Luego de los nueve días en los que fue designado jefe de la Defensa Nacional en la Región Metropolitana durante las primeras horas del estallido social, la carrera militar del general Javier Iturriaga Del Campo ha estado intensamente movida.
Han pasado casi 17 meses desde aquel rol donde señaló: “Soy un hombre feliz, no estoy en guerra con nadie”; época en que según la encuesta Cadem, difundida en octubre del 2019, mostró una altísima aprobación pública a su figura, con un 47%. Desde entonces, sus tareas, responsabilidades y condecoraciones han ido en aumento.
Durante los primeros meses luego de ese cargo, Iturriaga retomó sus funciones en el Comando de Educación y Doctrina del Ejército, unidad de la institución que responde a “todo el proceso de enseñanza y capacitación para el personal del Ejército” y que se encarga del desarrollo y evaluación de la doctrina institucional, de instrucción y entrenamiento, experimentación para el combate y diseñar la organización y equipamiento de las unidades.
Fue durante esos primeros días de aquel retorno cuando Iturriaga entregó un informe al entonces ministro de Defensa Alberto Espina, con la evaluación de la gestión de las Fuerzas Armadas y las policías en las horas más complejas desde que se decretó el estado de emergencia, según aseguraron a The Clinic autoridades de gobierno.
Ambos no eran desconocidos: fue con el propio Espina con quien Iturriaga había tenido una estrecha relación durante sus nueve días de gestión en el Estado de Emergencia, entre 19 de octubre hasta las 00:00 del 28 de octubre de 2019. En esos días, el general desempeñó la mayoría de sus funciones en la Comandancia en Jefe de la Guarnición de Santiago, ubicada en la calle Zenteno. Allí mantuvo su oficina, en las que tuvo constantes reuniones y conversaciones con el entonces ministro. Allí también, en una habitación, instaló un catre de campaña para dormir algunas horas luego del desempeño de sus funciones.
Según fuentes de gobierno, en aquellos días el general fue bien valorado por su capacidad de mando sobre las tropas, pero principalmente por sus rasgos de personalidad. Lo definían como una persona de buen humor, culta, criteriosa y que en el cargo supo “equilibrar muy bien la necesidad de cumplir la misión de orden público, con la capacidad de actuar con sobriedad y prudencia”.
Sobre las declaraciones en las que el general señaló: “Soy un hombre feliz, no estoy en guerra con nadie” -haciendo alusión a una aseveración del Presidente, de que había una “guerra contra un enemigo poderoso”-, fuentes cercanas a Sebastián Piñera precisan que esa declaraciones de Iturriaga no significaron una conversación entre el mandatario u otra autoridad del gobierno para decirle que había cometido un error. Más bien, agregan, las palabras del uniformado fueron entendidas como que daban una señal de tranquilidad “que era lo que había que hacer en ese momento”.
¿Posible Comandante en Jefe? Según explica Mario Desbordes, las rutinas de su trabajo como ministro de Defensa con Iturriaga a cargo del Estado Mayor Conjunto “consistieron en reuniones diarias encabezadas por él o por mí, junto a los jefes de defensa de todo Chile, además de comunicación directa las 24 horas y varias visitas a terreno juntos”.
“El Jefe del Estado Mayor Conjunto es el brazo derecho del ministro, sobre todo en pandemia con las Fuerzas Armadas desplegadas a lo largo de Chile”, agrega el actual candidato presidencial de RN.
Esa rutina de trabajo se mantiene hoy con el ministro Baldo Prokurica, quien en los últimos días tuvo con el general Iturriaga un saludo protocolar por el cumplimiento de los 207 años del ministerio de Defensa y con quien ha realizado distintas actividades relacionadas a los controles sanitarios por la pandemia.
En diciembre pasado, apenas un mes de asumido su nuevo rol en el ministerio de Defensa, el general Iturriaga recibió la condecoración “Gran Estrella Ejército de Chile al Mérito Militar” al haber cumplido 40 años de servicio. La distinción fue entregada por el Comandante en Jefe del Ejército Ricardo Martínez.
Hoy Iturriaga es la tercera antigüedad del Ejército luego del contralor de la institución, el General Hernán Araya, y del propio Comandante en Jefe.
Sus décadas de servicio, sumadas al reconocimiento tanto en el mundo militar como el político, hacen que el nombre de Javier Iturriaga -según señalan distintas fuentes a The Clinic– sea uno de que más suenan para suceder al Comandante en Jefe, Ricardo Martínez, quien se desempeñará en el cargo hasta marzo de 2022, mes en el que cumplirá los cuatro años correspondientes a su período.
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