A 40 AÑOS DEL TRATADO DE PAZ Y AMISTAD
ENTRE CHILE Y ARGENTINA
Alejandro Kusanovic, Senador por Magallanes y Antártica Chilena – El Líbero, Tribuna, 20 julio, 2024
El negociador. Al recordar el Tratado de Paz y Amistad de 1984, es importante recalcar la figura del general Ernesto Videla, quien se destacó como un negociador sagaz y hábil durante el proceso de mediación papal (1979-1984).
A lo largo de esos años, no sólo dirigió con prudencia al equipo chileno, sino que demostró un profundo sentido de patriotismo, paciencia y realismo práctico.
La mediación papal derivó en una transacción política de gran importancia geopolítica, por su proyección política hacia el mar austral y la Antártica.
Haber refugiado toda la política austral chilena en la trinchera del derecho internacional, ha terminado desnudando la debilidad estratégica con que Chile gobierna este territorio y visibilizando las diferencias con lo que hace Argentina. |
También delimitó el mar austral al sur de Tierra del Fuego, fijó el límite en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, trazó un camino para la integración subnacional y estableció un nuevo mecanismo de solución de controversias
Desarrollo v/s deconstrucción. Luego de la firma del tratado, el sur chileno y argentino adoptaron caminos distintos, transformando una fisonomía geopolítica hasta entonces equilibrada entre ambos países. Argentina destinó en Tierra del Fuego significativos recursos políticos y económicos en construir caminos, aeropuertos, puertos, universidades, colegios, hospitales, etc., empleando de manera balanceada, pero estratégica, su territorio y recursos.
En contraste, Chile fue abandonando paulatinamente el extremo austral, no tanto por la falta de empuje con que sus pioneros provenientes mayoritariamente de Chiloé y posteriormente algunos de Europa, sino que como resultado de la imposición de políticas que provocaron la intangibilidad de gran parte de su territorio y el estancamiento poblacional.
Si en 1984 Tierra del Fuego argentina contaba con 27.000 habitantes (6.000 en el lado chileno), en 2022 aumentó a 195.000 habitantes (8.500 en el lado chileno). Un freno poblacional provocado en parte por el alto porcentaje de protección de su borde costero (más del 80%) y el territorio continental (casi 60%), entorpeciendo el desarrollo de actividades económicas y limitado gravemente el uso de sus recursos.
Un volumen antártico disminuido. El contraste en desarrollo entre ambos austros ha consolidado una brecha casi insalvable, alterando piezas clave y fracturando el volumen político con que ambos Estados proyectan la efectividad de su posesión hacia la Antártica.
Por ejemplo, la interlocución de Rusia con Argentina (ignorando a Chile) en torno al posible hallazgo de petróleo en una zona antártica bajo soberanía chilena (también reclamada por Argentina) devela cómo una potencia global y más allá de los formalismos, dialoga con Argentina y relega a Chile.
No hay que olvidar que Argentina tiene una base (Belgrano II) asentada en el mismo continente antártico, que deslinda con las costas del mar de Wedell, donde se supone se produjo el hallazgo de hidrocarburos, a más de 1.800 kms. de las islas Shetland del Sur (el Caribe antártico) donde operan la gran mayoría de las bases chilenas.
Es decir, la misma clave geopolítica que Argentina desarrolló en su austro continental la emplea en la Antártica: usar el territorio como variable de presencia efectiva y control político (soberano).
Pero aún más grave es el mensaje que Rusia envía al sistema antártico, exteriorizando su creciente incomodidad ante el régimen de intangibilidad que impera en el continente blanco, especialmente si el mensaje proviene de un país que con la guerra en Ucrania muestra desapego por el derecho internacional.
Por eso que haber refugiado toda la política austral chilena en la trinchera del derecho internacional, ha terminado desnudando la debilidad estratégica con que Chile gobierna este territorio y visibilizando las diferencias con lo que hace Argentina.
Una integración contusionada. Al rememorar el Tratado de Paz y Amistad, es vital también reconocer las dificultades que impiden la integración en el extremo sur entre ambos países. A los temas territoriales pendientes (Campos de Hielo y plataforma continental magallánica), se agregan problemas en la gestión de lagos y ríos transfronterizos en Magallanes que requieren de una urgente reforma de los acuerdos vigentes, ya que éstos no proporcionan soluciones modernas a un territorio cada vez más afectado por la sequía.
También es imprescindible resolver de una vez por todas las dificultades en la circulación de personas y mercancías a través de nuestras fronteras. La falta de avances en estos temas ha dañado la integración, exhibido la incapacidad e insensibilidad de sucesivos gobiernos hacia nuestra ciudadanía magallánica, y transgredido tratados (2009), que instaron a lograr un acuerdo de libre circulación de personas.
Es necesario que los servicios fronterizos modernicen sus criterios de control, adaptándolos a la realidad regional austral y busquen modelos de fiscalización menos intrusivos y más eficientes, utilizando menos funcionarios y más equipamiento tecnológico.
Patio de fondo. Finalmente, la zona de nuestros países que más llama la atención a nivel global es justamente la que abarca desde el cono sur hasta la Antártica, debido a su condición subantártica, sus vastos recursos naturales, sus rutas marítimas y sus condiciones ambientales.
Es como lo hemos dicho en varias oportunidades, la región más compleja y emergente para la acción internacional de Chile. La disputa por sus materias primas interesa no sólo a potencias, sino también a ONG globales con presencia en Magallanes, ambas con agendas distintas que en ningún caso representan el interés de nuestra población en Magallanes y Tierra del Fuego.
Transformar a Magallanes en el vergel, zoológico o acuario del globalismo universalista que operan digitados por diversas ONG, constituye la principal amenaza a la viabilidad política de nuestra región y el futuro de Chile en la Antártica.
Por lo mismo, la fortaleza y primacía de este tipo de agendas que no se condicen con el interés mayoritario de los magallánicos, será puesta a prueba en las próximas elecciones regionales y nacionales.
Un aporte del Director de la Revista UNOFAR, Antonio Varas Clavel
Las opiniones en esta sección, son de responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de la Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional.