HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS

Boletín correspondiente al mes de octubre del 2022 del Instituto O´higginiano de Chile

 

Boletín correspondiente al mes de octubre del Instituto O´higginiano de Chile

EDITORIAL

En este mes de octubre 2022, nuestra institución, desarrollo un extenso programa de actividades a través de nuestras filiales nacionales y extranjeras, destacándose la activa participación de nuestros Consejeros Nacionales y miembros de número en la difusión de la vida obra u legado del Padre de la Patria don Bernardo O’Higgins Riquelme, y que se resaltan en las páginas de este boletín.

Destaco, por lo significativo la solemne ceremonia en la catedral de Santiago, el lunes 24 de octubre, ocasión en la que se conmemoro los 180 años del fallecimiento del Padre de la Patria don Bernardo O’Higgins Riquelme. El Instituto que lleva su nombre, con la asistencia de su Consejo Nacional, sus miembros de número, autoridades civiles y militares, representantes del cuerpo diplomático agregados militares, y los ciudadanos de Santiago, se reunieron con gran concurrencia en la Catedral Metropolitana. En la Homilía se destacó el recuerdo de su vida y obra dedicado a Chile, es un modelo de servicio a y ejemplo para las nuevas generaciones por su sacrificio y legado a su pueblo, al que nunca olvidó, aun en su destierro, tal así, que sus últimos pensamientos fueron para su amada nación. “No trepido en asegurar, que siempre he considerado como lo más importante, la Unidad de todos los chilenos, de sur a norte, de oriente a poniente, de cordillera a mar, en una gran familia”. y Magallanes … Magallanes. Las obras de O’Higgins perduran hasta nuestros días, nuestra identidad republicana, al crear nuestra ciudadanía, la denominación de chilenos firma la independencia, creación de la bandera e himno nacional, la implementación en su reglamento y constitución de los tres poderes del estado, la creación de la Escuela Militar, La Escuela Naval, la reapertura de la Biblioteca Nacional y el Instituto nacional, entre otras.

Congregados en la catedral de Santiago el Instituto O’higginiano de Chile, renovaron su compromiso de seguir trabajando por mantener su legado, de amor a la Patria servir y procurar siempre lo mejor para nuestro país en un clima de unidad respeto y fraternidad. El invaluable ejemplo de su vida será para todas las generaciones de chilenos, el lucero que nos guie y como el Réquiem creado para el Liberador, en esta ocasión, “transformar en virtud, en comprensión fraternidad y solidaridad” todos los desafíos que como hombre y con visión preclara el Padre de la Patria y héroe inmortal debió asumir y lego como ejemplo.

Rodolfo Pereira Albornoz

 Presidente Instituto O’higginiano de Chile

Los invitamos a leer el boletín completo en el siguiente link: BOLETIN OCTUBRE Instituto O’Higginiano

HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS

HISTORIA Y MITOS. Socio GDB Humberto Julio Reyes

HISTORIA Y MITOS

Socio GDB Humberto Julio Reyes[1]

La Historia que conocemos, sea que provenga de textos leídos, narraciones o películas, por citar las formas más usuales de transmitirla, contiene habitualmente no pocos mitos.

La estatura de Napoleón o el color blanco de su caballo; Bolognesi y su suicidio desde la cima del Morro; para qué decir la Guerra de Troya.

Esto es especialmente notorio en las versiones encontradas de los historiadores de países que se han enfrentado en guerra donde cuesta encontrar objetividad, especialmente si se trata de reconocer los valores del contrario.

Sin embargo una publicación relativamente reciente de la Academia de Historia Militar de Chile, pareciera que hace un significativo aporte al conocimiento lo más cercano a la realidad de un épico hecho de armas.

Me refiero a “Los inmortales del Morro de Arica” del abogado y profesor universitario Rodrigo Ugalde Prieto quien ha realizado una profunda y minuciosa investigación de todas las fuentes disponibles para confrontar las distintas versiones y arribar a conclusiones que pueden estimarse realmente objetivas.

Algunas de esas versiones las he leído, la mayoría no, ya que tampoco pretendo posar de profundo estudioso de esta acción en particular sino más bien poseer quizás un conocimiento que va más allá del necesario para una conferencia patriótica al contingente.

Sin embargo, desde mi particular punto de vista, lo que más me ha llamado la atención es la forma en que el autor desmitifica algunas de las leyendas que habitualmente hemos tendido a asumir que son ciertas.

Desde “mi más tierna infancia” dibujaba el Morro y a un jinete lanzándose desde la cumbre y por supuesto que creía que era el mismísimo Coronel Bolognesi, tardando muchos años en aceptar que no se trataba de él sino que de otro jefe peruano.

También he modelado una figura del Emperador sobre un caballo blanco (gris para usar la nomenclatura equina) aunque con los años he leído de monturas de diferentes colores que tuvieron la enorme responsabilidad de llevarlo como jinete. También he leído que no destacaba en esta condición, ¿será cierto o es otro mito?

Vuelvo a los mitos del Morro los que el autor desmenuza por así decirlo al contrastarlos con la evidencia disponible, fundamentalmente las versiones de los protagonistas del glorioso hecho de armas.

No los voy a señalar en estas líneas ya que confío haberlos motivado a que lean este magnífico trabajo, el segundo del autor referido a la Guerra del Pacífico, pero algo adelantaré al decirles que el lema vigente en el Ejército del Perú, “Hasta quemar el último cartucho”, corresponde como es sabido a parte de la respuesta que el caballeroso Coronel Bolognesi diera al igualmente caballeroso Mayor Salvo cuando le intimó la rendición.

Nótese que no se comprometió a no rendirse sino a combatir mientras considerara que contaba con los medios de hacerlo, no fue un “Vencer o morir”, aunque ello no le resta mérito, especialmente si uno se detiene en los rasgos que adornaban la personalidad de este héroe que sí murió combatiendo por su Patria.

Termino señalando que considero de especial interés los aspectos biográficos de los mandos que se enfrentaron que, a no dudarlo, han sido inmortales y confío en que lo seguirán siendo.

[1] Profesor de Academia en Historia Militar y Estrategia. Magister en Ciencias Militares.

HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS

RESTAURACIÓN DE LA CASA O’HIGGINS REVELA HALLAZGOS CONSTRUCTIVOS

RESTAURACIÓN DE LA CASA O’HIGGINS REVELA HALLAZGOS CONSTRUCTIVOS

Íñigo Diaz

El Mercurio, 31/10/2022

Incluso hoy, que se encuentra rodeada de edificios actuales de densificación urbana en el centro de Santiago, la casona se termina imponiendo en el entorno de calle Santo Domingo, con amplia fachada de 150 m2, sus muros de adobe de 80 centímetros de espesor, alto pórtico y una hilera de ventanas que dan a la estrecha vereda.

De una planta, tiene tres patios, 18 habitaciones de 3,6 metros de altura y unos 1.000 m2 construidos en total.

Y por su valor como ejemplar de la arquitectura colonial urbana cuenta con estatus de Monumento Histórico desde 1981.

Es la casa Santo Domingo 623 – 627, una denominación técnica que identifica al edificio en las direcciones en que se encuentra, pero por su historia los investigadores también la han conocido como la Casa O’Higgins: el la adquirió a su propietaria, María del Rosario Melchora Puga y Vidaurre.

Veinte años menor, fue la madre de su hijo Demetrio.

Desde 2019, un equipo de especialistas del Grupo Praedio se encuentra desarrollando un plan maestro de restauración para una de las residencias capitalina más antiguas vigentes, junto con la Casa Velasco, a veinte pasos de ahí.

“La Velasco es un ejemplar colonial muy valioso. Conserva su pilar en la esquina, pero, en cambio, ha tenido muchas intervenciones posteriores que le han incorporado elementos decorativos no coloniales. La Casa O’Higgins mantiene sus atributos del siglo XVIII casi intactos”, dice María Jesús Guridi, directora de Praedio.

Se refiere, por ejemplo, a esos tres patios interiores, que en su tiempo contaban con funciones específicas. “El primero tenía una dimensión social; el segundo representaba el espacio privado y el tercero estaba dedicado a las zonas de servicio de la casa”, explica.

Original del siglo XVIII en calle Santo Domingo, es un emblema colonial en medio de una ciudad transformada. Las obras de la techumbre dejaron a la vista materialidades y tecnologías de hace cerca de 200 años intactas.

Pero existe el hallazgo de un atributo original más, que los especialistas de Praedio están dando a conocer.

Coligüe y curagüilla. Desde el inicio del plan, el equipo ha logrado finalizar dos de las etapas de rescate de la fachada de calle Santo Domingo, que le ha dado una presencia en el barrio.

Luego le siguió una actualización de los sistemas eléctricos.

El objetivo es recuperar la totalidad de la casa para fines culturales y sociales. La organización propietaria, cuyo rol original estaba en el socorro y atención de salud a las personas necesitadas, planea darle un programa nuevo y sustentable como centro cultural, con salas de exposiciones, salas de conferencias, oficinas para organizaciones y espacios de acceso público.

La tercera etapa está en marcha con la intervención de la techumbre, unos 500 m2 de tejas musleras originales -es decir, moldeadas en el muslo del artesano-, piezas de 60 x 35 cm.

“Al retirar las tejas nos encontramos con el encañado original de la casa, lo que representa un valor extra al proyecto pues se releva el sistema constructivo de su tiempo”, dice Jorge Domínguez, ingeniero a cargo de la restauración de la techumbre.

“De esa gran superficie que estamos interviniendo, existen unos 120 m2 sanos”, agrega.

La Casa O’Higgins exhibe vigente un sistema constructivo que comenzó a desaparecer -señala Domínguez- hace unos 140 años. Los restauradores descubrieron una cubierta de tierra de 20 cm de espesor, que permitía estabilizar las tejas y proveer de aislación térmica del edificio.

Bajo ella se encuentra una cama de curagüilla, la fibra utilizada en la fabricación de escobas típicas, y luego un entablado de coligüe con amarras de cáñamo. “Esa construcción viene del siglo XVIII y funciona en perfecto estado. Creemos que la materialidad proviene de las riberas del Mapocho”, infiere Domínguez.

La intervención en el techo del patio principal finalizará en enero, pero los problemas mayores están identificados en el tercer patio, donde la falta de mantención de las cubiertas ha ocasionado acumulación de material y atascos en las bajadas de aguas lluvias, lo que ha deteriorado sostenidamente la materialidad de los muros.

“Una etapa de trabajos ahí es lo que viene en el plan de restauración. La casa estará terminada en 2025”, cierra María Jesús Guridi.

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS

HISTORIA CONSTITUCIONAL DE CHILE. BICENTENARIO DE LA CONSTITUCION DE 1822.

 

HISTORIA CONSTITUCIONAL DE CHILE. BICENTENARIO DE LA CONSTITUCION DE 1822.

La opinión pública ilustrada estimaba que la Constitución Provisoria de 1818, promulgada por el Libertador, había agotado su vigencia y debía ser sustituida por otra más liberal y democrática. Cabe recordar que la Constitución de 1818 le otorgaba al Director Supremo la plenitud de las funciones del Estado, sin limitaciones ni duración en el tiempo. En resumen, una dictadura vitalicia.

PERLA OHIGGINIANA.HISTORIA CONSTITUCIONAL DE CHILE. BICENTENARIO DE LA CONSTITUCION DE 1822.

30 de octubre de 1822-30 de octubre de 2022. Mario Barrientos Ossa. Vicepresidente Instituto OHigginiano de Rancagua

A principios de 1822, el Director Supremo don Bernardo OHiggins Riquelme gobernaba con dos ministros del despacho, quienes eran don Joaquín Echeverría, en el departamento de Gobierno y Relaciones Exteriores, y don José Antonio Rodríguez Aldea, en los de Hacienda y Guerra.

La opinión pública ilustrada estimaba que la Constitución Provisoria de 1818, promulgada por el Libertador, había agotado su vigencia y debía ser sustituida por otra más liberal y democrática. Cabe recordar que la Constitución de 1818 le otorgaba al Director Supremo la plenitud de las funciones del Estado, sin limitaciones ni duración en el tiempo. En resumen, una dictadura vitalicia.

         Con fecha 7 de mayo de 1822, con la firma del Director y sus dos ministros del despacho, se llamaba a formar una Convención Preparatoria de la Representación Nacional, que dictaría la nueva constitución. El texto no otorgaba explícitamente a este cuerpo la facultad de dictar o aprobar una nueva constitución, su tarea era sentar las bases y convocar a la Convención Nacional, representante de la soberanía nacional,  que se haría cargo de la función constituyente.

         La Convención Preparatoria estaba formada por 25 propietarios, o titulares, y 7 suplentes. Debía cumplir su misión en tres meses.

         En nuestra actual Región de O’Higgins, fueron electos como convencionales, por Rancagua, don Fernando Errázuriz, y por San Fernando, don Francisco Valdivieso.

         La apertura de la Convención Preparatoria se verificó con gran pompa y solemnidad el 23 de julio de 1822, bajo la presidencia del Director Supremo, que estaba acompañado de todos sus ministros, autoridades, grandes corporaciones del Estado y dignatarios.

         El 7 de octubre de 1822, sorpresivamente, se presentó a la Convención Preparatoria el proyecto de una constitución, redactado íntegramente por don José Antonio Rodríguez Aldea, en circunstancias que aquélla debía cesar en funciones el 23 de octubre, es decir, de asumir el encargo, que no le estaba formalmente conferido, tenía 16 días para cumplirlo.

         En el curso de 8 sesiones, algunas de ellas nocturnas, la Convención Preparatoria discutió y aprobó el proyecto de constitución, y el 23 de octubre de 1822, último día del plazo de su convocatoria, la aprobó, lo que no le correspondía, como hemos expresado y fundado con antelación.

         El 30 de octubre de 1822, se juró la nueva constitución en todo el país, con gran solemnidad, poniéndola en vigor. Se ha cumplido, entonces, doscientos años desde esta fecha histórica.

         Nos llama la atención que en el texto, firmado por todos los convencionales, y que hemos tenido a la vista, se registra la firma de don Francisco Antonio Valdivieso y Vargas, representante de San Fernando, pero no observamos la de don Fernando Errázuriz, representante de Rancagua, omisión cuya causa no pudimos establecer.

         En resumen, conforme la crítica de nuestros más preclaros historiadores, la Constitución de 1822 fue redactada de puño y letra por el impopular Ministro don José Antonio Rodríguez Aldea, y aprobada en solo 16 días por una Convención que carecía de facultades para ello. En derecho puro, era nula de nulidad absoluta, insanable.

         Se entenderá, entonces, el malestar y desagrado que este procedimiento arbitrario produjo en la poderosa aristocracia y en la jerarquía de la Iglesia, poderes fácticos que no amaban a O´Higgins, y que formaban la clase ilustrada de esos días, y el por qué se le atribuye a esta Carta el efecto negativo  de haber contribuido a la caída del Libertador, en ese triste 28 de enero de 1823.

 Un aporte de nuestro Pas presidente Gustavo Basso Cancino

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Pronunciamiento militar. 11 de septiembre de 1973

 Pronunciamiento militar.

 

Pronunciamiento Militar del 11 de septiembre de 1973 fue una acción militar llevada a cabo por las Fuerzas Armadas de Chile para derrocar al presidente socialista Salvador Allende y al gobierno izquierdista de la Unidad Popular. Salvador Allende asumió en 1970 como presidente de Chile, siendo el primer político de orientación marxista en el mundo que accedió al poder a través de elecciones generales en un Estado de Derecho. Su gobierno, de marcado carácter reformista, se caracterizó por una creciente polarización política en la sociedad y una dura crisis económica que desembocó en una fuerte convulsión social. Tras el Tanquetazo (29 de junio), grupos dentro de la Armada de Chile planearon derrocar al gobierno, al que posteriormente se sumaron los altos mandos de la FACH y grupos dentro de Carabineros. Días antes de la fecha planificada para la acción militar, se sumó Augusto Pinochetcomandante en jefe del Ejército. En la mañana del 11 de septiembre de 1973, las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de Orden lograron rápidamente controlar gran parte del país y exigieron la renuncia inmediata de Salvador Allende, quien se refugió en el Palacio de La Moneda. Tras el bombardeo de la sede presidencial, Allende se suicidó y la resistencia en el Palacio fue neutralizada.

A través de un pronunciamiento militar, las Fuerzas Armadas asumen el control del país atendiendo al clamor nacional contra el gobierno comunista de la Unidad Popular presidido por Salvador Allende. Los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros asumen la conducción y recuperación del país a través de una Junta Militar.

El golpe de Estado marcó el fin del gobierno de la Unidad Popular, que fue seguida por el establecimiento de una junta militar liderada por Pinochet. Chile, que hasta ese entonces se mantenía como una de las democracias más estables en América Latina, entró en un gobierno militar que se extendió hasta 1990. Durante este periodo, , se suprimieron los partidos políticos y el Congreso Nacional fue disuelto.

Durante los 17 años de gobierno militar se impulsaron grandes medidas económicas, las que a pesar de las crisis económicas mundiales, llevaron al país a un excelente estado de desarrollo y social. Se elaboró una nueva constitución, la que fue aprobada ampliamente a través de un plebiscito y en el año 1990, se entregó el poder al elegido presidente a través de elecciones libres e informadas. Las medidas económicas del gobierno militar fueron seguidas durante 30 años por sucesivos gobiernos, aumentando la calidad de vida y la economía del país.

HISTORIA MILITAR Y HÉROES OLVIDADOS

José Antonio Rodríguez Aldea

José Antonio Rodríguez Aldea

En conmemoración del natalicio del libertador Bernardo O’Higgins Riquelme, compartimos este post del General Antonio Yakcich Furche, Presidente del Instituto O´Higginiano de Rancagua:

O´HIGGINS Y LA LEALTAD SOBRE CUALQUIER OTRA CONSIDERACIÓN:

Para muchos historiadores, el accionar de José Antonio Rodríguez Aldea afectó notoriamente la imagen de O´Higgins, cuando ejerció como ministro de Estado en las carteras de Guerra y Hacienda.

Su fuerte personalidad, sus reiterados intentos de aislar al Director Supremo de otras influencias externas a la suya, entre otros motivos, hizo que se ganara la enemistad de las más influyentes personas del Chile republicano.

La caída del poder de O´Higgins, materializada en su voluntaria abdicación, a fin de evitar una eventual guerra civil, estuvo en no menor medida influenciada por su negra figura, como lo mencionan varios autores.

Pese a ello, jamás Bernardo lo atacó, ni menos mencionó que Rodríguez tuviera alguna responsabilidad en su alejamiento del poder. Tanto así, que, al enterarse de la muerte de su antiguo colaborador, le envió desde Lima una carta a su viuda, María Mercedes Velasco Oruna, donde se puede evidenciar el aprecio que tenía por su antiguo camarada.

 En ella le decía que su exesposo era su “más querido amigo y compañero”, reconociéndole entre otras virtudes ser “buen cristiano, humano, buen padre de sus hijos y de su Patria, buen amigo…caritativo y desprendido”.

Sobre los motivos por los cuales O´Higgins le tenía tanto aprecio a Rodríguez solo cabe especular; tal vez fuera porque ambos eran chillanejos, o porque María Mercedes era reconocida por él como su “tía”, parentesco no suficientemente estudiado a la fecha. Sin embargo, lo más probable es que Rodríguez se haya ganado el aprecio del prócer por su alta capacidad de trabajo y de entrega a los intereses del gobierno que dirigía.

Cualquiera fuera el motivo, lo cierto es que, hasta el día de su muerte, lo premió con su absoluta lealtad.

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Fuente imagen: Icarito