Seguridad y defensa

ANIVERSARIO CON VIOLENCIA

ANIVERSARIO CON VIOLENCIA

El Mercurio, Editorial, 14/09/2022

Convertido ya en una costumbre, surgida hace algunos años, el aniversario del 11 de septiembre se vuelve una fecha de violencia desatada por pequeños grupos.

Si, en la década de 1990 se decía que el país dejaba atrás un pasado doloroso y avanzaba con trancos firmes hacia una reconciliación de todos los chilenos una vez publicado el Informe Rettig, a casi medio siglo de la fecha del quiebre violento de nuestra democracia, algunos sectores parecen querer revivir las antiguas luchas.

Esta vez le corresponde preservar el orden a un gobierno que ha procurado buscar cierta identidad con las ideas revolucionarias de aquel que entonces caía.

Para lograr la anhelada paz, será necesario que las autoridades tomen distancia de los jóvenes que buscan manifestarse con violencia en las calles, destruyendo la propiedad pública y atacando a las fuerzas de orden.

La experiencia de la nueva ministra del Interior puede servirle para no caer en posiciones ingenuas, como aquellas de las que fue acusada cuando siendo alcaldesa debió lidiar con las manifestaciones estudiantiles.

Ahora ha dicho con toda claridad, y muy acertadamente, que “quemar buses o romper paraderos atenta contra el derecho a manifestarse, que se ve perturbado por estos delitos”.

Estas fechas no pueden quedar entregadas a la violencia vandálica.

Desde luego, reconoce el derecho de los estudiantes a realizar sus manifestaciones, pero advierte la contradicción con la tolerancia a la violencia. Cabe esperar que esta posición se mantenga, pese a que no hay dudas de que surgirán opiniones y matices diversos desde Apruebo Dignidad, la otra coalición gobernante.

El Presidente, a su vez, ha dicho que su deber es gobernar para todo el país y, por tanto, tendrá que tomar en cuenta que estas fechas simbólicas no pueden quedar entregadas a bandas delincuenciales para que destruyan cuanto encuentren a su paso.

Es tarea del Gobierno instaurar un clima pacífico de convivencia y no será jamás aceptable que los chilenos estén notificados de que en determinadas fechas deben regresar temprano a sus hogares para dejarles la calle disponible a los delincuentes. Ese sería un fracaso gubernamental de proporciones históricas y la actitud que han adoptado las nuevas autoridades revela que han tomado conciencia de ese deber.

Así, la ministra Tohá ha anunciado que impulsarán con fuerza la modernización de las policías —tarea relativamente abandonada en los primeros meses del Gobierno—, el Ministerio de Seguridad, la efectividad de la persecución penal y otras iniciativas de las que se viene hablando desde hace años, sin contar con el aporte de quienes hoy gobiernan.

En un plano distinto, cabe también una responsabilidad a las actuales autoridades en la configuración del ambiente en que el país enfrentará en 2023 los 50 años del 11 de septiembre de 1973.

El discurso oficial puede contribuir decisivamente a hacer de esta una ocasión para la reflexión serena, el recuerdo de las víctimas y la reafirmación de los valores democráticos. Tal, por lo demás, parece ser el ánimo de la inmensa mayoría de los chilenos, muy ajeno al de pequeños sectores que pretenden obtener rédito político reavivando odiosidades pretéritas.

Debiera constituir, pues, un propósito común el que fechas como estas no vuelvan a vivirse como ocasión de violencias y desmanes, sino en la paz de un país reconciliado después de cinco décadas.

 

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional

RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

EL FRENTE RUSO DE JERSÓN, AL BORDE DEL COLAPSO POR LA CONTRAOFENSIVA UCRANIANA

EL FRENTE RUSO DE JERSÓN, AL BORDE DEL COLAPSO POR LA CONTRAOFENSIVA UCRANIANA

Alberto Rojas (Desde Kiev)

El Mundo, 14/09/2022

Durante el desembarco de Normandía en verano de 1944, las tropas aliadas tuvieron que memorizar dos palabras casi imposibles de pronunciar sin acento para un alemán: “Flash” y “Thunder”, o sea, relámpago y trueno, la contraseña elegida para evitar matarse entre ellos.

Estos días de ofensiva en Ucrania han vuelto a poner en marcha la vieja táctica para identificar al enemigo en sombras. Sus soldados que buscan a los militares rusos que han quedado embolsados en los bosques de Izium gritan “Palianytsia” o “Polunytsia”, es decir hogaza y fresa, esperando la misma respuesta. Son dos palabras que a los rusos les cuesta articular sin que se note precisamente eso, que son rusos.

La pesadilla del Kremlin en el campo de batalla no se detiene por ahora. Ucrania no se conforma con liberar toda la región de Jarkov y avanza en el norte para superar una nueva línea de defensa rusa en el río Oskil y el Seversky Donetsk. Actualmente, la 92 Brigada Mecanizada, equipada con tanques rusos capturados al enemigo, prosigue su avance hacia Svatove, en la región de Lugansk, cuya guarnición ya huyó.

En la vecina región de Donestsk, tras tomar Liman al asalto, los comandos ucranianos ya colgaron la bandera en Sviatohrsk, lo que les abre la puerta de Lisichansk y, tras esta, Kreminna, Rubizhne y Sverodonestk, la ciudad por la que ambos ejércitos lucharon a sangre y fuego durante dos meses y que ahora puede caer en días, tal es el hundimiento moral y físico de las tropas rusas, exhaustas tras seis meses de guerra sin descanso.

Ucrania sabe que es su momento y estirará la ofensiva todo lo que pueda, al igual que las líneas logísticas para llegar cada vez mas lejos. Todo un desafío.

En el frente de Jersón las noticias son cada vez mas preocupantes para las tropas rusas que se identifican con una Z y podría ser el siguiente frente en desmoronarse. El ministerio de Defensa ucraniano aseguró que parte de las tropas rusas tratan de pactar una rendición al encontrarse casi aisladas a la orilla izquierda del río Dnipro, sin puentes para retroceder y aprovisionar y comiendo una ración diaria de comida caliente cada dos días y rapiñando lo que pueden en las aldeas vecinas.

El avance ucraniano en torno a Jersón liberó ya 500 kilómetros de territorio, pero ha conseguido degradar tanto a los invasores rusos que se están empezando a dar deserciones y abandonos masivos del frente hacia el río, donde esperan tomar un barco o aprender a nadar.

Si no han caído más posiciones ha sido por las tropas profesionales rusas, los paracaidistas, porque los reclutas y los voluntarios de las pseudorepúblicas corren sin mirar atrás.

Por eso, en el último esfuerzo por mantener prietas las filas, Moscú ha enviado en barcazas a su batallón de castigo, o sea, los perros de la guerra chechenos.

Solo el lunes, los soldados ucranianos, ataviados con bandas azules en las mangas para identificares entre ellos, tomaron Bilohirka, Myrolyubivka, y la más importante, Olexandrivka, ya muy cerca de la primera capital regional que conquistaron los rusos en esta guerra.

Poco a poco se cierra el lazo y los militares de Rusia combaten en una franja de terreno cada vez mas estrecha y con el río a la espalda. La aviación trata de contener el asalto ucraniano, pero con resultados lamentables. En un día, han sido destruidos tres aviones de combate: SU34, Su25 y Su30, o sea, muchos millones de dólares perdidos en un desperdicio de vidas y material absolutamente insostenible.

Ucrania ha recuperado tanto territorio que ya puede montar sus lanzaderas de misiles Himars muy cerca de las fronteras rusas y causar una enorme disrupción en sus bases, polvorines y nudos ferroviarios.

Según un análisis del “Proyecto de Amenazas Críticas” del “Institute for the Study of War” junto al “American Enterprise Institute”, Ucrania recuperó en una semana cerca de 8.800 km2, una extensión mayor a los avances de Rusia en los últimos 5 meses (poco mas de 5.000 km2) solo en el noreste del país.

De momento, la respuesta de Rusia ha sido lanzar el lunes 11 misiles de cruceros obre infraestructuras civiles en el área de Jarkov y Dnipro. Nueve de esos proyectiles fueron interceptados por la defensa aérea, pero uno impactó en una central eléctrica, dejando una buena parte de Ucrania a oscuras y sin agua. Horas después, devuelta la electricidad, volvieron a intentarlo. Y según dijo ayer el ministerio de Defensa ruso en su informe diario de guerra, están lanzando bombardeos “masivos” en todas las líneas del frente.

Pero hasta ahora y mas allá de estos contratiempos, nada consigue Moscú salvo motivar mas a los ucranianos.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel.

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.