Columna de Opinión

CONTROL DE ARMAS Y VIOLENCIA ( El Mercurio, Editorial, 18/01/2022 )

CONTROL DE ARMAS Y VIOLENCIA ( El Mercurio, Editorial, 18/01/2022 )
Las opiniones en esta columna son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión.
Ante la seguidilla de ataques armados en la zona sur que ha costado la muerte de personas indefensas y ante la poca respuesta a estos hechos, teniendo en consideración que el futuro Presidente ha manifestado que no renovará el estado de excepción constitucional en esa zona, es que hemos querido incluir esta editorial del diario El Mercurio, por su importancia y actualidad, en una zona en donde hace mucho tiempo dejó de regir el Estado de Derecho
Una dura controversia entre autoridades siguió a la serie de homicidios y delitos violentos ocurridos en el país en los primeros días de este año.
La situación motivó una carta en que alcaldes de oposición acusaron el “fracaso” de la política del Gobierno en materia de seguridad pública, pero además el fiscal nacional afirmó que la tasa de homicidios ha pasado de ser una de las más bajas de Latinoamérica a ubicarse en el promedio regional.
Ello, citando el Observatorio de Homicidios del Ministerio Público, el cual mostró un aumento del número de fallecidos por este ilícito entre 2016 y 2020, cuando la cifra pasó de 4,2 por cada cien mil habitantes a 5,7.
Frente a esto, el Gobierno —junto con rechazar las afirmaciones de los ediles y acusar intencionalidad política— ha reconocido que en 2020 la tasa de homicidios llegó a un peak, pero ha hecho notar que en 2021 ella experimentó una importante baja, de más del 20 %.
Con todo, más allá de esas diferencias, existe un extendido consenso respecto de un punto por lo demás evidente, cual es el incremento de la violencia que acompaña los actos delictuales, y que se manifiesta en una diversidad de dimensiones, desde el robo hasta los ajustes de cuentas entre bandas rivales. La recurrencia de estos hechos explica en buena medida la percepción de inseguridad en la ciudadanía, alarmada ante la pasmosa facilidad con que delincuentes disparan a sus víctimas.
Fue en ese contexto —y antecedida por emplazamientos entre el Ejecutivo y la oposición— que el miércoles pasado, y luego de casi 14 años de tramitación, fue despachada por el Congreso la nueva Ley de Control de Armas.
Es un paso positivo, pero su implementación exitosa representará un desafío para las capacidades policiales
Vista por las policías y los expertos como un paso adelante de la mayor importancia, la normativa moderniza la antigua ley en esta materia, poniendo el foco en un fenómeno nuevo que explica en parte el auge de los homicidios: la fabricación de armas modificadas, cuya incautación en el último año experimentó un aumento de 224 por ciento.
Para combatir su proliferación, se entregan herramientas para rastrear y restringir la comercialización de armas no letales que sirven de insumo para dicha fabricación artesanal. De la mano con ello, se crea un sistema de trazabilidad para mejorar la pesquisa de los delitos realizados mediante el uso de armas de fuego.
La normativa, además, incluye una explicitación de los requisitos (como exámenes sicológicos) para adquirir un arma. Al parecer, estas últimas restricciones incidieron en que, pese a ser un proyecto altamente priorizado por el Gobierno, un grupo de 18 diputados de Chile Vamos y del Partido Republicano hayan rechazado el informe de comisión mixta. Uno de sus argumentos fue que esta ley dejaría a los ciudadanos con menos instrumentos para defenderse de los delincuentes, planteamiento rechazado por los especialistas.
Con todo, la posibilidad de que esta nueva ley rinda frutos dependerá crucialmente de su implementación.
Al respecto, el extender también a la PDI las facultades fiscalizadoras que hoy radican en Carabineros —otro de los puntos incluidos en la normativa— representa un paso positivo.

Más allá de eso, sin embargo, el problema de la creciente violencia delictual tiene un carácter multicausal. Así, normativas como esta, si bien apuntan a mejorar las herramientas con que cuenta el Estado, deben entenderse como parte de una estrategia integral que, junto con abordar las causas más profundas del fenómeno, demanda también un avance sustantivo en la modernización de las policías y sus procedimientos.

CONTROL DE ARMAS Y VIOLENCIA ( El Mercurio, Editorial, 18/01/2022 ) 

Un aporte del Director de la revista UNOFAR. Antonio Varas C.