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Cartas al director. “Mediación Papal”. Adolfo Paúl Latorre

                                 Mediación papal

Viña del Mar, 25 de noviembre de 2024

La mediación papal le permitió a Argentina una salida relativamente honrosa después de haber estado a punto de iniciar una agresión armada contra Chile y de haber desconocido el Laudo Arbitral de Su Majestad Británica la Reina Isabel II concerniente a la región del canal Beagle, cuyo cumplimiento estaba confiado “al honor de las naciones signatarias” del Acuerdo de Arbitraje o Compromiso firmado en Londres el 22 de julio de 1971.

Lo que disuadió a Argentina de iniciar tal agresión y de llevar a cabo su declarado propósito de apoderarse de parte del territorio chileno austral fue la prudente conducción de la gravísima crisis vecinal por el presidente Pinochet y su decidida, inclaudicable e inequívoca decisión de resistir a toda costa una agresión con todos los medios de fuerza disponibles; junto con el despliegue de todas nuestras fuerzas militares —navales, terrestres y aéreas, con el importante apoyo de carabineros— decididas a defender la soberanía nacional hasta “vencer o morir”.

     Atentamente le saluda.

        Adolfo Paúl Latorre

   Abogado
Magíster en ciencia política

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

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Perú: el megapuerto “hecho en China” de Sudamérica se prepara para transformar el comercio. Joe Daniels y Steven Bernard. Diario Finaciero

                                                                    Perú: el megapuerto “hecho en China” de Sudamérica

                                                          prepara para transformar el comercio

El proyecto respaldado por Beijing en el país andino plantea un desafío estratégico para Estados Unidos, mientras Donald Trump se prepara para asumir el cargo en enero.

Por Joe Daniels y Steven Bernard
Chancay / Londres

Antes de la inauguración en el Puerto de Chancay, un megapuerto construido en China en la costa pacífica de Perú que transformará el comercio regional, las grúas no tripuladas ZPMC, fabricadas en China, se alinean en el muelle.

Las camionetas BYD están listas para trasladar a los ingenieros, mientras que las torres de Internet 5G de Huawei se han construido recientemente para manejar la operación automatizada.

“Todo se fabrica en China”, dijo Mario de las Casas, gerente de asuntos públicos del puerto de Cosco Shipping, el gigante naviero estatal chino que operará Chancay una vez que se inaugure este jueves. “Esta es una gran oportunidad no solo para Perú sino para toda la región”, agregó, mientras las banderas peruanas y chinas ondeaban en las farolas.

Los funcionarios peruanos argumentan que el puerto, construido por Cosco con la minera local Volcan, transformará a Perú —un gran productor de cobre y frutas— en el Singapur de Sudamérica y cambiará radicalmente el comercio marítimo a lo largo de la costa del Pacífico, ya que puede acomodar buques más grandes en sus aguas profundas.

Pero analistas y funcionarios expresaron su preocupación de que el proyecto de US$ 3.600 millones, que sigue a una serie de otras inversiones chinas en infraestructura, represente en efecto una cesión de la soberanía peruana sobre el puerto.

Estados Unidos, para quien la creciente influencia china en América Latina representa un problema estratégico, ha advertido que el puerto podría ser utilizado por buques de guerra chinos. Y el desarrollo puede presentar un área de discordia con el Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su postura más dura contra China.

“Los riesgos para Perú son múltiples”, dijo Evan Ellis, profesor de estudios latinoamericanos en la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos.“El riesgo número uno es que el país no obtenga los beneficios de sus abundantes recursos y posición geográfica, sino que sean los chinos los que obtengan esos beneficios”.

El Presidente chino, Xi Jinping, que se encuentra en Perú esta semana para asistir a la cumbre de la APEC antes de una visita de Estado, aparecerá con la mandataria peruana, Dina Boluarte, en la apertura de Chancay el jueves a través de un enlace de video desde Lima, a 80 kilómetros de distancia. El mandatario estadounidense, Joe Biden, también estará en la ciudad para la cumbre de la APEC en su primera y última visita a Sudamérica como jefe de Estado, con poco que ofrecer.

En mayo, en medio de una disputa con Cosco, los legisladores peruanos aprobaron una ley que le otorga derechos exclusivos para operar Chancay, algo que Ellis dijo que era “anteriormente impensable y contrario a la esencia misma de la afirmación de soberanía del Perú sobre sus propios puertos, que son su ventana al mundo”.

El ministro de Transporte de Perú, Raúl Pérez-Reyes, desestimó esas preocupaciones y argumentó que Chancay será supervisada por las autoridades aduaneras y portuarias de Perú.

“En este caso se trata de una inversión de capital chino, pero es exactamente igual que si fuera capital británico o norteamericano… en ningún caso se pierde nuestra soberanía”, afirmó Pérez-Reyes.

Dijo que el puerto permitirá que el pujante sector agrícola de Perú siga creciendo. “Lo que hará Chancay es redireccionar una parte de la carga y enviarla directamente a Asia”.

Cuatro países de APEC concentran el 86% de las exportaciones de cobre de Perú

Presencia china

De los US$ 3.600 millones que costó la construcción, US$ 1.300 millones se habían invertido en la fase inicial, dijo Cosco. El puerto de aguas profundas puede recibir a algunos de los buques de transporte más grandes del mundo, con una capacidad de 22.000 unidades equivalentes a veinte pies, o TEUs, un estándar de la industria para contenedores. Ningún otro puerto en la costa del Pacífico de América del Sur puede recibir barcos de este tamaño.

Chancay ahorrará al menos 10 días de lo que anteriormente era un viaje de 35 días a China desde Perú, lo que significa que los barcos ya no necesitarán hacer escala en el puerto de Manzanilla, en México, o en Long Beach, en California.

Los cargamentos brasileños, que a veces viajan hacia el este hacia Asia o a través del Canal de Panamá, también ahorrarán al menos 10 días de tiempo de viaje, dijo Cosco.

Una ley de cabotaje aprobada en mayo permitirá que la carga se mueva entre puertos peruanos antes de llegar a tierra, ahorrando el tiempo que se pierde en las carreteras. Cosco ha dicho quelos barcos pequeños de Ecuador, Chile y Colombia podrían enviar mercancías a otros puertos de Perú. Esas mercancías luego serían trasladadas a Chancay y exportadas desde allí.

Brasil también se beneficiará, dijo Pérez-Reyes, con el uso de la Carretera Interoceánica Sur, que pasa por los centros agrícolas brasileños de Acre y Rondônia antes de llegar a la costa peruana del Pacífico.

Chancay, parte de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de Beijing,se suma a una cartera de inversiones chinas que incluye la mina de cobre más grande de Perú, Las Bambas, propiedad de MMG, una minera china.

En abril de 2023, China Southern Power Grid adquirió el negocio eléctrico peruano de Enel, que suministra energía a la zona norte de Lima, la capital del país. El resto del suministro eléctrico de Lima se vendió en 2020 a la empresa china Three Gorges Corporation, que también posee una represa hidroeléctrica peruana.

En marzo, Perú otorgó una concesión para construir y operar un puerto en el sur a una subsidiaria de la compañía china Jinzhao, que opera una mina de hierro cerca de Ica.

Por el contrario, la ministra peruana de Comercio, Úrsula León, dijo que Estados Unidos estaba perdiendo una oportunidad de invertir. Tanto Beijing como Washington tienen acuerdos de libre comercio con Lima y se espera que el primero fortalezca su TLC durante la visita de Xi.

China es el principal socio comercial de Perú; el cobre, el hierro y la harina de pescado representan la mayor parte de sus exportaciones por un valor total de US$ 23.100 millones en 2023. Las exportaciones con destino a Estados Unidos ascendieron a US$ 9.100 millones.

“Hay algunas oportunidades que (EEUU) está perdiendo, por eso es importante que conozcan un poco más nuestro mercado”, dijo León.

León afirmó que Estados Unidos “también tiene oportunidades” de invertir en megaproyectos, entre ellos el puerto de Corío, en el sur del país. “Por eso no podemos generalizar y decir que Perú prácticamente se está volviendo dependiente de China”, afirmó.

Estados Unidos había discutido sobre Chancay con Perú, dijo el Departamento de Estado, y planteó “la importancia de una adecuada supervisión, seguridad, regulación y competencia justa para todos los proyectos clave de infraestructura”.

“No estamos pidiendo a los socios que elijan entre Estados Unidos y (China), pero estamos demostrando los beneficios de la asociación” con Estados Unidos, dijo el funcionario.

China es actualmente el mayor socio comercial de Sudamérica y un importante inversionista en proyectos cruciales de minerales, transporte y energía. Beijing insiste en que sus proyectos en el extranjero apuntan al beneficio mutuo, un enfoque que contrasta con lo que llama la búsqueda de hegemonía y ventaja geopolítica por parte de Washington.

Inicialmente, Chancay podrá manejar entre 1 millón y 1,5 millones de TEU al año, así como 6 millones de toneladas de carga suelta, antes de aumentar esa capacidad a 3,5 millones de TEU al año. El puerto del Callao, el principal puerto de Perú, fue ampliado este año y tiene una capacidad anual de 3,7 millones de TEU, dijo el Ministerio de Transporte.

Pero la capacidad portuaria de América Latina está muy por detrás de Asia, América del Norte y Europa, que tienen múltiples puertos con un rendimiento de más de 10 millones de TEU cada uno.

Lo que hay detrás

Para evitar la congestión en la ciudad de Chancay —hasta hace poco una tranquila comunidad pesquera visitada por turistas los fines de semana— Cosco construyó un túnel de 1.830 metros, el más largo de Perú, para que los camiones pudieran pasar por allí. Los residentes se han quejado del ruido que proviene del puerto y de lo que dicen son amenazas a las reservas de peces y a los humedales.

Cosco planea un parque empresarial junto al puerto, donde el mayor fabricante de vehículos eléctricos de China, BYD, ha expresado interés en abrir una planta de ensamblaje.

Los legisladores están considerando otorgarle a las instalaciones exenciones fiscales exclusivas, aunque eso ha enfrentado resistencia debido a la ventaja que le daría a Chancay sobre Callao, el puerto estatal pero operado de manera privada a 73 kilómetros de distancia.

“Invertir en Chancay ya es suficientemente atractivo sin necesidad de ofrecer exenciones impositivas”, dijo Adriana Tudela, congresista de la oposición. “En esencia, estamos creando una enorme desventaja para otros puertos”.

Antes de dejar su puesto como jefa del Comando Sur de Estados Unidos, que cubre América Latina y el Caribe, la general Laura Richardson advirtió que Chancay podría ser utilizada por la marina china. “Esta es una estrategia que hemos visto en otros lugares”, dijo Richardson.

Alfredo Thorne, exministro de Finanzas que dirige una consultoría económica, dijo que si bien las inversiones chinas benefician las exportaciones peruanas, “conllevaron importantes riesgos políticos, incluido el acceso al mercado estadounidense”.

El Presidente electo de Estados Unidos, Trump, dijo Thorne, podría arrastrar a Perú a cualquier disputa con Beijing, ya que se espera que implemente políticas proteccionistas y adopte una línea dura contra China. Trump ha propuesto un arancel del 60% a los productos chinos.

Thorne dijo: “No veo cuál sería el interés de China en seguir apostando por Perú cuando tiene que enfrentarse a Trump”

Un aporte de  nuestro socio Raúl Godoy

 

Fuente: Diario Financiero

 

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Tratado de paz y amistad y plataforma continental. Jorge Guzmán. La Prensa Austral

 

                                                                                 TRATADO DE PAZ Y AMISTAD Y PLATAFORMA CONTINENTAL

Jorge Guzmán – La Prensa Austral, 24/11/2024

La conmemoración de los 40 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad con Argentina (TPA, 29 de noviembre) vuelve a poner la atención sobre el asunto pendiente de la delimitación de las respectivas soberanías sobre los recursos vivos y no vivos del suelo y subsuelo marinos del Mar Austral y la Antártica.

Si bien en principio se trata de un diferendo acotado a cierto sector del Mar Austral, en contexto geopolítico sabemos que el problema de fondo se refiere a la proyección chilena hacia la Antártica y, de por medio, a nuestra soberanía de los recursos naturales de cientos de miles de km2.

Se trata de un problema limítrofe originado en pretensiones argentinas que datan de hace un siglo, esta vez “vestidas” de “reclamo” al amparo de la normativa sobre plataforma continental hasta y más allá de las 200 millas de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Como ya es de público dominio, bajo ese precepto (y junto con una “reinterpretación de su reclamo antártico”), en 2009 Argentina “reclamó soberanía” sobre el suelo y subsuelo marino de varios archipiélagos del Mar Austral Circumpolar (Georgia, Sándwich y Orcadas del Sur), además de una “medialuna” que sobrevuela “el martillo” de la delimitación marítima del TPA, para, en este caso, “reaparecer” más allá del Mar de la Zona Austral (así lo designa el TPA) y prolongar el límite internacional con Chile a lo largo “el meridiano del cabo de Hornos”.

A estas alturas “es pasado” lo establecido en el TPA respecto que la delimitación en él contenida constituye “el confín definitivo e inconmovible” entre ambos países y que, consecuentemente, estos se comprometen a no presentar nuevas “reivindicaciones” territoriales. En 2009, de jure y de facto, el vecino reinterpretó sus compromisos con el tratado de 1984.

En 2020 la Cancillería notificó a su par argentina que tal pretensión nos resultaba “inoponible” y, acto seguido, la Armada “actualizó” la Carta Marina de la región austral para ilustrar la proyección de la “plataforma continental legal de 200 millas” de las islas del cabo de Hornos y Diego Ramírez (solamente). Esa proyección se sobrepuso a la proyección de “plataforma continental más allá de las 200 millas” proyectada desde el extremo sureste de la Tierra del Fuego argentina.

En 2022 el gobierno argentino protestó ante el secretario General de Naciones Unidas indicando que los actos afirmativos chilenos constituían violaciones del TPA y, en el último cuarto de 2022, invocó el “Procedimiento de Conciliación” previsto en su texto para invitar a Chile a comenzar a resolver el problema.

Si bien se sabe que en mayo de 2023 el gobierno designó representante ante dicho ente, no sabemos si los asesores respectivos (previstos en el TPA) fueron también designados, ni tampoco si el presidente de la misma fue acordado con Argentina o, como establece el Tratado, éste fue nombrado por la Santa Sede.

En definitiva, aunque sus deliberaciones son reservadas, la opinión pública no sabe si la Comisión de Conciliación fue finalmente establecida para abocarse en el plazo previsto (6 meses) a la cuestión de la plataforma continental magallánico-antártica más allá de lo pactado en 1984.

Por largo tiempo Chile subestimó la complejidad del reclamo de plataforma continental argentino adyacente al área marítima delimitada con el TPA, ignorando que, antes que una cuestión técnico-jurídica, se trataba de un asunto de profundas implicancias geopolíticas.

Bajo la “doctrina” que en un “excanciller progresista” calificó de “importancia ninguna”, Chile no sólo permitió que las aspiraciones argentinas comenzaran a consolidarse, sino que otorgó a la contraparte el argumento del “plazo vencido”.

Sin duda Argentina alegará que la actualización de la proyección de la plataforma continental de las islas del cabo de Hornos y Diego Ramírez ocurrió después de mayo 2019, ergo más de 10 años contados desde mayo 2009, plazo previsto en la normativa sobre plataforma continental.

Y aunque -por razones de forma y fondo- esto no es necesariamente así, lo concreto es que Argentina utilizará este argumento para forzar a Chile a rechazarlo.

Con esto en consideración, todo indica que Argentina ya comenzó a prepararse para un diferendo mucho más largo que, en su primera fase, considera “quemar” la etapa del procedimiento de conciliación del TPA para, en definitiva, elevar el asunto o al “procedimiento arbitral” previsto en el mismo tratado o, “saltándose” ese trámite, directamente recurrir a un tribunal internacional establecido.

Como sea, con la Comisión de Conciliación activa o no, parecería que no sólo para la cuestión de la plataforma continental magallánico-antártica, sino que, parafraseando al poeta uruguayo Mario Benedetti, para todas las delicadísimas cuestiones australes con Argentina, Chile no tiene “ni táctica ni estrategia”.

Sin duda un enorme hándicap que, por ejemplo, quedó al descubierto en el “audio de la Cancillería”, en el que diplomáticos profesionales refieren ciertos “favores a Argentina” que comprometen no sólo la libre navegación, sino que la neutralidad del estrecho de Magallanes.

Dicho “audio” no sólo dejó entrever liviandad e ignorancia, sino que, en un contexto político, jurídico y geopolítico más amplio, ilustró la superficialidad con la que se entienden en Santiago los problemas del austro chileno.

La evidencia señala que, para el conjunto del interés nacional, la cuestión de la plataforma continental magallánico-antártica tiene complejos y urgentes desafíos. El más inmediato es aquel de rechazar, de una vez por todas, la pretensión argentina de limitar la proyección chilena hacia el Polo Sur a la longitud del cabo de Hornos.

Chile debe derrotar el llamado “principio bioceánico” argentino, y para eso debe emplear a su favor no sólo sus recursos jurídicos, sino que debe aprovechar tanto la conformación del suelo y subsuelo marino del Mar Austral Circumpolar, como las fórmulas geo-científicas de la Convención del Mar. Allí está la clave.

Para eso, sin embargo, es necesario mucho trabajo y una clara voluntad política. Por ahora seguimos “al debe”.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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Los protagonistas de la histórica mediación Papal que evitó la guerra. Valentina González. El Mercurio

                                                                              LOS PROTAGONISTAS DE LA HISTÓRICA MEDIACIÓN

                                                                   PAPAL QUE EVITÓ LA GUERRA

Valentina González – El Mercurio, Reportajes, 24/11/2024

POLÍTICOS, MILITARES Y EXPERTOS.

El intenso trabajo diplomático que consiguió asegurar la paz entre Chile y Argentina requirió la dedicación de distintos personajes que, desde sus respectivos campos de acción, dedicaron años a estas negociaciones. Ernesto Videla pasó a la historia como el hombre clave tras el acuerdo, mientras que las gestiones del canciller Cubillos y la experticia de embajadores y asesores de Cancillería fueron fundamentales.

ERNESTO VIDELA, EL GRAN ARTÍFICE DEL ACUERDO

Cuando en 1976 Augusto Pinochet le comunicó a Ernesto Videla que al día siguiente debía presentarse en el ministerio de Relaciones Exteriores, el militar quedó extrañado. Le planteó de vuelta que no tenía nada de diplomático, pero Pinochet le replicó “¡Por eso lo mando!”

Jefe de la Dirección de Planificación y Subsecretario de Relaciones Exteriores

Esa sorpresa inicial marcó su llegada a Cancillería como director de Planificación, con 38 años y el grado de teniente coronel.

Allí comenzó una carrera que se extendería por más de una década, donde también tuvo el rol de subsecretario y jefe de la delegación chilena ante la mediación papal en la disputa con Argentina.

Previo a los intensos años que culminaron con la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984 con Argentina, Videla ya había construido una extensa trayectoria pública. Militar de carrera -además de diplomático y académico-, ingresó a la Escuela Militar en 1953, estuvo en la Academia de Guerra y luego viajó a especializarse a Estados Unidos.

De vuelta a Chile, estuvo en la dirección de Operaciones del Estado Mayor del Ejército y en el Comité Asesor de la junta de Gobierno. En esta última instancia se encontraba en 1976, cuando fue destinado a la Cancillería.

Llegada con los civiles. Quienes trataron con él en esos años lo recuerdan inteligente, caballeroso e imaginativo. Dicen que destacaba por las diversas características que coincidían en él: era militar pero, a la vez, tenía modos y comportamientos que daban cuenta de un nivel político “poco habitual de encontrar”, describe un colaborador.

Evidencia de estas cualidades es la buena relación que tuvo con contrapartes como Marcelo Delpech, jefe de la delegación argentina, con quién forjó una amistad.

Se entendía muy bien con los civiles y además tenía un conocimiento importante del diferendo. Había sido parte de las conversaciones previas y de los diálogos presidenciales en Mendoza y Puerto Montt, por lo que previo a la mediación, ya estaba involucrado en la materia.

En los años de mediación papal, Videla encabezó en todo momento al equipo que trabajaba en Santiago, cuyos miembros se desplazaban a Roma cuando era necesario. Julio Philippi, Helmut Brunner, Francisco Orrego, Patricio Pozo y Patricio Prieto eran parte del grupo, en que también colaboró Santiago Benadava.

En 1988, año en que fue designado vicecanciller, solicitó su retiro voluntario del Ejército con el rango de general de Brigada. Continuó como analista de temas políticos e internacionales; realizó diversas publicaciones y en el primer gobierno de Sebastián Piñera fue asesor del canciller Alfredo Moreno.

Cumplió este rol hasta su fallecimiento en2013.

EL EQUIPO DE ABOGADOS QUE TRABAJÓ JUNTO A VIDELA EN LA DELEGACIÓN CHILENA

La posibilidad de tener un contacto más directo con el Gobierno fue uno de los factores para decidir que la delegación más extensa estuviera en Santiago, liderada por Ernesto Videla.

Julio Philippi, Helmut Brunner, Francisco Orrego Vicuña, expertos en materias internacionales y colaboradores de la Cancillería, eran parte del grupo. Había experiencia directa con el diferendo: Philippi (exministro de Jorge Alessandri), por ejemplo, estuvo encargado de las conversaciones con el general argentino Osiris Villegas tras el laudo y Orrego encabezó otra comisión, donde la delegación transandina era encabezada por el general Ricardo Echeverry Boneo.

Philippi, Brunner, Orrego, Pozo, Prieto y Benadava

Otros dos funcionarios muy valorados por su preparación y criterio estaban en la delegación: el ministro consejero Patricio Pozo y el abogado de la Armada Patricio Prieto.

Santiago Benadava, internacionalista, diplomático y dos veces embajador en Israel, también formó parte del grupo y, más tarde, estuvo a cargo de la misión en Roma, como embajador alterno.

Alta experiencia. Del grupo se destaca especialmente su conocimiento y rigurosidad De Brunner y Benadava, en particular, se comenta su extrema precisión en el uso del lenguaje, al punto que algunos describen sus correcciones en los documentos como “terribles”, para así dar con conceptos que eliminaran cualquier duda.

DELPECH, LA CONTRAPARTE ARGENTINA DE VIDELA

Entre los diversos representantes de Argentina, Marcelo Delpech, abogado, diplomático y académico, tuvo un rol especialmente relevante. Se desempeñó como jefe de la delegación argentina en la mediación papal, por lo que jugó el rol de contraparte directa de Ernesto Videla.

En la representación argentina

En 1984, mientras se encontraba en la delegación de su país en las Naciones Unidas en Ginebra, Delpech fue convocado para esta misión dado su manejo en las materias jurídicas y su conocimiento del diferendo.

La relación que construyó con Videla fue, a juicio de distintos conocedores del proceso, un factor importante para influir confianza y fluidez al diálogo entre sus respectivos equipos. “Nos hicimos amigos casi desde el principio y nos tuvimos confianza mutua. Cuando uno de los dos decía voy a llevar este tema a la Cancillería, lo hacía. Nos caímos tan bien que nos tuteamos casi de entrada y siempre hablamos como dos amigos. Es un milagro, un pequeño milagro. Parece mentira a veces que temas como un tratado dependen de cuestiones totalmente ajenas a lo intelectual. Simplemente es el buen contacto humano” contó Delpech a “El Mercurio” en 2014.

Los nombres del presidente Raúl Alfonsín y el canciller Dante Caputo, en sus cargos al momento de firmar el tratado, también quedaron inscritos en la historia de la mediación.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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A 40 años del tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina. Alejandro Kusanovic. El Líbero

 

 

                                                                                         A 40 AÑOS DEL TRATADO DE PAZ Y AMISTAD

                                                                             ENTRE CHILE Y ARGENTINA

Alejandro Kusanovic, Senador por Magallanes y Antártica Chilena – El Líbero, Tribuna, 20 julio, 2024

El negociador. Al recordar el Tratado de Paz y Amistad de 1984, es importante recalcar la figura del general Ernesto Videla, quien se destacó como un negociador sagaz y hábil durante el proceso de mediación papal (1979-1984).

A lo largo de esos años, no sólo dirigió con prudencia al equipo chileno, sino que demostró un profundo sentido de patriotismo, paciencia y realismo práctico.

La mediación papal derivó en una transacción política de gran importancia geopolítica, por su proyección política hacia el mar austral y la Antártica.

Haber refugiado toda la política austral chilena en la trinchera del derecho internacional, ha terminado desnudando la debilidad estratégica con que Chile gobierna este territorio y visibilizando las diferencias con lo que hace Argentina.

También delimitó el mar austral al sur de Tierra del Fuego, fijó el límite en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, trazó un camino para la integración subnacional y estableció un nuevo mecanismo de solución de controversias

Desarrollo v/s deconstrucción. Luego de la firma del tratado, el sur chileno y argentino adoptaron caminos distintos, transformando una fisonomía geopolítica hasta entonces equilibrada entre ambos países. Argentina destinó en Tierra del Fuego significativos recursos políticos y económicos en construir caminos, aeropuertos, puertos, universidades, colegios, hospitales, etc., empleando de manera balanceada, pero estratégica, su territorio y recursos.

En contraste, Chile fue abandonando paulatinamente el extremo austral, no tanto por la falta de empuje con que sus pioneros provenientes mayoritariamente de Chiloé y posteriormente algunos de Europa, sino que como resultado de la imposición de políticas que provocaron la intangibilidad de gran parte de su territorio y el estancamiento poblacional.

Si en 1984 Tierra del Fuego argentina contaba con 27.000 habitantes (6.000 en el lado chileno), en 2022 aumentó a 195.000 habitantes (8.500 en el lado chileno). Un freno poblacional provocado en parte por el alto porcentaje de protección de su borde costero (más del 80%) y el territorio continental (casi 60%), entorpeciendo el desarrollo de actividades económicas y limitado gravemente el uso de sus recursos.

Un volumen antártico disminuido. El contraste en desarrollo entre ambos austros ha consolidado una brecha casi insalvable, alterando piezas clave y fracturando el volumen político con que ambos Estados proyectan la efectividad de su posesión hacia la Antártica.

Por ejemplo, la interlocución de Rusia con Argentina (ignorando a Chile) en torno al posible hallazgo de petróleo en una zona antártica bajo soberanía chilena (también reclamada por Argentina) devela cómo una potencia global y más allá de los formalismos, dialoga con Argentina y relega a Chile.

No hay que olvidar que Argentina tiene una base (Belgrano II) asentada en el mismo continente antártico, que deslinda con las costas del mar de Wedell, donde se supone se produjo el hallazgo de hidrocarburos, a más de 1.800 kms. de las islas Shetland del Sur (el Caribe antártico) donde operan la gran mayoría de las bases chilenas.

Es decir, la misma clave geopolítica que Argentina desarrolló en su austro continental la emplea en la Antártica: usar el territorio como variable de presencia efectiva y control político (soberano).

Pero aún más grave es el mensaje que Rusia envía al sistema antártico, exteriorizando su creciente incomodidad ante el régimen de intangibilidad que impera en el continente blanco, especialmente si el mensaje proviene de un país que con la guerra en Ucrania muestra desapego por el derecho internacional.

Por eso que haber refugiado toda la política austral chilena en la trinchera del derecho internacional, ha terminado desnudando la debilidad estratégica con que Chile gobierna este territorio y visibilizando las diferencias con lo que hace Argentina.

Una integración contusionada. Al rememorar el Tratado de Paz y Amistad, es vital también reconocer las dificultades que impiden la integración en el extremo sur entre ambos países. A los temas territoriales pendientes (Campos de Hielo y plataforma continental magallánica), se agregan problemas en la gestión de lagos y ríos transfronterizos en Magallanes que requieren de una urgente reforma de los acuerdos vigentes, ya que éstos no proporcionan soluciones modernas a un territorio cada vez más afectado por la sequía.

También es imprescindible resolver de una vez por todas las dificultades en la circulación de personas y mercancías a través de nuestras fronteras. La falta de avances en estos temas ha dañado la integración, exhibido la incapacidad e insensibilidad de sucesivos gobiernos hacia nuestra ciudadanía magallánica, y transgredido tratados (2009), que instaron a lograr un acuerdo de libre circulación de personas.

Es necesario que los servicios fronterizos modernicen sus criterios de control, adaptándolos a la realidad regional austral y busquen modelos de fiscalización menos intrusivos y más eficientes, utilizando menos funcionarios y más equipamiento tecnológico.

Patio de fondo. Finalmente, la zona de nuestros países que más llama la atención a nivel global es justamente la que abarca desde el cono sur hasta la Antártica, debido a su condición subantártica, sus vastos recursos naturales, sus rutas marítimas y sus condiciones ambientales.

Es como lo hemos dicho en varias oportunidades, la región más compleja y emergente para la acción internacional de Chile. La disputa por sus materias primas interesa no sólo a potencias, sino también a ONG globales con presencia en Magallanes, ambas con agendas distintas que en ningún caso representan el interés de nuestra población en Magallanes y Tierra del Fuego.

Transformar a Magallanes en el vergel, zoológico o acuario del globalismo universalista que operan digitados por diversas ONG, constituye la principal amenaza a la viabilidad política de nuestra región y el futuro de Chile en la Antártica.

Por lo mismo, la fortaleza y primacía de este tipo de agendas que no se condicen con el interés mayoritario de los magallánicos, será puesta a prueba en las próximas elecciones regionales y nacionales.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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