Señor director
La crisis social y de seguridad pública que afecta a Chile no deja a nadie indiferente.
Como agrupación, lamentamos la situación de confrontación y sistemática alteración del orden público, al que hemos sido llevados como país, provocada por intervenciones violentas junto con una notoria complicidad nacional.
Al mismo tiempo, estamos consternados por el escaso liderazgo demostrado por nuestros representantes políticos, que, siendo elegidos para conducir nuestro país, y que, en esta situación de excepción, lo están haciendo deficientemente.
En este contexto, nos preocupan y condenamos especialmente los ataques deliberados a algunos de nuestros símbolos patrios, ya que ellos representan el alma y la historia de nuestro país y no merecen más que respeto.
Así como la acción desarrollada por ciertas organizaciones estudiantiles, que sin consideración y respeto alguno pisotearon los sueños de muchos jóvenes de esfuerzo al tratar de imponerles su propia y particular voluntad respecto a la PSU.
El escenario se ve hasta ahora poco auspicioso.
Llamamos a la necesaria capacidad de diálogo entre nuestros compatriotas, ya que, sin ella, solo estamos recorriendo un camino de mayor confrontación, sin esperanza alguna de entendimiento, paz y verdadero progreso.
Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión.