CRISIS EN LA FRONTERA EUROPEA. “UCRANIA BAJO ATAQUE” por Jorge Sanz J. Crónica de un analista internacional. Del blog de la promoción Esc. Mil. 1969-julio 1973— Profesor de la Academia de Guerra, explica el avance de las tropas rusas (youtube)
Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión.
Este artículo, es parte de la cooperación que Jorge Sanz entregó al boletín mensual de su promoción de la Escuela Militar 1969- julio 1973 y que este editor ha transcrito en el sitio de la Unión, como una forma de continuar con el seguimiento del conflicto en Ucrania, que sigue escalando cada día más a pesar de las reuniones entre las partes. ¡Estrategia de Putin para seguir ganando tiempo? o efectos de las presiones económicas. Esto lo veremos prontamente.
Por razones de espacio, vamos a obviar las relaciones étnicas, culturales, históricas que enlazan a Ucrania, Bielorrusia y Rusia, señalando que el inicio del imperio ruso y luego soviético, es Kiev, capital de Ucrania y que, al término de la URSS, las repúblicas que quedaron unidas con el “patrimonio” de la Unión Soviética, fueron Rusia, Bielorrusia y Ucrania en la Comunidad de Naciones.
Desde 2004 que la frontera de la UE con los intereses de Rusia está conflictuada. Georgia fue la primera aproximación de OTAN a los espacios postsoviéticos y la respuesta de Vladimir Putin fue levantar una guerra civil al interior de Georgia y reconocer la independencia de Osetia del Sur.
Posteriormente, 2014 es derribado el líder prorruso Viktor Yanukovich por una protesta civil, prooccidental, que se levanta ante la negativa de Yanukovich a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea y buscó, en cambio, reforzar sus lazos con Rusia.
Esa situación política trajo como respuesta una acción militar, similar a Georgia, pero con la relevancia de impedir la posibilidad del acercamiento de OTAN a la base de Sebastopol, razón por la que Rusia ocupa Crimea. Las respuestas de occidente a estos eventos son sólo declarativas; el “ambiente político-estratégico” señala que, en EE.UU. gobernaba el presidente Obama, limitado en su actuar al haber recibido el nobel por su contribución a la paz, situación que cambia cuando asume el presidente Trump quién declara muy rápidamente que sus adversarios estratégicos son China y Rusia y actúa en consecuencia.
Hoy lo que vemos es una nueva crisis en el conflicto que tiene como causa fundamental la frontera de Rusia. Una mirada del conflicto nos puede llevar a la acción híbrida y la amenaza militar de Rusia sobre Ucrania, pero, no podemos perder de vista que el objetivo político de Rusia al levantar la crisis es la seguridad de su frontera amenazada por OTAN.
Hoy, estamos en la escalada de la crisis y como tal, lo que escribamos hoy puede no ser lo que siga sucediendo en la dinámica de la gestión o manejo de la crisis. La situación actual tiene a Rusia reclamando la expansión de la U.E. y OTAN hacia los espacios postsoviéticos y lo que se aprecia es que Putin ya ha ocupado la fuerza frente a los avances de OTAN por tanto, la concentración de unidades militares en la frontera de Ucrania dan respaldo, potencia y veracidad al discurso de Putin. Junto con eso, en el manejo de la crisis, Putin ha ocupado la presión del abastecimiento de gas y petróleo a Europa haciendo demostraciones de ello por medio del corte generado por su incondicional aliado Lukashenko, presidente de Bielorrusia, y las “gestiones públicas” realizadas por Putin para reponer el servicio.
Al frente, OTAN exige el respeto a su derecho de invitar a participar de la organización a los Estados que ellos estimen, mismo derecho soberano de la UE., lo que significa la invitación abierta a Georgia y a Ucrania de unirse a Europa. Consecuencialmente, las acciones de Rusia sobre Ucrania conforman una amenaza inaceptable a la libre determinación de los Estados y particularmente de Ucrania, exigiendo la liberación de Crimea y el término de la amenaza.
Así, las fuerzas y las ponencias, la crisis levanta su dinámica, el reto está instalado y el ejercicio del poder comienza su trabajo. El desabastecimiento de gas amenaza al Canciller alemán recién asumido y Putin se relaciona con Alemania a través de la presión del gas, generando una posición algo distinta a OTAN como respuesta al desafío ruso.
Francia que busca liderar a Europa manifiesta que tiene fuerzas listas para desplegar en Rumania (frontera con Ucrania).
La OTAN ante la presión del gas de Bielorrusia y la crisis migratoria que levanta en la frontera polaca, sostiene a través de su secretario general, que es difícil que OTAN se emplee con fuerzas por un país que no es parte de la alianza y mientras China, hace inicialmente una lejana declaración en apoyo a Rusia
EE.UU. y, particularmente el presidente Biden no tiene mayores éxitos internacionales que mostrar, sólo la dureza como negociador de su Secretario de Estado A. Blinken y la confirmación que Rusia y China son sus adversarios y competidores estratégicos. Desde la distancia y como miembro OTAN, ha mantenido la posición de amenazar con sanciones si Rusia acciona contra Ucrania, a lo que se ha plegado Alemania, las que esta semana ya se están llevando a cabo. Ha aumentado la presión y respaldado el discurso a través del envío de recursos económicos, armamento y acciones diplomáticas en apoyo a Ucrania. Además, ha redistribuido soldados en Europa acercándolos a la frontera europea con Ucrania, haciendo notar que son medidas administrativas y soldados no combatientes. Es decir, muevo militares, pero aún no son amenaza.
Putin ha reforzado su posición, más soldados, despliegue en Bielorrusia, ejercicios combinados y la solicitud de una confirmación respecto que nunca Ucrania pertenecerá a OTAN. Pasó de una señal referida a no ocupación de Ucrania a la amenaza de una guerra si Ucrania se integra a OTAN.
Los escenarios hoy, son de alta tensión a nive global, luego de los anuncios de Putin de poner en alerta a su fuerza disuasiva nuclear y apuesta a quebrar la unidad de OTAN, los Estados integrantes muestran diversas soluciones frente a la crisis reconociendo la crisis, EE.UU. necesita un éxito, pero en sus relaciones con OTAN hay una línea política en que los problemas de Europa son de Europa y el despliegue de soldados americanos en la frontera de Europa con las áreas de interés soviéticas sólo escalaría la crisis, pero, a contrario sensu, en su condición de gran potencia, no puede esquivar la responsabilidad del manejo de la crisis, pensando en su declaración oficial de quienes son sus adversarios estratégicos. Hoy los tiene al frente y sin posibilidad de eludirlos.
Parte de la disputa y la presión se ha trasladado al Consejo de Seguridad, puede bloquearse o desescalar, pero por hoy es sólo un escenario más.
Estos son los hechos hasta hoy. Se vislumbra que no terminará en “tablas”, ya que siguen sumándose muertes y destrucción, las que aunque siendo selectivas, han destruido instalaciones que no son considerados objetivos militares y afectando a civiles, que es más grave aún, situación que ya se anuncia la presencia del fiscal de la Corte Internacional de Justicia por la causal “crímenes de guerra”.
La resistencia ucraniana, hasta ahora ha sido heroica y decidida, la pregunta es: ¿hasta cuándo?.
Hay que volver al objetivo estratégico de Rusia y limpiar de dudas lo que se conoce como la trampa de Tucídides o el dilema de la seguridad para desactivar la crisis. No se ha alcanzado el punto de no retorno, pero todos los días está cambiando el panorama político estratégico y el ambiente operacional, por lo que hay que monitorear no sólo a los actores directos, también a la segunda línea de los apoyos políticos y de los efectos también en otras partes del planeta, entre ellos, Chile.
Hoy, se vive al parecer, una pausa operacional que probablemente Rusia no la tenía contemplada, mantiene el contacto y la presión a través de los bombardeos y Ucrania solicita su ingreso a la UE y denuncia a Rusia a la Corte Internacional de Justicia.
El escenario es de guerra, la resistencia de Ucrania se ha convertido en la defensa de Europa, las sanciones del mundo contra Rusia la han convertido en “paria”, sus aliados son irrelevantes (Venezuela, Cuba, Nicaragua, Siria), China no está de acuerdo, aunque presta apoyo en términos económicos y se abstiene en lo político.
Occidente ha bloqueado a Rusia y da elementos para las protestas internas contra Vladimir Putin, quien es a la fecha el gran perdedor, aunque gane la guerra.
Esto, por ahora.
El avance de las tropas rusas. TCL. Rodrigo Gallardo, profesor de la Academia de Guerra del Ejército