EL SUEÑO DE BERNARDO
Autor: Antonio Yakcich Furche.
Presidente del Instituto O´Higginiano de Rancagua.
No hay duda, todos los seres humanos tienen sueños, como también nuestro Padre de la Patria. Su niñez solitaria en términos de la ausencia familiar, se formó en el campo, en Talca y en sus alrededores, donde la mano amiga de la Familia Albano de la Cruz, lo cobijó por años.
No cabe duda alguna que en las proximidades del Río Lircay, donde se encontraba la hacienda de la familia Albano, en niño Bernardo soñó con ser agricultor, profesión u oficio, como usted quiera mencionarlo, que lo apasionaba.
Son muchas las referencias a lo anterior que hay a lo largo de su vida. El campo era su sueño, que debió esperar para hacerse realidad largos años, cuando al regreso del viejo continente heredó la Hacienda San José de las Canteras, en la actual comuna de Quilleco.
Ese sueño por largos años acariciado, poco a poco se fue haciendo realidad y Bernardo, el ilegítimo hijo del Virrey se transformó en un exitoso empresario agrícola, al implementar diversas e innovadoras medidas, que lo transformaron en un precursor brillante.
Por algunos años cumplió y disfrutó de sus sueños, la Hacienda era una de las más prosperas del país, resultados de los cuales en más de una ocasión se jactó, en su estilo apacible y tranquilo.
El factor cumbre de sus anhelos y sueños, fue la construcción de una hermosa y útil casa patronal, al más puro estilo colonial, la que era lineal y disponía en una de sus alas las dependencias familiares, al centro una Capilla y al otro extremo diversas bodegas.
Las vicisitudes de la Guerra de la Independencia, específicamente durante la Patria Vieja, implicaron una activa participación de su parte en la contienda, mientras que paralelamente los realistas destruyeron totalmente la hacienda de sus sueños.
Volvería pasado los años al campo, al radicarse en Perú en las haciendas Montalbán y Cuiba, pero el sueño de su hacienda quillecana estaría siempre presente.
Hoy en día hay diversas organizaciones y personajes que mediante alianzas y acuerdos, han tratado por años de reconstruir la casa patronal de las Canteras, para que sea un sitio histórico y cultural, esfuerzos que por el momento no se han podido concretar.
Sirvan estas líneas para crear conciencia en quienes pueden influir en la reconstrucción de dicha casa, de tal forma que el sueño de Bernardo, ese niño que aprendió amar al campo desde sus primeros pasos, se haga nuevamente realidad.
Al hacerlo estaríamos pagando, a lo menos en parte, la deuda que tenemos con él.
Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.