HISTORIA Y MITOS
Socio GDB Humberto Julio Reyes[1]
La Historia que conocemos, sea que provenga de textos leídos, narraciones o películas, por citar las formas más usuales de transmitirla, contiene habitualmente no pocos mitos.
La estatura de Napoleón o el color blanco de su caballo; Bolognesi y su suicidio desde la cima del Morro; para qué decir la Guerra de Troya.
Esto es especialmente notorio en las versiones encontradas de los historiadores de países que se han enfrentado en guerra donde cuesta encontrar objetividad, especialmente si se trata de reconocer los valores del contrario.
Sin embargo una publicación relativamente reciente de la Academia de Historia Militar de Chile, pareciera que hace un significativo aporte al conocimiento lo más cercano a la realidad de un épico hecho de armas.
Me refiero a “Los inmortales del Morro de Arica” del abogado y profesor universitario Rodrigo Ugalde Prieto quien ha realizado una profunda y minuciosa investigación de todas las fuentes disponibles para confrontar las distintas versiones y arribar a conclusiones que pueden estimarse realmente objetivas.
Algunas de esas versiones las he leído, la mayoría no, ya que tampoco pretendo posar de profundo estudioso de esta acción en particular sino más bien poseer quizás un conocimiento que va más allá del necesario para una conferencia patriótica al contingente.
Sin embargo, desde mi particular punto de vista, lo que más me ha llamado la atención es la forma en que el autor desmitifica algunas de las leyendas que habitualmente hemos tendido a asumir que son ciertas.
Desde “mi más tierna infancia” dibujaba el Morro y a un jinete lanzándose desde la cumbre y por supuesto que creía que era el mismísimo Coronel Bolognesi, tardando muchos años en aceptar que no se trataba de él sino que de otro jefe peruano.
También he modelado una figura del Emperador sobre un caballo blanco (gris para usar la nomenclatura equina) aunque con los años he leído de monturas de diferentes colores que tuvieron la enorme responsabilidad de llevarlo como jinete. También he leído que no destacaba en esta condición, ¿será cierto o es otro mito?
Vuelvo a los mitos del Morro los que el autor desmenuza por así decirlo al contrastarlos con la evidencia disponible, fundamentalmente las versiones de los protagonistas del glorioso hecho de armas.
No los voy a señalar en estas líneas ya que confío haberlos motivado a que lean este magnífico trabajo, el segundo del autor referido a la Guerra del Pacífico, pero algo adelantaré al decirles que el lema vigente en el Ejército del Perú, “Hasta quemar el último cartucho”, corresponde como es sabido a parte de la respuesta que el caballeroso Coronel Bolognesi diera al igualmente caballeroso Mayor Salvo cuando le intimó la rendición.
Nótese que no se comprometió a no rendirse sino a combatir mientras considerara que contaba con los medios de hacerlo, no fue un “Vencer o morir”, aunque ello no le resta mérito, especialmente si uno se detiene en los rasgos que adornaban la personalidad de este héroe que sí murió combatiendo por su Patria.
Termino señalando que considero de especial interés los aspectos biográficos de los mandos que se enfrentaron que, a no dudarlo, han sido inmortales y confío en que lo seguirán siendo.
[1] Profesor de Academia en Historia Militar y Estrategia. Magister en Ciencias Militares.