¿Y Ud. quiere el uso de las FF.AA para suplir debilidades del Gobierno, en un Gobierno “que tiene que ser más claro en lo que quiere hacer” como decía en “Tolerancia Cero” el presidente de RN CARLOS LARRAÍN? ¿No ha visto la campaña sostenida de 20 años de la Concertación contra los uniformados, y mantenida y avalada por la actual administración?
Santiago, 15 de Agosto de 2011.
Sr. PABLO ZALAQUETT SAID
ALCALDE DE LA I. MUNICIPALIDAD DE SANTIAGO
PRESENTE.
Estimado Sr. Alcalde:
He leído con mucha atención las declaraciones efectuadas por UD. en el diario “La Tercera” en el día de ayer Domingo 14 de agosto, en las cuales expresa que: “Si esto (refiriéndose a los conflictos), no para antes del 11 de Septiembre, y tiendo a creer que no va a parar, va a ser muy duro… Si ven (el Ministerio del Interior) que este cuento está a un nivel de alto riesgo, muy sencillo, tendrán que ver si con las fuerzas policiales alcanzan. Si no, tendrán que pedir ayuda a las FF.AA.”.
¡Qué fácil Y qué sencillo es que cuando se cae en la desesperación se aplique el recurso fácil del empleo de la fuerza armada! ¡Qué rápido se olvidan los políticos de las condenas que hacen al actuar de la fuerza pública – porque no hay dos opiniones iguales al interior del Gobierno -, al término de cada protesta! ¡Si la oposición condena, ahí aparecen dos o tres parlamentarios de la Alianza relativizando el actuar de Carabineros!
¿Se acuerda del uso de las bombas lacrimógenas?
Sus declaraciones me recuerdan los llamados desesperados de dos ex Presidentes ad portas del 11 de Septiembre de 1973, en que clamaban la intervención de las FF.AA. Pasado el tiempo, ambos condenaron el actuar de la lucha contra el terrorismo, y uno de ellos creó la ficción jurídica del “Secuestro Permanente”, recurso mediante el cual cientos de militares han sido perseguidos, procesados y encarcelados.
Ante ello también, sus correligionarios han mirado con hipócrita indiferencia tal injusticia, “nadie supo, vio ni escuchó nada” antes, durante ni después del pronunciamiento, aun cuando fueron nuestros compañeros de ruta en el Gobierno Militar, y por ello, toda posibilidad de aliviar la situación de los uniformados prisioneros se han ido al tarro de la basura.
En nuestro país, ha habido soluciones para todos: se ha cambiado la ley antiterrorista, se ha reformado la Justicia Militar, se han retirado querellas por delitos terroristas, se ha cambiado el gabinete por la situación de los estudiantes, se han aceptado las uniones de hecho favoreciendo a las parejas homosexuales, y los militares procesados y prisioneros… ahí están, esperando promesas incumplidas. Para ellos no ha existido nada. Los políticos – decía alguien – son como los teatros de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian la película.
¿Y Ud. quiere el uso de las FF.AA para suplir debilidades del Gobierno, en un Gobierno “que tiene que ser más claro en lo que quiere hacer” como decía en “Tolerancia Cero” el presidente de RN CARLOS LARRAÍN? ¿No ha visto la campaña sostenida de 20 años de la Concertación contra los uniformados, y mantenida y avalada por la actual administración?
¿No ha visto a la opinión pública agitada y moldeada por los medios de comunicación y otras formas de propaganda?
Sr. Zalaquett, Carabineros de Chile están preparados para afrontar problemas que alteren el orden público, manifestaciones y protestas. No es responsabilidad de las Fuerzas Armadas hacer respetar el orden público. Lo contrario, es subestimar a nuestra policía, la que está debidamente entrenada y con procedimientos claramente establecidos, faltando solamente el apoyo que siempre ha sido débil, temeroso y lleno de complejos por parte de la autoridad. La Fuerzas Armadas reciben preparación para enfrentar escenarios bélicos y así se emplearon cuando el país lo pidió en contra del extremismo, y así, ingratamente, se les pagó.
Sr. Alcalde, deje a las Fuerzas Armadas, en sus cuarteles, esta vez – ojalá -, con la puerta cerrada por dentro, para no escuchar “cantos de sirena”, los mismos coros de hace 38 años atrás que nos alababan y que después nos persiguieron, procesaron y encarcelaron, llenando de museos, memoriales, plazas, placas y monumentos para condenarnos por lo que ellos mismos pidieron.
“Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer, es no despegar los labios”. Abraham Lincoln.
Lo saluda atentamente.
Gral. HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ