Últimas cartas a los diarios, enviadas por nuestro Director Adolfo Paúl Latorre
Proceso de decadencia
Axel Kaiser en una reciente entrevista —publicada el domingo 27 en Las Últimas Noticias— declaró que Chile está en un proceso de decadencia que no se va a frenar en los próximos 10 o 20 años y que va a ser muy difícil de revertir. Ante la pregunta del periodista “¿Chile puede transformarse en una Argentina?”, Kaiser responde: “Ese es el peor escenario. Vamos en esa dirección. Creo que nos vamos a hundir en la mediocridad latinoamericana”.
Es posible imaginar un escenario peor: la conquista del poder total por el Partido Comunista mediante una revolución equivalente a la rusa de 1917, lo que podría ocurrir con o sin una cruenta guerra civil de por medio. Ello se desprende de su doctrina y de lo resuelto en el X Pleno del Comité Central de dicho Partido el 16 de octubre del año en curso, entre cuyas conclusiones se consigna: “El ciclo político iniciado con las luchas antineoliberales al comienzo de la transición política y que tiene su punto de inflexión con el 18 de octubre de 2019, con el levantamiento popular, que cristaliza en una ruptura constitucional y en la orientación transformadora de fuerzas sociales y políticas, aún no ha terminado”; “debemos articular un Plan Nacional de Masas que permita retomar la iniciativa política”; “nuestro accionar como partido en este período debe colocar en el centro la unidad del gobierno con el movimiento social como principal herramienta para las transformaciones”; “el proyecto popular que encabezó Salvador Allende es un proyecto inconcluso, pero no derrotado”.
Publicada el 29 de noviembre de 2022 en El Mercurio de Antofagasta, en El Austral de Osorno y en El Pingüino de Punta Arenas. También, el 29 de noviembre, en El Mercurio de Valparaíso y en el de Calama bajo el título “Escenarios”.
Chile, un Estado fallido
Chile es un “Estado fallido” porque se caracteriza por su incapacidad para tener el control sobre regiones de su territorio y para asegurar en ellas el Estado de Derecho y el monopolio de la violencia física legítima. Los responsables de esta situación son nuestras autoridades políticas y de gobierno que han permitido que nuestro país se degrade por su lenidad para aplicar la violencia física legítima del Estado a fin de conservar el orden público, su obligación esencial.
De la degradación de nuestro país dan cuenta no solo el incremento de la delincuencia, de la violencia, del crimen organizado, del terrorismo y del narcotráfico, sino que la decadencia de instituciones como el Congreso —que vulnera la Constitución Política al promover leyes que son de iniciativa exclusiva de Presidente de la República—; como el Poder judicial —cuyos jueces prevarican impunemente en las causas sobre derechos humanos—; la puesta en práctica de las ideas postuladas por el senador Quintana quien declaró “nosotros vamos a poner aquí una retroexcavadora, porque hay que destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura” y por quienes como los convencionales constituyentes que —parafraseando a Alfonso Guerra, vicepresidente del gobierno español cuando los socialistas llegaron al poder en 1982— iban “a poner a Chile que no lo va a reconocer ni la madre que lo parió”; la clase política que no está dispuesta a renunciar al control sobre el aparato público; a una política intervencionista y estatista que ahoga la libertad económica y que desalienta la inversión y el crecimiento; la inmigración masiva y descontrolada; la usurpación de terrenos; el altísimo porcentaje de personas que evaden el pago en los buses del Transantiago; el comercio y las cocinerías ambulantes; el gravísimo deterioro de la educación estatal y de liceos de excelencia como el Instituto Nacional que privilegiaba el mérito y seleccionaba a sus alumnos mediante rigurosos exámenes, quedando admitidos muchos jóvenes provenientes de escuelas públicas, lo que contribuía significativamente a la movilidad social; y un largo etcétera.
Publicada en El Diario de Atacama el 30 de noviembre de 2022.
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