Columna de Opinión, News

Cincuenta años. Por GDB René Norambuena Veliz

Cincuenta años.

Pareciera una obra de teatro con un título equivocado. Los que esperábamos un recuento real del país en los últimos cincuenta años, nos equivocamos.

En veinte días somos testigos de la crítica, persecución y odio jamás visto en Chile contra las Fuerzas Armadas.

En veinte días se muestra la acción militar de la época y en ninguna parte se ve la grave realidad y crisis que motivó esa intervención militar.

Todos sabemos que los militares no ingresan a las escuelas matrices para violar derechos humanos ni dar golpes de estados, pero el agresivo caos político, la violencia desatada por grupos de extrema izquierda, las tomas de empresas y tierras, los llamados reiterados a la lucha de clases, potentes discursos amenazantes de infiltración y desobediencia en las FFAA ,insultos al poder judicial , asesinatos , asaltos a bancos , ruegos dramáticos de la población en los cuarteles , clase política sin resolver el caos y aparición de grupos armados violentos , hacían ver un país en llamas y hoy nada de eso se ha mostrado . La gran mayoría de los actores principales están fallecidos, unos demonízanos y otros transformados en leyenda.

A días de los cincuenta años algunos han logrado dividir de nuevo el país , tratando de imponer una sola verdad, buscando una odiosidad sin límites contra ex miembros de las Fuerzas Armadas incluso con búsqueda de acuerdos políticos, y curiosamente acompañados de una seguidilla de altísimas condenas contra militares, apoyados con medios que muestran día a día sólo una parte del pasado, demonizando a diario a los uniformados, buscando no respetar el acuerdo nacional del informe Valech, tratando de cobarde a un General que se quitó la vida y buscando vengativamente otro nuevo castigo a familiares y ancianos enfermos con el traslado de militares desde el Penal de Punta Peuco no respetando convenciones de DDHH para ancianos .

Es lamentable que con el nivel de odiosidad imperante se deje de lado la grave delincuencia y seguridad de los chilenos.

Los ingenuos creíamos que en esta obra de teatro de los cincuenta años aparecerían llamados de paz y convivencia tal como lo propuso Juan Pablo Segundo en su olvidada visita de los años ochenta, pero nos equivocamos, todo este guion y puesta en escena llamado cincuenta años, está dirigido contra las Fuerzas Armadas.

René Norambuena Veliz

GDB. Presidente de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

 

 

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión, News

PUNTA PEUCO Y EL TRIUNFO DE LA CLASE POLÍTICA. Por Fernando Thauby García 

PUNTA PEUCO  Y EL TRIUNFO DE LA CLASE POLÍTICA.

El proceso de término del Gobierno Militar se puso en marcha con un plebiscito en  el cual para la Clase Política “lo fundamental era la transferencia del gobierno (ya  que) el mero hecho de asumirlo ejerciendo la Presidencia de la República …  constituiría un cambio en la estructura de poder que desencadenaría un proceso  acumulativo que produciría sucesivas alteraciones en la correlación de fuerzas  políticas en favor de la … Concertación gobernante”.1 

“En el marco de la estrategia de gobierno, una primera decisión fue no intentar la  derogación de la Ley de Amnistía de 1978 … y aceptar que no habría castigo por  condena penal respecto…” de los militares, lo que constituía un severo golpe a las  aspiraciones de la Concertación y de las organizaciones de Derechos Humanos”  la mayoría conformadas por el Partido Comunista2

Por falta de fuerza política, el primer paso fueron las “leyes Cumplido” que según  su autor -Aylwin- apuntaban a “que se esclarezca la Verdad, se haga justicia en la  medida de lo posible y después venga la hora del perdón” para la cual se  conformó una Comisión de Verdad y Reconciliación cuyo límite de jurisdicción  excluía expresamente “funciones judiciales y enjuiciar el régimen pasado y a las  FFAA”. Como encontrara que la legislación vigente era muy vaga y draconiana,  envió al Congreso un paquete de leyes (las leyes Cumplido”) para que  configuraran una “legislación racional y equitativa, y que los casos pendientes se  trataran de acuerdo con esa nueva legislación”. 

La Comisión Rettig fue complementada por “una intensa presión política y de los  juristas de la Concertación, que hizo suya el presidente, en el sentido que la Ley  de Amnistía no derogaba, ni impedía investigar los hechos hasta llegar a la  identificación de los culpables”. 

Hasta aquí tenemos el dibujo de una maniobra político-judicial contra las FFAA,  que inocentemente seguían creyendo en la buena fe de sus contrapartes y que  nunca se organizaron para dar esta lucha política, creyendo que al entregar el  gobierno quedaban ubicadas fuera de ese ámbito; mientras tanto Aylwin avanzaba enviando una carta al Presidente de la Corte Suprema invocando esta tesis  jurídica, que fue acogida y “que con el tiempo ejerció considerable influencia sobre  los tribunales3”.  

Con gracia, Boeninger explica que “el criterio judicial sobre la materia fue  oscilando , en alguna medida, en función de la evolución de las sensibilidades  políticas al respecto”. 

Las FFAA resintieron estos cambios, pero como no las afectaban directamente  “nunca estuvieron en condiciones de oponerse porque Pinochet no se atrevió a  dictar una segunda ley de amnistía que abarcara el período 1978 – 1989… de  modo que las FFAA debieron someterse a las reglas del juego. Por ello, cuando se  sintieron amenazadas por las políticas de gobierno, su reacción se redujo a   intentos de presión, “sin salirse del marco legal” 4 que seguía siendo alterado, en  su perjuicio, por parte del Gobierno de Aylwin y sus socios. 

Los esfuerzos del General Pinochet por su parte se enfocaron cada vez más en  proteger su imagen histórica, su familia y sus intereses y preocupaciones  personales, desapareciendo toda coordinación política, mando centralizado y  coordinación de los esfuerzos en las FFAA  

Otro aspecto clave de esta período fue la publicación del Informe Rettig en base al  cual Aylwin declara, primero, que “ningún criterio sobre el particular borra el hecho  de que se cometieron las violaciones a los derechos humanos que describe el  Informe” y segundo, que se considera establecida “la verdad histórica y global  sobre lo ocurrido”, “que rechaza categóricamente la noción de que Chile hubiese  vivido una guerra interna” 

Con esto Aylwin dictó la versión oficial de lo sucedido en Chile y como suele ser,  los en ese momento vencedores, la impusieron y con ello sancionaron la  absolución del terrorismo político y sus acciones militares conducentes al  establecimiento de una campaña militar en regla contra Chile, como lo confirma la  internación de miles de “combatientes entrenados” en el extranjero, las armas  ingresadas ilegalmente al país, como se comprobó en Carrizal Bajo y el intento de  asesinato del general Pinochet que daría comienzo al enfrentamiento armado.  Este informe desconoce realidades como la existencia y actividad terrorista del  MIR desde antes del 11 de septiembre de 1973 y la adopción por parte del PC de  la “estrategia de rebelión de masas para derrocar al régimen militar por las armas”  que derivó en la creación de las Milicias Rodriguistas y del Frente Manuel  Rodríguez, “conformando un proceso de masas, político, ideológico moral y  cultural, organizativo militar y paramilitar, que se engrana con toda la actividad del  pueblo”, Lagos dixit. 

En este sentido, la finura legal del Informe Rettig sumada a la evidente  malquerencia de sus fuentes de información hacia las FFAA viene a engranar con  las conveniencia políticas declaradas de Aylwin y su Concertación, en perjuicio de  las Instituciones de la Defensa que por constituir un bocado demasiado grande de  masticar, se concentró en el castigo a individuos, autónomos, independientes, sin  defensa y sin apoyo, tratando de sobrevivir al embate de las organizaciones de  Derechos Humanos, de la Clase Política y del Gobierno de sus adversarios  políticos y sin el apoyo de las instituciones militares y del Estado que los enviaron,  apoyaron, patrocinaron y protegieron en las acciones requeridas para imponer la  paz y el control gubernamental. 

A esta altura parece inevitable recordar a Tomás Moulian 5 respecto a la naturaleza  del gobierno de Allende: “El principio cardinal del cambio era la lucha de clases.  Los discursos de Allende no eran más que variaciones de ese artículo de fe: para  construir un orden más justo, en el que el pueblo viviera mejor, había que derrotar  a la burguesía, por medios legales si era posible, o por otros medios, si era  necesario. El programa de la UP era la aplicación del breviario marxista a las  condiciones de Chile. 

Allende no tuvo conciencia del proceso que desató. Ignorándolo todo o casi todo  sobre el funcionamiento de la economía real, no vio los devastadores efectos  sociales que traería el fundamentalismo anticapitalista. Además, lo que se suponía  que era su capital –el conocimiento de las dinámicas políticas-, se demostró que  era un supuesto falso. Creyó que el futuro dependía de derrotar “completamente”  a la derecha, y parece haber imaginado que esta no se defendería. La UP dio la  impresión de querer ganarse el mayor número posible de enemigos, y lo  consiguió”. 

“Está probada la intervención norteamericana en Chile en aquellos años. Lo que  se empieza a conocer recién ahora es lo que podríamos llamar “la intromisión  consentida” de Fidel Castro en nuestros asuntos. En los hechos, Allende le abrió la  puerta. 

Entre los secretos compartidos por Allende y Castro, estaban el entrenamiento  militar de muchos chilenos en Cuba, el papel de Beatriz Allende y el grupo  castrista del PS, la formación de la guardia personal de Allende, las platas para el  MIR, etc.” 

Respecto a la inexistencia de guerra civil en Chile en el período 1970 -1990 es  conveniente considerar la opinión de Moulian6: El MIR, “que nunca participó en la  Unidad Popular porque tenía otra postura estratégica, fue diezmado entre 1973 y  1980”, período en que intentó el re nucleamiento de sus cuadros pero fue  alcanzada en el plexo dos veces por los organismos de inteligencia de la  dictadura”. Entre 1973 y 1980 perdió por acción de los organismos represivos,  más de 250 militantes7, mientras miles fueron presos o torturados” estos combates  se dieron en el marco de una guerra irregular que ganó el Gobierno Militar. La aproximación legalista obsoleta del concepto de guerra, aplicado por la  Comisión Rettig hace imposible su comprensión, ya que no se trata de una guerra  clásica decimonónica entre estados que se comportan según un ritual pre  establecido e internacionalmente aceptado, sino que conforma una combinación  de actos políticos, propagandísticos, militares, terroristas, económicos, sociales y  otros, en una acción con fines últimos compartidos pero con ejecución  descentralizada y con gran autonomía. Este tipo de enfrentamiento solo puede ser  reducido mediante un tipo de defensa equivalente, que fue la estrategia del  Gobierno Militar. 

Indudablemente esto no implica la suspensión de los Derechos Humanos, pero  tampoco desconoce la condición de ser una guerra, en que ambos bandos  incluyen el uso de las armas y de la violencia armada que como sabemos  comenzó antes del 11 de septiembre de 1973. 

El fin del Gobierno Militar determinó el fin de las operaciones militares contra la  izquierda revolucionaria, sus miembros ahora eran parte del gobierno o muy  cercanos a él, como sucedió con el Partido Comunista. No todos se acomodaron a  la situación de paz y los gobiernos debieron crear organizaciones clandestinas e  ilegales para combatirlos8, la más célebre, sin duda, la Oficina. 

Por su parte los “combatientes” del Gobierno Militar, quedaron huérfanos de  apoyo. Dado que ningún gobierno de la Concertación iría contra la regla de oro de  Aylwin de no agredir a las Instituciones de las FFAA, la Clase Política adoptó una  convención conveniente para ellas, para el gobierno y para los partidos de la  oposición política: Los violadores de DDHH actuaban por si y ante si, fuera de la  vista de las autoridades del Estado y de sus autoridades militares. Todos sabemos que esto es falso. Completamente falso. 

Sabemos que en el Estado y más aún las Instituciones Militares la responsabilidad  de mando no se delega nunca, tampoco se extingue. Si los ejecutores actúan mal,  son culpables de mal desempeño, pero la responsabilidad final sigue siendo de  sus autoridades naturales9. Es decir, del Estado y de las Instituciones Militares. En  esto no hay otra interpretación. 

Podemos ver que desde el comienzo de esta situación la intención final -y  conseguida – por los gobiernos y por la Clase Política fue la señalada por Aylwin  desde el comienzo: la normalización de las relaciones con las FFAA, la  consolidación del poder político en sus manos y el apaciguamiento del PC y PS.  “Para esto contaron con la fuerza del legalismo y la tradición profesional de las  FFAA que se tradujo en que la continuidad de un rol político militar ni estuvo nunca  entre los objetivos militares, con la quedó descartada la posibilidad de un nuevo  golpe de Estado”. Actitud que de meritoria pasó a ser un cuchillo contra ellas  mismas. 

Cerremos este breve y amargo recuento con un breve análisis de la actuación de  los altos mando militares desde la salida de Pinochet del gobierno. No cabe duda  que salvo algunas personas instaladas en la burocracia estatal, para todos lo  militares este final fue muy satisfactorio. La Misión estaba cumplida, la democracia  repuesta en su sitial, la economía reconstruida, la sociedad pacificada, las FFAA  seguían contando con alto apoyo ciudadano, se habían manejado con éxito dos  graves amenazas de guerra externa y dos crisis económicas globales y  desprovisto al Comunismo del potencial para dominar el poder político. Tal vez los más felices deben haber sido los alto Mandos Militares, que volvían a lo  suyo. Pero había una deuda insoluta con los hombres y mujeres que fueron  enviados a combatir a los enemigos más odiosos y más determinados. Porque no  nos engañemos, en las FFAA y en el Estado los mandos les señalan a cada  persona y organización subalterna donde ir y qué hacer, y esa responsabilidad no  se delega ni se diluye, si hay malas prácticas o directamente delitos, los ejecutores  son culpables pero la responsabilidad sigue siendo indelegable. De la misma manera, una institución es una continuidad, con lo bueno y lo malo,  con lo brillante y lo opaco. No se puede elegir con que parte de la historia  quedarse. Nadie podría no asumir los problemas pendientes que vienen con el  cargo al momento de recibirlo. Tampoco en el Estado. Es parte del paquete. Así las cosas, esos presunto huérfanos de casos de DDHH pueden ser culpables,  pero la responsabilidad de sus dislates, si así hubiera ocurrido, reside en sus  mandos y se heredan, son la historia de una institución. 

 Esto es completamente aplicable al actual escándalo de los robos multi Millonarios mediante Fundaciones  que trasiegan ingentes recursos fiscales a organizaciones privadas asociadas a funcionarios estatales y de  Gobierno.

No podríamos quedarnos con el Sargento Aldea que: “Valiente y leal hasta la  muerte, cumplió con su deber”, y dejar a los Sargentos Aldeas del 73 que  “Valientes y leales hasta la cárcel, también cumplieron con su deber” En este sentido, esta responsabilidad, no completamente asumida, puede ser el  cáncer que mate a nuestras FFAA cuando de nuevo sean sometidas a la prueba  definitiva: dar la vida por cumplir la misión. 

Sería el triunfo definitivo de nuestros enemigos. 

En estos días, la persona que preside el país, con deformaciones morales serias y  escasa capacidad intelectual, vuelve a lanzar al ruedo la suerte de nuestros  prisioneros, desconociendo una vez más los compromisos contraídos por la Clase  Política con las Instituciones de la Defensa. 

Ya lo hicieron Aylwin, Bachelet y Piñera. 

Basta. 

Fernando Thauby García 

5 de Septiembre de 2023.

1 Boeninger, “Gobernabilidad”. 414 

2 Id 1, 454 

3 Después conocida como “doctrina Aylwin”.

4 Boeninger Op.Cit. 

5 Tomás Moulian; Chile Actual Anatomía de un Mito. 159

6 Op Cit 5, 255. 

7 El propio MIR los declaraba “combaMentes”. 

8 Los “descolgados

Un aporte de nuestro Pas presidente Humberto Julio Reyes

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional

Columna de Opinión, News

CHILE VAMOS DESAFÍA A LA MONEDA CON DECLARACIÓN PROPIA POR 50 AÑOS DEL 11-S

 

CHILE VAMOS DESAFÍA A LA MONEDA CON DECLARACIÓN PROPIA POR 50 AÑOS DEL 11-S.

Luciano Jiménez

La Tercera, 05/09/2023

En la UDI, RN y Evópoli se adelantaron al gobierno y acordaron suscribir un manifiesto conjunto con sus propios planteamientos, a medio siglo del Golpe. La coalición confirmó su negativa a acudir al llamado del Presidente Gabriel Boric a firmar el “Compromiso de Santiago” luego de tensiones entre el oficialismo y la oposición.

Pasadas las ocho de la noche, las directivas de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) se congregaron para un encuentro por Zoom que tenía por objetivo terminar de acordar un texto común de la declaración que darán como bloque este miércoles.

La iniciativa supone un desafío a la invitación del Presidente Gabriel Boric, quien ha desplegado gestiones para la firma de un documento transversal de las fuerzas oficialistas y de la oposición en el marco de la conmemoración número 50 del Golpe de Estado de 1973.

El llamado “Compromiso de Santiago” propuesto por La Moneda incluye cuatro puntos, como el cuidado de la democracia y el respeto a la Constitución, la condena a la violencia, defender los derechos humanos y fortalecer la colaboración entre Estados.

Sin embargo, en Chile Vamos surgieron dudas por adherir al texto, más que por la declaración misma, por lo que consideran falta de garantías para participar de la ceremonia en Palacio y la posibilidad de que ésta se transforme en un “evento ideológico” que sea usado políticamente por el gobierno. En esa línea optaron por restarse del evento.

Como contraofensiva entre los partidos decidieron redactar una declaración conjunta para reafirmar los planteamientos con que conmemorarán los 50 años del Golpe.

El texto se dará a conocer este miércoles a las 08:30 de la mañana en la sede del Congreso Nacional en Santiago donde participarán por la UDI Javier Macaya y María José Hoffmann; en RN Francisco Chahuán y Diego Schalper, y por Evópoli, Gloria Hutt y Juan Carlos González.

Al cierre de esta edición, parte del contenido que se quería destacar eran valores que tenían en común como coalición, como por ejemplo relevar el valor de la democracia, el respeto por los derechos humanos, la condena a la violencia en cualquier tipo -incluyendo el terrorismo y como método de acción política-.

También se incluirá una dura crítica al gobierno respecto del tono que ha marcado la antesala de la conmemoración y que atribuyen -en buena parte- al propio Mandatario con sus cuestionamientos al fundador de RN, Sergio Onofre Jarpa; la alusión al suicidio de uno de los condenados por el asesinato de Víctor Jara, de la que luego en todo caso se retractó y el emplazamiento a la supuesta ausencia de los líderes opositores en el lanzamiento del Plan de Búsqueda en circunstancias que las invitaciones fueron mal cursadas.

El tono del manifiesto se comenzó a trabajar desde el lunes de esta semana. Cada partido envió un borrador y durante el martes los dirigentes fueron compartiendo ideas en común para ir conformando una redacción unitaria.

La idea fue escribir una declaración larga con los puntos comprometidos del sector.

Sin embargo, parte de la redacción inicial se fue tensionando debido a diferencias que sostuvieron respecto de hacer una mención histórica de lo que fue el gobierno de la Unidad Popular dentro de la declaración.

En sectores de RN y la UDI querían aludir a las responsabilidades del gobierno de Salvador Allende en lo que califican como “quiebre institucional” previo al Golpe de 1973. Pero en Evópoli tenían reparos respecto del tema y querían hacer una declaración que enfatizara más el futuro.

En ese sentido, el debate era si abordar la declaración desde 1970 o abarcar desde el 11 de septiembre de 1973.

La tensión también se dio a nivel de suscribir o no el compromiso del gobierno. Pues en RN vieron con cierta desconfianza que la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, se manifestara disponible a suscribir el “Compromiso de Santiago”.

“Consideramos que los puntos que tiene ese borrador (del gobierno) son válidos”, dijo Hutt en 24 Horas, agregando que “suscribimos” los puntos del gobierno y que “hay posturas que son más afines a las posturas que representan cada uno de los partidos, pero está abierta la conversación como Chile Vamos”.

También desde el Parlamento algunos diputados y senadores querían involucrarse en el contenido de la declaración, y no delegar todo a las directivas de los partidos. De hecho los senadores de Evópoli tenían pretensiones de participar en el encuentro de esta noche.

Mientras que otras versiones dicen que hubo diferencias respecto de si incluir o no en la declaración el rol del Partido Socialista, colectividad a la que en Chile Vamos han visto como ausente en la discusión, a diferencia de otros partidos que han tenido más protagonismo, como el Partido Comunista.

Esta era parte de la discusión que mantenían al cierre de esta edición. Pero lo que de todas maneras en los partidos tenían como postura en común, es que creían que acudir a La Moneda sería exponerse innecesariamente.

En ese sentido, sería incómodo para la derecha asistir a un evento del cual no tienen garantías de cómo será la puesta en escena. Podría haber escenas incómodas como un homenaje a Allende, gritos del público en contra de los partidos de Chile Vamos, o aparecer en fotos al lado de invitados gobernantes de izquierda del resto de la región.

La puesta en escena para el manifiesto de Chile Vamos también fue un tema. Y si bien se acordó acudir al Congreso Nacional en Santiago, los partidos evaluaron ir directamente a La Moneda a entregarle a Boric la declaración con la postura del sector.

La incomodidad con Piñera. Al cierre de esta edición en la oficina del expresidente Sebastián Piñera sostenían que no había llegado una invitación formal al exmandatario para asistir a la conmemoración oficial del 11 de septiembre.

La participación del exjefe de Estado era un tema que incomodaba en Chile Vamos, pues sería evidente el contraste si es que los partidos se restaban, pero el exgobernante acudía como invitado a Palacio.

En el entorno del expresidente afirmaban que éste tenía cierta resistencia a acudir, por las mismas razones que Chile Vamos, pero en la coalición algunos desdramatizaban su presencia en la ceremonia, pues se entendía que su rol en calidad de expresidente era distinto al de la coalición.

De todas maneras, con la ausencia de otros exmandatarios -como Eduardo Frei que no acudiría y Ricardo Lagos cuya asistencia se mantenía en suspenso- se desdramatizaba la situación de Piñera.

El protagonismo en el tema alcanzado por el exmandatario había tensionado a Chile Vamos desde el viernes. Ese día Piñera sostuvo un encuentro con Boric y luego convocó a Chile Vamos para pedirles que evaluaran la firma del compromiso.

En la UDI, RN y Evópoli vieron como una intromisión indebida el involucramiento del exmandatario, y este lunes hicieron un llamado a relevar la autonomía que tiene cada partido.

Con todo, el tema también fue incómodo para el piñerismo, pues el hecho de que la UDI, RN y Evópoli se restaran del encuentro pese al llamado del expresidente, representaba una quitada de piso para el exmandatario.

Pese a ello, hasta el momento Piñera no ha definido públicamente si asistirá o no.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel

Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional  

Columna de Opinión, News

CÓMO UN EVENTUAL CIERRE DE PUNTA PEUCO SE INSTALÓ EN TORNO A LA CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS.

 

CÓMO UN EVENTUAL CIERRE DE PUNTA PEUCO SE INSTALÓ EN TORNO A LA CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS.

Catalina Batarce

La Tercera, 05/09/2023

Tanto el Presidente Boric, la vocera de gobierno, Camila Vallejo, y el ministro de Justicia, Luis Cordero, han intervenido en el debate sobre el futuro del penal. Si bien aún no hay una decisión en la materia, en La Moneda, no han sido tajantes en que no habrá novedades sobre el quehacer de los 134 reclusos que cumplen allí condenas por delitos de derechos humanos. En el horizonte, además, se esperan fallos desfavorables para más de 30 imputados.

Fue al fin de su mandato que la expresidenta Michelle Bachelet, en marzo del 2018, pidió al ministro de Justicia, Jaime Campos, cerrar Punta Peuco. El entonces secretario de Estado se negó y, desde entonces que esa puerta no volvió a tocarse tan directamente. Hasta hoy, a seis días de la conmemoración de los 50 años del golpe.

El Presidente Gabriel Boric dijo el domingo que “hay distintas alternativas sobre Punta Peuco”, palabras que fueron reforzadas al día siguiente por la vocera de gobierno Camila Vallejo, quien agregó que en la cárcel que cuenta con 134 reos encausados por violaciones a los derechos humanos se mantienen “privilegios intolerables”.

Pero aunque desde que el Mandatario llegó a La Moneda sus equipos han analizado opciones, en ninguna de eluciones de las autoridades de Palacio hubo detalles sobre las fórmulas que se barajan.

Eso sí, ambas sirvieron para reafirmar la intención de esta administración de generar cambios profundos en el penal y, de paso, reinstalaron el debate constante que hay en torno a esas dependencias. Sobre todo, a días de que se conmemoren 50 años del Golpe de Estado.

Sin embargo, pese a que la convicción está, fuentes consultadas por La Tercera son claras en indicar en que aún el Ejecutivo no tiene ultimados los detalles del plan que permitiría concretar una modificación o redestinación de esa cárcel ubicada en la comuna de Tiltil.

Por lo que con miras al 11 de septiembre, según los mismos personeros, lo que el Presidente podría anunciar sería sólo la intención formal de concretar su adecuación, por ejemplo, para albergar población penal común o internos de otras características especiales.

Aquello, además, porque para el Ejecutivo -aunque hicieron las evaluaciones- ya está descartado el cierre de Punta Peuco, en atención a la sobreocupación de las dependencias penitenciarias a nivel nacional. Y es que actualmente, de acuerdo con datos de Gendarmería, la capacidad a nivel país está sobrepasada en 21,4 %, pues hay cupo para 41.631 personas en régimen de 24 horas y en realidad hay un total de 50.522 internos.

Así, de hecho, lo evidenció el ministro de Justicia, Luis Cordero, que en T13 Radio también confirmó que no es posible cerrar penales. “Hace algunos años sí estábamos en condiciones de cerrar cárceles, pero como en los últimos 16 o 17 meses hemos tenido un aumento muy significativo de privados de libertad, no estamos en esa condición”, señaló.

Por lo mismo, de acuerdo con lo expuesto por personas consultados por este medio, el gobierno no se puede dar el lujo de perder plazas y, por ello, la opción más viable que divisan es optimizar las citadas dependencias, aunque ello tiene sus propias complejidades.

Las trabas. Punta Peuco, concebida como una cárcel especial de acuerdo con un decreto supremo firmado de 1995, tiene una capacidad para albergar a 112 personas, por lo que hoy está copado.

Es un penal pequeño, y para que su readecuación tenga un impacto significativo para el sistema penitenciario, tendría que ampliarse, comentan fuentes de gobierno.

Pero eso hoy no es nada de simple, porque el plan regulador de la Región Metropolitana impide que se pueda construir un centímetro más de cárcel, lo que hace necesario modificarlo.

Eso ya está en marcha, y fue uno de los motivos por los cuales, en junio pasado, se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que busca que Justicia pueda solicitar a Vivienda la modificación de los planos reguladores para la alteración, ampliación, reparación o reconstrucción de establecimientos penitenciarios existentes.

Otra opción, en línea con lo que plantean diputados oficialistas, sería simplemente trasladar a los actuales internos a otros penales y ubicar en el lugar, por ejemplo, a reclusas embarazadas o que tengan hijos. Sin embargo, hoy no hay dependencias habilitadas en otros penales para albergar a 134 condenados por violaciones a los derechos humanos, quienes en su mayoría son adultos mayores.

La población penal de Punta Peuco, insisten voces oficialistas, requiere de ciertas condiciones. Por ejemplo, no pueden utilizar catres o literas normales, por la avanzada edad que tienen o sus patologías. No hay factibilidad técnica para instalarlos en otras zonas, se reitera en Palacio.

En Colina 1, donde también está dispuesto un módulo especial para este tipo de condenados, tampoco hay espacio, y por lo mismo, nuevos reclusos han debido ir ingresando a otras dependencias, junto a población penal de bajo riesgo o de características similares.

Se proyecta, por las mismas razones, que los entre 30 y 70 nuevos condenados por DD. HH. que podrían ser notificados hasta fin de año ingresen a los recintos de Puente Alto o Colina 1, vía modificaciones menores que se están realizando a las dependencias.

Así las cosas, fuentes de gobierno insisten en que mientras no se pueda ampliar significativamente los recintos de la RM, las opciones para cambiar la destinación de Punta Peuco son más que escasas, y que por ende, falta trabajo por realizar para concretarlo.

Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel