Columna de Opinión

CLAVES DE UN SHOCK ELECTORAL

CLAVES DE UN SHOCK ELECTORAL

Gloria Faúndez

La Tercera, 05/09/2022

  • Participación histórica: La mayor incertidumbre de este proceso radicaba en el porcentaje de participación de los chilenos que concurrieron a votar en el plebiscito de salida. El carácter obligatorio del voto supuso un desafío para las proyecciones sobre el resultado. Ya temprano en la mañana la masiva presencia de votantes en los locales de votación auguraba lo que pasó: una participación histórica que alcanzó sobre el 80% y que se tradujo en más de 13 millones de votantes. El resultado supone un cambio radical respecto del plebiscito de entrada –hasta ese entonces el de mayor participación en votos absolutos en toda la historia del país y con voto voluntario: 7.542.952 personas acudieron a las urnas y dieron un contundente apoyo a la opción de redactar una nueva constitución con un 78,28 %, versus un 21,72 % que se inclinó por mantener la Constitución de 1980.
  • El gran elector: El Presidente Gabriel Boric mantuvo un alto protagonismo en la campaña y –desde aún antes de asumir formalmente el sillón de La Moneda- amarró el rumbo de su gobierno al destino del texto de la convención constitucional. Lo hizo el entonces ya designado ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, sostuvo que las reformas del futuro gobierno tenían como principal obstáculo la constitución vigente. Aunque matizó con el tiempo sus dichos –llegando a señalar que las opciones Apruebo y Rechazo- eran legítimas, no fue inadvertido el entusiasmo con que el propio Mandatario y su gobierno inclinaron sus preferencias en favor del Apruebo. Así, Boric enfrenta lo que podría considerarse la primera derrota electoral de su gobierno. Con todo, el Mandatario aspira a mantener un rol protagónico al menos en la primera etapa de la nueva fase que se inicia: convocó a las fuerzas políticas a una reunión en La Moneda para dar continuidad al proceso constituyente.
De la dura derrota del oficialismo -que golpea directamente a La Moneda- a las dudas que se abren en la derecha por su futuro
  • La batalla en el Gran Santiago: En el comando del Apruebo se aferraron hasta el último a la posibilidad de que la masiva votación de la Región Metropolitana terminara por desbalancear el resultado en favor del Apruebo. Pero los números son contundentes y exactamente distintos a lo esperado: el Rechazo obtuvo una ventaja de diez puntos que terminó sellando un triunfo contundente y de un calibre inesperado, 54,1 % versus 45,9 %. En 29 de las 34 comunas del Gran Santiago se inclinaron por el Rechazo a la propuesta constituyente y sólo en Pedro Aguirre Cerda, San Joaquín, Maipú, Puente Alto y Ñuñoa se impuso la opción del Apruebo. En dos de las comunas donde Boric obtuvo en la segunda vuelta presidencial sus mayores triunfos -Lo Espejo y la Pintana- esta vez ganó el Rechazo. La opción ganadora obtuvo sus mejores rendimientos en Vitacura (86 %), Lo Barnechea (82 %) y Las Condes (72 %).
  • El dilema que se abre a la derecha: La derecha debe administrar un triunfo que nadie se esperaba en octubre de 2020 –en el plebiscito de entrada- y tras una seguidilla de derrotas, la más emblemática y sentida, precisamente, la que enfrentaron con la elección de convencionales en mayo de 2021, cuando no alcanzaron el tercio de representantes necesario para incidir en el devenir de la Convención. Si en esos últimos comicios el sector se dividió entre las opciones de trabajar en una nueva constitución y de quedarse con la vigente, este proceso lo enfrentaron unidos para rechazar la propuesta de los constituyentes. Es ese camino común el que comenzará a ponerse en cuestión a partir de hoy y lo más probable es que no sobreviva. Aún antes del plebiscito los líderes de Chile Vamos comprometieron su palabra para iniciar un nuevo proceso constituyente, vía que no cuenta –y es difícil- que lo haga con el respaldo del Partido Republicano. Bajo cuerdas ya se inició un intenso debate en la derecha entre quienes pretenden buscar un entendimiento con el mundo de la centroizquierda que cruzó el Rubicón y se volcó al Rechazo, algunos incluso en abierta rebeldía respecto de sus partidos.
  • La fractura de la centroizquierda: El hecho político con proyecciones más inciertas que marcó el plebiscito fue la fractura de la centroizquierda. Aun cuando hubo elecciones presidenciales en las que –por ejemplo- la DC adoptó un camino propio respecto al PS, nadie duda que el significado político que implicaba estar en la vereda del Rechazo o del Apruebo constituye uno de los hitos más importantes para ese sector desde el regreso a la democracia en 1990. Tanto así que surgió una orgánica -denominada Amarillos por Chile- que se abrió un espacio en el escenario político y que deberá buscar su lugar definitivo en él. El tono de las recriminaciones mutuas fue subiendo a medida que avanzaba el proceso y hay consenso en que un camino de reencuentro se hace cuesta arriba, al menos en el corto plazo.
  • Hegemonía oficialista: Si bien la idea de una derrota se saboreaba en el oficialismo desde hace semanas hay dos factores que hacen que el golpe sea muy fuerte: en los últimos días habían tenido un shock anímico con el multitudinario cierre de campaña en la Región Metropolitana y -especialmente- la contundente brecha lograda por la opción Rechazo, totalmente impensada. La posibilidad de un triunfo del Rechazo -en todo caso. ya había generado un movimiento subterráneo en las dos alianzas que componen el oficialismo: Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. El punto es que la contundente derrota lo agudiza. La posibilidad de un rearme en la hegemonía de las fuerzas que cohabitan La Moneda ya es prácticamente un hecho -refrendado además por el mal desempeño de ministros militantes de las filas del Frente Amplio. Al parecer llegó la hora de los moderados y experimentados.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesaria el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión

EL DÍA DESPUÉS DE LA DERROTA: EL TENSO PRIMER CARA A CARA DEL OFICIALISMO EN LA MONED

EL DÍA DESPUÉS DE LA DERROTA: EL TENSO PRIMER CARA A CARA DEL OFICIALISMO EN LA MONEDA

Rocío Latorre y Cristóbal Fuentes

La Tercera PM,

“Este momento no es para recriminaciones”, repetían distintos timoneles oficialistas ayer por la noche en el comando. Y, en teoría, así fue.

Mientras las colectividades permanecían en la sede del PS, reunidos mirando los resultados por televisión, se comenzó a redactar una declaración unitaria de cuatro puntos, leída posteriormente en la tarima instalada fuera de Londres 43 por el senador y timonel RD, Juan Ignacio Latorre.

No hubo reparos a la redacción -como en otras ocasiones- desde el Socialismo Democrático, pero sí plantearon que debía ser alguien de Apruebo Dignidad quien la leyera. La razón de esa definición escondía una recriminación detrás. “Tienen que empezar a asumir los costos”, comentaban en el grupo de partidos ligados a la exConcertación.

Así, y en la antesala del comité político de este lunes, que partió cerca de las 11.30 y donde se volvieron a ver las caras-, los mismos personeros ya planteaban que no sería una cita cómoda y que ya masticada la derrota, comenzarían las “pasadas de cuenta” mutuas.

Por estas horas una de las grandes preocupaciones de La Moneda y del propio Presidente Gabriel Boric es contener las recriminaciones entre las dos coaliciones que conforman su gobierno. Los principales dirigentes de las colectividades llegaron hasta Palacio para sostener la tradicional reunión del comité político ampliado, ocasión que, de manera excepcional, contó con la participación del Mandatario. A la cita, que continuaba al cierre de esta edición, las dirigentes llegaron con su artillería preparada para hacer frente al fracaso electoral que sufrieron tras el contundente triunfo del Rechazo. Sin embargo, y ante la presencia de Boric, habrían acordado realizar una cita partidaria aparte. Que no haya enroques de Giorgio Jackson e Izkia Siches y no se considere a exconvencionales, son parte de las exigencias que buscaba plantear el Socialismo Democrático.

Sin embargo, y con el comité político, el que continuaba al cierre de esta edición, con la presencia excepcional del Presidente Gabriel Boric, el Jefe de Estado habría intentado calmar las aguas entre sus dos coaliciones y evitar un desfonde oficialista.

Una inquietud que comenzó a surgir durante el domingo en la noche tras el recrudecimiento del ambiente al interior de los partidos de gobierno.

En ese escenario, uno de los presentes en la reunión con el Mandatario aseguró que los partidos acordaron tener una cita en privado, fuera de La Moneda y sin Boric para hacer las recriminaciones.

Más allá de eso, un primer punto que fue objeto de debate ayer domingo en el Socialismo Democrático era plantear poner “límites” al rebaraje ministerial: tolerancia cero con “enroques” de quienes ya se da por hecho que saldrán de sus sillas en el comité político, Giorgio Jackson e Izkia Siches.

“Espero que el Gobierno no profundice sus errores y que Izkia no llegue a cartera de Salud en cambio de gabinete. El Ministerio Salud no está para jugar a las sillas musicales”, señaló el diputado Tomás Lagomarsino (PR) en un tweet.

Algo similar planteó el exministro Segpres Jorge Insunza (PPD). “La tesis de que pueden ir a otros ministerios, hacer un enroque, agravaría la pérdida de legitimidad del Presidente Boric. Sería un arreglín de amigos”, publicó en su Twitter.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

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Columna de Opinión

UNA NUEVA OPORTUNIDAD

UNA NUEVA OPORTUNIDAD

El Mercurio, Editorial, 05/09/2022

Los históricos niveles de participación y la contundencia del resultado plebiscitario —conocido con prontitud, en otra muestra de impecable funcionamiento de nuestro sistema de votaciones y del Servel— hablan de una ciudadanía comprometida con los destinos del país y consciente del papel que en ellos juega un sistema institucional capaz de expresar consensos amplios.

Lejos de lo que una mirada precipitada podría sugerir, no existe contradicción entre el triunfo del Apruebo en el plebiscito de entrada y lo ocurrido el domingo: si en octubre de 2020 casi seis millones de electores expresaron sus anhelos de cambio apostando a que una nueva Constitución sería la forma de encauzarlos, ahora fueron casi ocho millones los que rechazaron una propuesta que traicionaba esas expectativas.

Con su votación, los chilenos manifestaron su rechazo a la pretensión de refundar el país prescindiendo de su historia; al debilitamiento de la unidad del Estado mediante la introducción de un artificioso concepto de plurinacionalidad que, en nombre del justo reconocimiento de los pueblos originarios, dividía entre categorías de ciudadanos con distintos derechos; a un modelo de sistema político carente de equilibrios y que, justificado en revanchismos ideológicos, borraba una institución como el Senado, dos veces centenaria, y distorsionaba el principio de igualdad del voto; al rebajamiento del Poder Judicial a la categoría de “sistemas” y a un diseño que abría la puerta a su politización; en fin, a una propuesta que debilitaba principios centrales de la democracia representativa, comprometía el progreso económico y pretendía consagrar un paternalismo del Estado que terminaba ahogando la libertad de las personas.

Pero el rechazo masivamente expresado ayer lo es también a un modo de entender la política del que la Convención Constitucional terminó siendo emblema.

La interpretación torcida de un mandato ciudadano hizo de ese órgano —llamado a sanar las heridas de nuestra convivencia— un epicentro de la intolerancia, el revanchismo y las prácticas cancelatorias, promovidas por quienes creyeron que su elección como convencionales los situaba automáticamente en el “lado correcto de la historia” y les daba el absurdo derecho de usar un texto constitucional para imponer su particular proyecto político.

No es extraño, por lo mismo, que ese fuera el tono que finalmente prevaleciera en la campaña del Apruebo. Los intentos de moderación mediante un acuerdo anticipado de reformas a la propuesta no solo fueron tardíos, sino efímeros, relativizados por el presidente del PC inmediatamente después de firmarlos.

Así, en concordancia con lo que fue la Convención, y salvo excepciones, el discurso del Apruebo se sustentó en extremar la polarización propia de una elección plebiscitaria, elevando la crispación y pretendiendo dividir de forma maniquea al país entre buenos y malos.

Peor aún, abundaron las expresiones de desprecio hacia aquellos chilenos que no compartían su postura, como si se tratara de ingenuas víctimas de engaños, fake news o incluso de afanes aspiracionales. Aun ayer, luego de conocidos los resultados, el convencional Marcos Barraza, del PC, insistía en atribuirlos a “una campaña ilimitada de recursos millonarios”: lejos de una autocrítica tras lo que constituye la más grave derrota experimentada por un proyecto político de izquierda —como en definitiva fue el texto de la Convención—, el PC y otros sectores se limitaron así a dar cuenta de su exigua convicción democrática, tal vez contrariados al constatar lo fallido de los pronósticos de un resultado estrecho que habría que defender “en la calle”.

Se ha rechazado la pretensión de usar un texto constitucional para imponer un proyecto político radicalizado. La necesidad de construir una institucionalidad en que la amplia mayoría pueda encontrarse sigue siendo acuciante.

Lamentablemente, renunciando a una posición de altura republicana, el Presidente Boric involucró directamente al Gobierno en la campaña, transformando, en los hechos, el Apruebo en el principal objetivo de sus primeros seis meses de administración.

Haciendo suya la equivocada proclama del ministro Jackson —aquello de que la nueva Constitución era condición sine qua non para implementar el programa de gobierno—, el jefe de Estado se autoinfirió una herida política que ahora debilita su liderazgo.

Quedando más de tres años de mandato, importa al país que Boric sepa reconducir su administración, sabiendo leer el mensaje ciudadano y optando por un camino de moderación y entendimiento que traiga estabilidad al país.

Ello pasa por asumir la realidad de la actual correlación de fuerzas y la condición minoritaria del oficialismo en el Congreso. No debe ignorar tampoco el sugerente paralelo entre la baja evaluación que le asignan las encuestas y el resultado plebiscitario.

La discusión de las reformas que pretende llevar a cabo debe realistamente incorporar estos elementos, alejándose de cualquier maximalismo. En este sentido, el tono de su discurso de anoche debe ser valorado, aun cuando está pendiente una autocrítica más profunda y definiciones más específicas respecto del rumbo a seguir.

Los números de ayer, el hecho de que el Rechazo se impusiera en todas las regiones e incluso en comunas como La Pintana —cuya alcaldesa se involucró imprudentemente en la campaña, al punto de recibir cuestionamientos de la Contraloría— o Recoleta —el municipio de Daniel Jadue—, son la mayor muestra de una ciudadanía que, independientemente de cualquier simplismo o estereotipo, comprendió la gravedad de lo que estaba en juego.

También dan cuenta del esfuerzo desplegado por quienes tempranamente advirtieron las demasías a las que estaba llegando la Convención y que, al no hallar recepción a sus críticas, no pudieron sino expresar su rechazo, incluso al costo de separarse de sus tradicionales compañeros de ruta política o de ser sancionados por sus colectividades.

Un conjunto de voces de la centroizquierda pagó un alto precio por ello y corresponde reconocer su coraje. También, la madurez evidenciada por las dirigencias de los partidos de centroderecha que, anteponiendo el interés nacional, renunciaron a asumir protagonismos en una causa que trascendía cualquier frontera política.

Ese es precisamente el espíritu que debe prevalecer ahora: el país ha logrado sortear el grave peligro que significaba esta propuesta constitucional, pero la necesidad de construir la “casa de todos”, una institucionalidad en que la amplia mayoría pueda encontrarse sigue siendo acuciante.

Son el Congreso y los partidos comprometidos con la democracia —además del Ejecutivo— los llamados a perseverar en ese esfuerzo, tomando las lecciones que ha dejado este fallido episodio.

Ha de ser honrada la promesa de que el proceso constitucional continuará hasta llegar a un texto efectivamente satisfactorio, que, lejos de intentar consagrar pétreamente un proyecto político particular, permita la genuina competencia y deliberación democrática. Ello, sin dejar de hacerse cargo, al mismo tiempo, de los desafíos urgentes que plantea el difícil escenario del país en los más diversos ámbitos: desde un complejo panorama económico hasta la crisis en materia de seguridad pública y violencia.

Finalmente, la contundencia de este resultado debiera impulsar al mundo político a procurar consensuar soluciones en problemáticas sociales largamente arrastradas, como las pensiones y la reforma de la salud, asuntos propios de la política pública, pero que, al haberse transformado en rehenes del debate constitucional, dilataron cualquier posibilidad de avance.

Se abre ahora una nueva oportunidad para Chile y es responsabilidad de todos no dilapidarla.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesaria el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión

PLEBISCITO 2022: RESULTADOS CONSOLIDADOS DEL SERVEL MUESTRAN MÁS DE 13 MILLONES DE VOTOS

PLEBISCITO 2022: RESULTADOS CONSOLIDADOS DEL SERVEL MUESTRAN MÁS DE 13 MILLONES DE VOTOS

Diego Bravo

ADN Radio, 05/09/2022

Pese a que a eso de las 19:30 el Servicio Electoral (Servel) ya tenía un resultado preliminar, el resultado consolidado es entregado el día siguiente, cuando se hace un recuento de lo acontecido. Y este lunes, la jornada posterior al plebiscito de salida, no fue la excepción.

Alrededor de las 11:00, Andrés Tagle, presidente del consejo directivo del Servel, entregó las últimas cifras: con el 99,99 % de las mesas escrutadas, votaron 13.021.063 personas.

El Apruebo logró 4.860.093 (38,14 %), mientras que el Rechazo se impuso con 7.882.958 (61,86 %).

El padrón total fue de 15.173.857.

Declaración de Andrés Tagle, Presidente del Consejo Directivo de Servel: “Cerramos una jornada histórica con una participación sin precedentes: 13.021.063 personas acudieron a las urnas a manifestar su opción de forma pacífica, en lo que fue una nueva fiesta de la democracia”

Internet. Uno de los puntos destacados por el presidente del Servel fue en materia digital. Hasta el domingo, se generaron 14.966.319 ingresos de Rut diferentes, con un total de 48 millones de Rut total consultados.

“Los días previos al plebiscito recibimos alertas de ciberseguridad. Nuestros sistemas, que habitualmente son seguros, fueron reforzados. Solo el día de ayer (domingo) se recibieron más de 23 mil intentos de hackeo al sitio web, bloqueados exitosamente. A su vez, el sistema de despliegue de los resultados preliminares, la cantidad de intentos sobrepasan los varios millones de forma simultánea”, contó Tagle.

A partir del próximo 01 de octubre se reabren las modificaciones al registro electoral. Los votantes podrán solicitar cambios de domicilio ingresando a Servel.cl o de forma presencial en las oficinas del Servicio Electoral.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesaria el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Seguridad y defensa

Contulmo: La historia tras la crítica inicial del gobierno a la Armada.—-Contulmo, el fracaso del Estado.

Contulmo: La historia tras la crítica inicial del gobierno a la Armada.

Pasa la cuenta tener un estado de excepción acotado. A esto hemos llegado en el Biobío y La Araucanía, a que los ciudadanos esperen a sus futuros atacantes para enfrentarse a ellos con las armas.

 “Monsalve se esta desligando de responsabilidad y la traspasa a la Marina. Esta sigue las órdenes del gobierno, que ha dispuesto un estado de excepción difuso y que no soluciona el problema de fondo”.

Contulmo: La historia tras la crítica inicial del gobierno a la Armada.

Si bien el jefe de la defensa nacional (JEDENA) de Arauco, contraalmirante Juan Pablo Zúñiga, por ley depende y reporta al Presidente de la República -y en ocasiones a la ministra de Defensa, si es necesario, se recuerda en esta cartera-, las críticas del subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, al accionar de la Armada tras lo ocurrido en Contulmo, mostraron tensión.

El fundamento es que los Infantes de Marina (IM) no habían llegado a tiempo y que no hubo un representante de ellos en la reunión del martes en esa localidad con él y autoridades locales.

Tras eso surgieron versiones de prensa de que se iba a reemplazar a Zúñiga. Consultada hoy dos veces la ministra Izkia Siches si van a remover a Zúñiga, respondió que “vamos a tener reuniones localmente la ministra de Defensa (Maya Fernández), el subsecretario (Monsalve) con autoridades regionales y con FF. AA. y Carabineros para ver como se refuerza el despliegue”.

Pasa la cuenta tener un estado de excepción acotado

Pero hoy una fuente de gobierno descartó el cambio de Zúñiga, ni sanción a los uniformados. ¿Por qué? La misma fuente confidenció que Monsalve “recibió mala información en terreno” de lo ocurrido. Y agregó que Zúñiga no asistió a la reunión en Contulmo porque fue citado a la misma hora a un encuentro en Concepción con la Delegada Presidencial Daniela Dresdner. O sea, estaba a 700 kilómetros de distancia y nadie le avisó, cuenta otra fuente del sector.

¿Y la demora de la Armada en llegar al Molino Grollmus? Una fuente del sector dijo que desde Los Álamos (donde los dejaron instalados) a Contulmo es una hora en auto, pero que los camiones y el carro Mowag obviamente se demora más, a lo que se suma que había obstáculos (árboles derribados) en el camino.

Más aún, al llegar se tuvieron que quedar en la Ruta P-60 R, porque por el decreto de Estado de Excepción acotado no pueden ingresar a zonas urbanas. “La Armada hace una lectura textual del decreto …”, afirmó la misma fuente gubernamental.

A su vez, el analista de Defensa, Richard Kouyoumdjian opinó que “Monsalve se esta desligando de responsabilidad y la traspasa a la Marina. Esta sigue las órdenes del gobierno, que ha dispuesto un estado de excepción difuso y que no soluciona problema de fondo”.

CONTULMO, EL FRACASO DEL ESTADO

El Mercurio, Editorial, 02/09/2022

Tres personas heridas a bala y la pérdida de una parte del patrimonio histórico y cultural de Contulmo dejó el atentado incendiario al molino Grollmus, perpetrado por un grupo terrorista el lunes pasado.

El molino estaba junto a un camino rural, a cinco minutos de la pequeña ciudad, en uno de los rincones más pintorescos y atractivos del sur de Chile.

Toda la región, pero especialmente esta zona a orillas del lago Lanalhue, es una muestra de admirable integración entre los habitantes originarios de la zona —un 30% de la población de la comuna se declara mapuche—, la inmigración alemana de fines del siglo XIX y la mayoría mestiza.

Un recorrido por el cementerio de Contulmo, con una vista privilegiada sobre la ciudad, y la señalética de tránsito, desde hace ya muchos años escrita en castellano, mapudungun y alemán, le muestran de inmediato al visitante que se encuentra en un lugar pluricultural.

El festival de la frutilla blanca y la notable orquesta infantil y juvenil San Luis continúan una tradición musical antigua en la región, cuando las bandas de estudiantes de Los Sauces, Purén, Contulmo y otras localidades organizaban festivales y se visitaban atravesando la cordillera de Nahuelbuta en el tren que unía Lebu con Los Sauces.

A esto hemos llegado en el Biobío y La Araucanía, a que los ciudadanos esperen a sus futuros atacantes para enfrentarse a ellos con las armas.

El terrorismo y la delincuencia que se han enseñoreado de la región son ajenos a todo esto. Cada día amanece con nuevos y violentos atentados, inexplicables y ciegos a la pacífica realidad de sus víctimas.

Pero el Estado apenas reacciona. Según se ha denunciado y debe ser objeto de investigación, el atentado al molino Grollmus tuvo lugar después de una serie de advertencias. Por eso la familia se habría preparado como pudo para defenderlo, disponiéndose para un combate armado en el cual terminó por imponerse la superioridad numérica y el poder de fuego de los atacantes.

Hoy, uno de los defensores, adulto mayor, se encuentra en riesgo vital, y los otros dos están heridos.

A esto hemos llegado en el Biobío y La Araucanía, a que los ciudadanos esperen a sus futuros atacantes para enfrentarse a ellos con las armas. Es la derrota del derecho, el fracaso del Estado en su tarea más irrenunciable.

La ausencia de una respuesta eficaz del Estado en la macrozona impresiona más aún si se considera que los grupos terroristas conocidos son pocos y, según dejan de manifiesto sus actuaciones, de escasa sofisticación.

Sus formas de actuación son predecibles, igual que sus objetivos.

Resulta simplemente inverosímil que ni las Fuerzas Armadas ni las de Orden y Seguridad, cuyos recursos y preparación exceden con creces —o al menos eso se supondría— los de estas organizaciones criminales, estén siendo permanentemente sorprendidas y superadas por ellas.

Por eso, la explicación de la inoperancia estatal en la macrozona no puede sino ser política. La zona es un verdadero incordio político, pues, por una parte, parece carecer de relevancia electoral en el contexto nacional y, por otra, cualquier acción decidida de las fuerzas policiales o de defensa tendrá consecuencias negativas que serán explotadas políticamente en contra de las autoridades de turno.

Una intervención efectiva entraña un riesgo político que nadie, salvo un verdadero estadista, estaría dispuesto a correr.

Un aporte del Director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional