Columna de Opinión

La Moneda y la “Tercera vía”: un salvavidas de plomo. Danilo Billiard El Mostrador, Opinón

LA MONEDA Y LA “TERCERA VÍA”: UN SALVAVIDAS DE PLOMO

Danilo Billiard

El Mostrador, Opinión, 21/07/2022

“¿Qué salto a las estrellas será tarde de una esperanza raquítica y cobarde?

¿Qué mundo submarino no será nuestro porque un vigor no vino?”

Silvio Rodríguez, Canción contra la indecisión.

La política es una actividad contingente, en la cual las proyecciones en torno a los escenarios que están abiertos actúan siempre como estrategias de poder que buscan contribuir a la sobredeterminación de una tendencia dentro de la coyuntura.

En ese sentido, debería leerse el anuncio del gobierno sobre la continuidad del proceso constituyente en caso de que se imponga la opción Rechazo en el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre.

Sin embargo, nuevamente La Moneda incurre en un error de cálculo político; si consideramos que la campaña por el Apruebo está recién comenzando y que, efectivamente, tal como en la segunda vuelta presidencial, es posible revertir el resultado de las encuestas.

Lo que deja el anuncio entonces, es la sensación de que el plebiscito ya está perdido, lo cual desnuda un déficit político del gobierno para enfrentarse a la situación actual.

Porque esta “tercera vía” propuesta por La Moneda, si bien es útil para efectos de la guerra de cuñas, su viabilidad política es dudosa, como se lo han hecho saber al presidente Boric desde su propia coalición.

Pues de ganar el Rechazo, dependerá de la oposición aprobar una reforma constitucional en el Congreso para, vía plebiscito y con una hoja en blanco, iniciar un segundo proceso constituyente, considerando además el desgaste que eso significa.

Con esto, se deja la iniciativa política en manos de la oposición y de las negociaciones que puedan realizarse entre los partidos, en una suerte de repetición del acuerdo del 15 de noviembre, pero en condiciones que seguramente se estiman más favorables.

Si es así, es que definitivamente la coalición oficialista parece no comprender las características del escenario abierto después del 18 de octubre de 2019.

Ningún proceso constituyente encabezado por el Congreso o por el poder ejecutivo puede gozar de legitimidad, asumiendo también que el triunfo electoral de Boric en diciembre de 2021 tuvo que ver en gran medida con un voto antiderecha más que con una adhesión popular a su programa de gobierno o a su liderazgo. Sobre esa base, las alternativas de La Moneda no son muchas, pues de ganar el Rechazo, será una derrota política para el gobierno, para la izquierda y para todo el pueblo chileno.

Si bien puede considerarse como inteligente y valorable que el gobierno se coloque en el peor de los escenarios y muestre un compromiso con el carácter democrático del proceso, el anuncio solo contribuye al posicionamiento del liderazgo presidencial, no siendo prenda de garantía para la continuidad del proceso constituyente por vías institucionales.

Siendo así, lo que Boric debería tener claro es que, de ganar el Rechazo, su gobierno se termina políticamente, porque significaría en los hechos el triunfo de la administración por sobre las transformaciones.

Lo que podría, o debería, haber hecho el gobierno ya no importa; sin embargo, resultaba más prudente, si tanto es el peso que los sondeos de opinión pública tienen para La Moneda, esperar un tiempo más para medir el impacto de la campaña del Apruebo y así darle, al menos, la posibilidad de disputar el resultado del plebiscito.

Pero esta actitud del gobierno obedece a una interpretación, por cierto, totalmente discutible del momento que atraviesa el país por parte de un sector de la izquierda que se ha ido acercando cada vez más al mundo de los 30 años, tomando distancia del “estallido social”, en circunstancias que fue esa energía la que ha hecho posible el proceso constituyente y el propio triunfo de Boric en segunda vuelta, favoreciendo así la “democracia gubernamental” y la defensa del orden; derrotero peligroso, si se considera el deterioro de los indicadores sociales durante el último tiempo.

Ningún proceso constituyente encabezado por el Congreso o por el poder ejecutivo puede gozar de legitimidad, asumiendo también que el triunfo electoral de Boric, en diciembre de 2021, tuvo que ver en gran medida con un voto antiderecha más que con una adhesión popular a su programa de gobierno o a su liderazgo.

Sobre esa base, las alternativas de La Moneda no son muchas, pues de ganar el Rechazo, será una derrota política para el gobierno, para la izquierda y para todo el pueblo chileno.

Más que la propuesta del gobierno contribuya -como también se ha dicho- a que se imponga la postura de los sectores moderados, lo que hace en realidad es reforzar una concepción elitaria de la política, que por más radical y transformadora que se pretenda, se hace a distancia del pueblo, o se le incluye solo en términos alusivos a través de los medios de comunicación.

En cambio, una política en la cual el protagonismo reside en el pueblo entiende que la revuelta de octubre no es un hecho del pasado que pueda dialectizarse como poder constituido.

Ese acontecimiento, que interrumpe el continuum histórico del orden, ha reconfigurado el presente político del país, por lo cual de esa potencia depende si el proceso constituyente continúa o si es neutralizado por el “partido neoliberal”.

El gobierno, gane el Apruebo o el Rechazo, debe decidir si sus alianzas serán con el pueblo chileno o con las fuerzas elitarias que apuestan a blindar el statu quo e imponer un nuevo régimen gatopardista.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel.

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

Poseidón: Una super arma rusa

Poseidón: Una super arma rusa (1 ) H I Sutton Analista de Defensa

En el cuarto episodio de la serie de Netflix denominada “Poder Marítimo” se muestra una nueva y peligrosa arma desarrollada por Rusia: Un torpedo con propulsión y carga nuclear. A continuación, el análisis de un experto en el sitio Web Naval News

Rusia ha aumentado aún más las tensiones al colocar sus fuerzas nucleares en alerta máxima, lo que se denomina “régimen especial de servicio de combate”. Echamos un vistazo cuidadoso a una de sus armas más controvertidas. Entre una miríada de nuevas e impresionantes ‘súper armas’, destaca el Poseidón.

Luego de su invasión de Ucrania, en los últimos día Rusia ha aumentado sus amenazas de emplear armas nucleares. Una de ellas que se nos viene a la mente es el Poseidón. Un mega torpedo nuclear único en la historia del mundo.

 A pesar de las especulaciones, no creemos que el Poseidón haya sido desplegado. El sistema aún no está listo. Pero, plantea preocupaciones sobre la estabilidad nuclear en el futuro cercano. Cambia la forma de la disuasión nuclear y se convertirá en una de las armas más temidas de Rusia.

 Poseidón es un torpedo autónomo intercontinental de propulsión nuclear con armas nucleares. Es un torpedo gigante que puede golpear ciudades costeras con resultados devastadores. Comparado con un misil balístico intercontinental, es muy lento, pero posiblemente imparable.

Rusia sostiene que también se puede utilizar como arma nuclear táctica contra buques de guerra. Los objetivos de alto valor incluirían portaaviones. Esto es más difícil de entender que el papel de ataque nuclear a la costa, pero es una posibilidad. Desde que fue descubierto en noviembre de 2015, entonces conocido como Status-6, ha sido descrito como un sistema polivalente.

La velocidad esperada del arma es alrededor de 70 nudos, lo suficientemente rápida como para que sea realmente inalcanzable para los torpedos existentes. Sus profundidades de operación, quizás tan profundas como 1.000 metros lo ponen fuera del alcance de cualquier vehículo submarino. Los planificadores de Occidente tendrán que desarrollar nuevas armas para interceptarlo. Y eso requerirá bastante tiempo y una inversión considerable.

El reactor nuclear le da al Poseidón un alcance esencialmente ilimitado. Esto le permite nuevos niveles de flexibilidad operativa en términos de lanzamiento y ubicación de sus objetivos. Aunque está restringido a objetivos en la mar o costeros, como Nueva York o Los Ángeles. Puede ser lanzado tanto desde un lugar bajo la capa de hielo ártica como desde aguas costeras.

Sin embargo, es muy probable que el reactor se haya construido para un uso limitado. No parece que esté destinado a un uso sostenido, lo cual determina la forma de empleo. Pareciera que será más bien un arma de ataque predeterminado, en lugar de un prototipo de dron submarino.

 Aunque el torpedo es suficientemente grande, aproximadamente 100 toneladas, todavía es pequeño para los estándares de los submarinos nucleares. Utiliza accionamiento directo desde una turbina de vapor, a través de engranajes, hasta un propulsor por chorro de agua. El pequeño diámetro de salida no permite un silenciamiento significativo, por lo que su desplazamiento no será sigiloso. Además, el blindaje es delgado, por lo que puede dejar un rastro de radiación. Esto podría ser un medio para rastrearlo, especialmente durante su recorrido.

Ese tipo de blindaje también impide que el reactor funcione mientras el arma esté a bordo del submarino. Además, se requeriría un blindaje adicional para proteger a la tripulación de la radicación.

 Mitos y conceptos erróneos sobre el Poseidón

Ha habido mucha especulación, tal vez porque se sabe tan poco sobre sus características y dado que es una categoría de arma completamente nueva. No existe un sistema anterior sobre la cual elaborar interpretaciones. Esto contribuye a conceptos populares equivocados. Sin embargo, hemos estado siguiendo su desarrollo desde antes de 2015 y reducido la incertidumbre.

El sistema no es un desarrollo directo del mega torpedo T-15 que quedó sin construir en la década de 1950. Esa era un arma que algunos planificadores rusos esperaban que los submarinos llevaran para atacar los puertos. Tenía una ojiva nuclear, pero propulsión convencional, lo que significa que tenía un alcance bastante corto. Aun cuando son similares en escala y armamento, los dos están separados tanto por años de tecnología como por cambios en la estrategia.

 Poseidón es un arma. Aunque su increíble alcance requiere autonomía, no es un dron en el mismo sentido que otros vehículos submarinos no tripulados. No hay signos de control de su flotabilidad o utilización de sistemas de vigilancia, por lo que tampoco es un medio para obtener inteligencia.

 Otro mito es que sea super cavitante, como el famoso torpedo VA-111 Shkval. Esto le permitiría viajar extremadamente rápido, a más de 100 nudos. La supercavitación funciona al crearse burbujas en la nariz del torpedo y permitirle insertarse dentro de las burbujas para reducir la fricción. Estas armas requieren propulsión de cohetes y superficies de control extremadamente grandes que deben estar fuera de la burbuja. Poseidón no tiene nada de esto.

El torpedo está diseñado para ser transportado por un submarino en un tubo sellado, sumergibles que son increíblemente caros y representan una gran inversión para la Armada rusa. Ello sugiere que no está diseñado para ser desplegado como una mina para ser detonada en un puerto enemigo.

Los informes iniciales de los medios rusos, sobre una ‘bomba de tsunami’ de 100 megatones y/o una bomba radiactiva con sal de cobalto, parecen poco fiables. Las estimaciones más recientes son de 2 megatones y se piensa que la ojiva del Poseidón puede ser del tipo de potencia variable.

 Llegará el día de Poseidón

Poseidón es una categoría de arma completamente nueva. Reformará la planificación naval, tanto en Rusia como en Occidente, lo que dará lugar a nuevos diseños y nuevas armas de combate. Esta es un arma que no puede ser anulada con defensas antimisiles. En futuras tensiones nucleares, si es que sobrevivimos a ellas, será un factor decisivo.

Pero todavía no hemos llegado a ese escenario. A la fecha ninguno de los submarinos que podría transportarlo está operativo. Sólo está en servicio un submarino de prueba, el “Sarov”, que puede transportar un torpedo. Otro barco, el “Belgorod”, aún no está en servicio. Se podría especular que Rusia intentará su lanzamiento en una situación desesperada. Pero, hoy no está ni cerca del nivel de amenaza de los misiles tradicionales lanzados desde submarinos.

 No obstante, llegará el día del Poseidón.

Fuente: Página Editorial del sitio Web Cosur Chile y de su revista digital “Tres Espadas” Av. Bernardo O’Higgins 1452, piso 3, Santiago. www.cosur.cl y contacto@cosur.cl

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