Columna de Opinión

GOBIERNO BORIC: FFAA EN CONTROL DE LA ARAUCANÍA por Patricio Hales Santiago de Chile, 23/05/2022—-¿Y DONDE ESTÁ EL PILOTO? Gerardo Varela El Mercurio, Opinión, 16/04/2022

GOBIERNO BORIC: FFAA EN CONTROL DE LA ARAUCANÍA por Patricio Hales Santiago de Chile, 23/05/2022—-¿Y DONDE ESTÁ EL PILOTO? Gerardo Varela El Mercurio, Opinión, 16/04/2022

 

Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión

En este caso, del uso de la Fuerza Militar, sigue buscando cumplir ingenuamente el correcto compromiso de dialogar, con la legítima fuerza que el Estado democrático tiene —– A la legislación chilena la han transformado en un pantano indescifrable que resulta cada vez más difícil de entender y cumplir, lo que sólo empeorará si se aprueba la constitución

El gobierno del Presidente Boric arriesga el espíritu transformador que bien representa si es confuso por insuficiencias políticas.

Él y algunos de sus colaboradores, cuando eran diputados se negaron a aprobarle al Pdte. Piñera el uso, en la Araucanía, del “Estado de Emergencia” que la Constitución deposita en las FFAA.

Prometieron no usar dicho recurso. Pero a tres meses, el nuevo gobierno, en el viejo estilo de la política, evitando reconocer que tenían un error de apreciación de realidad, maniobró inventando fórmulas de participación de las FFAA en un “que sí-que no”.

Quiso acomodar el lenguaje, sacar del sombrero acuerdos legislativos para usar los militares contra la violencia, aparentando coincidencia con el leguaje de diálogo de sus promesas electorales.

Anunció al parlamento un Estado de Emergencia “Intermedio” para resolver sus contradicciones de conducta imaginando una atenuación del uso de las FFAA.

Pero el lenguaje militar es claro, directo, de fácil comprensión, porque en su funcionalidad hay un potencial que pone en juego la vida por definición juramentada.

La propuesta de militares en acción “intermedia” fracasó en menos de una semana por inútil. Quienes fuimos parlamentarios en materias de defensa, dijimos que carecía de convicción originaria de la autoridad política al convocar a los militares a cumplir las órdenes con espíritu contradictorio.

No es que las FFAA no obedecerían, sino que el mando político las desorienta con un lenguaje de pretensiones complejas pero pobre.

Finalmente, el gobierno se rindió ante la evidencia y aplicó la ley, pero confusamente, al publicitar la aplicación constitucional de presencia militar como “acotada”.

Su coalición se dividió públicamente, pero la aprobó. “Nos encantaría que esto no existiera, pero una vez que el conflicto está (Araucanía), la pregunta es cómo uno lo aborda”, dijo el Ministro, justificándose.

Quizás el gobierno está entrampado por cierta inmadurez política y no etaria, en sus promesas de campaña de una realidad insuficientemente estudiada para el carácter transformador que bien representa el presidente Boric. Hay sobreactuación de frases ingeniosas.

Pero la sobrevalorización de la capacidad de creación de realidades que tienen las palabras no es La Política. Principios bien intencionados, novedosos, un poco de moda, anunciados repetidamente, tensados por conductas políticas del gobierno, muestran un esfuerzo por hacer calzar las ilusiones con la tarea de gobernar.

En este caso, del uso de la Fuerza Militar, sigue buscando cumplir ingenuamente el correcto compromiso de dialogar, con la legítima fuerza que el Estado democrático tiene.

Esta buena idea se ejercería bien con una política madura y no coqueteando con esfuerzos lingüísticos para acomodar promesas a graves problemas de seguridad interior que aún no parecen evaluarse correctamente.

El mismo ministro, que defendía el alambicado sucedáneo militar, finalmente dijo que no se cerraba al mismo Estado de Emergencia que usó Piñera.

Quizás el gobierno está confundido respecto a la factibilidad de sus promesas.

Fuente: GOBIERNO BORIC: FFAA EN CONTROL DE LA ARAUCANÍA por  Patricio Hales  Santiago de Chile, 23/05/2022

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas C.

¿Y DONDE ESTÁ EL PILOTO?

Gerardo Varela

El Mercurio, Opinión, 16/04/2022

Después de la denuncia de la Ministra Siches -de que Pudahuel era el triángulo de las Bermudas donde desaparecían aviones con venezolanos expulsados- y que el Presidente anunció que el avión de su gobierno despegó con turbulencias, me queda la idea que la metáfora aeronáutica la lleva.

Al presidente Piñera le gustaba la cosa naviera con timones, velas y tormentas. Este gobierno prefiere la cosa aérea. Me parece apropiada porque quiere decir que en el gobierno empiezan a enterarse de que la ley de gravedad existe.

Un político debe tener una visión de un mundo mejor. Y si le hace buen marketing puede ser elegido. Pero esa visión si no tiene sustancia, ni equipos profesionales o medios idóneos para alcanzarla, no sirve para gobernar.

Sin crecimiento no hay progreso. Sin éste los problemas inevitables que existen en todas las sociedades explotan. Para que la inversión no siga planeando como una llave inglesa (nótese la metáfora aérea) es necesario que el gobierno se concentre en 3 temas: seguridad jurídica y personal, impuestos y el proceso constitucional.

Se dice que Nerón colgaba sus edictos bien alto en el Foro romano para que fueran difíciles de leer y así los transgredieran más fácilmente. Eso le permitía requisar los bienes de los infractores.

A la legislación chilena la han transformado en un pantano indescifrable que resulta cada vez más difícil de entender y cumplir, lo que sólo empeorará si se aprueba la constitución. No ayudan por supuesto las decisiones erráticas e impredecibles de algunos jueces y autoridades, y la violencia que se enseñorea por Chile y amenaza a personas y empresas.

A la legislación chilena la han transformado en un pantano indescifrable que resulta cada vez más difícil de entender y cumplir, lo que sólo empeorará si se aprueba la constitución

Los hombres aprenden con el ejemplo. Si en Ñuñoa el gobierno se las ingenia para cortarle las alas a una obra ya iniciada con todos sus permisos, el resto de los inversionistas toman nota.

La minería mueve Chile y los últimos precedentes son muy malos. Los jueces de Valdivia se dieron un gustito con Mina Invierno alterando la carga de la prueba. Y sin siquiera visitar Isla Riesco y con una medida precautoria dejaron sin trabajo a 1700 personas y generaron pérdidas equivalentes a un año de gratuidad universitaria.

Por eso sugiero al gobierno que vea la película Pearl Harbor. Cuando los aviones tienen un vuelo difícil para una misión imposible, fíjense que no los sobrecargan, sino que les alivianan el peso.

En 20 años, los políticos subieron las contribuciones, el royalty minero y el IVA. También los impuestos personales y empresariales multiplicando así el tamaño del Estado por 10. El Estado no genera riqueza, sólo distribuye un poco y destruye mucha, como en Ñuñoa o Mina Invierno. Ahora no debe subir de nuevo los impuestos porque va a pagar los costos de menor crecimiento sin recaudar más.

El proceso constitucional tiene suspendida la inversión. Y si termina mal, el capital va a seguir volando a otras latitudes.

Así como no se le puede pedir a un chancho que vuele, el Presidente tampoco debe sentarse a esperar que la Convención produzca una carta magna razonable. Por eso debe ponerse a trabajar al tiro en un plan B para que pilotee ese avión en vez de quedarse en tierra, porque la comisión de armonización no puede transformar una rana en princesa.

Los empresarios no amaron al presidente Lagos porque fuera muy simpático ni porque los ayudara sino porque entendió que sin ellos no hay progreso para todos.

En la vida es mejor ser curioso que prejuicioso. Por eso Boric debiera juntarse con el empresariado y preguntarles qué pueden hacer juntos para retomar el progreso de Chile. A los empresarios y al Presidente les interesa y necesitan que el país despegue. Sus intereses no son divergentes.

Finalmente, debe proteger los tratados internacionales. Una de las ventajas competitivas que nos quedan son los tratados de libre comercio. Boric firmó Escazú y no el TPP 11. Mal. Todo lo bueno de Escazú ya lo tenía nuestra legislación y todo lo malo no, por buenas razones. Si Trump y Boric están en contra del TPP 11, el Presidente debe preguntarse quién está mal.

El gobierno más que un despegue con turbulencias ha tenido un aterrizaje forzoso. Eso se debe en parte a la impericia de la tripulación y en parte a la deficiencia de la carta de navegación. Ambas pueden corregirse.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas C.

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