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Entrega pabellón de combate a PFG s Prat y Latorre —- El Amor a la Patria por Mario Barrientos Ossa /Homenaje a un ex-Director de la Unión e Infante de Marina.

Entrega de Pabellones de Combate a los buques Prat y Latorre por parte del Caleuche

El 27 de septiembre, al medio día a bordo de la Escuadra y con presencia del Comandante en Jefe de la Armada, se entregaron los pabellones de combate a los buques Prat y Latorre, como es tradicional por parte del Caleuche.En esta ceremonia, participó nuestro Director Francisco Alomar.

 

 

 

Nuestro Director Francisco Alomar

EL AMOR A LA PATRIA.

Mario Barrientos Ossa.
Escritor histórico y poeta.

Desde pequeños, recibimos la enseñanza de amar a la patria, lo que conlleva muchas aristas: apreciar nuestra historia y respetar a nuestros héroes, amar al pueblo, del cual formamos parte, admirar nuestro territorio, sentirnos parte de un gran proyecto colectivo importante, del cual sentirnos orgullosos.
Pero, sin duda que el meollo del amor a la patria descansa en que queremos construir un país mejor y no destruirlo, y que los intereses del pueblo son superiores a los nuestros personales, por lo cual, para servir, debemos hacerlo incluso con perjuicio de nuestros intereses.
El modelo ejemplar de lo antes expuesto, lo encontramos en nuestro Padre de la Patria, nuestro querido don Bernardo OHiggins, quien era a los 25 años un próspero y rico hacendado, viviendo y trabajando la Hacienda San José de las Canteras, y que sintiendo el llamado de la patria, abandonó sus comodidades, la seguridad de su fortuna, y se hizo a los caminos de la vida pública, perdiendo todo lo que le pertenecía personalmente, al extremo que debió exiliarse al Perú y sobrevivir allí gracias a que el país hermano le obsequió la Hacienda de Montalván. Demostró de la manera más exacta cómo amar y servir a la patria significa no anteponer nunca los intereses personales al gran proyecto nacional.
Los días que corren observamos con pesar que tales valores se han ido desvaneciendo, que en lugar de ver la construcción del país venturoso que anhelamos, contemplamos con asombro y enojo su destrucción, física y moral, implacablemente, día a día. Todo lo contrario del amor a la patria.
El escenario nacional nos muestra que muchos personeros públicos parecen más motivados en preservar sus intereses y ambiciones personales, que en servir al país. Eluden cualquier riesgo que pueda causarles daño, el populismo es su caballo de batalla, aunque provoque perjuicio al país. Todo lo contrario del amor a la patria y de la obligación ética de poner el interés público por sobre el personal.
El amor a la patria nos conduce muchas veces a recorrer caminos ásperos, duros, dificultosos, a sacrificar nuestra comodidad, a soportar dolores y correr riesgos, a ser incomprendidos, teniendo como sola recompensa la satisfacción moral y espiritual de haber servicio con todo nuestro talento y todas nuestras fuerzas. La vida de don Bernardo es el ejemplo vivo de ello. El actual escenario nacional nos muestra la ausencia de tales conductas, se vive del presentismo, no de grades proyectos futuros, se busca el aplauso fácil, aunque sea dañino para el país, se elude todo riesgo que ponga en jaque las ambiciones personales de muchos que desempeñan funciones estatales.
Como dijimos en un comentario anterior, nos faltan estadistas, hombres y mujeres que miren el porvenir, que trabajen para él, y que sean capaces de adoptar medidas impopulares, pero necesarias. Nos sobran políticos mal preparados, poco estudiosos, voluntaristas, que desprecian las formalidades, los compromisos, que han abandonado las doctrinas, los valores. El resultado está a la vista, un escenario que nos deja en la completa incertidumbre de cómo se nos vendrá el futuro de la nación.
La ausencia del orden público, la impunidad de los actos de violencia, el desgaste moral consistente en que todo se justifica, la pasividad de quienes deben exigir el cumplimiento de la ley y proteger a la población, como lo ordena la Constitución, es todo lo contrario del amor a la patria.
El gran ausente en el escenario nacional es, entonces, el amor a la patria. Me recuerda el poema de Víctor Domingo Silva, “Al pie de la bandera”, en uno de cuyos versos, el emblema nacional dice: “Hijos míos, defendedme, aquí estoy”.

El ser humano es racional, lo que nos conduce a alentar la esperanza que el amor a la patria regrese, cual hijo pródigo, y que a su calor, encontremos el camino que en paz y orden nos conduzca a ese futuro mejor que anhelamos.

Homenaje un ex Director de la Unión.

Duarante la tarde del día de ayer se realizó un emotivo homenaje a nuestro ex Director de la Unión Comandante (IM) Julio Alarcón S., organizado por los Infantes de Marina en Retiro.

Al encuentro concurrió un importante número de amigos del homenajeado. La Unión estuvo presente con algunos Directores y otros le hicieron llegar sus saludos a través de las redes sociales o audios por Wsp.

Finalmente Julio, agradeció las muestras de afecto y cariño que le brindaron los presentes y de quienes enviaron sus audios con los reconocimientos a sus condiciones de Comandante y de gran amigo.