Fue una jornada frenética en el Palacio de La Moneda. La celebración de la cumbre “Democracia Siempre”, a la que asistieron los mandatarios de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Uruguay, Yamandú Orsi; Colombia, Gustavo Petro; y del gobierno español, Pedro Sánchez, estuvo marcada por un estricto protocolo de seguridad y fuertes cuestionamientos de parte de la oposición, desde donde acusaron que el Presidente Gabriel Boric, anfitrión de la jornada, se dio un “gustito” con la realización de este evento.
El encuentro tenía como objetivo discutir tres ejes: Defensa de la democracia y del multilateralismo; desinformación y tecnologías digitales, y extremismos y desigualdad.
Durante su primera intervención, el Presidente Boric se refirió a quienes cuestionaron el encuentro, asegurando que “a quienes critican esta instancia, nunca es un mal momento para fortalecer la democracia, para reafirmar nuestras convicciones sobre el multilateralismo y el respeto irrestricto de los derechos humanos. Siempre”.
Luego, su par español, Pedro Sánchez, dijo que la cita era de suma importancia, ya que hoy “nuestras sociedades se enfrentan a una amenaza real, liderada por una coalición de intereses entre oligarcas y ultraderecha, una llamémoslo así ‘internacional del odio y de la mentira’ que avanza peligrosamente por desgracia en ambos continentes”.