Mes del Mar
A quienes en alguna fría madrugada sobre la mar se reconfortaron con un pan con huevo y cebolla o con café dulce y aguachento.
A quienes aprendieron a guardar y ordenar su uniforme, enseres y equipo en un ropero minúsculo, para que una vez pasada la marejada todo siga en su lugar.
A quienes se sintieron orgullosos por el trabajo realizado, sobre todo cuando se hizo bajo duras condiciones meteorológicas.
A quienes se les puso la «piel de gallina« cuando gritaron con orgullo: ¡SI JURO!.
A quienes pasaron horas, días y semanas vigilando el horizonte y no vieron más que mar o estrellas.
A quienes, intranquilos por el viento o tras sacudirse la tierra con violencia, dejaron a los suyos partieron apresurados a bordo.
A quienes tras llegar a puerto después de haber capeado un temporal, estaban dispuestos a hacerse nuevamente a la mar.
A quienes pasaron largas jornadas y se desvelaron por tener sus sistemas operativos para el momento que se requería.
A quienes sintieron la adrenalina de operar bajo condiciones de riesgo, manteniendo la calma y sabiendo que la satisfacción de hacerlo bien era el único premio y que serían designados responsables ante cualquier fracaso.
A quienes se enteraron por el Comandante de la partida de un ser querido o del nacimiento de un hijo y a los que perdieron fechas importantes cumpliendo con su deber.
A quienes al mirarse al espejo disfrutaron de ese momento al comprobar que su uniforme de trabajo no era de «trabajo» sino de una forma de vida.
A quienes tras días o semanas de navegación al regresar a casa junto a la familia le dijeron: “hueles a buque”.
A quienes se les hincha el pecho escuchando el Himno Nacional y viendo nuestro pabellón subir a lo alto de un mástil.
A quienes la distancia del hogar, el frío, calor, hambre, sueño, cansancio, les enseñó a valorar y disfrutar de las cosas simples de la vida.
A quienes de todo esto aprendieron y reforzaron conceptos como el honor, el respeto, la integridad, el sacrificio, el valor, la disciplina, el compañerismo y tantas otras virtudes más para poder considerarse un hombre de bien.
A quienes sintieron como un «hermano» al camarada que pasó por lo mismo estando a su lado.
A los que se fueron, pero estuvieron ahí con nosotros en los mejores y peores momentos.
A todos mis camaradas de armas… les deseo un muy Feliz Mes del Mar.
Francisco Alomar