Columna de Opinión

MENTIRAS VERDADERAS Y PUNTA PEUCO por Humberto Julio Reyes —— 75 años de la ANEPE por la profesora Loreto Correa. El Mostrador, opinión 24 de abril de 2022—Gesta heroica por Adolfo Paúl Latorre

MENTIRAS VERDADERAS Y PUNTA PEUCO por Humberto Julio Reyes —— 75 años de la ANEPE por la profesora Loreto Correa. El Mostrador, opinión 24 de abril de 2022—Gesta heroica por Adolfo Paúl Latorre

Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión.

Termino expresando que las mentiras propaladas durante años y que se respaldan en la supuesta inigualdad ante la ley no son verdaderas toda vez que se trata de medidas necesarias justamente para garantizar los derechos de los condenados sin que importen privilegio alguno. —– Un sueño por años, el programa de doctorado se materializó, la acreditación institucional también. El número de alumnos más que duplicó. El clima laboral mejoró sustantivamente y entonces llega una decisión arbitraria y lo arruina. Porque sí, porque no han nombrado a nadie y a dedo, la ley y la Contraloría no se los aguantará. Creo haber sido prudente y esperado varios días para expresar mi profunda decepción

 Gesta heroica

Confieso que el programa de marras no es uno de mis favoritos, por decir lo menos.

Hace años fui advirtiendo un sesgo que, contrastando con mis puntos de vista, lo hacía decididamente “partisano”, por usar la expresión de un distinguido historiador nacional ya fallecido.

Dicho de otra forma, cualquiera que fuese el tema se podía anticipar hacia qué lado se cargarían tanto el entrevistador como los entrevistados.

Sin embargo, la semana que hoy termina, tuve una grata sorpresa, al permanecer en él sólo por curiosidad ya que el tema era, nuevamente el penal de Punta Peuco, a raíz de las recientes y discutibles declaraciones de la titular de Defensa.

Ya expresé mi opinión al respecto pero en esta ocasión el invitado era nada menos quien desempeñaba  el cargo de director de Gendarmería cuando se construyó dicho penal, lo que me parecía de especial interés como para volver a exponer las razones que aconsejan mantenerlo, al menos mientras no se ponga fin a la prisión de sus actuales ocupantes.

Como voz autorizada me pareció que este confeso militante socialista frustró las expectativas de quienes esperaban que respaldara a la señora Fernández o quizás también a su entrevistador o a su habitual audiencia. No les dio en el gusto.

A la recurrente idea de cerrar el penal contrargumentó que, dada la responsabilidad del Estado de proteger la integridad de los reclusos, si se cerrara igual habría que destinar un recinto con dicho propósito, de tal manera que la necesaria segmentación, no exclusiva de los militares, se cumpliera.

También hizo ver, sirviéndose de las mismas imágenes seleccionadas por el canal, que se trata de un penal no diferente en comodidades del de alta seguridad, desmintiendo así la difundida visión que muchos repiten majaderamente.   

Finalmente expresó su personal opinión respecto a que a futuro debía ser conservado como museo que diera testimonio de la forma ejemplar (sic) en que la justicia chilena ha cumplido sus obligaciones, desmintiendo de paso la leyenda de la impunidad cacareada hasta el día de hoy.

No todo fue de mi agrado ya que al planteársele el tema humanitario creo que cayó en lo “políticamente correcto” al asignarle a los familiares de las víctimas una suerte de última palabra en el tema lo que, salvo casos muy particulares, implicaría la imposibilidad de siquiera sugerir un beneficio por esta vía pese a que, dada la generalizada ausencia de pruebas, resulta aventurado que alguien pueda atribuir una autoría con certeza suficiente como para oponerse a él, basando su predicamento en las mismas presunciones que han respaldado la mayoría de las condenas.

Resumo dicha negativa posición: como ignoro quien es el autor me opongo a que cualquiera sea beneficiado, es decir “disparo al bulto”, tal como lo hacen quienes califican a todos los recluidos equivocadamente como autores de crímenes brutales, de “lesa humanidad”.

Y si de opiniones personales se trata quedó claro para la audiencia, al reproducir otras autorizadas declaraciones, que las autoridades deben evitarlas y referirse solamente a los temas que les son propios ya que nadie está en un cargo para darse gustos.

Gratamente sorprendido por el giro que tomó la entrevista resolví volver sobre el tema para reconocer, en lo que a mí respecta, que no recordaba de parte de anteriores administraciones esta elemental clarificación toda vez que nos hemos acostumbrado a que, cada vez que asume un nuevo gobierno, se pregunte a las autoridades si se va a cerrar el penal o por qué no se cierra, escuchando ambiguas respuestas, mezcla de deseos personales o temor por bajar en las encuestas.

Termino expresando que las mentiras propaladas durante años y que se respaldan en la supuesta inigualdad ante la ley no son verdaderas toda vez que se trata de medidas necesarias justamente para garantizar los derechos de los condenados sin que importen privilegio alguno. (MENTIRAS VERDADERAS Y PUNTA  PEUCO por Humberto Julio Reyes)

 

75 años de la ANEPE por la profesora Loreto Correa. El Mostrador, opinión 24 de abril de 2022

En once años de trabajo ininterrumpido en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos de Chile (ANEPE) este mes de abril, a la que entré como mujer y civil por concurso público el 2011, compartí con cinco directores, en la clásica rotativa bianual establecida por las instituciones de las FF.AA. y el ministerio de Defensa.

El resultado final de cada gestión, siempre era insuficiente para el nivel de trabajo y potencial institucional. Les tomaba medio año de conocer la institución y tenían apenas un año, para materializar sus aportes, cuando ya debían estar preparando su salida.

Todos nuestros directores fueron sin duda un aporte y se les recuerda con mucho cariño.

En un afán por mejorar la gestión y proyectar a la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos de Chile, se optó desde el Estado, por un cambio: usar el concurso público como una herramienta para seleccionar un director que trascendiera los dos años de gestión y generara continuidad en los procesos.

Esta vez, por concurso público, el Sr. Robles hizo, como buen piloto, despegar la ANEPE, en plena pandemia. Un mérito absoluto, histórico y determinante para la institución.

Un sueño por años, el programa de doctorado se materializó, la acreditación institucional también. El número de alumnos más que duplicó. El clima laboral mejoró sustantivamente y entonces llega una decisión arbitraria y lo arruina. Porque sí, porque no han nombrado a nadie y a dedo, la ley y la Contraloría no se los aguantará. Creo haber sido prudente y esperado varios días para expresar mi profunda decepción.

El resultado: autoridades de gobierno tendrán que comparecer ante el Congreso. Un lío gratis en medio de un difícil momento histórico nacional. Sin motivo, sin argumento.

Ya con la desvinculación de los dos subdirectores la hemos pasado mal. Dos grandes personas, generosas y buena gente. Dos caballeros.

En curso, y ad portas de la visita de pares de la CNA para nuestro Magister en Seguridad, defensa y relaciones internacionales, la renuncia de Robles es un torpedo a la línea de flotación del Programa.

No pido explicaciones en un cambio de gobierno. Solo reflexiono sobre lo que observo y es simple:

La ANEPE es de todos los chilenos. Civiles y militares, hombres y mujeres que tenemos amor por el país y buscamos cuidar su interés sin colores políticos. Esta institución cumple un rol que ninguna universidad, y vaya que lo han intentado, puede cumplir. En ANEPE hay civiles y militares. No es un regimiento, ni una guarnición de ninguna rama de las FF.AA. Es un centro de fortalecimiento para el pensamiento en Seguridad y Defensa en un contexto mundial y regional que hoy requiere mucha reflexión. Hay diálogo, existe aporte real al país, es una Casa para todos. Es una casa estratégica de pensamiento, estudio y formación académica.

Los 75 años pueden ser un puente de diálogo entre en mundo que se fue y el que llega. Permítanlo.

Gesta heroica

Viña del Mar, 23 de abril de 2022.

Señor Director:

Roberto Herrscher, “héroe de la guerra de Las Malvinas”, en la entrevista publicada ayer en la revista Sábado dice: “yo no creo en la gesta heroica, pero menos creo en ninguna gesta a la que nos hubieran llevado los Pinochet de Argentina”.

No es razonable comparar a los militares argentinos que estuvieron dispuestos a iniciar una guerra de agresión contra Chile con el presidente Pinochet, quien con prudencia, firmeza y decisión condujo hábilmente las negociaciones que lograron evitarla con su terrible secuela de destrucción, dolor y muerte.

El aporte tan significativo del mandatario chileno, junto con la brillante participación de destacados políticos y diplomáticos chilenos durante la mediación papal, y la valiente y profesional acción de los miles de militares y carabineros que estuvieron dispuestos a rendir sus vidas en defensa de la patria constituyeron, indiscutiblemente, una gesta heroica.

                              Atentamente le saluda.

                                                                       ADOLFO PAÚL LATORRE

Carta no publicada