En mi Silencio
Escribe: GENERAL EDUARDO ITURRIAGA NEUMAN En Punta Peuco tengo muchos momentos de silencio, me regocijo en ellos, a veces siento que el silencio algo me susurra, a veces me habla, a veces me grita. Este silencio siempre me trae Paz y una gran cercanía con el Supremo Hacedor
No son tristes…, son más bien alegres. Siento la alegría de vivir, de estar sano. La alegría de tener la hermosa familia que Dios me dio, la alegría de tener quien me quiera y yo tener a quién querer.
Este silencio no tiene barrotes…, es libre, libre es mi alma y mi espíritu; como libre es mi pensamiento que este silencio ayuda a esparcir en alas de mi imaginación.
Claro que en el diario vivir también está el ruido; el ruido de la actividad carcelaria en esta comuna de Til Til; está el alegre ruido de las visitas de los Miércoles y Sábados, de las conversaciones telefónicas de los Martes y los Viernes. El espiritual ruido de las palabras que brotan en las lecturas Bíblicas, y esperanzadoras conversaciones con los amigos Anglicanos y de la Catequesis Católica que nos visitan.
El ruido de los conversados café durante el trabajo con seleccionados amigos con los que comparto, el mutuo deseo de lograr nuestros derechos a la libertad;
El ruido de los aviones que surcan los aires por encima de nuestras cabezas, en su track de aproximación al Aeropuerto de Pudahuel;
Pero los momentos que son egoístamente solo míos, son los que transcurren en mi silencio;
Silencio hay cuando salgo al patio del Módulo todas las mañanas y me detengo breves instantes en nuestra pequeña gruta, y elevo mis pensamientos a la Virgen y a Dios Nuestro Señor;
Sé que siempre Jesús está en mí y yo en él, se también que está en todas partes, y que se encuentra en la gruta junto a su madre, donde me detengo a orar;
Grandes silencios hay la mayor parte de las veces en que me pongo a leer, o a escribir como ahora, bajo mi toldo en el patio; o a regar y cuidar mi jardín que me agradece, con bellas flores, brotes de parra y verde pasto;
Silencio hay cuando salgo todas las noches, antes del encierro de las 22 hrs. a dar mi último paseo, y veo el reluciente planeta Venus, el lucero de la noche, que resplandece solitario por sobre la gruta en dirección al Oeste….; y el desplazamiento de la luna, que cerca de Venus inicia su tímido traslado en forma creciente hacia el Este, aumentando noche a noche, hasta transformarse en la luna llena que siempre miran los que se quieren;
Y bueno…., silencio hay en mi celda-habitación en mis momentos de soledad, algunos de día, pero especialmente en la noche en calma;
Dios ha querido que este sea mi hogar, y lo asumo plenamente; ahí están mis libros, mi música, mi ropa, mis artículos eléctricos y domésticos, y mis Fotos…..; mis queridas fotos; ahí están mirándome sin pestañar y en silencio, los seres que mas quiero, y que sé que me quieren;
Ahí veo a los que siempre están en mis pensamientos y en mis oraciones…..; me duermo y me despierto con ellos.
La vida es bella y lo agradezco,
El tiempo pasa y yo permanezco,
Espíritu, alma y vida es para siempre,
La muerte también es vida;
Así…….., no hay que temer vivir,
Ni hay que temer morir,
Si a diario estás con Cristo Jesús
Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.