Columna de Opinión

LA DURA CRÍTICA DEL TRIBUNAL A LA FISCALÍA DEL BIOBÍO EN LA ABSOLUCIÓN DE MARINO ACUSADO POR EL HOMICIDIO DE YORDAN LLEMPI

Juan Pablo Andrews – La Tercera, 18/12/2024

Una dura crítica a la investigación de la Fiscalía del Biobío fue la que hizo el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Cañete, en el fallo donde terminó por absolver al infante de marina Ricardo Seguel San Martín, quien era acusado por el homicidio del comunero Yordan Llempi Machacán, un hecho ocurrido en 2021.

En fallo unánime, el juzgado desestimó los cargos de homicidio simple y apremios ilegítimos que imputaba el fiscal Nelson Vigueras contra el uniformado. Para arribar a esa resolución el tribunal consideró que “la prueba rendida por el Ministerio Público y la acusadora resultó insuficiente para acreditar, más allá de toda duda razonable, los hechos objeto de sus acusaciones”.

TOP de Cañete absolvió a marino encausado por homicidio de Yordan Llempi. En su veredicto, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Cañete consideró que el ente persecutor actuó con “sesgos de confirmación” y realizó una “investigación de túnel”. Además, criticó la participación del Instituto de Derechos Humanos en el juicio, señalando que llamaba la atención que no hubiesen hecho ni siquiera una pregunta en el transcurso del mismo.

Los hechos ocurrieron en el marco de un enfrentamiento entre comuneros y personal de la Armada, en momentos en que regía el estado de excepción en la provincia de Arauco. En síntesis, la Fiscalía imputaba a Seguel por disparar, “en total, 58 disparos con su fusil, siendo a lo menos uno de ellos realizado con dolo homicida, a una distancia superior a los 300 metros desde donde se encontraba la víctima y en dirección a esta”.

Pero junto con desestimar aquello, el tribunal también cuestionó el actuar del ente persecutor en este caso, indicando que obraron con “sesgos de confirmación” y que, en definitiva, realizaron una “investigación de túnel”.

Una de las pruebas presentadas por la Fiscalía se basaba en una conversación que el acusado tuvo el día de los hechos con un sargento, que fue desacreditada por el tribunal. “Yo le disparé y cayó el c… iba con chaleco y toda la h…”, dice parte del diálogo.

“No obstante (la Fiscalía) no considera que ese mismo día, en aquel contexto, hubo un segundo herido con un disparo en el hombro, con una trayectoria similar a la que tenía el señor Llempi: Claudio Porma, persona cuya versión resultó en extremo dudosa, por las razones expuestas por el testigo (apellido). Si se suma el hecho de que Seguel no fue la única persona que disparó municiones calibre 5.56, es imposible superar el estándar legal exigido para acreditar el nexo causal entre la conducta del acusado y el resultado de muerte del señor Llempi Machacán, hipótesis que debe conducir a la absolución del encartado”, se establece en la resolución.

Por otra parte, en el fallo se agrega que “es posible advertir que la propia prueba de cargo resultó contradictoria con la teoría del caso de los acusadores, dando lugar a indicios de un sesgo de confirmación, lo que redundó en lo que se ha denominado ‘investigación de túnel’”.

Así las cosas, el tribunal estimó que la Fiscalía fue concibiendo sus argumentos en base a una hipótesis “preconcebida” y dejando elementos fuera de su alegación.

Por ejemplo, en el fallo se señala que no se consideró que José Llempi, hermano menor de la víctima y con quien vivía, “haya sido encontrado en horas de esa mañana —y antes incluso de que se produjera el ataque contra Carabineros— en posesión de un vehículo con encargo por robo, municiones de escopeta y un chaleco antibalas.

Afirmar que no había indicio alguno de que la víctima haya disparado o a lo menos participado de aquel grupo, se aleja de los indicios que aporta la propia prueba de cargo y, al desestimarlos por “no ser objeto de su investigación”, relacionada únicamente a la muerte de Yordan Llempi, es demostrativa de una preferencia por la información consistente con una hipótesis preconcebida —que la víctima no participó ni formó parte del grupo que atacó a Carabineros y funcionarios de la Armada—, en lugar que aquella que la controvierte”.

Sobre esto último, se agrega: “Lo anterior no constituye de ninguna manera un atentado contra la memoria de la víctima, ni menos una indiferencia al dolor que el fallecimiento de un familiar naturalmente deja a sus deudos, sino que solamente puntualizar algunas cuestiones que a la luz de la prueba rendida eran relevantes para una investigación racional y justa, pero que se omitieron y hasta se intentaron justificar durante el juicio. Si no se desconocía el contexto y que, en efecto, un grupo de civiles armados atacó a Carabineros y personal de la Armada, cabe preguntarse por qué se omitió toda referencia a ello en la acusación”.

También el tribunal criticó que el Ministerio Público haya omitido los ilícitos cometidos por un grupo de civiles armados durante los minutos en que se produjo la muerte de Llempi. “Visto desde la perspectiva del acusado y sus garantías en tal calidad, sí la transformó técnicamente en una investigación sesgada”.

Por otro lado, también se critica la participación del Instituto Nacional de Derechos Humanos, querellante en la causa. “Habiéndose propuesto una calificación jurídica distinta, que como tal está sujeta a presupuestos fácticos también diversos —y no a una mera cuestión de especialidad—, llama la atención que ni en la acusación se haya plasmado una diferencia esencial en los hechos, que refleje esa calificación, ni durante el juicio se haya efectuado pregunta ni actuación alguna, a fin de incorporar información que sustentara su pretensión punitiva como acusadora particular, pareciendo su proceder casi una acusación temeraria”.

Reacciones. El veredicto produjo reacciones. Por ejemplo, Juan Francisco Galli, quien en ese minuto era subsecretario del Interior, valoró la resolución. “El fallo no solo absuelve al infante de marina acusado, sino que cuestiona seriamente la objetividad de la Fiscalía en el caso. Da cuenta de que la Fiscalía omitió información relevante sobre el enfrentamiento en que participó activamente la persona fallecida. Asimismo, señala que el INDH no aportó ningún antecedente para fundar su acusación de apremios ilegítimos, tildándola de ‘casi temeraria’”.

Por último, el abogado particular Sergio Contreras, quien representó al marino imputado, señaló estar “muy satisfecho” con lo resuelto. “Acoge nuestra tesis en sus dos grandes pilares. Por un lado, que no hubo una investigación acabada, objetiva, que diera cuenta de cómo sucedieron realmente los hechos. Por otro lado, tampoco hubo prueba suficiente para acreditar que la lesión recibida por el señor Llempi haya sido producto de algunos de los disparos realizados por mi cliente”.

El miércoles, la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena, sostuvo que revisarán el veredicto para estudiar qué acciones tomar.

Columna de Opinión

PENSIONES: ACUERDOS EN TEORÍA Y EN LA PRÁCTICA

Gerardo Varela – El Mercurio, Columnistas – 21/12/2024

Las sociedades democráticas consensuales suponen un ejercicio de diálogo, de respeto y por supuesto de acuerdos. Esa es la teoría y está bien que así sea, pero los acuerdos tienen límites en los derechos personales, en la ciencia o en la economía. No podemos privar de derechos a un grupo de gente porque nos cae mal o prohibir la ley de gravedad o derogar la ley de la oferta y la demanda.

”El argumento de exigir mayor solidaridad no se sostiene respecto de personas que ya pagan 19 % de IVA, 44,45 % de impuesto a la renta, contribuciones, patentes, etc.”

Hoy estamos de acuerdo en que el sueño del Pibe (y que quebró a Argentina) de que trabajemos poco, contribuyamos menos, jubilemos jóvenes y tengamos pensiones generosas, no es sostenible económicamente. Siendo así, estamos buscando mejorar un sistema que ha cumplido con creces para lo que estaba diseñado, pero la combinación de mejores sueldos, baja cotización y más años de vida obliga a perfeccionarlo, pero no a cambiarlo.

Hay dos cuestiones centrales que no debemos olvidar. La primera es que con los retiros, la gente se reencantó con las AFP. Se dieron cuenta de que la plata era suya, estaba custodiada de la avidez de los políticos y bien administrada. Por eso hoy una marcha por No + AFP llevaría menos gente que una concentración de Arturo Frei Bolívar.

Lo segundo es que con la PGU se resolvió la falta de pensiones de los más pobres, los que nunca cotizaron, los que trabajaron informales, etc. Eso al país le cuesta una fortuna y ya lo pagamos todos.

El argumento de exigir mayor solidaridad no se sostiene respecto de personas que ya pagan 19 % de IVA, 44,45 % de impuesto a la renta, contribuciones, patentes, etc., que deben ahorrar para salud y pensiones y que, además, ayudan con tiempo y dinero a sus progenitores y parientes en dificultades.

Las encuestas muestran que los chilenos quieren solidaridad, pero me sospecho que es con la plata ajena no con la propia.

Hay tres temas en discusión que son relevantes, pero no dan para peleas fratricidas: (i) cómo mejorar las pensiones para los jóvenes de hoy que ganan y viven más, (ii) cómo mejorar las pensiones de las mujeres para que sean equivalentes a las de los hombres y (iii) cómo restaurar la confianza deteriorada después de los retiros para que las AFP puedan invertir en el largo plazo y mejorar las pensiones.

Para lo primero, es claro, hay que cotizar más y jubilar más viejo. Esto es técnicamente correcto, pero impopular porque el 6 % adicional sale del sueldo de los chilenos y tiene un costo alternativo, porque lo que se ahorra para pensión futura no se gasta en necesidades presentes (es legítimo sostener que es un mejor seguro contra la vejez destinar el 6 % a educar a sus hijos o pagar un dividendo hipotecario para tener casa propia).

Para lo segundo, hay varias soluciones que no distorsionan el sistema y se soluciona con una combinación de medidas técnicamente más correctas que un préstamo subsidiado al gobierno de turno: (i) que a las mujeres no les calculen la pensión obligándolas a provisionar pensiones de sobrevivencia para el marido (la mujer soltera a quien no se le calcula ese gravamen tiene un 2,4 % de mejor pensión que el hombre casado; (ii) usar el fondo de reserva de pensiones de 9.500 millones de dólares que maneja Hacienda; (iii) dejar de dilapidar plata en el fisco como si fuera acabo de mundo (CAE, fundaciones y asesores chantas, TVN, Transantiago, licencias falsas, 25 ministerios, etc.), y (iv) hacia el futuro, que se igualen las edades de jubilación de hombres y mujeres.

Y para lo tercero es preciso asegurar jurídicamente, subiendo los quorum legales, que no habrá nuevos retiros.

La mayor necesidad en la vejez son buenos servicios de salud. Si el Gobierno efectivamente estuviera preocupado de los veteranos, arreglaría la salud pública, que es una vergüenza. Es mala, cara e ineficiente.

Le metemos plata al sistema de salud público y parece un hoyo negro en que todo se gasta y nada mejora. Eso es una inmoralidad del Estado que ofende a nuestros jubilados.

Un acuerdo previsional que no contemple una reingeniería de la salud estatal les quitará en salud a nuestros jubilados lo que les subamos en pensiones.

Por eso acuerdos, sí, pero económicamente sostenibles y políticamente consistentes.

Columna de Opinión

EL HALLAZGO DE LA MEMORIA DE ONDAS GRAVITACIONALES SERÍA UNA NUEVA PRUEBA DE LA RELATIVIDAD GENERAL: UN RECIENTE ESTUDIO MUESTRA CÓMO DARLE LA RAZÓN A EINSTEIN

Eugenio M. Fernández Aguilar, Físico, escritor y divulgador científico. Director de Muy Interesante Digital – Muy Interesante, 20/12/2024

Cuando Albert Einstein propuso su teoría de la Relatividad General en 1915, pocos podrían haber imaginado el alcance de sus predicciones. Aunque la teoría ha superado todos los desafíos experimentales hasta ahora, aún quedan fenómenos por confirmar.

Entre ellos, se encuentra el efecto de memoria de las ondas gravitacionales, un fenómeno que, en palabras sencillas, deja una marca permanente en el tejido del espacio-tiempo cuando pasa una onda gravitacional.

Ahora, un equipo internacional de investigadores ha dado un paso clave en la búsqueda de este efecto. Un nuevo estudio propone cómo detectar el efecto de memoria de las ondas gravitacionales procedente de las supernovas de colapso del núcleo (CCSN). Utilizando datos de simulaciones de vanguardia y técnicas modernas de filtrado, los científicos aseguran que es posible encontrar este efecto con los observatorios actuales.

El efecto de memoria gravitacional: qué es y por qué importa. El efecto de memoria gravitacional predicho por la relatividad de Einstein consiste en una deformación permanente en el espacio-tiempo después del paso de una onda gravitacional. A diferencia de las ondas tradicionales, que oscilan y luego desaparecen, este fenómeno deja una “huella” permanente que altera las distancias entre dos puntos en el espacio. Esta propiedad tan singular lo convierte en una de las pruebas más intrigantes y aún no verificadas de la Relatividad General.

Un símil de andar por casa. El efecto de memoria de las ondas gravitacionales puede compararse con el comportamiento de los materiales plásticos frente a los elásticos.

En un material elástico, como un muelle o una goma, la deformación que provoca una fuerza es temporal y desaparece cuando la fuerza deja de actuar. Esto es similar a la mayoría de las ondas, como las sonoras, que oscilan y luego desaparecen sin dejar rastro.

En cambio, los materiales plásticos, como la arcilla, mantienen una deformación permanente tras la aplicación de una fuerza. De forma análoga, cuando una onda gravitacional atraviesa el espacio-tiempo, no solo genera una oscilación temporal, sino que deja una deformación permanente, una “huella” en el tejido del espacio-tiempo que persiste incluso después de que la onda haya pasado. Esta característica singular es lo que hace al efecto de memoria gravitacional único y tan difícil de detectar.

Existen dos tipos principales de efecto de memoria: lineal y no lineal.

Efecto de memoria lineal. El efecto de memoria lineal surge como resultado de la emisión anisotrópica de ondas gravitacionales, es decir, cuando una fuente cósmica, como una supernova, libera energía de forma desigual en distintas direcciones.

Este desequilibrio genera un cambio permanente en el espacio-tiempo que se manifiesta como una deformación residual. En el caso de las supernovas de colapso del núcleo (CCSN), la asimetría en la emisión de neutrinos y la eyección de materia durante la explosión son los principales responsables de este fenómeno.

La señal resultante, aunque débil en comparación con otras ondas gravitacionales, tiene una duración prolongada y muestra una característica rampa de ascenso que se estabiliza en un valor final no nulo, lo que lo convierte en un candidato ideal para su estudio en eventos cercanos.

En el contexto de las supernovas, el efecto de memoria lineal es particularmente relevante debido a la emisión asimétrica de neutrinos. Las explosiones de supernovas liberan enormes cantidades de energía en forma de ondas gravitacionales y neutrinos, pero cualquier asimetría en esta emisión produce un cambio duradero en el espacio-tiempo.

Efecto de memoria no lineal. El efecto de memoria gravitacional no lineal, también conocido como efecto de Christodoulou, es más complejo y surge de la interacción de las propias ondas gravitacionales con el espacio-tiempo que atraviesan.

En este caso, el paso de una onda gravitacional inicial perturba el espacio-tiempo de tal manera que provoca la generación de nuevas ondas gravitacionales secundarias, amplificando y modificando el efecto inicial.

Este fenómeno se debe a la naturaleza geométrica de la Relatividad General, donde el espacio-tiempo no es un fondo pasivo, sino que interactúa activamente con las ondas que lo atraviesan.

Aunque ambos efectos coexisten, su magnitud varía dependiendo de la fuente: en las CCSN, el efecto lineal predomina, mientras que en fusiones de agujeros negros y estrellas de neutrones, el efecto no lineal puede ser más relevante debido a las intensas perturbaciones gravitacionales generadas.

Un nuevo enfoque basado en simulaciones. El estudio, liderado por Colter J. Richardson y su equipo, se basa en simulaciones tridimensionales avanzadas de supernovas. Utilizaron el modelo CHIMERA para analizar estrellas de diferentes masas, desde 9,6 hasta 25 masas solares. Estas simulaciones mostraron un comportamiento distintivo en las ondas gravitacionales, donde la deformación del espacio-tiempo aumenta de forma gradual hasta alcanzar un valor estable y permanente, característico del efecto de memoria.

Lo interesante es que, a pesar de que la señal es compleja y aleatoria, los investigadores identificaron un patrón regulare en las fases de memoria. Este comportamiento pudo ser modelado con funciones logísticas, las mismas que se utilizan para estudiar fenómenos de crecimiento poblacional. Según los autores, este modelo simplificado facilita el proceso de búsqueda de las señales en los datos reales.

Las señales más fuertes se encontraron en las simulaciones de supernovas con 25 masas solares, donde la asimetría y el movimiento de la materia durante la explosión generaron una emisión gravitacional más pronunciada. En el caso de estrellas de menor masa, como la de 9,6 masas solares, la señal del efecto de memoria fue mucho más débil debido a la menor asimetría en la expulsión de material.

Cómo encontrar la memoria entre el ruido. Detectar el efecto de memoria no es una tarea sencilla debido al ruido presente en los detectores actuales, como LIGO o Virgo. Para resolverlo, los investigadores aplicaron un método de filtrado lineal predictivo combinado con filtrado por coincidencia.

En este proceso, el ruido se elimina progresivamente mientras que la señal se compara con plantillas preexistentes generadas por las simulaciones.

El resultado fue alentador: demostraron que una supernova con 25 masas solares podría ser detectada hasta una distancia de 10 kiloparsecs (unos 30.000 años luz), con una probabilidad de falsa alarma inferior al 0,05 %.

Esto significa que si una supernova lo suficientemente cercana ocurre en nuestra galaxia, los observatorios actuales serían capaces de identificar el efecto de memoria.

Por otra parte, los autores señalaron que al reducir la ventana de búsqueda a solo dos segundos, utilizando información adicional de neutrinos detectados simultáneamente, las posibilidades de éxito aumentan considerablemente. En este sentido, el trabajo propone un enfoque prometedor para la detección del efecto con los instrumentos disponibles.

Lo que está por venir. Confirmar la existencia del efecto de memoria gravitacional no solo validaría una de las últimas predicciones de Einstein, sino que abriría la puerta a nuevas formas de estudiar los fenómenos más extremos del universo. Las ondas gravitacionales generadas por supernovas permiten observar el interior de estos eventos, algo que no es posible con la luz visible, que proviene solo de las capas externas.

El equipo también sugiere que este enfoque podría extenderse a otros eventos astrofísicos, como las fusiones de agujeros negros y estrellas de neutrones. Aunque el efecto de memoria es más débil en estas fusiones, las mejoras en la sensibilidad de los detectores podrían hacer posible su detección en el futuro.

Por otro lado, proyectos como el Laser Interferometer Space Antenna (LISA), un observatorio espacial planeado para la próxima década, permitirán explorar frecuencias gravitacionales más bajas, donde el efecto de memoria es más evidente.

Columna de Opinión

EL MILAGRO DE MILEI

Axel Kaiser – El Mercurio, Columnistas, 21/12/2024

No fue fácil defender a Javier Milei por años frente a los economistas, empresarios y tantos otros que se escandalizaban con sus formas. Este grupo de personas, el 99,9 % en el que se encuentran también los intelectuales, fue totalmente incapaz de entender el fenómeno revolucionario que se encontraba frente a sus narices.

Lo peor es que preferían a gente de izquierda bien comportada en lugar de a alguien que realmente proponía soluciones para, de una vez, sacar a los argentinos del fango estatista en el que se encontraban luego de un siglo de infección con parásitos mentales como los derechos sociales.

”Lamentablemente, ella parece empecinada en darle el gusto a la izquierda, lo que anticipa un próximo gobierno de naufragio”.

Pero las cosas están cambiando. Después de haberlo tratado de loco, peligro para la democracia, de haber afirmado que jamás ganaría y luego que no duraría un par de semanas, el éxito de Milei ha sido tan aplastante que ya no pueden seguir ignorándolo.

La inflación, que venía viajando a más de 25 % mensual cuando asumió la presidencia, hoy se encuentra por debajo del 3 % y continúa cayendo. Esto, es sin mencionar la hiperinflación que probablemente habría tenido Argentina si Milei no llegaba al gobierno.

Lo salarios reales, que sufrieron producto de las medidas necesarias para enfrentar la catástrofe heredada, ya se han recuperado en casi un 10 % desde marzo a la fecha. La pobreza comienza también a caer de manera importante y se encamina a terminar el año a un nivel más bajo que cuando Milei asumió el poder.

El riesgo país que rondaba los 2000 puntos cuando asumió Milei, hoy ha caído debajo de los 700 puntos y continúa disminuyendo gracias a su política radical de reducción de gasto estatal. El peso argentino, que hace poco no tenía piso y se devaluaba día a día masivamente frente al dólar, se ha mantenido extraordinariamente estable y la brecha cambiaria casi ha desaparecido.

Más aún, con una apreciación de 40 % o más, el peso argentino se encamina a ser la moneda que más ha ganado en valor en el mundo este año según análisis realizados con datos del Bank for International Settlements. Parece ciencia ficción.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional calcula que la Argentina de Milei crecerá un 5 % el próximo año. ¿Cómo fue posible este milagro que absolutamente nadie, partiendo por los economistas de paper, creía posible? La respuesta es simple: libertad, libertad, libertad.

Lo que ha hecho Javier Milei es devolverles la libertad a los argentinos sacando el peso del parasitismo estatal que los asfixiaba y humillaba diariamente.

Las ideas de Milei son las Milton Friedman, Friedrich Hayek y Ludwig von Mises, entre otros gigantes de la economía y filosofía y son las mismas que aplicó Chile en el pasado para convertirse en la nación más próspera de América Latina y que luego abandonó.

Milei argumenta lo que ya estos genios advertían, a saber, que el Estado es el gran problema. Pero lo de Milei es aún más extraordinario, porque el milagro más relevante no es el económico —después de todo la libertad siempre conduce al progreso—, sino el político cultural. Milei lideró una revolución cultural libertaria solo comparable en profundidad y magnitud con la que hizo Perón en dirección del colectivismo hace casi un siglo.

Los que hemos jugado algún rol en esa transformación liberal en Argentina sabemos, por lo mismo, que los cambios que está haciendo Milei y su equipo de notables, probablemente van a permanecer mucho tiempo. Y es que Milei entiende perfectamente la importancia de la batalla cultural, porque vio cómo Chile se terminó autodestruyendo por la fatal ignorancia y cobardía de sus élites a la hora de defender lo que se había logrado.

De ahí que el ministro Caputo tenga toda la razón cuando dice que Chile se hundió porque se dejó a la izquierda construir su hegemonía cultural. Y de ahí también que, teniendo ese diagnóstico claro, Milei y su equipo pongan especial énfasis en ese aspecto. Ellos no quieren que en el futuro ocurra algo similar en su país y que llegue un comunista tipo Boric o Bachelet II a hundirlos.

La centroderecha chilena, que posiblemente llegue al gobierno el próximo año, debería aprovechar el éxito de Milei para ofrecer al país soluciones radicales que nos saquen del pantano estatista en el que estamos. Lamentablemente, ella parece empecinada en darle el gusto a la izquierda, lo que anticipa un próximo gobierno de naufragio.

Columna de Opinión

EL CONFLICTO DEL BEAGLE

Christian Slater Escanilla, Coronel (R) del Ejército de Chile, Veterano del 78 – Prensa Local Maipú, 30/11/2024.

Señor Director:

Este extracto del libro “40 Años al Servicio de Chile” conmemora el 40º aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, celebrado el 29 de noviembre de 1984.

Este histórico acuerdo puso fin al “Conflicto del Beagle”, un periodo de tensiones extremas que mantuvo al país al borde de una guerra con consecuencias incalculables. Una guerra que, gracias a Dios, no fue, pero cuyos ecos aún resuenan entre quienes la vivieron y entre quienes prefieren olvidar.

Lo que sigue es un extracto de algunos de los recuerdos más vivos de esos años, momentos que definieron mi vida y la de miles de hombres que, en esas trincheras, defendieron no solo la soberanía de Chile, sino también un juramento: dar la vida por la patria:

En el invierno de 1978, jóvenes oficiales recién graduados nos adentramos en las montañas, al mando de soldados que apenas conocían sus fusiles, preparados para enfrentar una guerra que parecía inevitable. Éramos pocos, mal equipados y precariamente entrenados, pero teníamos algo que nos unía más allá de las trincheras: un juramento, una misión y un amor inquebrantable por Chile.

Cavamos nuestras propias tumbas en la nieve y las llamamos trincheras. Allí, con el frío calando los huesos y la munición contada, celebramos cumpleaños, navidad y año nuevo. En nuestras mochilas llevábamos poco: un pan duro, una muda de ropa blanca y, sobre todo, mística, disciplina y un sentido del deber que solo quienes lo han vivido pueden comprender.

Antes de partir al frente, muchos de nosotros firmamos un testamento. No era una formalidad burocrática, sino una despedida sincera, cargada de emociones. En mi caso, dejé mis pocas pertenencias a mi madre y a mi polola: una cama, un velador, un equipo de música, una cómoda, un gamulán, unos blue jeans Lee comprados en la zona franca, unos anteojos Ray – Ban y un par de botas de cuero café.

Junto a estas “pilchas”, una carta llena de gratitud y un último adiós, liberando a mi polola de cualquier promesa, deseándole que fuese feliz en un Chile libre, aunque yo no estuviera para verlo.

Con un fusil SIG al hombro, un corvo afilado al costado y un cohete antitanque en la espalda –que apenas sabíamos usar–, estábamos listos para enfrentar al enemigo. No teníamos tiempo para lamentarnos, y cuando la comida no llegaba, sobrevivíamos con harina tostada disuelta en nieve o una tortilla de rescoldo ofrecida por un baqueano. En ocasiones, hasta un chivo desafortunado nos permitió un festín improvisado, no sin discusiones con su dueño.

En esas noches frías y estrelladas, compartíamos cigarrillos y esperábamos el paso de los satélites, cuyos horarios conocíamos de memoria. Mirarlos cruzar el cielo sobre Pino Hachado, Vado Tucapel o Liucura, se había convertido en un ritual, un momento de calma en medio de la tensión constante. Aunque pareciera absurdo, esa conexión con algo tan lejano nos hacía sentir un poco más humanos.

En una de esas frías mañanas, nuestros observadores adelantados nos alertaron que, entre la poca luz de ese crepúsculo matutino, se observaban movimientos en la línea fronteriza. No eran soldados argentinos. Eran cientos de chilenos expulsados de ese país, que entre medio de la neblina cruzaban la frontera con sus hijos en brazos, temerosos de que algún soldado nervioso disparara al confundirlos con el enemigo. Esos momentos, cargados de tensión y humanidad, marcaron a muchos de nosotros para siempre.

La camaradería, la mística y el espíritu de cuerpo se forjaban en cada gesto, en cada sacrificio. A nuestras espaldas, las ciudades seguían su curso. Mientras nosotros enfrentábamos el riesgo de la muerte, muchos jóvenes universitarios planeaban sus vacaciones o se reunían en piscinas y clubes sociales. La desconexión era total, y pocos entendieron entonces, como pocos lo entienden ahora, que sus logros y libertades se construyeron a la sombra de los sacrificios de aquellos que defendimos sus espaldas.

Recuerdo también cómo los capellanes recorrían las líneas defensivas repartiendo escapularios y palabras de aliento. Todavía conservo el mío, un pequeño objeto que, en esos días, era mucho más que un símbolo religioso: era un recordatorio de que no estábamos solos y de que, en última instancia, nuestra fe era nuestra mayor fortaleza.

En esas trincheras, formadas por oficiales, clases y soldados, no había lugar para dudas ni miedos. Cada uno estaba allí por una sola razón: cumplir con su juramento. Un juramento que recordaba a nuestros héroes como Arturo Prat y los marinos del Combate Naval de Iquique, o al Capitán Ignacio Carrera Pinto y los 77 chacabucanos que murieron en el Combate de La Concepción.

Ellos, incluso antes de que existiera este juramento, eligieron voluntariamente dar la vida por la patria. No por sus ideas, no por sus intereses personales, sino por algo superior: Chile.

Hoy, las islas Picton, Nueva y Lennox siguen siendo chilenas. Pero el precio no fue solo nuestro esfuerzo físico. Muchos de quienes estuvieron allí son ahora prisioneros de su pasado, no porque lo eligieran, sino porque cumplieron con un juramento que trascendía lo personal.

Y aquí estamos, 40 años después, mirando a un país que parece haber olvidado esos sacrificios.

¿Qué han hecho nuestras autoridades y los políticos con el Chile que defendimos con tanto esfuerzo? Se coluden en pactos de silencio, premian a quienes queman nuestros monumentos y no persiguen a quienes ultrajan nuestra bandera.

En lugar de honrar a las Fuerzas Armadas y de Orden que sostuvieron la paz, las desprotegen y las desprecian evitando la participación en actos que conmemoran esa fecha, mientras la mentira, la violación, los borrachos, la corrupción y el saqueo a través de fundaciones truchas han manchado al Gobierno y políticos sin decoro ni respeto ignoran las más mínimas normas de protocolo y formalidad, incluso en las ceremonias que representan al país.

Un gobierno más preocupado de “fotos íntimas” con un pésimo manejo comunicacional, más propio de la farándula.

A veces, cuando uno mira hacia atrás, es imposible no preguntarse: ¿Y tanto sacrificio… para qué?

RELACIONES INTERNACIONALES Y SEGURIDAD

LA ARGENTINA PERONISTA Y LA ARGENTINA DE MILEI

Fernando Thauby García – 20/12/2024

Tengo un gran aprecio por la Argentina que conozco: la de Cuyo, la relacionada por familia y la que viene a vacaciones a Chile.

Gente alegre, generosa, amistosa, “familiera”.

También he estado relacionado con otra Argentina, de argentinos de cualquier parte del país, que vienen por razones laborales, negocios, educacionales, trabajadores, esforzados, creativos. Y también con inmigrantes: emprendedores, trabajadores, generalmente honrados.

También conozco a otra clase de argentinos, generalmente los menos dotados intelectual y socialmente, que se comportan en forma agresiva, prepotente y chocante, generalmente cuando están intoxicados por un partido de futbol, por una carrera de autos, por la performance de un artista: por algo competitivo.

Que caen temporalmente en estado de éxtasis violento transitando luego hacia una prepotencia desagradable o hacia una humildad también incómoda, según sus representantes, hayan ganado o perdido la competencia.

Hasta ahí, entendible para cualquier chileno, en general apático, más bien taimado, buena persona, algo quisquilloso pero que se rinde fácil a la amistad y la simpatía de la contraparte.

Hay otra clase de argentinos que nos parecen insoportables, son los belicosos, expansivos, historiadores distorsivos, ajenos a la verdad y poseídos por fantasías militares, científicas o culturales exuberantes. Son estados latentes que pueden estallar súbitamente y durar meses o años.

Desde aquí los miramos con resignación y en silencio, mientras nuestra temperatura interna va subiendo lenta pero sostenidamente.

Nuestros vecinos, en un cambió súbito, cambian de objetivo y su atención va en otra dirección. El problema surge cuando ellos ya van de bajada, nosotros aun vamos de subida. En que el vaso de nuestra paciencia y tolerancia se llenará a descompás y mostraremos una reacción que a nuestros vecinos les parecerá “desmedida”, “exagerada”, “chovinista” y “violenta”. Nos acusará de rencorosos, violentos, odiosos, acomplejados y los chilenos nos enojaremos aún más.

El gobierno de Milei inició un movimiento de dignificación y restauración de sus FF. AA., destrozadas por el Kirchnerismo ideológico y su ambición de controlar el poder total. Muchos no solo entendimos y aplaudimos esta justa reivindicación.

En esos años en que las FF. AA. de argentina estaban sumergidas, desmoralizadas y golpeadas, fuimos muy delicados en no presumir con lo que nuestra relativa mejor situación económica nos permitía adquirir y hacer.

Y todo fue bien, parecía que esta vez éramos realmente países hermanos bien avenidos.

Llegó Milei e inició la reconstrucción del país y de sus FF. AA., comenzando desde el nivel de ruina en que fue dejado por los gobiernos ideológicos. La gran mayoría de los chilenos nos alegramos de la oportunidad que se le abría a Argentina para recuperar y sobrepasar sus antigua glorias y motivos de orgullo nacional.

En estos días nubes negras y amenazantes sobrevuelan la cordillera, Argentina está recibiendo un lote de aviones modernos, necesarios y merecidos por su Fuerza Aérea, el Ejército está recibiendo parte del material blindado que alguna vez tuvo y que tras ser sometido a reparaciones y modernización, comienza a regresar a la fila, todo bien, la desgracia es que paralelamente, surgen coros guerreristas que recitan sus reclamos por las Malvinas, que destacan y magnifican cualquier queja de Chile por excesos y abusos de confianza en el Estrecho de Magallanes o activa sus actividades antárticas en vista a la aproximación del vencimiento de status quo vigente al respecto.

La prensa nos trae noticias exultantes y creativas de la firma de documentos de intención de adquisición de muchos más aviones modernos y espectaculares, submarinos próximos al del doctor Nemo y tanques de las Guerra de las Galaxias, destacando sus atributos para vencer a Chile, cuyas FF. AA. no están es la misma onda. Mal, todo mal.

Es de esperar que no volvamos a Galtieri azuzando a su muchedumbre enloquecida gritando “Tero, Tero, Tero, ahora a los ingleses después a los chilenos”.

Si es lo que de veras piensan hacer, no lo canten; si tienen la intención de transformarse en una Alemania nazi o en un Israel expansionista, no lo digan, solo inténtelo.