EDUCACIÓN MILITAR: EL NUEVO FRENTE QUE COMPLICA LA RELACIÓN GOBIERNO – FF. AA.
Matías Bakit y Juan Pablo Guzmán
El Mercurio, Reportajes, 09/10/2022
“Pasamos de estado de emergencia a estado de shock”. Así recuerda un integrante de las Fuerzas Armadas la sensación que hubo, tanto entre los funcionarios activos como entre los retirados, cuando se supo, el 1 de febrero de este año, que el nuevo subsecretario de FF. AA. sería el ingeniero académico y profesor comunista Galo Eidelstein.
Conocido por ser exvicerector de Finanzas de la Universidad Arcis en el período de la crisis económica del establecimiento, tenía un conocimiento previo del área defensa, pues fue el primer militante comunista en cursar el Magíster de Seguridad y Defensa en la Anepe, entre 2000 y 2002, donde se graduó con calificación máxima, con la tesis “Estrategia total, una visión crítica”.
Congregaba una mezcla de ideologías e interés en el área que en las fuerzas armadas veían con temor. No pocos auguraban que tendría ganas de “hacer cambios”.
Según altas fuentes consultadas por Reportajes, estos temores se vieron refrendados desde los primeros días del nuevo gobierno, cuando en las reuniones de saludo y presentación, centró sus preguntas a los comandantes en jefes en la educación, un ámbito especialmente sensible para el mundo militar.
Luego, la confianza disminuyó aún más cuando se supo de la salida de 72 funcionarios de la subsecretaría, que fueron reemplazados solo por civiles. Entre ellos, según constató “El Líbero” en mayo pasado, 10 militantes del PC.
Pero lo que hizo que todas las alertas saltaran ocurrió en julio y septiembre, meses en los que el subsecretario firmó dos documentos que, de acuerdo con fuentes relacionadas con el mundo militar, apuntarían a lograr una mayor influencia en el llamado “corazón” de la carrera castrense: precisamente, la educación.
Es un tema que inquieta a muchos, incluidos los comandantes en jefe.
La resolución de la polémica. Era casi agosto de este año cunado los comandantes en jefe de las tres ramas de las fuerzas armadas se enteraron de un resolución exenta, emitida el 20 de julio por el subsecretario Eidelstein, en la que se modificaba el funcionamiento de la Unidad de Educación Militar, dependiente de la cartera.
Un departamento que, según consta en sus objetivos específicos -mencionados en el documento- busca, entre otras cosas, “proponer al subsecretario para las Fuerzas Armadas directrices educativas para las instituciones de educación de las Fuerzas Armadas”; “Realizar estudios en materias de educación militar, que contribuyan a la toma de decisiones y generación de directrices” y “apoyar el desarrollo de la Política Militar en lo que respecta a la Política de Educación Militar”.
No es todo.
En septiembre, se prendieron las alarmas entre los comandantes en jefe. Había llegado una solicitud, desde la Subsecretaría de Fuerzas Armadas, para pedir que le enviaran el listado de profesores, los planes de estudio y la bibliografía de las instituciones educativas de las ramas, al nuevo encargado comunista de la Unidad de Educación Militar. Algo que muchos desde este mundo, ven como un primer paso del gobierno para aumentar su influencia en los organismos castrenses. |
Pocos meses después, como complemento a esa resolución, llegaría otra que generó aún más preocupación en las FF. AA.: una solicitud formal de información a cada institución.
La subsecretaría pedía el listado de profesores de las escuelas matrices, junto a sus currículums y situación contractual; los planes de estudio de cada asignatura que se imparte en las escuelas de oficiales y suboficiales y la bibliografía existente en las bibliotecas de estas.
Para nadie pasó inadvertido que se especificaba que los documentos se le debían entregar directamente, vía digital a otro militante comunista, el nuevo encargado de la Unidad de Educación Militar, Ernesto Uribe Cifuentes, profesor, con títulos en la USACH y la Universidad de Playa Ancha, y que trabajó entre 2015 y 2018 en el ministerio de Desarrollo Social dirigido por Marcos Barraza, exconvencional y también destacado dirigente del PC.
Tras esto, en las fuerzas armadas hubo reuniones. Y consultas. Incluso, ante la preocupación “totalmente compartida” de los comandantes en jefe. Se le hizo saber al “poder político” de la molestia e inquietud.
En concreto, según un entendido en el tema, se teme que en la resolución haya un intento de “integrar contenido político e ideológico” a las mallas, con el objetivo de tener “mas control sobre la formación, a largo plazo.
Si bien esta intención es negada por el subsecretario Eidelstein, lo cierto la confianza no abunda entre Apruebo Dignidad y las fuerzas armadas. Algo que en este último mundo refrendan al recordar lo que dice el programa e gobierno del presidente Boric al respecto. “Los proyectos educativos institucionales y sus respectivos planes curriculares deben ser autorizados por el ministerio de Defensa en consulta con el ministerio de Educación y deberá incorporar una perspectiva de género y de DD. HH. dando base a un perfil de egreso básico y común”.
Igualmente, otro punto que genera interrogantes es que la citada unidad existe desde 2017, creada en la segunda administración de Michelle Bachelet. Algo que hace preguntarse a algunos ¿Por qué la modifican ahora?
Unidad ¿Técnica o política. “Cuando me nombraron subsecretaria, yo di impulso a esta unidad dependiente de mi gabinete, para revisar políticas institucionales, fundamentalmente el tema de los Derechos Humanos”, recuerda la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, quién en 2027, cuando era subsecretaria, fue la encargada de crear la unidad de Educación militar. Agrega que las organizaciones educativas castrenses “no tenían políticas educativas en DD. HH. Ni género. Por eso, hicimos el trabajo de levantar toda la información, de trabajar con las divisiones de educación y modificar los planes de estdio”.
Fuentes conocedoras del funcionamiento de los departamentos educacionales del mundo militar cuentan que en aquella época la intención ya generó algo de “molestia”. Sin embargo, en ese momento, la buena relación entre el gobierno y los militares logró moderarla.
Más aún, muchos especialistas en el tema recuerdan que el departamento en cuestión “solo tenía competencias técnicas”, o de “coordinación entre las Fuerzas Armadas, Defensa y otros ministerios”. Algo que se mantuvo e incluso se moderó aún más, en la administración Piñera.
Es precisamente por eso que hoy “llama la atención e inquieta” que haya una intención de modificar su funcionamiento. “¿Por qué cambiar lo que funciona bien?”, se pregunta un oficial en retiro.
Otra fuente especifica que “el gobierno puede tener un rol coordinador, sugerir, conversar sobre nuestra educación, pero no ordenar. Esto debido a la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, que dice específicamente, en su artículo 18, que la formación y perfeccionamiento del personal de planta de las Fuerzas Armadas será impartida por las propias instituciones de acuerdo con sus propios planes y programas de estudio”.
Sin embargo, otros advierten que “esto podría ser el primer paso” para cumplir otra de las promesas de gobierno. Precisamente, modificar la citada Ley Orgánica.
Es algo que en el mundo político también preocupa.
Para el diputado integrante de la comisión de Defensa Miguel Becker, “el trabajo que implica la elaboración de la educación militar responde a un nivel muy técnico y altamente especializado. ¿Con qué conocimiento y finalidad quieren revisarlo”?
En esta línea, el presidente de la misma comisión, Andrés Jouannet, ve la situación con cautela. “Esto de meterse en los cambios curriculares de las FF. AA. no contribuye, dado el problema de gobernabilidad que tenemos”. En contraste, su par en el Senado Francisco Huenchumilla no ve problema alguno. “La educación tiene que estar actualizándose conforme al mundo que cambia, y se han producido en el mundo muchos cambios, por lo cual es necesario contar con fuerzas armadas moderna”, expresa.
Mientras, el exministro de Defensa Jorge Burgos opina que “si bien no tengo elementos para decir que se quiere ideologizar a las FF. AA., siempre hay que estar atentos, porque son una institución que requiere de mucho cuidado en su funcionamiento para que no se vean afectadas por doctrinas ultraizquierdistas o ultraderechistas”.
Es este último el tema que mas preocupa al mundo militar. Y si bien el subsecretario Eidelstein ha intentado generar lazos y desmentir posibles “intenciones ideológicas”, la desconfianza esta sembrada. Y el frente de conflicto, totalmente desarrollado.
Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional