Columna de Opinión

EL RESCATE DE LO PÚBLICO

EL RESCATE DE LO PÚBLICO

Alfredo Blanco 

El Mostrador, Opinión, 22/12/2022

Con el inicio del Gobierno del Presidente Gabriel Boric se anunció el Plan de Recuperación de Espacios Públicos, que en lo concreto busca erradicar el comercio no autorizado en calles y lugares como el Metro, en la Región Metropolitana.

Además de contemplar el aumento de la dotación policial, se implementó un sistema de turnos y se sumaron nuevos carros para llevar a cabo la tarea, en la que municipios y policías trabajan a la par.

Al día de hoy son varios los lugares que, como se ha podido ver a través de la prensa, han sido intervenidos o en los que se han desarrollado operativos para “limpiar” y recuperar los espacios públicos.

Es así como se han retirado carritos de comida al paso y se han visto escenas crudas como las de Barrio Meiggs, hace algunos meses, donde comerciantes desafiaron con armas a la policía.

El Metro, en tanto, también se ha intervenido, con la misma efectividad transitoria de los operativos, gracias a los cuales se han decomisado 4.764 especies, se han realizado más de 6.690 controles preventivos y se ha logrado la detención de 39 personas involucradas en delitos, según consigna La Tercera.

El subsecretario Manuel Monsalve en su momento señaló que “vamos a focalizar un esfuerzo conjunto para brindar tranquilidad y seguridad para los que hacen uso de este medio tan importante”.

Hay otro tipo de recuperación de espacios públicos que se está haciendo: un trabajo de joyería de rescate de la ciudad. Se trata de la limpieza de fachadas, que –sobre todo post estallido– se encontraban deterioradas.

Es el caso, por ejemplo, del plan que están llevando a cabo las municipalidades de Santiago y Providencia, que se materializó en el acuerdo firmado entre ambas alcaldesas, Irací Hassler y Evelyn Matthei, respectivamente, junto al subsecretario de la Subdere, Nicolás Cataldo.

Muchos critican al centro de Santiago e indican que estamos en un colapso mayor. A veces resulta difícil ver la luz al final del túnel, pero los centros urbanos son dinámicos.

Históricamente han tenido altos y bajos. Esto es cíclico y solo con un trabajo que reúna fuerzas de todo tipo, tanto públicas como privadas, podremos dar vuelta esta compleja página y revalorizar nuestro centro urbano.

En línea con lo anterior, desde el ámbito privado, un trabajo importante de revalorización y cuidado por el entorno urbano es el que efectuó la Universidad Alberto Hurtado.

En tres meses logró renovar el aspecto de toda la manzana patrimonial en la que está inserta: Almirante Barroso, Alameda, Cienfuegos y Erasmo Escala.

Una iniciativa que vale la pena destacar porque, sin contar con financiamiento público, logró dar una nueva cara al sector del Metro Los Héroes, contribuyendo desde su vereda al mejoramiento del espacio público, en un notorio aporte al bien común.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión

“JARDÍN DE LA RESISTENCIA”

“JARDÍN DE LA RESISTENCIA”

El Mercurio, Editorial, 26/12/2022

Controversia se ha generado por la decisión de Metro de Santiago de reabrir el acceso principal de la estación Baquedano. Y aunque es una demanda sentida por la mayoría de los usuarios, ha provocado la indignación de las organizaciones simpatizantes del llamado “Jardín de la resistencia”, ubicado en la plaza hundida.

La denominación apunta a los murales y manifestaciones que están plasmados en la que era la entrada principal de esa estación, y que cerró tras el estallido de 2019.

Los grupos que se instalaron en la zona no quieren que se reabra el acceso, ya que señalan que terminaría con su “intervención”. Pese a que han sido invitados por la empresa y por la delegación presidencial a ser parte de las conversaciones, la mayoría se han abstenido de ir: a estos supuestos movimientos populares, poco les importan los problemas que el cierre de esa entrada causa a los miles de trabajadores que cada día deben utilizar dicha estación.

Es común que en el mundo se debata sobre la conservación de ciertos espacios o edificaciones que rememoren algún hecho históricamente significativo. Así, por ejemplo, pese al trauma que significó el muro de Berlín, parte de él se ha conservado.

Incluso, los campos de concentración europeos que avergüenzan al mundo también han sido objeto de resguardo patrimonial, en homenaje a las víctimas y como testimonio de la opresión totalitaria.

La pregunta que ahora cabe es si el caos y la violencia del 18 de octubre y los días posteriores ameritan una conmemoración.

No puede olvidarse que en los meses finales de 2019 una parte del mundo intelectual, académico y cultural empatizó y hasta exaltó la destrucción de nuestras ciudades, como supuesto preludio de un nuevo tiempo.

Emblema de aquello fue la declaración de rechazo del GAM cuando un grupo de ciudadanos optó por borrar los grafitis que circundaban el centro cultural, plagados de frases instigadoras de la violencia.

La barbarie no debe ser objeto de exaltación ni homenaje; sí un motivo de reflexión

Esa pulsión “octubrista” —como se la ha denominado— ha venido afortunadamente desapareciendo y hoy es claro que una amplia mayoría ciudadana la rechaza.

No es posible, en efecto, olvidar que se quemaron iglesias, museos, edificios históricos y emprendimientos, y que aquello fue el inicio de una degradación urbana cuyas consecuencias se siguen sufriendo.

La barbarie no debe ser objeto de exaltación y el llamado “Jardín de la resistencia” no hace más que traer los peores recuerdos de un momento oscuro.

Debe ser valorado el paso de Metro por dejar atrás el lunar que implica un verdadero basural en la entrada de una de las estaciones más importantes de la red.

Y frente a la petición de algunas colectividades de poner una placa conmemorativa, no debe ser necesariamente desechada, en la medida en que sus términos, lejos de cualquier afán celebratorio, permitan recordar que hubo un día en el que la delincuencia y la violencia intentaron alterar el tránsito democrático del país.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión

COMENTARIOS TÉCNICOS AL NUEVO PROYECTO DE REFORMA POR UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

COMENTARIOS TÉCNICOS AL NUEVO PROYECTO DE REFORMA POR UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

Jaime Arancibia M., Soledad Bertelsen R., José Ignacio Martínez E. y Marcela Peredo R., Profesores de Derecho Constitucional e investigadores de POLIS, Observatorio Constitucional de la Universidad de los Andes

El Mercurio, Columnistas, 26/12/2022

La moción parlamentaria de reforma constitucional para dar inicio a un nuevo proceso constituyente, ingresada la semana pasada en el Senado, presenta errores técnicos que es preciso advertir, a fin de que sean corregidos.

Deseamos contribuir a ese objetivo considerando, sobre todo, que la elaboración de la norma fundamental y bicentenaria de la República exige rigor metodológico debido a sus efectos en el resto del ordenamiento jurídico y al respeto que merece.

Nuestras observaciones al proyecto son básicamente tres: a) mantiene normas obsoletas; b) incorpora normas transitorias en un capítulo de la Constitución relativo a normas de vigencia permanente; y c) incurre en omisiones y errores de orden, ortografía, redacción y nominación que afectan su comprensión o elegancia.

En primer lugar, el proyecto mantiene vigentes, como si correspondieran a disposiciones permanentes, todos los preceptos relativos al proceso constitucional terminado en el plebiscito de septiembre, ahora obsoletos. La propuesta no sustituye, sino agrega varios artículos más a un texto constitucional que se ha caracterizado desde el siglo XIX por su sobriedad y precisión.

La mantención de artículos caducos en una Carta vigente carece de sentido y desmerece su prestigio jurídico.

Segundo, dado que el procedimiento propuesto no es permanente, sino único y contingente, plagado de fechas específicas, no se comprende por qué está regulado en las disposiciones permanentes y no en las transitorias. Con este paso, Chile pasaría a ser un caso anormal de regulación constitucional de lo transitorio como permanente.

“…el proyecto mantiene vigentes, como si correspondieran a disposiciones permanentes, todos los preceptos relativos al proceso constitucional terminado en el plebiscito de septiembre, ahora obsoletos…”.

Proponemos, por tanto, que todas las disposiciones relativas a este proceso sean transitorias, sobre todo porque no existen diferencias de quorum que justifiquen una opción diferente.

En tercer lugar, el proyecto omitió mencionar el efecto jurídico en caso de desacuerdo definitivo entre el Consejo y la Comisión experta, o de votación “en contra” de la propuesta en el plebiscito de salida.

Omitió también la exigencia del “Acuerdo por Chile” de que los expertos tengan una “indiscutible trayectoria profesional”, lo que afecta sustancialmente los requisitos para acceder al cargo (más de un millón de personas serían elegibles aproximadamente) y desconoce su aporte esencial al proceso: la legitimidad de la auctoritas o sabiduría constitucional.

Tampoco existe un plazo para que la Comisión Experta emita su informe acerca del texto aprobado por el Consejo Constitucional. Pero, además, el proyecto tampoco señala qué sucede si no se aprueba el texto general por los tres quintos de los miembros del Consejo Constitucional en ejercicio.

A lo anterior se suma la denominación incorrecta de la Cámara Baja, que excluye a las “diputadas”, la dictación de un “Auto-acordado” en vez de un reglamento por parte del Comité Técnico de Admisibilidad, la mención extensa e innecesaria de normas legales aplicables, el uso de nomenclatura extra-jurídica (“fundador” de partido político), y la inclusión de normas en artículos o títulos que tratan temas diferentes (v.gr. escaños para pueblos originarios en el art. 144, apoyo financiero en el título sobre comité de admisibilidad), y el centralismo en las instancias de coordinación de participación ciudadana.

Llama la atención también que se convoque al Congreso Pleno a un acto público en que se jurará la nueva Constitución antes de su publicación.

Como se ve, se trata de defectos técnicos importantes del proyecto de reforma constitucional, que deberían ser corregidos en su tramitación.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional