Años atrás, recuerdo haber leído la anécdota de un General británico, que al asumir el mando de las Fuerzas en Birmania en el transcurso de la 2a Guerra Mundial, los integrantes del Estado Mayor le expusieron la situación que se vivía, que era desastrosa: sucesivas derrotas, avanceincontenible del enemigo, problemas logísticos, baja moral, y en general, todo era negativo.
Para sorpresa de los asesores, al terminar la exposición, su comentario fue, “podría ser peor”, a lo que le replicaron que no era posible que fuera más mala.
Si – contestó el General – mirando por la ventana. “No está lloviendo”.
Con esa frase, el General cambió la actitud de su Estado Mayor y con ello la mirada sobre lasacciones a ejecutar para revertir la situación y obtener la victoria.
En la actualidad en nuestro país y con una frecuencia indeseada, nos enteramos deirregularidades, corrupción, incumplimiento de deberes y otras actividades reñidas con la éticapor parte de gobernantes y personas del servicio público, y presenciamos como, lentamente, se van destruyendo las Instituciones del país y la convivencia entre los chilenos. Parece algo incontenible. Muchos contemplamos este proceso con los brazos cruzados, esperando que“alguien haga algo” y proponemos soluciones en las cuales no
participamos.
Las denuncias son materia diaria, al igual que los lamentos y los “hay que” o “habría que”. Está bien. Son hechos que deben ser difundidos, pero junto con ello, creo que es propio acompañar una proposición, una idea o la materialización de una actividad que a lo menos intente, en el mediano o largo plazo, cambiar o corregir eso que criticamos y denunciamos con tanta vehemencia. Al “hay que” y al “habría que”, debemos agregarle el “voy a”.
Parece una tarea titánica para una persona y lo es. Como marinos, sabemos que la victoria sólo se obtiene cuando se ha quebrado la voluntad de lucha del adversario. Mientras eso no suceda, la contienda no ha finalizado. Y en nuestro país aún hay mucho por hacer.
Como miembros en retiro de las FFAA y de Orden, estamos indisolublemente unidos a las Instituciones en las que fuimos formados, y a través de ellas a nuestros compatriotas, que en las encuestas de las últimas décadas, invariablemente, han otorgado los más altos índices de confianza ciudadana a las Instituciones Armadas. Es un aspecto que debe hacernos reflexionar frente a los sucesos actuales.
Es preciso destacar que a pesar de nuestra formación castrense, de nuestra disciplina y capacidad de organización, hasta la fecha no hemos sido capaces de conformar una agrupación a nivel nacional de miembros de las FFAA y de Orden en retiro. Parece que en esta ocasión, la jerarquía a la cual estamos habituados, nos está jugando en contra. Quizás es el momento de reflexionar respecto a cómo nuestro Ego se está interponiendo en la consecución de un objetivo superior como lo es el destino y futuro de la Patria. El escenario a enfrentar requiere capacidades, habilidades y destrezas que no necesariamente guardan
relación con una determinada jerarquía alcanzada. Además, en nuestro caso, la salud también puede ser relevante. En el contexto descrito, la buena predisposición, la voluntad y la altura de miras resultan ser fundamentales.
Por muy caótica y complicada que se aprecie la situación del país y sus Instituciones, siempre es oportuna y válida la reflexión (y la acción), a pesar de la perversa maquinaria que sea montada. Mientras no nos quiebren la voluntad de lucha, siempre será posible revertir la situación. En ese contexto y teniendo presente a nuestros héroes y su legado, como herederos de ellos, no nos es permitido abandonar la contienda por lo que creemos justo y bueno para nuestros compatriotas. Además, como bien sabemos, los conflictos no reconocen horarios, vacaciones ni fines de semana.
En lo inmediato propongo las siguientes acciones:
– Incrementar la presencia, participación y apoyo en las tareas que está ejecutando la Asociación de Oficiales de la Armada en retiro (ASOFAR), fundamentalmente en la que corresponde a la unión de todos los ex servidores de las FFAA y de Orden en situación de retiro.
– Contribuir a incrementar el ingreso de socios a la Asociación gremial, Club o Círculo que nos reúne o convoca, en nuestras ciudades o regiones.
– Emitir opiniones, ideas y proposiciones para aumentar la presencia de los socios de nuestras Organizaciones en el ámbito regional y nacional. Participar activamente en blogs, enviar cartas a los medios de comunicación, opinar en las radios y en debates tanto escritos como orales.
– Contactar a superiores y subalternos e inducirlos a participar en organizaciones de personal en retiro. Fomentar la unión, establecer los enlaces y mantener el contacto. La tecnología y las redes sociales son herramientas eficaces y útiles para ese fin.
– Integrarse a las diversas comisiones de trabajo de nuestras Organizaciones.
“Voy a”, en lugar de “habría que”. Ante un escenario adverso, complicado y confuso, recordemos al General británico en Birmania. Las cosas siempre pueden ser peor, pero estará en nuestra actitud y voluntad la palanca para cambiarlas.
Daniel Arellano Walbaum