REGALANDO LA MONEDA
El Líbero, 28/08/2024
Todo indica que las derechas sólo podrán alcanzar el gobierno y desempeñar una buena administración si se mantienen unidas y coordinadas. Desde luego, no se trata de impedir que haya varios candidatos en primarias o en primera vuelta.
El punto es que, al menos en la segunda vuelta, surja un liderazgo capaz de aglutinar a los dos sectores más importantes dentro del bloque: Republicanos y Chile Vamos. Lo anterior es difícil, pero al mismo tiempo es lo mínimo exigible ante la situación de crisis permanente que vive el país hace varios años, y que sólo se acrecienta con la inseguridad que se ha tomado las calles.
Las últimas campañas, las recriminaciones cruzadas, las vueltas de mano, la disputa por las municipales y las rencillas personales han puesto esa tarea en un punto muerto, pero después de las elecciones de octubre y con el nuevo mapa de poder definido tal vez se pueda negociar con mejor disposición.
Marcela Cubillos leyó bien la situación y se anticipó a lo que Matthei y Kast en algún momento deberán comunicar: un mensaje de unidad. Por eso precisamente su campaña municipal en Las Condes ha puesto un énfasis casi presidencial en unir a toda la derecha. |
Por ahora, no es ningún secreto que dentro de muchos sectores de Chile Vamos existe una fuerte aversión al proyecto republicano, tanto por su crecimiento como por su forma de ver y hacer política. Del mismo modo, tampoco es novedad que desde el otro lado ocurre lo mismo: el partido de Kast busca volverse hegemónico.
El asunto es que, sin una alianza al menos tácita, la derecha no logrará elaborar un proyecto de gobierno capaz de hacer frente a los problemas que aquejan a la ciudadanía. En otras palabras, sin este acuerdo, quizás lo deseable para el futuro próximo del sector y del país a largo plazo, por contra intuitivo que resulte, es que la derecha no llegue a La Moneda en el próximo periodo.
Por lo mismo, urge analizar si los liderazgos emergentes para la presidencial podrían garantizar esa unidad necesaria: sólo de ese pacto dependerá la gobernabilidad y resistencia ante la oposición del futuro gobierno.
Hasta ahora, la candidata mejor posicionada es Evelyn Matthei. Pero ¿ofrece Matthei el tipo de transversalidad necesaria para gobernar? En el pasado, posturas progresistas en temas morales han tensionado históricamente esta alianza.
Aunque su coordinador programático, Juan Luis Ossa, se esfuerce por recordar por qué la alianza liberal-conservadora es posible e indispensable, ese análisis requiere llevarse a la realidad chilena y traducirse en agendas concretas. Aun así, el punto alto de Matthei es que puede convocar a sectores de centro y a diversos grupos (como las mujeres) que a Republicanos les ha costado representar.
Por otro lado, José Antonio Kast logró aglutinar a gran parte de la derecha durante su última candidatura presidencial (entre ellos a la misma Matthei), así como a algunos descolgados de la antigua Concertación.
Sin embargo, las últimas encuestas muestran que el crecimiento de Kast se ha estancado e incluso ha disminuido desde que Republicanos asumió el liderazgo del segundo proceso constitucional.
A pesar de todo lo que se jugaba en la última elección presidencial, el liderazgo de Kast no logró convocar a los sectores progresistas de la centroderecha, como algunos miembros de Evópoli y otras figuras de Renovación Nacional. Si bien esos sectores tienen una influencia electoral limitada, la voz y la capacidad técnica de algunos de sus representantes serán cruciales en una nueva administración.
Con todo, debe decirse que Kast tal vez pueda recuperar algo de transversalidad si Republicanos derrota a Chile Vamos en las elecciones municipales, porque obtendrá mayor poder negociador.
¿Significa lo dicho que los dos candidatos mejor posicionados de la derecha son incapaces de mostrar gobernabilidad? No necesariamente. Pero sí implica que deberán realizar grandes esfuerzos y concesiones para llegar a un entendimiento con el otro grupo (Matthei con Republicanos y Kast con Chile Vamos).
Marcela Cubillos leyó bien la situación y se anticipó a lo que Matthei y Kast en algún momento deberán comunicar: un mensaje de unidad. Por eso precisamente su campaña municipal en Las Condes ha puesto un énfasis casi presidencial en unir a toda la derecha.
Sin duda, las definiciones programáticas y el énfasis en los problemas reales de las personas serán fundamentales para recuperar el poder frente a la izquierda frenteamplista. Sin embargo, la viabilidad de que estas medidas se implementen depende primero de la unidad de la derecha en el mayor grado posible.
¿Cuál será el proyecto que elaborarán las derechas? Eso es lo que está por verse en los próximos meses.
Un aporte del director de la revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel