descarta el uso de cualquier sustancia nociva o venenosa, para lo cual se valió de, al menos, 4 pericias de entidades extranjeras, además de profesionales médicos en toxicología. ¡¡Es decir, Frei no fue envenenado!!

9.- El falló descarta cualquier vínculo entre agentes del Estado y la muerte de Frei. ¡¡Es decir, el Estado no intervino en su muerte!!

10.- No obstante, el fallo condena a los médicos que intentaron salvar la vida de Frei, como autores de homicidio simple, es decir, sin la concurrencia de causales agravantes, tales como la premeditación o la alevosía.

Dicho lo anterior, cada uno juzgue.

La DC hizo vítores por el fallo e insistió en que se trató de un homicidio con envenenamiento y premeditado por agentes de Estado, no obstante haber sido desechadas tales hipótesis por ese mismo fallo, luego de 17 años de investigación.

La DC ya apeló pidiendo penas aún más severas – por sobre los 10 años- a los médicos que trataron al occiso y la recalificación del delito de homicidio simple a calificado.

¿Uds. se imaginan a un cuerpo médico, muy, pero muy cercano a Frei, que pretenda matarlo en circunstancias que hicieron todo lo posible por salvarle la vida, incluso, con medicamentos traídos desde el extranjero por la propia familia Frei?

¿Les parece sano que hoy, parte de la familia pretenda, a través de este juicio, revivir a ese partido y, en definitiva, valerse de la muerte de uno de sus miembros para reposicionar a un parido que está perdido en el espacio?

¿Les parece correcto mentirle a la gente merced o usando o manipulando la muerte de una persona? manipulando la verdad de forma grotesca e infame? ¿Más aún, viniendo ese propósito de sus propios hijos o algunos de ellos?

¿Esa es la política? ¿Esa es la DC?

¡Y hoy, aún frente a tan clara evidencia que he descrito, pues son los hechos de la causa, el gobierno del Presidente Piñera – querellante en la causa- y por quien vote, haya anunciado que apelará del fallo para obtener que los médicos que trataron de salvar una vida obtengan una pena aún mayor!!

Quiere ser o seguir siendo amigo de la DC con esto?

¡¡Esto me dan ganas de vomitar!! Y más aún, viendo la complicidad del gobierno por el cual me la jugué entero solo para obtener dividendos políticos. ¡Ver a familiares de una persona que murió por razones que muchos en Chile mueren, siendo utilizados políticamente me parece repugnable!

Ojalá los abogados encargados de la defensa de los condenados hagan las cosas bien.

Este es otro asunto que me aleja irremediablemente de los señores Piñera, Chadwick y Cía. Ltda.

Si a alguien ofendo, lo lamento. Un tribunal justo dirá la verdad. Yo ya la conocí.