JURAMENTO DE FIDELIDAD A LA VIRGEN DEL CARMEN
Instituto O’higginiano de Chile – Boletín Marzo 2025
El 5 de enero de 1817, antes de partir a la reconquista de Chile desde Mendoza, los Generales José de San Martín y Bernardo O’Higgins, juraron fidelidad a la Virgen del Carmen, junto a todos los oficiales y la tropa invocando su protección divina.
Así cruzaron el macizo andino y derrotaron a los realistas en Chacabuco el 12 de febrero de 1817, pero, aún faltaba un último esfuerzo y una nueva batalla.
Por eso se reúnen todos nuevamente y con el mismo propósito ante la catedral de Santiago el 14 de marzo de 1818 y hacen el siguiente juramento:
“En el mismo lugar donde se dé la batalla y se obtenga la victoria, se levantará un santuario a la Virgen del Carmen, Patrona y Generala de los Ejércitos de Chile y los cimientos serán colocados por los mismos magistrados (autoridades) que formulan este voto y en el mismo lugar de su misericordia y que será el de su gloria” (Archivo O’Higgins, Tomo X, pag.380).
El juramento rindió sus frutos porque se obtuvo un resonante triunfo en la batalla de Maipú, el 5 de abril de ese año, abandonando los hispanos Chile Central.
En ese mismo lugar don Bernardo O’Higgins puso personalmente “con sus propias manos” la primera piedra de lo que hoy es el templo Votivo de Maipú, Santuario Nacional y Basílica del Carmen.
RESCATE DE LOS PATRIOTAS EN ISLA JUAN FERNÁNDEZ
Instituto O’higginiano de Chile – Boletín Marzo 2025
Como recordamos, el 1 y 2 de Octubre de 1814 fue la dolorosa derrota de Rancagua, en donde todos los patriotas huyeron a Mendoza, afortunadamente siendo bien recibidos por el entonces Gobernador de Cuyo, General José de San Martín.
El 2 de noviembre de ese año comienzan las detenciones en Santiago por parte de los realistas, de todos aquellos que consideraban conspiradores contra el régimen español; así fueron deportados a la inhóspita isla de Juan Fernández ilustres personajes como don Ignacio de la Carrera (padre de Los Carrera) ya bastante anciano, los juristas Egaña, el Almirante Blanco Encalada, Manuel de Salas, el sacerdote José Ignacio Cienfuegos, Juan Enrique Rosales entre casi cien personas, porque muchos fueron con familiares y personal de servicio. Fueron confinados en antiguas cavernas cavadas por los primeros prisioneros llegados en el Siglo XVIII en condiciones infrahumanas.
Para O’Higgins era un imperativo rescatar a estos patriotas que lo estaban pasando muy mal, de manera que una de las primeras acciones que ordena después del triunfo de Chacabuco el 12 de febrero de 1817, en marzo de ese año, como se dijo, es ordenar el desplazamiento a Juan Fernández del Bergantín “Águila”, para efectuar el rescate, el que resulta exitosos y todos nuestros compatriotas regresan sanos y salvos a Valparaíso. Muchos de ellos posteriormente prestaron grandes servicios a la naciente república.
Al mismo tiempo, ellos aun en ostracismo, el 03 de marzo de 1815 habían fundado la “Hermandad de Dolores”, oportunidad en la que prometieron que si eran liberados, prestarían ayuda a los pobres y sufrientes.
En 1818 y cumpliendo con su promesa, la Hermandad se estableció en el templo de la Compañía; don Bernardo O’Higgins autor del rescate y Director Supremo fue su primer director, su capellán, el Padre Manuel Vicuña, futuro Arzobispo de Santiago.
Hoy sigue existiendo esta noble institución surgida en tiempos duros de la reconquista española. Entre sus bienes poseen la casa de calle Santo Domingo de Santiago Centro, la que O’Higgins le compró a su mujer y madre de su hijo Demetrio, Doña Rosario Puga.
Es del caso señalar también, que la Armada, hace unos años instaló un hito recordatorio frente a los socavones o cuevas en que estuvieron confinados los sufridos patriotas.
Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional