GDB Humberto Julio Reyes
Desde que me enterara por la prensa que el Consejo Nacional de Televisión había acordado, finalmente, aprobar un importante aporte a la realización de una película basada en el libro que sostiene la tesis del magnicidio del expresidente Eduardo Frei Montalva, casi instantáneamente pensé en que la intención era la que me permite titular esta columna.
Ya me explicaré, pero, previamente, conviene tener presente que el correspondiente proyecto ya había sido presentado con anterioridad al consejo y, quiero imaginar que éste no le concedió recursos esperando prudentemente el término del largo proceso, donde finalmente quedó descartada dicha tesis y se absolvió definitivamente a quienes fueron inicialmente condenados.
Agrego que, a pesar de estar vigente hace una veintena de años la que se llamó reforma procesal penal, llamada a terminar con un procedimiento inquisitivo donde el mismo juez dirige la investigación, procesa, acusa y condena, privando a los afectados del derecho a un debido proceso, la Corte Suprema haciendo uso de autos acordados, ha mantenido vigente aquello que se resolvió cambiar. Volveré sobre este particular.
Pareciera sorprendente, entonces, que, pese a que ocho magistrados unánimemente descartaran el magnicidio, se intente ahora por parte de los querellantes “ganar por secretaría”, arrojando una sombra de duda sobre lo obrado por el poder judicial, en particular respecto a la inocencia de los originalmente condenados, hecho que ya ha sido representado en forma pública.
Nos enteramos también de que dicho consejo ha señalado que debe respetarse el fallo definitivo y que se ha cambiado el nombre del proyecto de película, ¿eso bastará para que no prospere esta forma de negacionismo?
Esperemos y veremos.
Respecto al “II” del título debo decir que también recordé haber escrito hace años otra columna que llamé “Ganar por secretaría” y, no por afán de autorreferencia, sino para evitar confundir a mi ordenador, agregué ahora esa sigla.
En esa ocasión, el 26 de junio de 2010, me referí a la demanda de la AFDD de que, a raíz del que se llamaría “Indulto Bicentenario”, se negase todo beneficio a condenados por delitos asociados a la represión del extremismo.
Inicialmente pareció que no encontraron acogida, pero, finalmente, los señores Piñera e Hinzpeter propinaron un portazo a la iniciativa de la Iglesia Católica.
Lo anterior demuestra que siempre es posible ganar por secretaría, ya que, no bastando la condena y reparaciones consiguientes, se agregó la negación de todo beneficio, aspecto nunca considerado en las sentencias como pena accesoria.
Concluyo con una reflexión personal con la cual el paciente lector podrá o no concordar:
De haberse llevado adelante el juicio por el fallecimiento del expresidente Frei por el sistema procesal vigente, creo altamente improbable que hubiera existido la sentencia condenatoria de primera instancia que hemos conocido y que ahora se intentaría validar por secretaría.
Y yo que pensaba que, ahora, terminadas las conmemoraciones, los ánimos de revivir viejas divisiones se podrían atemperar.