Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Da tristeza, rabia, impotencia ver a estas personas actuar contra su propia Patria, sin ninguna reciedumbre interior, sobre todo cuando son líderes políticos que forman opinión.
Falta de patriotismo. Escribe don Fernando Navajas I. Vicealmirante
Hoy (este lunes) día leyendo La Tercera, me quedé perplejo ante las declaraciones del embajador Felipe Bulnes y de las interferencias que debe sufrir de parte de sus propios compatriotas en el cumplimiento de su misión.
Siempre nos hemos definido como un pueblo patriota, al ver nuestros hechos guerreros y el arrojo tanto colectivo como individual, pero eso no basta. El patriotismo debe practicarse día a día; en el estudio, en el amor a la familia, en el trabajo, en crear una Patria grande y muchas otras cosas.
He tenido el convencimiento de ser un pueblo poco patriota, al ver a los argentinos defendiendo sus intereses. Activos, adelantándose a los hechos, con personas que conocen los problemas; igual cosa podemos decir de los peruanos y, como muestra hay que observar su actuación en La Haya.
Nosotros: faltos de prolijidad, descuido en nuestras opiniones y carencia de discreción. Lo expresado por el embajador Bulnes es una muestra de acciones que demuestran escaso sentido común, lo que en este caso conduce a la falta de patriotismo porque están indicando que a altos dirigentes
políticos nada les interesa nuestro país.
¿Cómo es posible que el Sr. Ominami o el Sr. Bitar expresen públicamente que debe darse una salida soberana al mar a Bolivia? y, no se puede decir que sean personas ignorantes.
Estos últimos son la masa de chilenos que aceptan estas opiniones sin que se produzca reacción alguna.
Vale decir, no hay patriotismo, a todo el mundo le da lo mismo por falta de conocimientos y un férreo concepto de Patria.
Personas de esta tendencia son los mismos que en el siglo XIX abogaban por el americanismo, las mismas que nos hicieron ir a la Guerra con España en defensa del Perú, cuando Chile
sólo poseía un solo buque de guerra, la Corbeta “Esmeralda”.
¿Qué recibimos a cambio? algunos hechos heroicos por parte de Chile y nada por la destrucción material de nuestro primer puerto comercial, hasta la fecha.
El gobierno reacciona débilmente, ante estas desmesuras, y las palabras ahí que dan las que seguramente serán empleadas a su favor por Perú y Bolivia.
Da tristeza, rabia, impotencia ver a estas personas actuar contra su propia Patria, sin ninguna reciedumbre interior, sobre todo cuando son líderes políticos que forman opinión.
Estas personas deberían ser expulsadas de Chile por actuar contra los intereses permanentes de este país y obstaculizar una defensa ante un tribunal internacional.
Malos chilenos, falta de patriotismo, y comodidad. El país que se vaya al carajo…
Nota: esta última expresión no es una grosería. Averigüen de que se trata.