A 48 años del asesinato del subteniente Héctor Lacrampette Calderón
LAS OPINIOES EN ESTA SECCIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE LA UNIÓN.
El asesino, identificado y luego amnistiado, fue el mexicano Jorge Albino Soza Gil, quién recibió ese beneficio el año 1978 volviendo a su país, mientras militares chilenos están privados de libertad por supuestas “presunciones” sin que a ellos les hubieran otorgado la ley de amnistía.
Hoy, queremos recordar y rendir un homenaje al primer mártir de nuestra promoción, al Subteniente Héctor Lacrampette Calderón, (Q.E.P.D.) vilmente asesinado a días de haber egresado de la Escuela Militar. Mientras se dirigía al Alcázar, recibió un impacto de bala que le costo su prematura y promisoria vida.
El asesino, identificado y luego amnistiado, fue el mexicano Jorge Albino Soza Gil, quién recibió ese beneficio el año 1978 volviendo a su país. El Ministro de Defensa de la época, califico el asesinato de Héctor como un hecho policial a sabiendas que quien le quito la vida era un extremista ingresado al país protegido por quienes gobernaban Chile.
Ya han transcurrido cuarenta y ocho años, desde ese día que nos marcó como promoción y dejó a una familia destruida por la acción terrorista sin que se haya hecho justicia.
Queremos recordar a Héctor y a su familia y desearles de todo corazón que hayan encontrado el consuelo por tan irreparable pérdida.
Héctor, entregó su vida por la libertad y abrió las puertas a la legión de camaradas que le han seguido y hoy forman en el cielo, para rendirle el justo homenaje en un día en que como hoy emprendió el viaje al encuentro del Señor.
Querido Héctor, descansa en paz.
Fernando Duarte M-C
Hace unos años, falleció uno de los Detectives de la patrullera de Investigaciones, que en calle Apoquindo con Alcántara, detuvo por venir contra el tránsito una camioneta de Gasco. Los ocupantes a fin de evitar el control se identificaron como del Gobierno, presentando una tarjeta del Director de Investigaciones. El policía fallecido hace un tiempo, salta a la camioneta y al ver un cuerpo le toma la cabeza, y estaba con sangre. Todos son llevados al Cuartel Central, pero antes dejan al Subteniente en la Posta, ante la insistencia de los detenidos que se dejara el cuerpo en el Canal San Carlos. Esa misma noche en el Despacho del Director son duramente reprendidos, incluso con traslado lejos de la capital.
Muchas gracias por esta nueva información del asesinato del Ste. Lacrampette