Columna de Opinión

Hace 140 años atrás, Valparaíso entero estaba adornado y listo a recibir al General Manuel Baquedano González

Hace 140 años atrás, Valparaíso entero estaba adornado y listo a recibir al General Manuel Baquedano González
El 11 de Marzo de 1881, justo 140 años atrás, Valparaíso entero estaba adornado y listo a recibir al General Manuel Baquedano González, y a miles de sus queridos soldados, que tras conquistar Lima y regar con su sangre los campos de batalla, asegurando el futuro de las próximas generaciones y descendientes de estos bravos gañanes, profesores, carpinteros, agricultores que se vistieron de soldado para pelear por la patria y dar las más grandes victorias al país y nuestra bandera.
Es un chiste cruel que justo 140 años después que cada uno de los ciudadanos que vivían en Chile, sin diferencia de clase social ni pensamiento, se agrolpaban para recibir con Hurras a quienes regresaban después de años de campañas, las nuevas generaciones que nacieron con los beneficios de las victorias, serían quienes se encargarían de destruir no solo las estatuas construidas por sus abuelos, si no también la memoria, el orgullo e identidad.
Los arcos que adornaban el pueblo de Valparaíso eran:
Una comisión, compuesta de los señores Cárlos S. Barahona, José María Soto Aguilar y Heriberto Ducoing, correrá con el arreglo de la ornamentación de los edificios de la ciudad y colocación de los arcos de triunfo, y entre otros de los siguientes:
1° Arco del Gremio de Jornaleros, plazuela Wheel¬wright.
2° Arco del cuerpo de empleados de la Aduana, calle del Arsenal.
3° Arco de la Marina, plaza Echáurren.
4°Arco del Club de la Unión, calle de Serrano.
5°Arco de la Compañía Sud-Americana de Vapores, frente a la plaza Rafael Sotomayor;
6° Gran arco de la Ilustre Municipalidad al centro de la misma plaza.
7° Arco de los bancos de la ciudad, frente al Banco Valparaíso, calle Arturo Prat.
8° Arco del comercio, calle Prat, frente al Banco Nacional.
9° Arca del Club Alemán, calle de la Esmeralda.
10° Arco del Cuerpo de Bomberos, plaza del Orden.
11° Arco de vecinos de la calle de San Juan de Dios, esquina de la calle de la Pirámide.
12° Arco de la 4ª Compañía de Bombas, frente a su cuartel.
13° Arco del Club Ibérico, calle de San Juan de Dios, frente a la plaza de la Victoria.
14° Arco del Club Central, frente al mismo club.
15° Arco de la 3ª y 9ª Compañía de Bomberos, calle de la Victoria, esquina de la calle de Freire.
16° Arco de los bomberos italianos, calle de la Victoria, crucero de Rubio.
17° Arco de los RR. PP. de la Merced, frente a la iglesia de su nombre.
18° Arco del Ferrocarril Urbano, calle de la Victoria, frente a las Delicias.
19° Arco de la Empresa del Ferrocarril Central, esquina de las calles Independencia y Delicias.
20° Arco de los abasteros, calle de la Independencia, frente a la del Colegio.
21° Arco de la Instrucción Primaria, calle de la Independencia, sobre el puente de Jaime.
22° Arco de los RR. PP. de los SS. CC., frente a la iglesia de su nombre.
23° Arco de la Guardia de Propiedad, calle de la Independencia, frente a la plaza de la Victoria.
Mauricio Pelayo González

Un hombre solo muere cuando se le olvida…

Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

Columna de Opinión

El espectáculo que dió el Papa Francisco en su homilía es para no cansarse de leer

El espectáculo que dió el Papa Francisco en su homilía es para no cansarse de leer
Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir enojado a veces, pero no olvides que tu vida es la empresa más grande del mundo. Sólo tú puedes evitar que se vaya cuesta abajo. Muchos te aprecian, admiran y aman. Si repensabas que ser feliz es no tener un cielo sin tormenta, un camino sin accidentes, trabajar sin cansancio, relaciones sin desengaños, estabas equivocado.
El espectáculo que dió el Papa Francisco en su homilía / sermón de ayer! Es para no cansarse de leer y releer leer y releer
Ser feliz no es sólo disfrutar de la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No sólo es celebrar los éxitos, sino aprender lecciones de los fracasos.
No es sólo sentirse feliz con los aplausos, sino ser feliz en el anonimato.
La vida vale la pena vivirla, a pesar de todos los desafíos, malentendidos, periodos de crisis. Ser feliz no es un destino del destino, sino un logro para quien logra viajar dentro de sí mismo. Ser feliz es dejar de sentirse víctima de los problemas y convertirse en el autor de la propia historia, atraviesas desiertos fuera de ti, pero logras encontrar un oasis en el fondo de vuestra alma.
Ser feliz es dar gracias por cada mañana, por el milagro de la vida. Ser feliz es no tener miedo de tus propios sentimientos. Es saber hablar de ti. Es tener el coraje de escuchar un “no”. Es sentirse seguro al recibir una crítica, aunque sea injusta. Es besar a los niños, mimar a los padres, vivir momentos poéticos con los amigos, incluso cuando nos lastiman.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura que vive en cada uno de nosotros, libre, feliz y sencilla. Es tener la madurez para poder decir: “Me equivoqué”. Es tener el valor de decir: “perdón”. Significa tener la sensibilidad para decir: “Te necesito”. Significa tener la capacidad de decir “te amo”.
Que tu vida se convierta en un jardín de oportunidades para ser feliz…
Que tu primavera sea amante de la alegría. Que seas un amante de la sabiduría en tus inviernos.
Y cuando te equivoques, empieza de nuevo desde el principio. Sólo entonces te apasionará la vida. Descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.
Pero el uso de las lágrimas es para regar la tolerancia. Utiliza las pérdidas para entrenar la paciencia. Usa errores para esculpir la serenidad. Usa el dolor para pulir el placer. Usa obstáculos para abrir ventanas de inteligencia.
Nunca te rindas … Nunca te rindas con las personas que te aman. Nunca renuncies a la felicidad, porque la vida es un espectáculo increíble ”.

¡¡Papa Francisco!!