“HABÍA UNA FOTO Y ERA IGUAL AL MINISTRO JACKSON”: LA EXPLICACIÓN DEL GUARDIA SOBRE LO QUE VIO EN LA LLAMADA DE WHATSAPP CUANDO CAYÓ EN EL “CUENTO DEL TÍO”
La Tercera PM, 21/07/2023
José Guzmán Flores fue quien estuvo al teléfono, por videollamada, con quien se hizo pasar por la autoridad del Ministerio de Desarrollo Social. En su testimonio detalla cómo, según su versión, fue “engañado” y da cuenta del nivel de conocimiento que tenía su interlocutor del recinto, pues también le pidió sacar 15 medallas desde “su oficina”. Uno de los notebook robados estaba asignado al propio secretario de Estado.
“Nos parece bastante sospechoso que ocurran hechos de esta naturaleza, que parecieron no ser solo constitutivos de delito de robo, sino también relativos a una señal política”.
De esta manera, a pocas de horas de concretado el robo de 23 computadores desde el Ministerio de Desarrollo Social, la vocera de gobierno, Camila Vallejo (PC), entraba de lleno al cruce de supuestos sobre el origen y motivación del atraco.
Sin embargo, ni ayer en la mañana, ni hasta ahora, el Ministerio Público y el OS-9 de Carabineros tienen antecedentes que apunten en esa dirección.
En lo que trabajaba la Fiscalía, hasta ahora, es en perseguir un delito de robo con violencia, bajo la modalidad del llamado “cuento del tío”, los que -dicen- ocurren comúnmente desde la cárcel, y esta no fue la excepción.
La tarde del 20 de julio cayeron los dos primeros detenidos del caso: Elena Rojas y Miguel Apablaza, la primera por la receptación de los computadores robados, y el segundo por ayudar a concretar el robo desde la cárcel de Puente Alto, haciéndose pasar por el ministro Giorgio Jackson.
La pista de los investigadores apunta a que fue Apablaza quien estaba del otro lado de la línea, al momento de concretar el robo. El hombre fue quien habló y dio las instrucciones al guardia del ministerio, José Guzmán Flores.
Guzmán declaró ante la Fiscalía y entregó detalles de cómo fueron esos largos 25 minutos: “Suena el teléfono, donde Julio (el otro guardia) me dice que está el ministro Giorgio Jackson al teléfono, quien le dice que había sufrido un accidente”, dijo.
El relato. Allí, su colega le entregó el teléfono para que hablara con el “supuesto Jackson”, quien le ordena recoger 50 computadores desde las oficinas, pues se necesitaba hacer una renovación.
“Fui al sexto piso y hablando con el ministro por llamada de WhatsApp. Había una foto, era igual al ministro Jackson, usaba jockey. Ahí me dice que busque desde su oficina en el sexto piso 15 medallas, pero sólo había una, más una piocha. Las saqué”, reveló.
Luego de juntar los computadores, bajó al primer piso, y allí entregó la carga, en dos bolsas de basura, a una persona que andaba en auto.
Eso no fue todo, recordó, dado que su interlocutor le dijo que “sus sobrinos” también irían a fumigar, en 30 minutos, pero que antes debían retirar al caja fuerte”.
“Pasó una hora, llegó el mismo auto acompañado de dos sujetos más, con mascarillas quirúrgicas y overoles blancos. Llegamos al piso, se sacan las mascarillas, y portaban una ‘burrita’ para llevar la caja. El ministro me decía todo el rato que confiara, que sus sobrinos eran de confianza”, sostuvo Guzmán ante los investigadores.
Ya con el botín en sus manos, vuelven a bajar a la recepción para subir la caja fuerte al auto. Se van, y el supuesto ministro Jackson, le dice que volverán por una segunda caja fuerte, pero ahí, apareció una funcionaria que detectó la operación.
“Me dice ‘esto es el cuento del tío, una estafa’. La persona al teléfono me pregunta ‘¿qué pasa?’, y le digo, ‘este es el cuento del tío, me engañó’, a lo que me dice: ‘mira conchet…, te cag…’ y cortó. Ahí me percaté que no era el ministro Jackson”.
Otro antecedente surgió también en la investigación: uno de los computadores robados, pertenecía al ministro Jackson.
Se trata de uno asignado por el ministerio, el cual es utilizado para temas administrativos y videollamadas. El ministro tiene uno similar en La Moneda y, además, otro que es personal. Ese último el que más usa.
EL CDE analiza el caso. Ayer el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, anunció que el gobierno pediría la querella del Consejo de Defensa del Estado (CDE). “Queremos que estén en la audiencia de formalización”, dijo Monsalve, algo que de inmediato sorprendió a algunos de los consejeros.
¿Por qué? En el organismo cuentan que el CDE no puede querellarse tan rápido, menos en un caso que -para ellos- presenta varias inconsistencias, por lo que prefieren esperar recabar más antecedentes, antes de tomar una decisión.
De todas formas, dicen que la querella debería ser ingresada, aunque aún no se determina bajo qué figura penal y contra quiénes, dado que la investigación del Ministerio Público sigue muy prematura, y falta que avance.
En la Fiscalía y el OS-9, en tanto, siguen las pesquisas para dar con otro de los botines: la caja fuerte, la cual aún permanece con paradero desconocido.
Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
Las opiniones en esta columna, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional