Columna de Opinión

La caída por Joaquín Fermandois (El Mercurio, Columnistas, 27/07/2021)— Pandemia e Impunidad del Crimen Organizado. CIEE “Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos”—

La caída por Joaquín Fermandois (El Mercurio, Columnistas, 27/07/2021)— Pandemia e Impunidad del Crimen Organizado. CIEE “Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos”—
LAS OPINIONES DE ESTA SECCIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN
En Chile, mejor preparado que otrora, ha quedado el griterío, simbolizado por la aseveración de que La Moneda reaccionó solo con “ahorro, hiperfocalización y desconfianza en las personas”. Como si la picaresca no existiera, para perder toda inocencia habría que asomarse a la vida de los propios partidos políticos, de aquel de donde surgió esta jeremiada.

 La caída

Los resultados de la encuesta Casen 2020, creada en 1987 para conocer con rigurosidad las condiciones sociales, han estremecido al mundo de la política.
Chile retrocedió en desigualdad, revirtiendo una tendencia que, a pesar de lo que se dice, por casi dos décadas tendía a disminuir lenta pero sostenidamente.
Los dedos apuntan, para variar, a la administración del Presidente Piñera, “la peor” en mucho tiempo.
A decir verdad, en estos ademanes se revela no poco de estulticia o mala fe. O ambas. Es evidente: si la economía se contrae por cuarentenas absolutas, una masa enorme de la población va a ser tocada en lo profundo de sus necesidades.
Se compara con las caídas de la crisis asiática (1998) o de la subprime del 2008, en las cuales las estadísticas revelan un golpe a los sectores de la base de la pirámide social.
En otra época las respuestas eran mucho más limitadas, como programa tipo PEM (Empleo Mínimo), que llegó a simbolizar las caídas de 1975 y 1982. Para qué hablar de los resultados de la Depresión de los 30 del siglo pasado.
Hoy día el auxilio es masivo, sin logros mágicos, teniendo como modelo al moderno Estado social y las vías de intervención razonables de los gobiernos de los países desarrollados. En el resto, inevitablemente hay una escala descendente, culminando en los “Estados fallidos”, donde impera el sálvese quien pueda.
En Chile, mejor preparado que otrora, ha quedado el griterío, simbolizado por la aseveración de que La Moneda reaccionó solo con “ahorro, hiperfocalización y desconfianza en las personas”.
Como si la picaresca no existiera, para perder toda inocencia habría que asomarse a la vida de los propios partidos políticos, de aquel de donde surgió esta jeremiada.
Es muy difícil juzgar cuánto efectivamente podría haberse gastado con mayor cantidad y rapidez para aliviar a todos los que estarían comprendidos entre los desprovistos, aun tragándose frescuras para no desfavorecer a los que no pueden protestar, y se adoptó la peor de las medidas, desarmar al sistema previsional con los 10%, atacando la base de la vida económica, que es el resguardo del mañana, y para colmo un sector de los favorecidos lo empleó en gustitos (plasmas y autos). Creo que el nudo del problema está en otra parte.
“De ahora en adelante la tarea de esta administración y de la que le suceda será, quizás por años, mantener en pie la actividad económica y en marcha la educación”.
Supongo que las dudas del Presidente surgían de la conciencia de que se debía proteger los logros muy considerables de estas décadas; y que, a pesar de un optimismo algo apresurado a veces del Gobierno, en general se ha sido consciente de que la pandemia va para rato, en Chile y el mundo.
Por favor, que alguna vez se mire más allá de la cordillera y del mar, es lo que se desarrolla en todo el mundo. El flujo y reflujo del virus y sus mutaciones durarán quizás uno o dos años más, como tantas veces a lo largo de la historia humana.
Es la razón por la que de ahora en adelante la tarea de esta administración y de la que le suceda será, quizás por años, mantener en pie la actividad económica y en marcha la educación, en lo posible presencial, con sus inevitables zigzags de cuarentenas limitadas y aperturas tentativas, en reiterado ensayo y error.
Volviendo a la Casen, es más que obvio que si se paraliza la economía, todos sufren, pero a los deciles de la base social les afecta mucho más que a los otros, en Chile y en todas partes.
Habrá que superar o ignorar el empeño del Colegio Médico y del Colegio de Profesores con sus esfuerzos denodados por despedazar al Gobierno, no deteniéndose a pensar por un instante que lo único que puede mantener en pie al sistema de salud es que la economía lo alimente; y que pueda financiar a la educación, ahora semiparalizada; y a las contribuciones sociales destinadas al desempleo que se produzca por la caída.
Joaquín Fermandois
El Mercurio, Columnistas, 27/07/2021
Un aporte de nuestro Director Antonio Varas C.

Pandemia e impunidad del Crimen Organizado

Diferentes medios de comunicación, en la cotidianidad de la pandemia, han avanzado en abordar investigaciones relacionadas con el tráfico de drogas y el crimen organizado y, lamentablemente, los datos no son muy auspiciosos.
En efecto, la astucia de las bandas criminales para soslayar las restricciones en las rutas aéreas para trasladar su “apreciada carga” a los potenciales compradores, no ha dejado de sorprender y, para ello, los ámbitos terrestre y marítimo se han constituido como los de mayor valor. Así, los territorios ubicados en las Costas del Pacífico han sido revalorizados para este propósito.
En Ecuador han aumentado los decomisos de hasta tres toneladas en embarcaciones que tenían otros fines para sus cargas, obligando a incrementar la seguridad de sus puertos. Del mismo modo, se ha observado un aumento de bandas criminales como la organización de origen brasileño “Primeiro Comando da Capital” (PCC), que ha acrecentado sus redes de influencia en la región. Este grupo no solo posee una referencia en el narcotráfico, sino además como una banda criminal que gestiona diferentes tipos de ilícitos.
Pero PCC tiene conexiones más allá de Brasil, estimándose que hay nexos en Perú, en específico con Sendero Luminoso, y con otros grupos en Bolivia, donde una investigación del diario El Deber, de dicho país altiplánico, logró establecer que las nuevas rutas y estaciones de droga se encuentran en comunidades aisladas y protegidas, dificultando su ingreso. En este mismo sentido, Chile no está exento de estos movimientos. Durante el año 2020 se realizó por medio de la Policía de Investigaciones, Aduanas y la Armada, la “Operación Azteca”, que logró desbaratar en el puerto de San Antonio la llegada de tres toneladas y media de marihuana que iba a ser distribuida en las fiestas de fin de año. Hoy la atención está en lograr desbaratar las bandas que utilizan los medios marítimos por medio de contenedores para lograr transportar las drogas.
Por otra parte, Naciones Unidas ha comenzado a alertar a la comunidad internacional, sobre el incremento del tráfico de drogas utilizando el ámbito marítimo, el que a pesar de las múltiples restricciones por el COVID-19, no se ha detenido. Además, ha enfatizado sobre la amenaza que reviste para la seguridad global, luego de que algunos países hayan comenzado a regularizar el uso de criptomonedas, ya que en la dark web, estas se utilizan como plataforma de transacción de drogas.
 En este complejo escenario, el CIEE pone a disposición de nuestros lectores una serie de análisis relacionados con las nuevas rutas de la droga y su vinculación con el narcotráfico y el crimen organizado, fenómenos que, a pesar de la pandemia, han incrementado su esfera de influencia. De hecho, países como Turquía se han convertido en un punto estratégico para el acceso a Europa, cuyos tentáculos se entrelazan con el Cartel de Sinaloa (México). Si bien, diferentes administraciones han logrado imponer mayores controles para desincentivar el flujo de drogas, de alguna forma los carteles continúan traspasando fronteras y controles terrestres, aéreos y marítimos.
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