La ausencia de señales concretas que expresen dicha voluntad de cambio llevaron a una primera manifestación pública, la que en forma ordenada y pacífica ha recordado al primer mandatario que nuestros camaradas, presos políticos, no pueden esperar indefinidamente
Es probable que nuestros socios hayan estado esperando alguna mención concreta de parte del Presidente de la República, en su mensaje del 21 de mayo, respecto al cumplimiento de los compromisos contraídos con el sector pasivo de la Defensa Nacional.
Ello, por lo demás, había sido anticipado por el Ministro del Interior cuando declarara, previamente, que los compromisos de campaña no podían ser letra muerta.
Si es así, puede existir actualmente algún grado de desencanto que esperamos no aumente en el futuro.
Cierto es que hubo una mención referida a la futura supresión del descuento de salud para los jubilados, aspecto del cual, cuando se legisle, esperamos no ser marginados, tal como ocurrió en su momento con el descuento para el fondo de retiro.
Cierto es que estamos acostumbrados a que nuestros legítimos intereses siempre cedan lugar frente a lo que entendemos pueden ser problemas más acuciantes que afectan al conjunto de la sociedad o a los más desposeídos.
Hemos sido formados en esa escuela.
Sin embargo, llegará el momento de efectuar el balance y comprobar en qué medida se nos ha cumplido o si se nos ha defraudado.
No nos referimos exclusivamente a los cinco puntos incorporados al programa durante la campaña sino también a lo que se nos expresó reiteradamente y cuyo cumplimiento queda, naturalmente, entregado al honor de quien ahora dirige los destinos del Estado.
La ausencia de señales concretas que expresen dicha voluntad de cambio llevaron a una primera manifestación pública, la que en forma ordenada y pacífica ha recordado al primer mandatario que nuestros camaradas, presos políticos, no pueden esperar indefinidamente.
Se le ha hecho llegar una carta al respecto y, consecuentemente, estaremos atentos a lo que se resuelva al respecto.