¡A DERROTAR A LOS ENEMIGOS DE CHILE!
Tras el desastre de Cancha Rayada el 19 de marzo de 1818, el pesimismo se había apoderado de los patriotas. Muchos se prepararon para abandonar el país. El 23 de marzo, Manuel Rodríguez convocó a un cabildo donde los arengó a permanecer en el país, a confiar en sus capacidades y a defender la libertad de la naciente república, diciéndoles: “¡Aún tenemos Patria, ciudadanos!”. Dos semanas después, el 5 de abril, el ejército chileno derrotó definitivamente al ejército español en la batalla de Maipú, consolidando la Independencia de Chile. Así se tejen los triunfos, con fe y convicción, con determinación y unidad.
Hoy, como ayer, cunde en Chile el pesimismo y la desesperanza, hoy como ayer las dudas y el enemigo quieren dividirnos. La nueva fragilidad del Estado de Derecho y la recesión económica, con su tremendo impacto sobre el empleo y las expectativas, son ahora la catástrofe que angustia y deprime a los chilenos, pero más que preocuparnos, ocupémonos, más que quejarnos, más que desalentarnos, busquemos el problema y sobre el tomemos decisiones porque “¡Aún tenemos Patria, ciudadanos!”.
¿Cuál es el problema?: nos han apartado del camino que lleva al progreso y al desarrollo, vendiéndonos soluciones aparentemente estupendas, pero que son solo recetas añejas, inoperantes, destructoras de riqueza, que nos perpetuarán en la miseria, que nos harán a todos igualmente pobres. ¿Cuántos han logrado, con sacrificio y esmero, salir de la pobreza en Chile para alcanzar un estándar que les permite un vivir mejor que padres y abuelos? Muchos, a ellos hay que hablarles, porque a ellos nadie les regaló nada, solo con su esfuerzo lograron salir adelante, y todo gracias a que el país hizo las cosa bien y logró generar oportunidades. No hay otra receta.
Que nuestros políticos abandonen la fracasada política de ceder espacios a la izquierda y decidan, de una vez por todas, gobernar con las ideas que tanto han beneficiado a todos los chilenos. A aquellos que temen que ello signifique tener enemigos en la izquierda les diría: “Una pena, amigo mío: ese alarde es vano. Aquel que participa en la refriega del deber, que los valientes soportan, debería haber hecho enemigos. Si no los tienes, pequeño es entonces el trabajo que has hecho. Si a ningún traidor has escarmentado, si ningún zafio patán te ha calumniado, si ningún entuerto has enderezado, entonces… has sido un cobarde redomado”. (Poeta escocés Charles MacKay)
No nos olvidemos que fue el liderazgo y el coraje moral de miles patriotas, al más puro estilo de Manuel Rodríguez, imbuidos con las ideas de la libertad lo que puso a Chile en el camino al desarrollo luego del desastre de la Unidad Popular. Debemos volver a nuestras convicciones para que podamos derrotar este 15 y 16 de mayo a los enemigos de Chile.
NICOLAS KIPREOS ALMALLOTIS
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