Columna de Opinión

Falta de patriotismo. Escribe don Fernando Navajas I. Vicealmirante

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR

Da tristeza, rabia, impotencia ver a estas personas actuar contra su propia Patria, sin ninguna reciedumbre interior, sobre todo cuando son líderes políticos que forman opinión.
Falta de patriotismo. Escribe don Fernando Navajas I. Vicealmirante

Hoy (este lunes) día leyendo La Tercera, me quedé perplejo ante las declaraciones del embajador Felipe Bulnes y de las interferencias que debe sufrir de parte de sus propios compatriotas en el cumplimiento de su misión.

Siempre nos hemos definido como un pueblo patriota, al ver nuestros hechos guerreros y el arrojo tanto colectivo como individual, pero eso no basta. El patriotismo debe practicarse día a día; en el estudio, en el amor a la familia, en el trabajo, en crear una Patria grande y muchas otras cosas.

He tenido el convencimiento de ser un pueblo poco patriota, al ver a los argentinos defendiendo sus intereses. Activos, adelantándose a los hechos, con personas que conocen los problemas; igual cosa podemos decir de los peruanos y, como muestra hay que observar su actuación en La Haya.

Nosotros: faltos de prolijidad, descuido en nuestras opiniones y carencia de discreción. Lo expresado por el embajador Bulnes es una muestra de acciones que demuestran escaso sentido común, lo que en este caso conduce a la falta de patriotismo porque están indicando que a altos dirigentes
políticos nada les interesa nuestro país.

¿Cómo es posible que el Sr. Ominami o el Sr. Bitar expresen públicamente que debe darse una salida soberana al mar a Bolivia? y, no se puede decir que sean personas ignorantes.

Estos últimos son la masa de chilenos que aceptan estas opiniones sin que se produzca reacción alguna.
Vale decir, no hay patriotismo, a todo el mundo le da lo mismo por falta de conocimientos y un férreo concepto de Patria.

Personas de esta tendencia son los mismos que en el siglo XIX abogaban por el americanismo, las mismas que nos hicieron ir a la Guerra con España en defensa del Perú, cuando Chile
sólo poseía un solo buque de guerra, la Corbeta “Esmeralda”.

¿Qué recibimos a cambio? algunos hechos heroicos por parte de Chile y nada por la destrucción material de nuestro primer puerto comercial, hasta la fecha.

El gobierno reacciona débilmente, ante estas desmesuras, y las palabras ahí que dan las que seguramente serán empleadas a su favor por Perú y Bolivia.

Da tristeza, rabia, impotencia ver a estas personas actuar contra su propia Patria, sin ninguna reciedumbre interior, sobre todo cuando son líderes políticos que forman opinión.

Estas personas deberían ser expulsadas de Chile por actuar contra los intereses permanentes de este país y obstaculizar una defensa ante un tribunal internacional.

Malos chilenos, falta de patriotismo, y comodidad. El país que se vaya al carajo…

Nota: esta última expresión no es una grosería. Averigüen de que se trata.

Columna de Opinión

No Hay Mal Que Dure Cien Años. BLOG DE HERMOGENES PEREZ DE ARCE, 30 DE MAYO DE 2014

LAS OPINIONES DE ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE UNOFAR
En síntesis, ninguna de las medidas impulsadas por el ministro ex JJ. CC. y no-experto en educación conduce a mejorar la enseñanza, y todas a consumar la revolución. Luego, lo que rinda la Reforma Tributaria, en la parte que irá a educación (si es que aquélla rinde algo, porque va a castigar el crecimiento y, por tanto, también la recaudación) contribuirá en nada a mejorar el aprendizaje. Será plata botada a la calle. Mejor dicho, más plata botada a la calle.

El peor de todos los males, el comunismo, duró setenta. Y en Chile sólo mil treinta y siete días, en su primera pasada. En la actual, si nada extraño sucede, va a durar en total mil cuatrocientos sesenta. Yo casi podría decir quién va a ser el próximo Presidente, y les garantizo que no va a ser comunista. Pero la mala noticia para él es que se va a tener que hacer cargo de un desastre.

Pues este gobierno nos va a dejar más pobres, menos libres y peor educados. Más pobres, porque ya está haciendo todo lo necesario para disminuir el crecimiento, es decir, “la torta a repartir”. La misma ya crece menos, con sólo el anuncio de las medidas. Ya nadie habla del 5% y ni siquiera del 4% en 2014, como pronosticaban el año pasado, sino que los optimistas dicen 3,4% y los pesimistas menos de 3%.

Vamos a ser menos libres porque desde todos lados hay amenazas a la libertad de emprender. Y desde ya se está destruyendo metódicamente un sector en el cual ella ya estaba constreñida, pero permitía señalados éxitos, como el de la educación. La libertad de fundar universidades, consagrada, como tantas otras, por el Gobierno Militar, y que hizo posible acceder a la enseñanza superior a más de un millón de jóvenes chilenos que antes quedaban marginados de la misma, ha sido virtualmente suprimida debido a la persecución contra el lucro. Se ha dado la señal de que ningún emprendedor puede formar una universidad y hacer una ganancia. Cuando ello era posible, se crearon grandes universidades privadas con capitales nacionales y extranjeros. Ahora estos últimos hacen empeños por escapar del país y rescatar algo de lo que invirtieron en él, pero sufriendo enormes pérdidas. La industria universitaria privada completa está en jaque.

Y la persecución contra el lucro en la enseñanza particular subvencionada está ya haciendo huir de ella a muchos emprendedores. ¿Alguien cree que cerrando colegios particulares, a los cuales los padres, que no son nada de tontos, estaban llevando a sus hijos aunque tuvieran que pagar, en lugar de llevarlos a la enseñanza estatal gratuita, va a mejorar la educación? Nadie. Y entonces ¿por qué se hace? ¡Porque está en curso una revolución comunista, conducida por un ministro ex miembro de las JJ. CC., que no entiende nada de educación pero sí de revolución! ¿Alguien cree que sin copago los alumnos van a aprender más? ¡Por favor! Este es un tema político-ideológico.

¿Y alguien cree que en un colegio cuyos alumnos no han sido seleccionados, sino ingresados a través de una tómbola, ellos van a aprender más que cuando había selección, si sigue habiendo los mismos profesores?

En síntesis, ninguna de las medidas impulsadas por el ministro ex JJ. CC. y no-experto en educación conduce a mejorar la enseñanza, y todas a consumar la revolución. Luego, lo que rinda la Reforma Tributaria, en la parte que irá a educación (si es que aquélla rinde algo, porque va a castigar el crecimiento y, por tanto, también la recaudación) contribuirá en nada a mejorar el aprendizaje. Será plata botada a la calle. Mejor dicho, más plata botada a la calle.

Porque anoche me enteré en Teletrece que ya el fisco ha gastado en el Transantiago diez mil millones de dólares, desde que Michelle Bachelet 1.0 le dio el “vamos” en 2006 y reemplazó a un sistema privado que dejaba excedentes y trasladaba mejor a la gente por otro peor y que arroja gigantescas pérdidas. Con la suma de ellas se podría haber dotado de buses de lujo, silenciosos y con televisión en colores a los trece mil dueños de micros amarillas y haberles construido autopistas exclusivas, para que no hicieran tacos y los pasajeros demoraran menos. Pero se ha gastado esa enorme suma en un plan socialista que empeora el servicio. Y no hay visos de que la hemorragia pueda detenerse, pues se anuncia que se destinará otros mil y tantos millones de dólares adicionales para tratar de mejorar el engendro. En el mismo noticiero los pasajeros le ponían nota 3 o 4 al Transantiago, igual o menos que a las antiguas micros amarillas.

Todo esto es un desastre, y hay muchos otros en preparación o en curso. La mala noticia es que nos faltan 1.373 días de despropósitos. Se nos van a hacer muy largos, pero no hay mal que dure cien años: la gran ventaja de los gobiernos cortos es que, cuando son tan malos como éste, desde su inicio se puede divisar la luz al final del túnel.

La probabilidad de perder en la lucha no debe disuadirnos
de apoyar una causa que creemos que es justa.
Abraham Lincoln

UNION DE OFICIALES EN RETIRO DE LA DEFENSA NACIONAL
UNOFAR FILIAL VALPARAISO
fundada el 25 de junio de 1991

Columna de Opinión

CUALQUIERA PUEDE SER GUERRILLERO EN CHILE.Fallo judicial por acciones de contraguerrilla

LAS OPINIONES DE ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE UNOFAR
Cumplieron destinaciones en organismos de inteligencia de válida existencia legal y aún cuando todas ellas fueron ejecutadas con conocimiento y aprobación de la Contraloría General de la República.

Aunque parezca extraño, esto es lo que se deduce de la lectura del fallo de la Corte de Apelaciones de Valdivia, a través del cual se desaforó al Diputado Rosauro Martínez Labbé, por haber dado la orden que causó la muerte de tres guerrilleros en la zona de Neltume, cuando en el año 1981 se desempeñaba como Comandante de la Compañía de Comandos N° 8, hecho calificado por la Corte como un “asesinato”. No sería raro que más de alguien considere exagerada una aseveración de esta naturaleza, sin embargo, la simple lectura de esta resolución judicial nos indica claramente que para el sistema judicial chileno actual es mejor ser enemigo del Estado antes que cumplir con las tareas que la Defensa Nacional impone a sus Fuerzas Armadas.

No hay otra interpretación posible cuando los ministros de la Corte de Apelaciones de Valdivia señalan en su fallo que una acción militar de este tipo, desarrollada por una unidad del Ejército, en plena vigencia del Estado de Sitio y previa orden escrita de la autoridad jerárquica competente, es considerada como un acto criminal, destinado a eliminar a un grupo de inocentes guerrilleros que pretendían operar en el sur del país. No cabe duda posible cuando se lee uno de los párrafos del fallo que dice textualmente: “…resultan pertinentes el oficio y documento adjunto de fojas 828 y 829, que dan cuenta de la orden secreta que debía ejecutar la Compañía de Comandos Nº 8 a cargo de su Comandante con el objeto de neutralizar la guerrilla que pretendía operar en la zona cordillerana del Neltume, autorizándose, al efecto, el empleo de técnicas de contraguerillas en el marco de la denominada Operación Machete…”

Como se observa, el fallo no deja lugar a interpretaciones, al establecer: 1) que se trató de una operación militar; 2) que su ejecución fue debidamente ordenada al Comandante de una Compañía de Comandos a través de un documento emanado de su mando superior; 3) que la misión recibida por este comandante de compañía fue neutralizar una fuerza guerrillera; 4) que se le autorizaba el uso de las técnicas de combate que la doctrina institucional establecía para luchar contra este tipo de enemigos del estado.

Lo que la resolución de los ilustrísimos ministros está sugiriendo es gravísimo, al plantear a través de ella que una unidad de las Fuerzas Armadas chilenas no estaría facultada para emplear sus armas ni las técnicas de combate establecidas en sus reglamentos –debidamente aprobados por las autoridades políticas del país− para accionar contra una amenaza a la seguridad del Estado. No hay que ser un experto en materias militares para comprender que la dicha calificación de amenaza y la consecuente declaración de un estado de excepción constitucional, jamás podría estar al alcance del comandante de una compañía, unidad básica que siempre dependerá orgánicamente de una unidad superior, encuadrada ésta a su vez en otra de mayor porte. El fallo en cuestión pareciera indicar que los militares se mandaban solos, basándose en la típica y torcida interpretación introducida por la izquierda política, más que en un acucioso estudio del origen del empleo de la fuerza militar en nombre del Estado de Chile, realizado por una pequeña unidad de comandos. Con ello, esta resolución se plantea como una variante innovadora de otros fallos que –haciendo caso omiso de la obediencia debida que fundamente la vida militar− han llegado a acusar de “asociación ilícita” a los militares que

cumplieron destinaciones en organismos de inteligencia de válida existencia legal y aún cuando todas ellas fueron ejecutadas con conocimiento y aprobación de la Contraloría General de la República.

Esta escalada de aberraciones judiciales no parece tener fin y sus efectos sin duda estimulan a los jóvenes a participar en acciones subversivas, tales como el sabotaje y la guerrilla, al presentarlas como actividades no criminales. Ante una resolución como ésta, cabe preguntarse si un miembro de las FF.AA. actuales –enfrentado a una crítica situación de combate− puede realmente confiar en las órdenes que reciba de sus mandos, sabiendo que su cumplimiento puede llevarlo a ser acusado criminalmente, quien sabe cuántos años después. En el caso del Capitán Martínez de 1981 y hoy Honorable Diputado, han pasado 32 años y su actuación será tratada una vez más como “delito de lesa humanidad”, aplicando con efecto retroactivo un cuerpo legal vigente en Chilesólo a partir del año 2009 y que señala expresamente en su texto su inaplicabilidad para hechos ocurridos con anterioridad. Lo peor de todo, es que los jueces lo saben; que los abogados lo saben; que las facultades de Derecho de las Universidades chilenas lo saben; que la Contraloría lo sabe; que el Gobierno lo sabe; que los ciudadanos más ilustrados (incluso algunos políticos) también lo saben; y nadie dice ni dirá nada… ¿hasta cuándo…?

La ideologización de una parte del sistema judicial chileno es evidente, en especial al observar el vocabulario empleado por los redactores de este fallo, cuando dicen respecto del Capitán Rosauro Martínez que éste “…detentaba el brazo armado operativo del ejército a cargo de la neutralización de la guerrilla…”. Ello nos debe llevar a pensar en un grave abandono de deberes por parte de quienes –por principio− deben ser apolíticos, confirmando con este tipo de actos el compromiso creciente de un sector de la judicatura con esta nueva versión de la justicia popular, impuesta por los neo-revolucionarios socialistas, hoy empeñados en llevarnos de vuelta al pasado oscuro de Allende y su Unidad Popular. Junto a ello, se confirma el asentamiento definitivo de la filosofía del Juez Carlos Cerda, quien dejó en claro ante el Senado que –según su peculiar criterio− los jueces no deben limitar su acción a aplicar la Ley, sino que deben interpretarla, siendo válido para él el involucramiento emocional, es decir el predominio de sus sentimientos respecto de la materia que deben juzgar.

Curiosamente, ante un desafuero tan impropio como injusto y que afecta a un diputado que ha sido reelecto nada menos que seis veces en su distrito, observamos que −en términos comunicacionales− la reacción de sus camaradas de partido y de alianza se asemeja a lo ocurrido con el mejor alcalde que ha tenido la Comuna de Providencia, brillando por su ausencia la cerrada defensa esperable ante la eventual pérdida de uno de los suyos y que agravaría aún mas la precariedad de su presencia en el parlamento. El silencio corporativo en este caso, hace pensar en una reiteración de la búsqueda de una inmunidad profiláctica respecto del tema militar, aún cuando estén conscientes de la inconstitucionalidad de la resolución judicial que afecta a Martínez y que ésta traerá graves consecuencias sobre las instituciones armadas y la forma de encarar por sus integrantes el futuro cumplimiento de sus misiones, estimulando la comisión de nuevos y mayores delitos subversivos.

16 de Mayo de 2014

Patricio Quilhot Palma

Columna de Opinión

EL MITO DE LA “EXCELENCIA” DIPLOMÁTICA CHILENA. Carlos G. Maldonado, Abogado, El Diario, Bolivia, 29/4/2014

Las opiniones en esta columna de opinión, son de responsabilidad de sus autores y no representa necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Recordemos a propósito hechos históricos, como su abstención e inamistoso antagonismo al tratado de asistencia recíproca en ocasión del conflicto de las Malvinas o su desesperado clamor de mediación papal en su disputa con la Argentina por el caso Beagle.
“La guerra es la continuación de la diplomacia por otros medios”. Carl von Clausewitz.

La representación jurídica-diplomática de Chile, luego de haberse presentado, aceptó plenamente las reglas y condiciones en la primera audiencia de programación de fechas ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, admitida por la propia
presidenta Michelle Bachelet en ocasión de su posesión -a tiempo de rechazar la política de cuerdas separadas intentada por nuestro mandatario-. Pero 48 horas después, según declaraciones de su vocero Jorge Burgos, no descartó ¡impugnar la competencia del alto tribunal de La Haya!, es decir, plantear mañosa y habilidosamente el retiro de su representación o, en
caso contrario, tratar de diferir o retardar el proceso, no obstante encontrarse el recurso de excepción de incompetencia “in límine”, fuera de plazo.
Conforme lo precedente, la avezada amenaza anterior -al margen del descalabro chileno ante el Perú, que había presentado una demanda en La Haya, por cuyo fallo Chile perdió 22.000 Km2 de zona exclusiva, al tratar de convertir un convenio pesquero en un tratado jurídico (ofendiendo con esto la experiencia e inteligencia de la Suprema Corte)-, suma un nuevo “eslabón” en su cadena diplomática de fracasos, y revela definitivamente la patraña de la otrora supuestamente eficiente, activa y eficaz diplomacia araucana. Contrariamente, hoy en opinión de expertos de la Unión Europea, por ejemplo, Chile al presente exhibe una débil política exterior que no le permite forjar alianzas estratégicas para defender sus propios intereses, lo que concluyentemente lo ha convertido en un país paria.
Lo anterior parodia las palabras del propio flamante Ministro de Defensa chileno al reconocer que “nuestro país es un buen alumno, pero mal compañero”.
Recordemos a propósito hechos históricos, como su abstención e inamistoso antagonismo al tratado de asistencia recíproca en ocasión del conflicto de las Malvinas o su desesperado clamor de mediación papal en su disputa con la Argentina por
el caso Beagle.
Es reciente, asimismo, el fracaso de su representación económica y diplomática al tratar de conseguir gas del Perú, país que -a través de Camisea- envía ingentes cantidades al lejano México.
Así, pues, queda al descubierto que la verdadera fortaleza y competencia chilena es su aparato militar, representado por su generalato y almirantazgo, agrupados en el amenazante COSENA, que se constituye -en la penumbra- en la palabra oficial e insoslayable de nuestro oponente (gobierne quien gobierne), hoy sumado deplorablemente al perfil de su actual presidenta
constituida en un verdadero paradigma militar.
Recordemos también que en ocasión de cualquier inicio o intento histórico de diálogo bilateral y/o “monólogo estéril”, como en los casos del desvío del río Lauca, las aguas del Silala, el desminado de fronteras, traslado de hitos, etc., por ejemplo, se lo
realizó curiosa e invariablemente en el marco de una notoria intimidación, exhibiendo el país vecino material de guerra, juegos de guerra, paradas militares, etc., como el último denominado “salitre-2009”, con el lanzamiento paralelo de su segundo
satélite de aplicación militar. Tales actos culminan hoy con las declaraciones de su actual Comandante en Jefe -ante la oficiosa pregunta de un reportero en cuanto a la supuesta probable escasez de recursos y energía en el mediano plazo-, al decir que “pueden producirse conflictos y rivalidades difíciles de superar, por lo que no podemos sesgar nuestra razón de ser, cuál es:
combatir”.
Al margen de la apocalíptica visión anterior, recordemos finalmente el caso de conscriptos bolivianos detenidos en la frontera, soberano aplazo diplomático ante la comunidad internacional, que obligó a liberarlos sin culpa alguna.
Pero actualmente para satisfacción nuestra, la jurisprudencia basada y originada en la revisión de tratados iniciada por la Corte Internaciona de Justicia de La Haya (casos Colombia-Nicaragua, EEUU-Panamá, etc.), en el marco del moderno DI público, se constituye al presente en el “azote” de la postura chilena, por lo que nuestro expediente se fortalece y refuerza aún más.
Finalmente, Chile debe entender de una buena vez que la integración es una obligación para que las soluciones tomen otro cariz, ya que una cosa es tratar de forzar soluciones por la vía de la intimidación, la demostración militar o el poder económico y otra es hacer las cosas de manera fraternal, con negociaciones en las que todas las partes ganen

 

Columna de Opinión

NUEVOS EXPERIMENTOS por Fernando Navajas I. Vicealmirante.La misteriosa visita del canciller ruso a Chile.

Las opiniones en esta columna de opinión, son de responsabilidad de sus autores y no representa necesariamente el pensamiento de UNOFAR
El canciller chileno afirmó que conversaron “sobre potenciar el intercambio militar” y que después hablarían con el Ministro de Defensa, Jorge Burgos, sobre la “ratificación de la cooperación de este tipo entre ambos países”. ¿Qué puede ganar en Chile con este intercambio militar? Lo que sí está claro es lo que Rusia puede ganar.

En una oportunidad, escribí que nuestro país, ha sido objeto de cuanto experimento político social y económico que se les ha ocurrido a los políticos de turno, cuyos resultados por lo general han sido negativos para el progreso de Chile. Este afán de cambiar todo POR CAMBIAR o copiar lo que se hace en otras latitudes, se debe al interés de lucimiento más que el de un espíritu realizador que realmente mejore aquellas cosas que no funcionan y reemplace aquellas que sean fuente de ineficiencia. PERO NO, EN CHILE CADA NUEVO GOBIERNO DESEA CAMBIAR TODO Y comenzar desde cero, como si la república hubiera nacido ayer.

El fracaso de estos experimentos, a mi juicio se debe al impulso de las diferentes corrientes políticas por imponer a todo costo sus ideas, sin importar si la ciudadanía entiende que se desea cambiar y las razones para ello.

Hoy día el Nuevo Gobierno, nos enfrenta a una nueva batería de cambios y reformas, muchas de las cuales son innecesarias. Pareciera que el lema fuera: cambiar! cambiar –cambiar; reformar, reformar, reformar.

Me pregunto ¿Cuántas personas habrán leído y comprendido de que se tratan estos cambios y como les afectará a sus vidas? Por ejemplo ¿Sabrán de que se tratan los cambios a la constitución?

¿Habrán comparado lo que dice el texto constitucional con lo que se pretende reformarlo mismo con las otras reformas? lo dudo muchísimo y creo que un reducido número de ciudadanos lo hace. Entonces si tenemos una masa de ciudadanos no ilustrados en los diferentes temas y que actúa emocionalmente, nunca tendrá éxito ningún cambio, bueno o malo, porque el ciudadano medio es incapaz de oponerse a las cosas negativas y el político aprovecha este desconocimiento generalizado para lograr aprobar sus ideas.

Esto es lamentablemente, pésimo para Chile pues así nunca alcanzaremos el grado de desarrollo que deseamos y seguiremos quejándonos y culpando de nuestros males a cuanta cosa se nos ocurra, sin reparar que la raíz de nuestra ineficiencia está en nuestra precariedad como ciudadanos por falta de educación cívica adecuada que permita comprender los fenómenos sociales, políticos y económicos y cómo actúan e influencian la conducción de un país.

Fernando Navajas I.

Vicealmirante.
La misteriosa visita del canciller ruso a Chile
La reciente visita del Canciller ruso Serguéi Lavrov a Chile se caracterizó por un notorio y misterioso hermetismo de parte del Gobierno de nuestro país. Las noticias informan de modo genérico que el canciller visitante estuvo en nuestro país realizando una serie de compromisos bilaterales.

En un momento de tensión internacional, debido a la anexión de Crimea y a la agitación en diversas provincias de Ucrania promovida por Rusia, tal escasez de informaciones se vuelve sospechosa, como si se desease esconder algo a la opinión pública chilena.

Vamos a los hechos conocidos.

Por una parte, la Presidente Bachelet manifestó su intención de invitar a científicos rusos para realizar investigaciones en la Antártica. ¿Investigaciones? ¿Cuáles? ¿Por qué invitar a los rusos y precisamente en este momento? ¿Tiene noticias la Presidenta de algún caso en que los rusos instalados en otro país lo hayan dejado después por su propia iniciativa?

Por otro lado, el canciller chileno afirmó que conversaron “sobre potenciar el intercambio militar” y que después hablarían con el Ministro de Defensa, Jorge Burgos, sobre la “ratificación de la cooperación de este tipo entre ambos países”. ¿Qué puede ganar en Chile con este intercambio militar? Lo que sí está claro es lo que Rusia puede ganar.

Finalmente, el representante chileno afirmó que escuchó la postura de Rusia en relación al conflicto con Ucrania y que “hemos apreciado sus puntos, que serán muy útiles para el desempeño de Chile en el Consejo de Seguridad”. En otras palabras, se insinúa que Chile apoyará a Rusia en el Consejo de Seguridad.

Este conjunto de hechos muestra un manifiesto deslizar de Chile hacia la órbita de influencia rusa, y esto en medio de la peligrosa situación internacional actual, la que además tiende a agravarse.

Ante la pregunta de un periodista si la presencia del ministro ruso en Latinoamérica era una forma de responder a los Estados Unidos, se produjo un momento de tensión, que Lavrov trató de disipar declarando: “No se puede pensar que por ser socio de Estados Unidos, Chile no pueda serlo de Rusia”. Realmente el ministro ruso parece pensar que los chilenos no son suficientemente inteligentes para comprender la situación.

Y después agregó, de modo no explicado, “Nuestras relaciones con Chile tienen valor propio y con Bachelet se demostró, al basarse en el convenio de asociación que entró en vigor“. ¿A qué convenio se refiere? El chileno común, entre los cuales me incluyo, no ha sido informado en qué consiste este convenio de asociación que ya se encuentra en vigor.

No es aceptable el secretismo gubernamental en cuestiones de tanta trascendencia para el futuro nuestra Patria. Aquí sí debe existir una mucho mayor “transparencia”. Si no la hay, por algo será…

Fuente: La Tercera, 01/05/2014

Gentil aporte de nuestro socio Aníbal Jerez C

Columna de Opinión

DEGRADACIÓN DE LA CLASE POLITICA CHILENA Una historia repetida, por Patricio Quilhot Palma. Los MISERABLES y como el Duopolio se ríe de nosotros, por Hermógenes Pérez de Arce. La demanda artificiosa por Axel Buchheister, Abogado, La Tercera, 20 04 2014

Las opiniones en esta columna de opinión, son de responsabilidad de sus autores y no representa necesariamente el pensamiento de UNOFAR
A veces se van los mejores, mientras nosotros seguimos aquí. Lo digo pensando en Alfonso Márquez de la Plata, que iba a visitar a los presos políticos militares a Punta Peuco y les prestaba ayuda, mientras tantos de nosotros no los visitamos ni les mandamos nada.
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Como el duopolio se ríe de n…
Usted, se supone, es un cerebro lavado y debe pensar sólo las cosas que le permita el lavador, que es el Duopolio formado por la Nueva Mayoría y la Alianza. A usted le han dicho que el sistema binominal, para emplear las palabras de Michelle Bachelet anoche, “es una espina clavada por la dictadura en nuestra democracia”. Entonces ella anuncia que va a extraer esa espina y envía un proyecto para sustituir el binominal. Usted aplaude, porque lo han condicionado para eso durante los cinco gobiernos de la Concertación (pues el último también lo fue, aplicó las ideas de la Concertación, subió los impuestos según lo propiciaba la Concertación y crucificó a los militares en los términos en que lo hacía la Concertación).

Pero si usted lee el proyecto de Michelle Bachelet, que a la hora en que escribo no ha aparecido en los diarios sino sólo en resúmenes escuetos, se dará cuenta de que en materia de senadores él deja la mitad de “la espina de la dictadura” adentro, porque en siete de las catorce regiones continuará habiendo binominal y eligiéndose a dos “padres conscriptos”. En materia de diputados se introduce mayor proporcionalidad, pues se elegirá 3, 4, 5 y hasta 8 en algunos distritos. La Cámara será muy distinta del Senado, entonces. En el fondo el problema del Duopolio es que tiene demasiados caciques deseosos de acceder a la dieta de ocho millones y tanto y las asignaciones de doce millones mensuales para los diputados y todavía más para los senadores, entonces lo que se hace es aumentar de 38 a 50 estos últimos y de 120 a 155 los primeros, porque ya la presión de los caciques, que tienen pocos indios pero muchas aspiraciones, era insoportable en cada elección y quedaban demasiados muertos en el camino. Y suelen ser muertos que hablan cosas incómodas, como Camilo Escalona.

Pero lo que el Duopolio nunca, jamás, va a permitir es que exista verdadera competencia electoral. Para que la hubiera bastarían dos reformas que él nunca propondrá ni aprobará: la primera, que sea elegido el candidato que tenga más votos propios; y la segunda, que los requisitos para presentar candidaturas sean iguales para todos. Pues el Duopolio tiene reglas según las cuales puede presentar candidatos sin necesidad de reunir firmas, y en cambio a sus competidores les exige muchos miles de ellas y ante Notario, y si advierte cualquier irregularidad en algunas firmas se querella contra los que se hubieren prestado para desafiarlo. Y, además, a la hora de contarse los votos el Duopolio hace valer todos los que obtengan en conjunto sus candidatos (votos de lista), mientras los independientes no pueden formar listas ni hacer pactos entre ellos y deben competir con sus solos votos personales. Entonces el Duopolio reúne su “cifra repartidora” y así derrota a cualquiera que haya osado competir con él. Todo eso, por supuesto, es inconstitucional, porque la Carta asegura que los partidos políticos no tendrán ventaja alguna sobre los independientes en las elecciones, pero esto es letra muerta porque la interpretación oficial de la Constitución y las leyes la hacen los gobiernos, los parlamentarios y los jueces del Duopolio (aunque en el caso de estos últimos el control corre por cuenta de la Nueva Mayoría, pero con la tácita complicidad, o “complicidad pasiva”, si usted prefiere, de la Alianza).

Entonces, distinguido y amable cerebro lavado, usted aplaude porque por fin se termina el binominal que era una espina clavada en nuestra democracia, pero si no tuviera el cerebro cuidadosamente lavado debería llorar, porque nuestra democracia no es tal sino un mecanismo para asegurar a un Cartel de gente poderosa, el Duopolio, los cargos y los dineros públicos; y usted nunca va a tener real posibilidad de desafiar su poder ni de competir con ellos y va a tener que seguir gritando como autómata, periódicamente, tal como lo anticipó “1984”, de Orwell, los improperios contra Pinochet que le dicte el Duopolio, y aplaudiendo a los representantes de éste por sacar la espina que aquél le dejó clavada a la democracia, aunque en la mitad del Senado la espina siga adentro; y por favor no pida explicaciones por eso porque usted está para aplaudir y no otra cosa, y para eso le dan un bono de vez en cuando, así es que no venga con preguntas odiosas. Por Hermógenes Pérez de Arce

DEGRADACIÓN DE LA CLASE POLITICA CHILENA Una historia repetida, Patricio Quilhoy Palma
Cuando vemos las noticias de nuestro país, no nos queda duda acerca de la degradación progresiva de la clase política nacional. Las encuestas –hasta donde se pueda creer en ellas− dejan sentir el rechazo que los políticos provocan en la población, en especial aquellos que ocupan cargos en el Congreso Nacional. Como signo de los tiempos, una vez más parece que la historia se repite, observándose señales preocupantes de encontrarnos en los prolegómanos de una nueva crisis política, similar a las de épocas pasadas.
Las generaciones presentes tendemos a mirar todo bajo el prisma de lo que hemos experimentado en persona o –como máximo− lo que nos han contado nuestros padres. Viendo con preocupación la creciente la similitud que comienza a observarse en la situación actual con la triste época de Allende y su Unidad Popular, la búsqueda de referencias históricas nos lleva hacia la Guerra Civil de 1891, cuyo corolario fue –entre otros efectos políticos− la consolidación de una clase política oligárquica, al decir de la Real Academia de la Lengua Española: aquella que detenta “una forma de gobierno en la cual el poder es ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma clase social”.
En los años posteriores a la caída de Balmaceda, la clase política, fuertemente dominante por la imposición del parlamentarismo sobre el rol presidencial, fue abandonando progresivamente su responsabilidad respecto de la búsqueda del bien común, sustituyéndola por la defensa a ultranza de sus propios intereses. Así, el primer experimento chileno cercano al modelo parlamentarista culminó con un empoderamiento de la clase política que no dejaba espacio a las iniciativas que no estuvieran relacionadas con sus intereses personales, familiares o de grupo, hasta culminar en la vergonzosa situación conocida como el “ruido de sables”, ocurrida durante el gobierno de Arturo Alessandri Palma.
En aquella época y a raíz de la detención del trámite parlamentario de todas las leyes enviadas por el presidente al Congreso −incluida la que mejoraba el equipamiento y los sueldos al Ejército y a la Marina− el día 3 de Septiembre de 1924 y en conocimiento de que los parlamentarios votarían una ley en que se auto-otorgarían una suculenta “dieta”, un grupo de oficiales del Ejército se hicieron presentes de uniforme en la sesión del Senado, golpeando sus sables −que en aquella época formaban parte de su tenida de calle− contra el piso y los muros.
Los diligentes parlamentarios, acusando recibo del mensaje militar, demoraron tan solo dos días para aprobar una enorme cantidad de leyes que dormían el sueño de los justos en el Congreso, desde hacía varios años. Entre otros cuerpos legales, aprobaron la que regía los contratos de trabajo, la organización de los sindicatos profesionales, la indemnización por accidentes del trabajo, el seguro obrero obligatorio, cajas de previsión, el derecho a huelga, etc., o sea, una serie de leyes de alto contenido social.
Vemos hoy en el Congreso una nueva versión de este tipo de malos políticos, donde se sabe de leyes que llevan 10 años en espera de ser discutidas, al no tener trato de “suma urgencia”.
Hemos visto a parlamentarios que abandonan sus partidos por no haberse incluido a su hijo como candidato en las elecciones recién pasadas, otros que se ufanan del legado familiar que dejan al país al ver instalado a su primogénito en la Cámara de Diputados, etc.
Somos indeseados testigos de los malabares que los políticos realizan para hacer parecer que reforman el difamado sistema binominal, mientras en realidad lo seguirán usando para fortalecer la posición de unos pocos partidos y grupos políticos.
Parodiando el episodio de la dieta de 1924, hemos llegado al colmo de ver cómo se pretende aumentar la cantidad de parlamentarios, a un altísimo costo para el país, mientras la solución a los problemas reales de los chilenos sigue sin ser afrontada por quienes se supone que nos representan precisamente para ello. ¿Será que el repudio público no basta a los malos políticos para darse cuenta que tienen que abandonar su estilo desvergonzado y cínico? ¿Será que tendrá que llegar un “ruido de sables” para que de una vez por todas dejen de hacer lo que se les antoja y realicen el trabajo para el cual se les eligió? Por supuesto que el ruido aquel jamás provendrá de las filas uniformadas actuales, ya que la clase política –de izquierda y derecha− se ha encargado muy bien de alejar toda posibilidad de que ello ocurra una vez más en Chile, persiguiéndolos los unos y traicionándolos los otros.
La modernidad ha traído otras formas de expresión de los “ruidos de sables”, entre las cuales se observa la protesta incómoda y singularmente violenta de los grupos estudiantiles.
Esta vez, eso sí, poniéndose peligrosamente al servicio de una ideología claramente anárquica. La otra, la de los sables de hierro, ha quedado en el pasado histórico, acorralada por la persecución ignominiosa hacia sus portadores del ayer que −habiendo cumplido su deber militar y colaborado lealmente a la tarea de refundación de un estado destruido por los malos manejos políticos− han llegado al final de sus vidas recibiendo el pago de Chile.
Después del episodio de los sables, en 1924, la situación derivó en una inestabilidad política que se mantuvo por varios años, hasta que la razón volvió a morigerar las pasiones y se logró una estabilidad temporal que fue destruida por la porfiada y violenta aventura marxista, hasta que fuera contenida en forma efectiva en 1973. Hoy no sabemos hacia dónde vamos, hacia donde nos llevará la soberbia de una clase política cada vez más desvergonzada y que ahora expone a nuestro país al patíbulo político de una Asamblea Constituyente. Todo ello, mientras se aumentan los sueldos y los cupos para los mismos de siempre, al más puro estilo de la oligarquía de principios del Siglo XX.
Quiera Dios que la razón llegue a tiempo para evitar que el “nunca más” −tan aplaudido justamente por quienes debieron ser desalojados de sus sitiales de poder mal usados− no vuelva a ser superado por la necesidad de supervivencia de un pueblo que agobiado por una tiranía política inconsecuente y desvergonzada se vuelque a las calles a exigir su desalojo.
Está claro que si ello llegase a ocurrir, la vía resultante será muy distinta a aquella en que las 4 espadas se unieron para salvar a los chilenos de una nueva guerra civil, refundando una patria en ruinas para dejarla en condiciones de alcanzar la posición que hoy disfruta.
26 de Abril de 2014
Patricio Quilhot Palma

Los Miserables por Hermógenes Pérez de Arce
A veces se van los mejores, mientras nosotros seguimos aquí. Lo digo pensando en Alfonso Márquez de la Plata, que iba a visitar a los presos políticos militares a Punta Peuco y les prestaba ayuda, mientras tantos de nosotros no los visitamos ni les mandamos nada.

También Alfonso escribía y publicaba libros en defensa de la verdad histórica que ninguna otra editorial se interesa por publicar y (casi tan meritorio) obtenía una ganancia, porque hay una opinión pública silenciosa, si bien minoritaria, que se interesa por la verdad y compra esos libros. Distribuyó algunos de los míos y periódicamente me mandaba un cheque. Hubo un tiempo en que estuvo enojado conmigo porque yo llamaba a no votar por Piñera, pues no se le podía creer e iba a destruir a la derecha. Pero después no sólo me perdonó, sino que el año pasado me dijo textualmente: “Tenías toda la razón”, en particular tras la mayor traición del señalado sujeto, cuando trasladó a un decena de los presos políticos militares a un penal peor, sólo para ganar el apoyo de la izquierda más odiosa en las encuestas, siendo que antes, siendo candidato y para ganarse los votos de la familia militar, le había prometido a ésta velar por un debido proceso y por la aplicación de la prescripción a los uniformados procesados y presos.

Pero el Gulag de Punta Peuco, donde están los militares, sigue peor. El otro día me escribió el hijo de un general preso, que fue a ver a su padre octogenario y enfermo. Almorzó con él la vianda del penal, que les fue servida por un anciano brigadier, porque Gendarmería no cumple esa tarea. Y si los oficiales presos políticos no hicieran también el aseo de las celdas y las letrinas, nadie lo haría. Son ellos, personas honorables que en su vida civil jamás han cometido un delito, que están presos por haber prestado oídos a los políticos (“¡esto se arregla sólo con fusiles!”) y combatido a los terroristas en una guerra declarada por éstos, no por aquéllos, para tomarse el poder por las armas y someternos a todos a una dictadura indefinida y totalitaria.

Como buenos chilenos, les hemos pagado metiéndolos presos, no sólo contra la ley, sino a veces contra la verdad de los hechos. Hay algunos oficiales purgando prisión perpetua por haber ordenado matar a un grupo de terroristas entrenados en Cuba. Uno de ellos niega siquiera haber dado la orden de matarlos. Uno se pregunta en qué mundo vive cuando lee en el diario y en la revista “Time” que los “drones” norteamericanos mataron días atrás a 40 terroristas de Al Quaeda en Yemen del sur, sin forma de juicio y, claro, con algún daño colateral, como el de haber dado muerte a varias mujeres y niños. Pero el mundo aplaude y le da el Premio Nobel de la Paz a Barack Obama mientras renueva sus periódicas imprecaciones contra Augusto Pinochet, el culpable de haber acudido al salvataje de Chile ante la invocación de los demócratas y haberlo transformado en una sociedad pacífica y próspera.

Un brigadier anciano, indiferente y con la cabeza gacha sirvió las viandas al general y su hijo. Pues si aquél saluda o conversa pierde el derecho a los beneficios penitenciarios que el reglamento reconoce a los que prestan servicios de aseo y alimentación. Gendarmes flojos y barrigones están vigilantes de que altos oficiales hagan bien el aseo y sirvan las viandas sin conversar con los demás presos, so pena de perder puntos para una posible salida dominical. Caballeros que nunca transgredieron la ley se someten cumplidamente en el presidio a las mayores indignidades impuestas por burócratas de izquierda y sus “cómplices pasivos”. En cambio ahora mismo un sujeto que cometió incendios terroristas en el sur está optando al indulto de Michelle Bachelet, porque padece de una enfermedad. Los presos políticos militares enfermos mueren, en cambio, en la cárcel. ¡Qué país miserable!

Los periodistas que publican el diario digital “Chile Informa”, Bernardita Huerta y Fernando Martínez, les llevan a los condenados del Gulag chileno algunas menestras y ayudas para mitigar sus carencias. En la última edición relatan cómo, en una celda de dos por tres metros donde cumplen condena dos oficiales, que duermen en una litera de hierro con una cama arriba y otra abajo, conversaron con ellos en el reducido espacio. Si no fuera por la ayuda de personas de buena voluntad, carecerían de elementos esenciales para la existencia y hasta de abrigo cuando arrecia el frío. Cuatro años, cinco años y un día, diez años y cadena perpetua, sin derecho a la garantía de las eximentes legales de responsabilidad ni a la cosa juzgada, la presunción de inocencia, la verdad de los hechos, el principio de legalidad y demás instituciones básicas del derecho penal inmemorial, porque un abogado comunista dictaminó “¡lesa humanidad!”, delito establecido en Chile en 2009 y cuya tipificación ni siquiera se ajusta a los hechos; o “¡secuestro permanente!”, según el cual los condignos ministros de las cortes superiores de justicia sostienen que los militares presos tienen todavía privados ilegalmente de libertad en sus celdas de dos por tres a extremistas que habrían detenido en 1973, ardid constitutivo de una “verdad judicial” que la sabia opinión pública chilena, la gran “prensa libre” del país y tanta persona dotada de algún “ascendiente moral” presume de compartir expresa o tácitamente. Es que “la justicia ha hablado”, dicen. ¡Qué país miserable!

Pero, por lo menos, la estatua de Juan Pablo II ha sido indultada. La Universidad San Sebastián la mandó confeccionar a alto costo, para instalarla ante su frontis, en Bellavista. Pero entonces el Consejo de Monumentos Nacionales, donde dominan izquierdistas ateos furiosos por la caída del Muro de Berlín, dictaminó que no podía estar ahí: era demasiado grande y no condecía con el entorno. Pero el mismo Consejo no había objetado un gigantesco letrero instalado a pocos metros y desde hacía años. Es que la izquierda jamás perdonará el papel fundamental que jugó Juan Pablo II en la caída de los totalitarismos socialistas. Ni siquiera un asesino venido desde detrás de la Cortina de Hierro pudo silenciarlo. Afortunadamente, los vecinos pobres de Bajos de Mena se han beneficiado y hoy están orgullosos de que entre ellos se erija la monumental estatua. No temen que “contamine su entorno”, como el Consejo de Monumentos Nacionales. ¡Qué país miserable!

Entretanto, generales, brigadieres, coroneles y mayores siguen con la cabeza gacha limpiando letrinas, sirviendo y retirando viandas, para luego lavar escrupulosamente los recipientes en que vendrán las del turno siguiente, y luego se recluyen en sus celdas de dos por tres metros, bajo la mirada vigilante de gendarmes dotados de barriga prominente.

Esos militares presos salvaron a un país miserable. Tal vez bien merecido se lo tienen.

La Demanda Artificiosa por Axel Buchheister
Evo Morales presentó personalmente la memoria demanda de Bolivia en la Corte Internacional de Justicia, diciendo que no tenía nada contra el Tratado de 1904, sino que buscaba obligar a Chile a negociar pronto y de manera efectiva una salida soberana al mar. Una “tinterillada” (demanda artificiosa, como dijo más diplomáticamente nuestro Canciller), porque el objetivo de la demanda es saltarse ese tratado, lo que no puede reconocer, ya que los diferendos que surjan en torno a él están sometidos a un arbitraje, y cuando además la corte carece de autoridad para alterar fronteras establecidas en un tratado.

Chile enfrenta dos opciones: interponer una excepción de incompetencia de la corte o entrar a una defensa de fondo. El mismo dilema que encaró ante Perú. Los especialistas recomendaron en esa oportunidad desechar el primer camino, porque era algo que no se estila, que podía caer mal en el tribunal. El resultado de no haber enviado una señal clara de inmediato, está a la vista: la corte consideró que no tenía que apegarse al derecho, sino que podía ponerse dadivosa. En efecto, nos dio toda la razón y parte del mar al Perú. Lo entregó leyendo “80 millas” en los documentos que dicen “200 millas”, los mismos que tuvo en vista para encontrarnos la razón.

Entonces, hay que cambiar la estrategia. Chile adhirió a la Corte de La Haya fundado en su vocación jurídica y para obtener una solución pacífica de las controversias, pero siempre conforme a derecho. La demanda de Bolivia constituye un pretexto para obtener un cambio de fronteras y obtener territorio soberano por secretaría, lo que determina la incompetencia de la corte. Para que eso se reconozca, existe un trámite de pronunciamiento previo y nuestro país tiene derecho que así se declare; y el tribunal no puede respingar la nariz si se invoca.

Hay quienes dicen que es mejor ir al fondo del litigio, ya que sin duda ganaremos y la pretensión boliviana quedará definitivamente derrotada. Pero ganar de entrada es una victoria más intensa aún y hay que considerar que en la medida que se extienda el juicio, existe más riesgo que al final se le otorgue algo a Bolivia, aunque sea una declaración a la pasada que nos complique. En cambio, si Bolivia pierde, nunca lo considerará como una sepultación de su pretensión, pues igual seguirá reclamando por su enclaustramiento y buscando solidaridad internacional por otros derroteros.

Pero no sólo eso. Nuestro país debe agregar a la interposición de la excepción de incompetencia un mensaje político claro: si no es acogida, se retirará del Pacto de Bogotá y, por ende, de la competencia de la Corte, aunque sólo tenga efecto para futuros litigios. La Corte de la Haya se nutre de países serios que estén dispuestos a litigar ante ella, por considerarla un referente confiable. Si ya se retiró Colombia por el regalo que le dio a Nicaragua y luego se sumara Chile, países prestigiados en el contexto sudamericano, para la Corte eso no podría ser indiferente.

Los que acusen una posición extremista en lo anterior, sería bueno que expliquen de qué sirvieron las delicadezas en el litigio con Perú. Simplemente no podemos seguir admitiendo que la Corte Internacional nos tenga de “caseros” en sus devaneos justicieros.

Columna de Opinión

Casos de Prevaricación contra Militares (I).Blog de Hermogenes Perez de Arce, 15 de Abril 2014.

LAS OPINIONES DE ESTA COLUMNA DE OPINIÓN SON DE RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE UNOFAR
Como un aporte a la divulgación de la prevaricación de los jueces chilenos en los procesos contra militares, documentadas recientemente en el libro más importante publicado el año pasado, de Adolfo Paúl Latorre, “Procesos por Derechos Humanos: Inconstitucionalidades, Ilegalidades y Arbitrariedades”

Como un aporte a la divulgación de la prevaricación de los jueces chilenos en los procesos contra militares, documentadas recientemente en el libro más importante publicado el año pasado, de Adolfo Paúl Latorre, “Procesos por Derechos Humanos: Inconstitucionalidades, Ilegalidades y Arbitrariedades”, reproduzco a continuación un informe de la prestigiosa ex ministra de la Corte de Apelaciones, señora Raquel Camposano, acerca de uno de los procesamientos ilegales contra militares inocentes, en el marco del juzgamiento ilegal de la comitiva del general Sergio Arellano, en 1973 y relativo a hechos amnistiados y prescritos, pero, además, falsamente presentados:

UN INDEBIDO PROCESO

Raquel Camposano E.

Pertenecí al Poder Judicial durante casi cincuenta años y, por ello, sé que en los juicios pueden cometerse errores. Pero como existe (en los juicios todavía regidos por el Código de Procedimiento Penal) una segunda instancia y los recursos de casación, ellos por lo general son enmendados. Sin embargo, nunca me había tocado ver un proceso penal tramitado por un ministro de Corte de Apelaciones, revisado luego por una sala de dicha Corte, y finalmente visto enla Corte Suprema conociendo de recursos de casación de forma y fondo, en el que se ignoraran totalmente leyes fundamentales de procedimiento.
Me estoy refiriendo a la causa rol nº 2182–92 “A” San Javier, que sustanció un ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago y en la que el general Sergio Arellano Stark fue condenado finalmente a la pena de seis años como autor, en los términos del art.15 nº 1 del Código Penal, de los homicidios calificados de Teófilo Segundo Arce Toloza, José Esteban Sepúlveda Baeza, Segundo Abelardo Sandoval Gómez y Leopoldo Mauricio González Norambuena.
Conforme al art. 15 nº 1 antes mencionado, se consideran autores a los que toman parte en la ejecución del hecho, sea de una manera inmediata y directa, sea impidiendo o procurando impedir que se evite. ¿Y cuál es el hecho que se imputa al general Arellano en la causa? Aunque no se describió en el auto de procesamiento ni en la acusación, la actuación que le habría cabido en los homicidios, salvo expresar que es la de autor, en la sentencia se hace consistir ésta en haber dado la orden de ejecutar a los cuatro jóvenes de que se trata. El fallo de primera instancia da por establecido que dicho general dio la orden al coronel del Río, quien era Director de la Escuelade Artillería de Linares, Jefe de Plaza e Intendente de la provincia. Sin embargo, en el fallo de segunda instancia se elimina esta circunstancia, de modo que según él, Arellano dio la orden, pero no se indica a quien o quienes. Cabe preguntarse ¿es posible condenar a una persona por dar una orden si se ignora quien la habría recibido o a quien se dirigió? En todo caso es evidente que quien da una orden con más de un día de antelación a los hechos no puede estimarse comprendido dentro de los autores materiales tal como está descrita dicha participación en nuestro Código Penal, que exige que sea inmediata.
La prueba para establecer la responsabilidad de autor del general se enumera en el considerando 32º del fallo y se hace consistir en testimonios que se consideran presunciones y que son los siguientes:
a) del coronel del Río, quien afirma que Arellano no le dio a él orden de ejecutar a los jóvenes o a otras personas, pero que él cree que fue sobrepasado en el mando y que la orden debió ser impartida por el general Arellano o por miembros de su comitiva;
b) de Julio Molina, que afirma que la muerte de los cuatro jóvenes coincidió con la llegada de Arellano, la que vio desde la pieza en que estaba recluído;
c) de Mario Mora Arévalo, quien dice que estaba detenido en la Escuela de Artillería de Linares y el 1º de octubre de 1973 se les comunicó que llegaría un general de ejército, que después supo era Arellano, y que los jóvenes fueron ejecutados en intento de fuga el 2 de octubre;
d) de Guillermo Soto Barros, quien expone que en octubre de 1973 supo de la muerte de cuatro jóvenes que habrían coincidido con la llegada de un helicóptero en que viajaba un general que después supo que era Arellano; e) de Sergio Arce Tolosa, que expresa que, por comentarios supo que la muerte de su hermano se debió a la orden del comandante Sergio Arellano Stark;
f) de María Angélica Saavedra, que declara que la muerte de su esposo y otros tres jóvenes coincidió con la pasada de la caravana de la muerte por la ciudad;
g) de Leopoldino González, que expresa que la responsabilidad por la muerte de su hijo la atribuye a la caravana de la muerte comandada por Arellano;
h) de Alba Garrido, que dice que el 2 de octubre de 73 vio que un helicóptero circundaba la ciudad entre las 13 y las 14 horas, en el que viajaba Arellano y su comitiva;
i) de María Ester González, que declara que de acuerdo con personas que estuvieron detenidas con su hermano su muerte coincidió con el paso del general Arellano por la ciudad de Linares;
j) de Aldo Rebeco, que manifiesta que estando detenido en la Escuela de Artillería supo que la muerte de 4 muchachos de San Javier coincidió con la llegada a ella de una delegación de ocho oficiales del Ejército;
k) de Carlos Manuel Sandoval, que declara que mientras esperaba para visitar a su hijo el 2 de octubre, supo que ese día había llegado a Linares el general Arellano, en helicóptero;
l) de Carlos Villalobos, quien expresa que estuvo detenido en la Escuela de Artillería de Linares siendo trasladado a la cárcel en un camión en el que estaban los jóvenes González y Arce; que el 6 de septiembre de 1973 volvió a la Escuela y ahí le contaron que los 4 jóvenes habían sido ejecutados por los militares, estando presente en esa época y lugar el general Arellano;
m) de Germán Sepúlveda, quien responsabiliza al general Arellano de la ejecución de su hermano José;
n) de Ismenia Lastra, quien manifiesta que supo que familiares de los ejecutados imputaban el hecho al general Arellano;
o) de Sebastián Maldonado, que afirma que en los días de la ejecución estuvo el general Arellano en Linares;
p) de Gustavo de la Fuente, quien manifiesta haber visto los cadáveres de los jóvenes, y supo que el general Arellano había estado en la ciudad, siendo, a su parecer, quien dio la orden de ejecución;
q) de Nolbeto Muñoz, quien expone que estaba detenido y vio llegar un helicóptero en que venía un general de Santiago; que oyó ordenar la salida de los jóvenes y posteriormente supo de su ejecución; y
r) de Camilo Abujatum, quien expresa que en la época de los hechos estuvo en Linares el general Arellano y su comitiva.
Ninguno de los testigos mencionados dice haber oído a Arellano dar órdenes o haber estado cerca de él. Se limitan a afirmar que supieron que él estuvo en Linares el día en que se ejecutó a los jóvenes. Son de oídas y relatan un hecho inexacto, ya que Arellano no estuvo en Linares ese día, y quedó establecido en la sentencia que llegó el domingo 30 en la tarde y se fue el lunes 1º de octubre en la mañana temprano. Mal pueden afirmar que el martes 2 llegó a mediodía o en la tarde porque consta en autos que no es efectivo.
Estas llamadas presunciones no son tales, y con su solo enunciado se puede comprobar que no reúnen los requisitos del art. 488 del C. de P. Penal. Ninguna de ellas se funda en hechos reales y probados y mucho menos podemos decir que sean graves, precisas y directas. No está demás tener presente que la declaración del coronel del Río es una mera sospecha o suposición de él, quien, por lo demás, tiene interés en la causa, ya que el capitán Romero, que fue quien ejecutó a los jóvenes, afirma que recibió de dicho coronel quien era su jefe directo, la orden de proceder.
La sentencia también tiene por establecida la responsabilidad del coronel del Río como autor de los homicidios por haber dado la orden al capitán Romero, teniendo como acreditado que a su vez recibió orden del general Arellano; pero la de segundo grado, en cambio, absuelve a del Río porque le cree a éste cuando afirma que no dio la orden al capitán Romero y que tampoco la recibió de Arellano. Como confirma la participación de autor del general Arellano se produce la situación de que éste aparece como responsable de haber dado una orden sin que se sepa a quien la dio y específicamente en que consistió tal orden, que es precisamente el actuar doloso que se le reprocha. Llama la atención que absuelva al coronel del Río, por estimar que no basta el dicho del capitán Romero en su contra. Y fundamentando este punto, dice en su considerando noveno “no es capaz de conducir indefectiblemente a la intervención que se atribuye a del Río, toda vez que no excluye la posibilidad de que Romero Muñoz haya actuado por cuenta propia, o que lo hubiere hecho a insinuación…”
Entonces uno se pregunta ¿ por qué si es posible que Romero haya obrado por cuenta propia se condena a Arellano contra quien no existe ninguna inculpación directa sino una simple suposición de parte de quien tiene interés porque en su contra sí existe una inculpación?
En contra del fallo de segunda instancia se interpusieron recursos de casación de forma y fondo, fundados en diversas causales por algunas de las partes, entre ellas el general Arellano. La Corte Suprema acogió la casación en la forma deducida por el encausado Luis Romero Muñoz basada en la causal 9ª del art. 541 en relación con los nºs. 4 y 5 del art. 500, todos del C. de P.P. y, estimando configurada la causal ya mencionada, en su consideración décima expresó que no era “necesario analizar y pronunciarse sobre otras alegaciones de forma y los demás recursos de esta misma clase y de fondo que se han deducido en contra de la sentencia de segundo grado”. A continuación declaró nulo el fallo recurrido y dictó uno de reemplazo. Esta decisión de no hacerse cargo de los demás recursos de forma y fondo, deducidos por causales y partes diferentes basadas en diversos vicios, es incomprensible. El art.547 del C. de P.P. relativo a la casación de fondo exige que la sentencia que lo resuelve exponga los fundamentos que sirven de base a la resolución y la decisión de las diversas cuestiones controvertidas.
Si bien el art.544 del tantas veces citado código de procedimiento dispone que aceptándose una de las causales de casación en la forma , el tribunal no necesita pronunciarse sobre las otras, ello es aplicable sólo a este recurso. El de fondo tiene una norma especial que es, como ya lo dijimos, el art.547. En él se exige que se expongan los fundamentos que sirven de base a la resolución, la decisión de las diversas cuestiones controvertidas y la declaración explícita de si es nula o no la sentencia reclamada. En el caso de que se trata la Corte Suprema no hizo consideración alguna ni tampoco resolvió sobre las causales alegadas; se limitó a decir que era innecesario referirse a ellas. Si hubiera entrado a considerarlas como lo exige el art.547 habría podido comprobar las anomalías existentes que rayan en la denegación de justicia y habría podido enmendarlas.
En este caso la inobservancia de tal precepto causa una irreparable injusticia al general Arellano.
El examen de estos autos me causa una verdadera preocupación por el desempeño de los tribunales, ya que en este caso no puede decirse que existió el debido proceso no obstante que en él intervinieron tres tribunales todos conformados por ministros, en total nueve. De todos ellos sólo hubo uno que valoró la prueba existente conforme a las normas legales. Es así como en el fallo de segunda instancia se lee: “Acordada la condena del sentenciado Sergio Arellano Stark, con el voto en contra del ministro señor Astudillo, quien estuvo por absolverlo de la acusación enderezada en su contra, por estimar que los indicios referidos en el motivo 32º de la sentencia apelada no satisfacen las exigencias del artículo 488 del Código de Procedimiento Penal y, por ende, son insuficientes para sentar la participación que le es atribuida en los delitos materia de esta causa.”
El C. de P.P. le otorgó tal importancia a la observancia de sus disposiciones que en el art. 545 dispone diversas sanciones para los jueces según si las contravenciones provienen de mera desidia o bien se han cometido a sabiendas, o por negligencia o ignorancia inexcusable de los jueces.