RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

EL FIN DE LA GUERRA Y EL ÚLTIMO TANQUE

EL FIN DE LA GUERRA Y EL ÚLTIMO TANQUE

GDD Rubén Segura

Seguridad, estrategia y liderazgo // Security, strategy and leadership, 25/01/2023

Las Armas y SistemasDefensivos van evolucionando en función de la tecnología disponible.

Los países que están a la vanguardia de la investigación, desarrollo e innovación por supuesto tienen los sistemas de borde, los que se conocen solo el día y momento que son utilizados, y otros, que van más atrás, adquieren sistemas semi modernos, los que algunos estados van excluyendo de sus inventarios por “obsoletos”, pero que en los destinatarios es casi tecnología de punta… así es, en una mirada hiper reduccionista, el negocio de la seguridad y defensa a nivel global, buscando desde la mirada geopolítica mantener balances y el añorado statu quo.

Es en este contexto que se teoriza sobre los tipos de guerra, el conflicto, la seguridad y la defensa… en especial en este triste momento por la devastadora Guerra en Ucrania.

Cuando comenzó la invasión de Rusia a Ucrania, el 24/feb/2022, al corto andar todo parecía que sería una NeoBlitzkrieg liderada por el ejército ruso… sin embargo al igual como reza la canción “todo se derrumbó” y, entre otros aspectos, la aparición de sistemas de misiles livianos y portables por el soldado, tanto para derribar aviones y helicópteros, como los temidos misiles anti tanques y carros blindados Javeline y el empleo de los veteranos drones de combate usados en el conflicto de Azerbaiyán – Armenia Bayraktar TB2 de procedencia turca, hicieron que los teóricos, analistas y algunos políticos comenzaran a redactar el obituario por el fin de la era del tanque y de los carros blindados de combate de infantería en el campo de batalla moderno y futuro.

No obstante, el mencionado obituario no hace match con la realidad que es superior a los oráculos de quienes no comprenden la real naturaleza de la guerra y el conflicto, y en particular la preeminencia en ello de los ejércitos y la fuerza terrestre en la conquista o mantención de los espacios geográficos estratégicos vitales que cada estado está dispuesto a defender hasta con el uso de la fuerza.

Rupert Smith ya en la década de los 90’ hablaba de “war amongst the people”, debido a que las personas viven y se desarrollan en tierra, donde se dan las operaciones militares decisivas, tal como lo vemos hoy en Ucrania.

Continuando con la realidad y parafraseando “que los muertos entierren a sus muertos”, dejemos el obituario del tanque y enfoquémonos en lo que hoy en Europa y EE.UU. se está debatiendo a nivel político-estratégico, y que es lograr que #Alemania otorgue la autorización[1] para que los países poseedores de tanques Leopard 2 en su inventario, puedan efectuar la transferencia al ejército ucraniano, por ser la única opción de lograr montar una contraofensiva acorazada realista y con probabilidad de éxito con la llegada de la primavera y el verano europeo.

Entonces, para reflexionar aún no estamos en la era que se pondrá fin a la guerra, como todos quisiéramos para vivir en paz, ni menos en la del último tanque, sino más bien en la era del nuevo tanque para el campo de batalla multidominio y con todos los adjetivos que le quieran agregar los teóricos, ya sea de tipo mosaico, híbrido, etc.

[1] Nota del Editor: A la fecha, Alemania ya otorgó esta importante autorización para entregar sus tanques y para que otros países con este tipo de tanque en sus inventarios, puedan hacerlo. Se añade a la entrega autorizada por USA para entregar una cantidad de tanques Abraham y a la ya definida entrega de tanques Challenger británicos y los Leclerc franceses.

Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones consideradas en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.

Columna de Opinión

CHILE ES EN SERIO

 

CHILE ES EN SERIO

Cristián Warnken

El Mercurio, Columnistas, 26/01/2023

Nos vamos acostumbrando a las chambonadas, las desprolijidades, la falta de rigor. Vamos de una en otra y, a estas alturas, ya no se puede hablar de errores de novatos: comienza a manifestarse en todo su esplendor una forma de ser.

Es una forma de ser que desprecia las formas, las formalidades, las estructuras, el orden.

¿Resonancias de esa deconstrucción en la filosofía que infestó las humanidades, la academia, el mundo intelectual, y que ha servido de fundamento para muchos de los experimentos teóricos que abundaron en la Convención y que persisten en el discurso de muchos funcionarios de gobierno?

Fue George Steiner, tal vez el último gran humanista europeo, quien constató el fenómeno de lo que llamó el “contrato roto”, cuando se rompe la relación entre la palabra (el logos) y el mundo. La confianza en la palabra (“en el principio fue el verbo”), ese contrato, permitió la existencia del pensamiento, del derecho, de la política.

Roto ese “contrato”, desaparecen las “presencias” detrás de los conceptos, las instituciones, etc. Algo de ese vacío, de esa ausencia de “presencia” se siente en este gobierno.

No hay ideas (sí muchos eslóganes), parecieran haberse quedado sin proyecto para el país, y para llenar ese vacío o compensarlo, se sobregiran en gestos y actos simbólicos (como el de terminar con las funciones de la Primera Dama o dar indultos a delincuentes disfrazados de héroes de la primera línea).

Y como no hay un orden, una estructura, un plan en serio para el país, ese “vacío”, esa nada, comienza a impregnar todo el aparato estatal y se traduce en este festival de improvisaciones, desprolijidades, algunas de antología.

Ese desorden, además, se suma a la anomia (el irrespeto por toda norma o ley) que uno percibe todos los días en el país. Mala mezcla.

“A estas alturas, ya no se puede hablar de errores de novatos: comienza a manifestarse en todo su esplendor una forma de ser”.

Lo que ocurrió con la Cancillería es parte del horror vacui que nos toca vivir.

La vulnerabilidad geopolítica de Chile (en un contexto latinoamericano lleno de populismos y tiranías varias) es tan grande que nuestra diplomacia ha cuidado durante siglos los límites, las formas, los bordes, todo aquello que se parece desdeñar olímpicamente.

Pero parece que da lo mismo hacer un papelón con las caprichosas side letters, da lo mismo agraviar al embajador del Estado de Israel, da lo mismo indultar a delincuentes, da lo mismo insultar con declaraciones soberbias a los parlamentarios con quienes después vas a tener que forjar acuerdos, da lo mismo ningunear en un discurso en el momento de asumir la Presidencia a un expresidente de la República que te dio su apoyo decisivo para la segunda vuelta.

¿Da lo mismo que se desmantele día a día la política exterior chilena, política exterior que ha sido forjada a través de siglos por gobiernos de izquierda, derecha y centro?

La deconstrucción del Estado chileno no pudo realizarse siguiendo el plan de refundación que latía en la fracasada Convención constituyente, pero sí se está haciendo de otra manera: en cámara lenta, en los gestos, modos, formas de operar de todos los días, en todos los servicios públicos, en las omisiones, en un desgobierno que parece haber encontrado —¿inconsciente o conscientemente?— en el “desgobernar” tal vez la última posibilidad de imponerle a la realidad chilena su fracasado modelo de interpretación de nuestra sociedad, que el pueblo rechazó rotundamente en septiembre.

Nostalgia de las formas, profunda nostalgia republicana en este momento anómico e informe. Alguna vez se habló del “caos”, como lo opuesto al orden. Tal vez habría que hablar más bien de la “jalea”, del flan mal hecho.

Harían bien las nuevas autoridades en mirar los retratos de Montt o de Varas que están cerca suyo, en las oficinas de la Presidencia o de algún ministerio.

Ellos los están mirando severamente desde la historia y el pasado como diciéndoles: “acaben la ‘chacota’ millennial, Chile es en serio”.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

 

Las opiniones en esta sección son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional