¿ESTADO PLURINACIONAL?
Mario Barrientos Ossa.
Examinadas las estadísticas oficiales, en Chile viven 2.185.792 personas que reconocen tener raíces o vinculaciones genéticas con los llamados pueblos originario.
Ello representa un 12,8 por ciento de la población total del país, es decir, significa que uno de cada ocho chilenos reconoce tales raíces aborígenes.
De ellos, 1.800.000 se identifican con los mapuches, 156.000 con los aymaras, 88.000 con los diaguitas, y el resto es un número mínimo de personas. Los rapa nui son alrededor de 7.000.-
Los pueblos originarios fueron reconocidos por el Estado de Chile mediante la ley 19.253, publicada el 5 de octubre de 1993, es decir, casi treinta años atrás. Por supuesto, se le han introducido varias modificaciones con el correr del tiempo.
En esa ley se reconocen sus características culturales y se vela por ellas.
Si lo que se desea es elevar ese reconocimiento, hecho por una ley común, al texto constitucional, no se observa reparo alguno.
Pero, si lo que se pretende es reconocer en tales pueblos la existencia de naciones, distintas de la gran Nación Chilena, eso es simplemente un despropósito y no tiene asidero en la realidad nacional.
Las cifras estadísticas antes citadas demuestran lo acertado de lo que dijo José Maza: “Se pretende crear un país imaginario y escribir una constitución para ese país imaginario”.
Los escuálidos porcentajes de ciudadanos y ciudadanas con raíces aborígenes no dan el ancho para este concepto de plurinacionalidad, es fruto de un indigenismo romántico, imaginario, que fracciona falsamente al país, por lo cual personalmente estimo que debe rechazarse.
Un aporte del Pas presidente Gustavo Basso Cancino
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