Columna de Opinión

LAS ESTADÍSTICAS Y DESAFÍOS DE LA FIBRA ÓPTICA (El Mercurio, Chile Tecnológico, 29/12/2021) —- HEREDERA DE LA URSS (El Mercurio, Editorial, 28/12/2021

LAS ESTADÍSTICAS Y DESAFÍOS DE LA FIBRA ÓPTICA (El Mercurio, Chile Tecnológico, 29/12/2021) —- HEREDERA DE LA URSS (El Mercurio, Editorial, 28/12/2021)

Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional

Las redes de alta velocidad se han consolidado como el principal cimiento para el desarrollo de 5G. A la vez, según expertos, es el mejor camino para reducir la brecha digital, la cual se vio acrecentada con la pandemia.

Las redes de alta velocidad se han consolidado como el principal cimiento para el desarrollo de 5G. A la vez, según expertos, es el mejor camino para reducir la brecha digital, la cual se vio acrecentada con la pandemia.

Cada segundo

127

nuevos dispositivos IoT[1] se

conectan a internet.

(McKinsey Global Institute)

Fibra Óptica Nacional conectará a más de

3,2

Millones de usuarios

Entre las regiones de Arica y Parinacota y Los Lagos

(Subtel)

En 1992,

TAT-10 se convirtió en el primer cable transatlántico de fibra óptica cuya capacidad se midió en bits por segundo, a diferencia de la capacidad de llamadas telefónicas. Ese número fue de 1.130 Mb/s para todo el cable

Las conexiones de fibra óptica aumentaron en un

70,8 %

En los últimos 12 meses en Chile. (Subtel)

“Austria, Bélgica, Chile, Irlanda, Israel y Reino Unido aumentaron sus conexiones de fibra óptica en más del 50 % en 2020”. (OCDE)

Los productos electrónicos de consumo representan aproximadamente el

63 %

de todos los dispositivos IoT instalados (Statista)

 

La meta de Entel

es llegar a cerca de un millón de hogares con cobertura de fibra óptica para fines de 2023

PARA

2025

Se proyecta que el volumen de datos de IoT sea de 79,4

Zettabytes (Statista)

El cable transatlántico MAREA

Tiene una capacidad potencial de 224 Tb/s, un aumento de 200.000 veces en 30 años.

Además, tiene más de 6.600 km de longitud. (Telxius)

El 97 %

de las conexiones globales se realizan mediante tendido de cables submarinos de fibra óptica, el que luego llega a las ciudades mediante cableado terrestre. (Century Link)

Actualmente hay aproximadamente 436 cables submarinos de fibra óptica,

o lo que sería lo mismo, 1,3 millones de kilómetros de cables repartidos por todo el mundo. (TeleGeography)

El cableado submarino de fibra óptica mas extenso está en el Océano Pacífico

con el tendido Tata TGN-Pacific, que conecta a Los Ángeles con Guam con una conexión de 22.300 kilómetros (TeleGeography)

60 %

de los accesos a banda ancha fija ya son por fibra óptica.

(Agencia Nacional de Telecomunicaciones)

En 2019 el mercado global de cable de fibra óptica alcanzaba los

US$ 37,95

Miles de millones, con una tasa de crecimiento esperado de 23,2% anual. (Research&Markets)

 

[1] IoT = Internet of Things – Internet de las cosas.

 

HEREDERA DE LA URSS

El Mercurio, Editorial, 28/12/2021

“El viejo sistema colapsó antes de que el nuevo tuviera tiempo de comenzar a funcionar”. El viejo era el soviético; el nuevo, el que Mijaíl Gorbachov esperaba surgiera de su intento de perestroika y glasnost, reforma económica y apertura política.

El lamento del líder soviético, en su discurso de renuncia, en diciembre de 1991, sigue penando en la Rusia actual. Ni la democracia ni la economía han florecido en estos treinta años. Vladimir Putin ha instaurado un sistema autocrático que reproduce muchas de las peores características de la era soviética.

El derrumbe pacífico y ordenado de la superpotencia comunista que lidiaba una guerra fría con Estados Unidos pilló desprevenidos a muchos, incluidos los “kremlinólogos” de la inteligencia norteamericana.

Pocos advirtieron los síntomas de la descomposición que estaba detrás de una apariencia de enorme fortaleza militar y cohesión del liderazgo, así como de una influencia ideológica que alcanzaba a la mitad del planeta (y que todavía tiene seguidores, incluso en Chile).

Tras la fachada, el comunismo se deshacía en pugnas internas, falta de legitimidad política, corrupción, y una debilidad económica que se reflejaba en el bajo nivel de vida y bienestar de la población.

No hubo movilizaciones sociales ni protestas generalizadas antes de que la URSS se desplomara. Fue una decisión política de los presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

Con el entonces líder ruso, Boris Yeltsin, dirigiendo la operación que desbancaría a Gorbachov de un puesto que desapareció junto con el país, en lo que Putin ha catalogado como “la peor catástrofe geopolítica del siglo XX”.

Para el actual presidente, la pérdida para Rusia es irreparable: “perdimos el 40 por ciento del territorio, de la capacidad de producción y de la población. Lo que se construyó en un milenio se perdió” en un día. Es decir, el imperio se disolvió, quedó solo el núcleo, sin dos componentes fundamentales, Ucrania y Bielorrusia, ni las otras doce repúblicas.

Si en un primer momento se pensó que la Rusia que surgiría sería democrática y capitalista, Yeltsin se encargó de desmentirlo. Y ahora, luego de 22 años de liderazgo autoritario de Putin, parece más improbable una democracia.

Elecciones amañadas, con candidatos presos o inhabilitados; un sistema económico que favorece la emergencia de millonarios al amparo del régimen, sin reglas claras y transparentes para los negocios, dan cuenta de un país complejo, con instituciones débiles y dependientes del poder central.

Ni la democracia ni la economía han florecido en Rusia.

Si la URSS buscaba expandir su ideología por el resto del mundo (y con ello ganar el control), en una pugna con Estados Unidos exacerbada por la competencia nuclear, hoy Rusia tiene otros objetivos.

De superpotencia solo le queda el segundo arsenal nuclear más poderoso del mundo, pero poca influencia y menos poder económico, aunque el petróleo y el gas le dan capacidad de negociación con Europa.

Le compite China en el Asia Central, y hasta Turquía al sur del Cáucaso. Con Estados Unidos y Europa la competencia está al rojo. Moscú (y Putin) busca reconocimiento y respeto internacional, y un lugar en el actual orden mundial. No quiere perder su área de influencia, y menos tener a la alianza occidental, la OTAN, en su “patio trasero”.

En la crisis de Ucrania se unen todos estos factores. De ahí las exigencias de seguridad que Rusia pone a Estados Unidos, que se discutirán en una reunión clave en enero, y que puede definir el futuro del este europeo.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas C.