Columna de Opinión

SANANDO Y REABRIENDO HERIDAS por Humberto Julio Reyes——USO DE ARMAS QUÍMICAS EN EL CONFLICTO ENTRE UCRANIA Y RUSIA: por Cristina Cifuentes

SANANDO Y REABRIENDO HERIDAS por Humberto Julio Reyes——LOS RIESGOS DE USO DE ARMAS QUÍMICAS EN EL CONFLICTO ENTRE UCRANIA Y RUSIA: por Cristina Cifuentes

Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión.

¿Habrá como contrapartida una comisión que repare a nuestros compatriotas directamente dañados en sus derechos y en su patrimonio?

Desde que escuchara, sin poner mucha atención, algunos párrafos del discurso que el recién asumido Presidente Boric dirigiera en la tarde del viernes 11 a sus partidarios reunidos en las inmediaciones del palacio de La Moneda, volví a apreciar algunas inconsistencias así como cierto regreso al discurso de la primera vuelta apenas moderado para que en esta ocasión pareciera inclusivo.

Puede entenderse que las circunstancias lleven a expresar una natural emotividad, sin embargo quedan nuevamente en evidencia aquellas definiciones de carácter político cargadas ideológicamente y que implican admirar a Salvador Allende y su “legado” que aún nos pena, descalificar la Constitución vigente, “impuesta a sangre y fuego” según me pareció escuchar, como reconocer implícitamente haber llegado a tan alto cargo gracias al estallido social de funestos recuerdos para muchos y que sigue presente por sus huellas en nuestro patrimonio.  

En esta línea y al referirse a la decisión ya anunciada de retirar 139 querellas interpuestas por el anterior gobierno por ley de seguridad interior contra quienes están siendo procesados a raíz del vandalismo desatado a partir del 18.O, lo justificó en aras de “sanar heridas”.

No cabe duda para quienes han sido procesados, sus familias y quienes siguen apostando a la violencia “legítima” que este gesto encuentra reconocimiento y aplauso ya que los perciben como víctimas de la justicia.    

¿Y las víctimas de estas supuestas víctimas?

¿Habrá como contrapartida una comisión que repare a nuestros compatriotas directamente dañados en sus derechos y en su patrimonio?

¿Y la proclamada condena a la violencia “venga de donde venga”?

Imagino, igualmente, que aquellos agentes del estado perseguidos judicialmente por tener que oponerse a la violencia desatada por “las víctimas”, serán beneficiados con equivalente medida, ¿o es muy ingenuo lo que imagino?

Paralelamente, mientras se busca sanar esas heridas y no otras, no se ahorran homenajes a un gobernante de un triste período de nuestra Historia.     

¿No habrá pensado en ese “conciliador” mensaje dirigido a todos sus compatriotas que está reabriendo heridas no cerradas del todo para quienes no piensan como él y, ni qué decir, por los perseguidos judicialmente por hechos acaecidos hace pronto medio siglo?

Yo propongo que esas querellas también se retiren aunque duela equiparar a quienes actuaron obedeciendo a sus mandos en circunstancias excepcionales con quienes han elegido voluntariamente el camino de la violencia para imponerse sobre la mayoría que sólo aspira a progresar en paz y que mientras él hablaba persistían en una conducta que ya parece incorporada a nuestra vida diaria, como si fuera casi una atracción turística contemplar encapuchados en acción.   

Por favor, algo de consecuencia si no es mucho pedir.

Por todo lo señalado no puedo sumarme al buenismo de quienes le desean al nuevo gobernante que le vaya bien ya que, si ello implica que cumpla sus promesas y programas, cuesta comprender cómo ello beneficiaría a nuestra Patria. 

13 de mar. de 22

USO DE ARMAS QUÍMICAS EN EL CONFLICTO ENTRE UCRANIA Y RUSIA: ¿LA NUEVA AMENAZA?

Cristina Cifuentes

La Tercera, 14/03/2022

Si la amenaza a un ataque nuclear en la guerra en Ucrania alarmó a Occidente hace unos días, ahora la posibilidad de que Rusia use armas químicas en ese país revive el fantasma de los ataques cometidos por el régimen sirio.

Funcionarios de inteligencia de Reino Unido y Estados Unidos han advertido que existe una “seria preocupación” de que Rusia pueda usar armas químicas o biológicas en Ucrania.

Los aliados occidentales han acusado al Presidente Vladimir Putin y sus fuerzas de planear una operación conocida como de “bandera falsa”, que utilizaría la afirmación falsa de que Ucrania tiene ese tipo de armas como excusa para que Rusia despliegue las suyas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, describió la estrategia como “directamente sacada de su libro de jugadas”, ya que es la misma que el Presidente sirio, Bashar Assad, respaldado por Moscú, usó para llevar a cabo ataques químicos durante la guerra civil en Siria.

El hecho de que Rusia acusara a Washington y Kiev de gestionar laboratorios destinados a producir armas biológicas en Ucrania es, según ellos, una señal de que Moscú está considerando este tipo de escenario.

En 2018, por ejemplo, Rusia acusó a Estados Unidos de llevar a cabo de manera secreta experiencias biológicas en un laboratorio en Georgia, otra exrepública soviética que, como Ucrania, quiere unirse a la OTAN y la Unión Europea.

Rusia “pagará un alto precio si usa armas químicas” en Ucrania, advirtió el viernes el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un discurso en la Casa Blanca.

“El Kremlin difunde intencionalmente mentiras según las cuales Estados Unidos y Ucrania están llevando a cabo actividades relacionadas con armas químicas y biológicas en Ucrania”, indicó el miércoles el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Ned Price.

Rusia comenzó a hacer estas acusaciones del uso de armas químicas el año pasado, antes de la invasión. El 21 de diciembre, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, dijo que había 120 mercenarios estadounidenses en la región ocupada del Donbas, en el este de Ucrania, a los que se les habían entregado “tanques de productos químicos para cometer provocaciones”.

Una semana después del conflicto, el 3 de marzo, el canciller ruso, Sergei Lavrov, señaló que a los funcionarios de inteligencia de EE. UU. les preocupaba que los enfrentamientos pudieran provocar daños en sus instalaciones químicas y biológicas.

Según explica la agencia France Presse, Ucrania sí tiene una red de laboratorios biológicos que han obtenido financiamiento y apoyo para investigación de Estados Unidos, pero son propiedad de Ucrania y su gobierno los opera. Son parte de una iniciativa llamada Programa de Reducción de Amenazas Biológicas, que tiene como objetivo reducir la probabilidad de brotes mortales, ya sea naturales o artificiales. Los esfuerzos de Washington se remontan a la década de 1990 para desmantelar el programa de armas de destrucción masiva de la antigua Unión Soviética.

El 9 de marzo, un portavoz del departamento de Lavrov dijo que había descubierto un programa militar de armas biológicas dentro de Ucrania, con laboratorios en Kiev, Kharkiv y Odesa investigando cómo usar murciélagos y pájaros para propagar patógenos mortales como el ántrax.

Sin embargo, Brett Edwards, profesor titular de política pública y seguridad en la Universidad de Bath, en Reino Unido, dijo a la cadena Sky News: “Hay laboratorios en Ucrania que han estado allí desde antes de la Guerra Fría, pero están registrados, son laboratorios legítimos, no tienen nada de turbio”.

¿Qué son las armas químicas? Las armas químicas usan sustancias químicas con propiedades tóxicas para causar intencionalmente la muerte o el daño. Se clasifican por el efecto que tienen en el cuerpo humano.

Los agentes nerviosos impiden que los nervios de las personas envíen mensajes a sus músculos y provocan parálisis y pérdida de funciones corporales.

Los tipos de agentes nerviosos incluyen sarín (usado en Siria), Novichok (empleado en los envenenamientos del exagente ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury, y del opositor ruso Alexei Navalny), el somán y el tabún.

Los agentes ampollantes vienen en forma de gas, aerosol o líquido y provocan ampollas en la piel al contacto. Los ejemplos incluyen mostaza de azufre, utilizada en la Primera Guerra Mundial, y mostaza de nitrógeno.

Los agentes asfixiantes provocan insuficiencia respiratoria si se inhalan o digieren. El principal utilizado en el pasado ha sido el cloro.

Los agentes sanguíneos afectan la capacidad del cuerpo para enviar oxígeno a través del torrente sanguíneo, con ejemplos que incluyen cloruro de hidrógeno y cloruro de cianógeno.

Por su parte, las armas biológicas, o bioarmas, son aquellas que propagan deliberadamente virus, bacterias, hongos o toxinas para causar la muerte o daños.