LA DERECHA: ¿QUÉ ROL JUGARÁ?
José Joaquín Brunner
El Mercurio, Columna de Opinión, 16/09/2022
Los desafíos que enfrenta la derecha en la etapa actual del proceso constitucional son varios. El menor de ellos es concordar un calendario de reuniones con los demás partidos; seguir postergando este trámite sería impresentable. Los retos de fondo son otros.
Primero, cómo mantiene la unidad interna este sector. De Evópoli a Republicanos, parecen existir aproximaciones estratégicas distintas ante el proceso constitucional. Desde entusiasmo por acordar una nueva Constitución en algunos miembros de Chile Vamos a la abierta resistencia de Republicanos, que prefieren conservar la Constitución vigente.
También al interior de los partidos de derecha es posible percibir sensibilidades distintas, corrientes que compiten, disputas posicionales, discursivas y de liderazgo.
Segundo, cómo el sector interpreta correctamente el significado del Rechazo. La derecha, habrá que admitirlo, eligió actuar desde la retaguardia, de manera invisible, no por virtud, sino por necesidad. Para no contaminar el carácter transversal de esta opción ni provocar una reacción adversa de la ciudadanía.
Por lo mismo, no puede arrogarse la representación del Rechazo. Su real influencia, por ahora, está dada por la habilidad que muestre para actuar en sintonía con los grupos de centroizquierda dentro y fuera del Gobierno.
Tercero, cómo el sector descifra las dinámicas actuales de la sociedad para actuar sobre ellas.
“¿Se ha renovado ideológicamente? ¿Ha crecido en capacidad técnico-política e intelectual?”. |
La asignatura pendiente es asegurar y fortalecer la gobernabilidad. Allí se juega el balance de fuerzas, pues la gobernabilidad del país es débil, incierta e inestable.
La derecha actúa dentro de este cuadro de restricciones. Por ejemplo, no le conviene extremar la confrontación con el Gobierno ni puede tampoco volver a quedar fuera del proceso constitucional. Tampoco puede inclinarse hacia su ala más extrema. Ni descuidar su propia renovación en una línea liberal social, sin abandonar su base conservadora popular.
Cuarto, cómo el sector hace valer sus cartas constitucionales. No puede la derecha quedar atrapada en aspectos meramente procedimentales ni aislarse reactivamente como sucedió en la Convención. Pero ¿se ha renovado ideológicamente? ¿Ha crecido en capacidad técnico-política e intelectual?
Su último paso por el gobierno no lo sugiere.
¿Qué planteamientos adopta ahora que declara estar a favor (¡en buena hora!) de un Estado social de derecho? ¿Qué régimen político propone y con qué grados de descentralización? ¿Cómo concibe la provisión de bienes públicos en la nueva fase posneoliberal? ¿Cuáles son los alcances de la paridad en la economía y la cultura?
Las respuestas de la derecha frente a estas preguntas y a los desafíos anteriores determinarán su futura situación y peso en la gobernabilidad del país.
Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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