LA REBELIÓN DEL PC Y UNA VOCERA DE GOBIERNO EN UNA POSICIÓN CASI INSOSTENIBLE |
Jorge Schaulsohn
Ex-Ante, 07/04/2023
La noticia de la semana es el asesinato a sangre fría de un carabinero en las cercanías del Teatro Caupolicán a donde concurrió ante una denuncia de disparos. Algo muy parecido a lo que le sucedió en Quilpué a la Sargento Rita Olivares. Además de un tercer carabinero en Concepción que fue atropellado a propósito por delincuentes. Tres policías asesinados en 3 semanas, algo inédito en Chile.
El gobierno es plenamente consciente del descalabro que esto le significa y que ni la población ni las policías creen en su reconversión dada su extensa y documentada trayectoria.
Había que hacer algo para frenar la hemorragia; no fue fácil para el Presidente Boric dar el paso. Se trataba nada menos que de legalizar el uso de fuerza letal cuando un carabinero es atacado, amenazado, agredido o golpeado. De establecer una presunción legal a su favor de que actuó en defensa propia, de modo que no pueda ser imputado ni sancionado automáticamente como ocurre ahora.
Para Boric era algo personal, pues es su apoyo a Carabineros y el compromiso de su gobierno con el combate a la delincuencia lo que está en duda. Por eso era clave para él que la denominada ley Nain-Retamal se aprobara con los votos de toda la coalición de gobierno, una señal potente para acabar con el fantasma del octubrismo.
El gobierno se jugó entero; representado por la ministra del Interior y el de Justicia, quienes lograron un acuerdo en el Senado que incluyó varias de las indicaciones de La Moneda que habían sido rechazadas en la Cámara y cuestionadas por algunas organizaciones de Derechos Humanos.
Sin embargo, el Partido Comunista y el Frente Amplio sabotearon la iniciativa llegando incluso a juntar firmas para recurrir al Tribunal Constitucional, maniobra que fracasó porque, tras el asesinato del cabo Daniel Palma, el gobierno optó por promulgar de inmediato la ley.
Solo el Socialismo Democrático acompañó al presidente; la coalición se rompió, la unidad se terminó. No hay acuerdo en torno al tema del orden público ni de la protección a los carabineros.
Hay un antes y un después porque es la primera vez que Boric no logra alinear a sus partidos en un asunto fundamental del cual depende la estabilidad del gobierno.
¿Como se explica que el Partido Comunista que se ha caracterizado por respaldar siempre a los gobiernos de los que forma parte, como hizo con Allende, haya resuelto sabotear activamente a este gobierno, poniendo en movimiento toda su maquinaria para atacar el proyecto de ley?
El PC tiene una larga historia. Es un partido que se equivoca, pero no improvisa; actúa deliberadamente con un horizonte de largo plazo, como el Vaticano, que sabe resistir la soledad, la adversidad y el ostracismo.
Un partido de “nicho”, con una militancia leal que desde la gran derrota del 1973 aprendió a comportarse como el “socio capitalista minoritario”, cuyo porcentaje accionario es indispensable para configurar la mayoría. Así fue en tiempos de la Concertación, que nunca pactó con el PC, pero dependía de sus votos silenciosos.
Sería un craso error asumir que lo que pasó con la ley Nain-Retamal fue un enojo pasajero, un arrebato del PC que se resolverá en un cónclave de Cerro Castillo. Acá hay algo mucho más de fondo, un desafecto que se viene fermentando hace tiempo.
Para Apruebo Dignidad, este gobierno ha resultado muy frustrante ya que no ha podido cumplir ninguna de sus promesas de transformación estructural de la sociedad.
Sabían desde un principio que no tendrían mayoría en el Congreso, pero depositaron todas sus esperanzas en la nueva Constitución. La temperatura ambiente de la sociedad les era favorable, lo que se confirmó con el gran resultado obtenido en la elección de convencionales que les dio el control de los dos tercios.
Con la nueva Constitución se abrirían las “grandes alamedas” por donde transitaría el gobierno de Boric con su programa refundacional. Solo había que esperar, tener paciencia y marcar el paso hasta el plebiscito de salida.
El Partido Comunista jugó un papel fundamental en la redacción del borrador; hasta se dio el gustito de eliminar el Senado, emblema de la oligarquía reaccionaria, según ellos.
Hoy el PC está crecientemente desencantado. Por eso no apoyaron los proyectos de ley en el Congreso, frente a los cuales tenían serios reparos sobre todo porque entregaban herramientas eficaces para el control de las manifestaciones violentas (tipo estallido social) que ellos siempre han apoyado.
Con el triunfo del Rechazo, la esperanza se acabó y desde ese momento ha sido cuesta abajo en la rodada. Las bases del Partido Comunista están cada día más decepcionadas y cunde la disidencia interna; sienten que el Socialismo Democrático se apoderó del gobierno, se lleva todos los beneficios y elogios, es la fuerza hegemónica, la más influyente con más cargos e impone su visión neoconcertacionista.
El PC no quiere sacrificar su capital político-moral que viene construyendo hace décadas, apoyando a un gobierno que no tiene ninguna posibilidad de promover cambios estructurales.
Están preocupados de la nueva Constitución que reemplazará “a la de Pinochet” y que hará desaparecer una bandera de lucha porque será mas de continuidad que de cambio. Temen ser vistos como “cómplices” de ese resultado.
No creo que el PC abandone a Boric en el mediano plazo, pero será una voz cada vez más disidente; y es perfectamente posible que se sume, junto a otros grupos de la izquierda y organizaciones sociales, a una opción de rechazo a la nueva Constitución en el plebiscito de salida.
En este cuadro, la posición de la vocera, quien es también una líder del PC y tal vez su candidata presidencial, es incómoda y quizás insostenible ¿Como se puede ser vocera y al mismo tiempo militante de un partido que toma distancia del gobierno en cuestiones que le son fundamentales? ¿Qué credibilidad tienen sus llamados al “orden y la racionalidad” cuando es su propio partido el que se ha declarado en rebeldía?
Porque la división de la coalición es un hecho indesmentible al punto que el propio Presidente angustiado ha pedido “tregua” a los partidos.
Lamentablemente el daño ya está hecho. Para la ciudadanía está claro que no todo el oficialismo está del lado del orden público , lo que se podría producir en una gran derrota en las elecciones de consejeros constitucionales para la lista oficialista.
Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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