Al PC, GRACIAS POR LA CLARIDAD
Gonzalo Rojas Sánchez
El Mercurio, Columnistas, 15/11/2023
“Aquí hay algo que ganar con el texto propuesto y todo que perder con su rechazo”.
La expresión “del enemigo el consejo” admite variadas interpretaciones.
Una de ellas viene al caso después de conocer cómo los personeros comunistas vienen planteándose respecto del próximo plebiscito, y es esta: “Gracias por revelar, con toda sencillez, la maldad de sus propósitos”.
Con sus declaraciones desde hace meses, en efecto, nos han puesto una vez más frente a la evidencia del comunismo real.
Para quienes hemos insistido, una y otra vez, en la perversión moral y política del marxismo institucionalizado en los partidos comunistas, las declaraciones del PC simplemente se suman a los cientos y miles de expresiones que primero nos regalaron Recabarren, Lafertte, Fonseca y Contreras, y después, Corvalán, Marín, Teillier y Carmona.
Siempre hay en los comunistas, en efecto, una tensión entre el cálculo del silencio y la expansión del verbo. Callan mucho y hablan mucho. Hay que saber leer sus silencios y, al mismo tiempo, darles mucho valor a sus palabras.
Lo que la pauta del PC viene indicando es que, confiados en el triunfo de la opción En contra, están pensando en que en el futuro será el pueblo de Chile el que determine cuándo y cómo se iniciaría… ¡un nuevo proceso!
Gracias, señores del PC, porque “del enemigo el consejo”.
Gracias, especialmente, porque a todos aquellos zonzos que vienen insistiendo desde posiciones de derecha que es mejor votar contra el proyecto, ustedes les dicen con toda claridad qué les espera: un nuevo proceso, apoyado en la entelequia del “pueblo” y con movilizaciones en varios ambientes, es decir, el PC al mando de la violencia de unos pocos cientos de overoles blancos, para lograr que se concrete una Asamblea Constituyente, con un Frente Amplio complaciente y una derecha desarticulada por la claudicación de parte de sus electores.
Un escenario “ideal”, ¿no?
Vamos a dejarnos de eufemismos. Aquí hay algo que ganar con el texto propuesto y todo que perder con su rechazo.
Llevamos cuatro años en este baile, que no es ni de máscaras ni de farándula, sino del terror.
Metieron al Chile de siempre en el escenario del vacío, para llenarlo a su gusto. Ahí metieron a Chile, y lo metieron dos veces, ambas, completamente ilegítimas, espurias.
Las reacciones del 4 de septiembre y del 7 de mayo articularon millones de voluntades en esa conjunción que podría resumirse en: “No, con el siniestro proyecto comunista y de sus aliados; no”.
Y resulta que ahora, después de tanta valiente oposición al 15 de noviembre de 2019 y a todos los actos jurídicamente viciados que fueron su consecuencia, existe la posibilidad de que todo ese esfuerzo, en el momento decisivo, pueda terminar siendo inútil.
¿Qué sentido tuvo (pon aquí tu nombre, derechista que estás por el En contra) dolerte tanto de la violencia octubrista, votar bien en el plebiscito de entrada y después ganar el 4 de septiembre y el 7 de mayo, si ahora, justo ahora, le vas a regalar al PC la dinámica del proceso, si vas a quedar incorporado al “pueblo” que decidirá dónde y cuándo se inicia el nuevo proceso?
Por supuesto, ganen o pierdan el 17 de diciembre, los comunistas no van a claudicar en su empeño. Su “religión” los obliga a seguir hacia la tierra prometida que inventaron Marx y Lenin. Ese es un dato que compartimos todos.
Y precisamente por eso, ¿tiene algún sentido darles el voto para que empujen desde la movilización, en el nombre del pueblo, una etapa más del vicioso proceso que ellos mismos impulsaron con la violencia octubrista?
Volvamos a los comunistas y a su consejo: Es al pueblo de Chile al que le corresponderá hablar, nos dicen.
Como es evidente que ese pueblo está democráticamente dividido, tú… ¿a qué porción quieres sumarte?
Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
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