La identidad chilena en debate
La fuerte crítica a los 30 años de democracia ha penetrado en la sociedad
Alejandro San Francisco El Mercurio, Artes y Letras, 30/01/2022
Las adhesiones culturales y emocionales no son estáticas.
En Chile, en el siglo XIX fue el de la formación de la nación, cada generación enfrentó una guerra y los chilenos adquirieron “la furia del patriotismo”, en palabras del poeta Pedro Balmaceda Toro. Hubo un esfuerzo estatal en esa dirección, surgieron los símbolos patrios y héroes militares.
Eso se proyecta en el siglo XX, con altibajos, pero también con una convicción de “excepcionalismo chileno” -no siempre correspondiente con la realidad- en el plano de su desarrollo democrático.
Las sociedades van formulando grandes relatos de conocimiento y comprensión de su propia historia, identidad nacional y ubicación en el mundo.
Chile ha experimentado una transformación cultural muy importante en las últimas décadas. Hay un cambio de referentes, una renovación de la política, la irrupción de las identidades.
Hay dos elementos que se han reunido y provocado el cambio cultural: el replanteamiento del valor de ciertos procesos políticos (como la transición y la democracia chilena posterior a 1990) y cierta cultura iconoclasta.
La fuerte crítica a los 30 años de democracia y una postura acusatoria respecto a nuestro desarrollo político y económico-social recientes han penetrado en la sociedad. A eso se suman factores relevantes como la secularización, una gran democratización en el acceso a la educación y a los bienes de consumo, o la valorización de elementos de la identidad mapuche y sus símbolos. En los últimos dos años se ha anunciado un régimen refundacional y ello no se percibe como excéntrico, sino que ha sido parte del proceso, como la revolución de octubre de 2019 o la demanda por una nueva constitución.En la práctica, es dejar atrás el pasado y levantar un proyecto diferente. Este discurso ha calado especialmente en los más jóvenes y constituye un notorio quiebre generacional. Ahí aparece la disminución del orgullo por una historia que perciben que es necesario cambiar.
En el caso de la democracia me parece que se mezcla con una redefinición del concepto, muchos recelan de los partidos y buscan un sistema mas directo, horizontal y con presencia de “la calle”. La democracia del pasado aparece insuficiente.
El tema de la Guerra del Pacífico requiere mas investigación, pero al menos hay dos elementos. En los últimos años ha existido un intento -parcialmente exitoso- de redefinición del panteón republicano. Además, siempre hubo posiciones críticas sobre ese conflicto, en el mundo anarquista y comunista, que denunciaba que Chile no había ganado, que la riqueza la habían aprovechado algunos y que el pueblo había sido sacrificado. Es probable que esa concepción hoy encuentre un terreno más fértil.