Columna de Opinión

Sobre beneficios carcelarios

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
¿Por qué respecto a casos de Militares que combatieron al terrorismo y que fueron encarcelados mediante condenas en procesos legalmente dudosos, en los últimos 20 años se les ha negado incluso estudiar alguna de estas posibilidades, discriminándolos en estás mínimas medidas?
 

Por José Luis Clark García.     

 De acuerdo a las estadísticas de Gendarmería, al mes de junio de 2010, contabilizando un total de 95.890 reos; 46.727 mil se encuentran bajo medidas alternativas (30.000 con remisión condicional de la pena, 10.000 bajo libertad vigilada y 5.000 con reclusión nocturna). Además existen 1.313 con beneficios de reinserción (884 con salida controlada al medio libre y 429 con libertad condicional), y 414 con apremio (410 con arresto nocturno y 4 con arresto diurno).

  REFLEXIÓN: Si así se han otorgado estos beneficios a delincuentes comunes, varios de los cuales incluso burlándose de la sociedad y sus leyes han vuelto a delinquir… ¿Por qué respecto a casos de Militares que combatieron al terrorismo y que fueron encarcelados mediante condenas en procesos legalmente dudosos, en los últimos 20 años se les ha negado incluso estudiar alguna de estas posibilidades, discriminándolos en estás mínimas medidas?

El Gobierno del señor Piñera tiene la palabra.

Ello por cierto, sin el perjuicio de que también el presidente debe meditar sobre la necesidad de ejercer su facultad constitucional de indultar, que hoy ninguna ley puede impedirle, precisamente por ser una facultad constitucional (Artículo 32, Nº 16 de nuestra Constitución Política, que es nuestra primera Ley, situada en un grado o peldaño superior a todas las demás); y de hacer todo lo que esté a su alcance dentro de sus facultades y prerrogativas como Presidente de la República, para que en los procesos a los Militares se respete la legalidad (Amnistía, Prescripción, Cosa Juzgada, etc.) (AMNISTIA, PRESCRIPCION, COSA JUZGADA, ETC.), que es lo que NO ha ocurrido en estás últimas décadas.
U al dia

ARREPENTIMIENTO Y PERDÓN (Boletín Nº2 y programa 11 sep. UNOFAR Va. Región en Filiales)

Resuelta negativamente la iniciativa de indulto por el Bicentenario planteada por la Iglesia Católica, sigue abierta la puerta para que el Gobierno resuelva caso a caso el conceder indultos o beneficios intrapenitenciarios a quienes ya han sido condenados
            Resuelta negativamente la iniciativa de indulto por el Bicentenario planteada por la Iglesia Católica, sigue abierta la puerta para que el Gobierno resuelva caso a caso el conceder indultos o beneficios intrapenitenciarios a quienes ya han sido condenados.
            Naturalmente y como es costumbre en nuestro reconciliado país, ya se han levantado voces para oponerse, recurriendo a los más variados argumentos para mantener indefinidamente la desigualdad ante la ley que aflige a nuestros camaradas.
            Circula en Internet la larga carta de un parlamentario de oposición quien sostiene que todos los que están en prisión cometieron horribles crímenes y no se han arrepentido ni solicitado perdón públicamente.
            Esta persona no dice la verdad, quizás por no conocer el tema en profundidad.
            Aun si aceptáramos que las condenas impuestas fueran merecidas, no todos habrían cometido “horribles” crímenes y nos consta que más de alguno está arrepentido por los excesos en que pudo incurrir. Igualmente nos consta el pedido de perdón de al menos uno de los autores de un crimen emblemático.
            Luego, si ése fuera el inconveniente final, para algunos no existiría.
            Pero, por otra parte, la prensa nos informa de la reciente detención de un grupo de personas que habrían participado en la colocación de bombas “en plena democracia”.
            Entre ellos se identifica a dos extremistas que, habiendo participado en el asesinato de tres detectives en 1992, fueron indultados en 2004.
            Es más, uno de ellos recibió sanción adicional por tenencia de explosivos en prisión.
            ¿Alguien les pidió que demostraran arrepentimiento o que imploraran perdón a las familias de sus víctimas?
            Persona alguna lo exigió y fueron tranquilamente indultados, al igual que la totalidad de quienes cumplían penas por la ley antiterrorista.
            Es que en Chile algunos dicen que existe la igualdad ante la ley y muchos lo creen.
2010-08-16    
U al dia

COMPÁS DE ESPERA

Paralelamente nos hemos enterado de un proyecto presentado por el Ministro de Defensa Nacional y que busca modificar el Código de Justicia Militar para incorporar la pena accesoria de degradación a los delitos llamados contra los derechos humanos y que muchos desinformados confunden con los de lesa humanidad.
            Las organizaciones de personal retirado de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile nos encontramos expectantes ante la proximidad de nuestras Fiestas Patrias y lo que el Gobierno podrá resolver con motivo de estas festividades.
            Nos hemos agrupado en una instancia de coordinación, el Consejo de Defensa de Militares y Carabineros (CODEMCA), con el objeto de intercambiar información respecto y aunar esfuerzos en las acciones que cada una realiza con miras a lograr la anhelada igualdad ante la ley para nuestros camaradas presos y procesados.
Estamos expectantes pero no inactivos.
Toda idea que se nos proponga con el señalado fin será presentada a dicha instancia y debidamente analizada sin precipitarnos ni caer en la desesperanza.
En la semana que termina hemos advertido buenas y malas señales.
La diputada María Angélica Cristo ha visitado el Penal de punta Peuco y ha nuevamente expresado sus puntos de vista, con claridad y valentía, ante la opinión pública.
Su permanente labor de apoyo a nuestra causa merece todo nuestro reconocimiento y gratitud, lo que hacemos extensivo a otros parlamentarios que también se han sumado a esta cruzada por hacer respetar nuestros derechos.
Paralelamente nos hemos enterado de un proyecto presentado por el Ministro de Defensa Nacional y que busca modificar el Código de Justicia Militar para incorporar la pena accesoria de degradación a los delitos llamados contra los derechos humanos y que muchos desinformados confunden con los de lesa humanidad.
Se dice que, de aprobarse esta iniciativa, no tendría efecto retroactivo.
¿No se adoptaron similares resguardos al tipificarse en nuestra legislación los delitos de lesa humanidad, hace poco más de un año?
¿Y qué ha ocurrido?
La respuesta está en la prensa y en las intervenciones públicas de diversas autoridades: en la práctica sí tiene efecto retroactivo.
¿Qué vendrá a continuación? ¿La supresión de los derechos previsionales para castigar adicionalmente a nuestras familias?
Pareciera que, en este esfuerzo por contentar a un sector siempre insatisfecho, no hay límites.
2010-08-10
U al dia

SE HA PERDIDO UNA BATALLA

Derecho al debido proceso y a la presunción de inocencia, para cualquiera que sea citado por tribunales o procesado. Derecho a ser juzgado por tribunales competentes y de acuerdo con las leyes vigentes al momento de cometerse los hechos que se investiguen

 

Sí, aunque nos duela reconocerlo, se ha perdido una batalla.
Desde hace años que nuestra Unión, junto a otras instituciones y diversas organizaciones y personas, ha estado firmemente empeñada en un esfuerzo por que se respeten los derechos de nuestros camaradas y se recupere la verdad histórica.
En el ya largo camino recorrido hemos encontrado desde indiferencia hasta franca oposición, pero también hemos logrado importantes apoyos.
La iniciativa del Indulto Bicentenario, planteada por la Iglesia Católica a nuestro Gobierno se contaba entre esos últimos.
Desafortunadamente no ha tenido acogida.
Sin embargo, aunque agradecíamos profundamente la valentía de plantearla, ella excedía nuestras pretensiones que no eran otra cosa que reclamar la igualdad ante la ley.
Eso es lo que seguiremos exigiendo a los responsables del Estado.
Ni perdón ni impunidad, sólo lo que nos corresponde como ciudadanos chilenos.
Derecho al debido proceso y a la presunción de inocencia, para cualquiera que sea citado por tribunales o procesado.
Derecho a ser juzgado por tribunales competentes y de acuerdo con las leyes vigentes al momento de cometerse los hechos que se investiguen.
Derecho a beneficios intrapenitenciarios en caso de ser condenado a pena efectiva.
Naturalmente que, en este último caso, desearíamos alguna muestra de humanidad respecto a nuestros camaradas enfermos o de avanzada edad que les permita volver junto a sus seres queridos aunque sea para vivir sus últimos días.
Nunca es tarde para recapacitar.
Se ha perdido una batalla, esperemos que no se pierda la guerra.
2010-08-01
Columna de Opinión

Carta abierta del General Hernán Nuñez Manríquez. En adjunto: Cardenal Raúl Silva Henríquez, justicia y venganza. (Adolfo Paúl Latorre). La verdad incontenible (Patricio Quilhot P.)

Las opiniones vertidas en esta columna de opinión, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
”: “Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse”.
EXCELENTISIMO
SR. PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
DON SEBASTIAN PIÑERA ECHENIQUE
PRESENTE:
Estimado Presidente
Hace algunos años, 1998 para ser preciso, en el Aeropuerto de Barajas, mientras vitrineaba en una tienda, Ud. se acercó y me dijo: “Ayúdeme a escoger una corbata, mi general. Roja o amarilla”, me dí vuelta y me sorprendí al verlo y sobretodo, que me reconociera. Creo que después de preguntarme: “¿Cómo está su general Pinochet?”, quien estaba detenido en Londres, compró una corbata amarilla que en alguna ocasión, tiempo después, lució repetidamente. Quizás ni se acuerda de ese momento.
Le hago este preámbulo porque con la misma espontaneidad y confianza suya de esa ocasión, yo me aprovecho y le digo Sr. Presidente: “Ayude a los chilenos a reencontrarse”.
37 años han pasado y un sector de sociedad chilena, contaminada políticamente por una propaganda odiosa, persistente y financiada mañosamente, desea podrir en la cárcel a un grupo de compatriotas, que ya han pasado parte importante de su existencia tras las rejas. Por el solo hecho de ser militares.
Presos han visto crecer a sus hijos; han visto fotos y videos de los matrimonios de sus hijos en el calabozo, y han regaloneado a sus nietos en la cárcel. Se han ensañado con ellos, sin ningún beneficio – le repito -, por el solo hecho de ser militares.
Su pecado: Haber sido instrumentos que el Estado empleó – buena o malamente, no era su responsabilidad – en momentos que la Patria caía en un espiral de desorden institucional y el pueblo a gritos pedía la intervención de las FF.AA.
Lamentablemente, los años han pasado, hemos perdido la perspectiva, perdimos también la memoria, la viejita haciendo cola con el balón de gas se murió; y tanto el carabinero que sufría el “linchacazo” del extremista, como éste último, deben andar paseando a sus nietos en alguna plaza. Hoy políticos que fueron compañeros de ruta de los militares – muchos cooperando ahora en su gobierno-, “miran para el techo”, en una vergonzosa actitud, y conviven con aquellos que años atrás eran conocidos por sus “chapas” o “nombres de combate”. Los que expresaban al Gral. Pinochet que su error fue “no matar más comunistas”, no se encuentran en ninguna parte. Ese era y es el país real, no de panfleto ni pauteado desde las altas esferas de las sombras comunicacionales.
Entonces… ¿Es posible que un país que aumenta todos su índices, incluida la inteligencia, eche sobre los hombros de 100 o 200 militares, marinos, aviadores y carabineros presos o procesados, la responsabilidad de una crisis institucional que la incubaron los propios políticos y que ninguno de éstos hoy asuma su responsabilidad?
Se cometieron errores, y muchos; algunos francamente estúpidos y atroces. También hubo y subsisten dolores por ambos lados que nunca tendrán conformidad…pero…¿Puede un muchacho en la época del 73, de 23, 24 o 25 años de edad, sin responsabilidad de mando, en momentos de tensión, sin tiempo para reflexionar bajo una disciplina militar, “apechugar” por quienes hicieron de la política su forma de vida y fracasaron? ¿Por aquellos que hoy, lleno de prerrogativas y en elevados cargos o en constantes homenajes, no hicieron “su pega”, o si la hicieron, la hicieron mal? ¿No murió recién quien llamaba a “guardar los fierros por si acaso?
No quisiera emplear un chilenismo conocido, y perdone lo coloquial de mi escritura, pero… ¿no se ha actuado “hipócritamente” con estos militares, “sacándose el pillo” con ellos? ¿Por qué ha habido y hay un doble estándar? ¿Por qué murió un suboficial amputado de sus dos piernas, enjaulado, por ser un peligro para la sociedad?
¿Como es posible que la Concertación haya motejado como un Ejército de asesinos, a mi ejército, al ejército de mis hijos, al Ejército de mi orgullo; y que ellos, por obra de la magia y de la propaganda convirtieron en un “Nuevo Ejército” en 20 años, y ese estigma se traspasara a generaciones de jóvenes chilenos incluido a miembros de las FF.AA.?
Lo mismo que con la Iglesia, y ahora la Iglesia es mala y para desprestigiarla, hábilmente, confunden la presentación de petición de indulto, con situaciones puntuales lamentables que vive y la hacen fracasar en su misión de paz y reconciliación. O sea, quieren una iglesia “a su pinta”. Siempre actuando igual, “chuecamente”, “con la negra”. Primero fue “Verdad, Justicia y Reconciliación” ,para terminar en “Ni Perdón ni Olvido”. Siempre venganza y odio.
Presidente, y la “dura”: ¡Cuántas veces se dijo, entre muchas dudas, ´”Este gallo va a tener más pantalones que Sarkozy”! … y nos cuadramos con usted y votamos por usted. Confiados.
Me rebelo a sentirme arrepentido y engañado. No me quiero avergonzar de haber estado gritando con una bandera chilena el día de su victoria en el Apumanque. Pero veo que ha cedido ante las amenazas de la Concertación y agrupaciones afines, y no quiero ser como esos taxistas que al final del período de Michelle Bachelet le decían a su clientes:”Por suerte yo no voté por ella”.
Después de su mensaje ayer expresé que había que reaccionar con más razón que pasión porque deseo leer entrelíneas que tras sus palabras se desprenderán muchas orientaciones que le permitirán la gran oportunidad de actuar con humanidad
.
Presidente, van a pasar 100 años más, los dos vamos a estar en el otro mundo; a lo mejor usted en mejor tumba que la mía, pero los hijos de nuestros nietos van a seguir discutiendo sobre la tierra por el “Sí” y por el “No”, o quizás todavía se estén presentado querellas. ¡Por favor!
Al igual que en Barajas, años atrás, cuando me pidió ayudarlo a elegir el color de la corbata, hoy le diría “patudamente”: “Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse”.
Lo saluda con afecto y respetuosamente
Fdo.) General HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ

 

Cardenal Silva Henríquez DEM.PDF
LA VERDAD INCONTENIBLE.pdf
Columna de Opinión

¿Igualdad ante la ley?. La verdad. Por Eduardo Iturriaga Neuman. Ver power point “Indulto bicentenario” Aporte UNOFAR Va Región

Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de UNOFAR
Los intentos por decir la verdad y escribir lo que realmente aconteció han sido varios, pero han sido totalmente sobrepasados por la cuidada, bien organizada y persistente propaganda en contra

 Situación comparativa  a Julio del 2010……

  1. Uniformados: Aministiados: 57; Indultados:1; Fugados:0; Procesados: 3.051; Condenas a firme por la Corte Suprema: 216; Condenados que cumplen prisión: 62

  2. Terroristas:   Amnistiados: 8.893  * ; Indultados: 282; ** Fugados: 57; Procesados: 0; Condenas firme por la Corte Suprema: 0; Condenados que cumplen prisión: 0;

 * Indultados por el Gobierno Militar; incluye retornados del extranjero

** Indultados en Gobiernos de Aylwin y Lagos.
               Lo realmente ocurrido en las décadas del 60, 70 y 80 de nuestra historia nacional ha sido manipulado y distorsionado por aquellos que mejor han hecho uso de los medios de comunicación, tanto en nuestro país como a nivel mundial, primero por el marxismo internacional y luego por aquellos que gobernaron el país durante 20 años. Todo esto con el objeto de denostar la obra restauradora del Gobierno Militar y atacar a aquellos que tuvieron que emplearse para enfrentar la mayor crisis política, económica, subversiva y social que recuerda nuestra nación en sus doscientos años de vida independiente.
              Los intentos por decir la verdad y escribir lo que realmente aconteció han sido varios, pero han sido totalmente sobrepasados por la cuidada, bien organizada y persistente propaganda en contra. Así, hoy día gran parte de la ciudadanía está desinformada, otros tienen el cerebro lavado, y la juventud “no está ni ahí”, pues no conocieron la realidad o se han sumado a repetir lo que escuchan por aquellos que están por el “ni perdón ni olvido”. No hay Museo de la Memoria para lo ocurrido en nuestro país en las década del 60 y hasta septiembre de 1973.
             Muchos políticos y parlamentarios han evitado enfrentar la realidad de lo ocurrido, pensando que lo “políticamente correcto” para obtener votos es continuar atacando a los militares después de 36 años de producido el Pronunciamiento Militar, y de 20 años de gobiernos democráticos. Otros mantienen la desinformación para ocultar sus propias responsabilidades en el trabajo subversivo, internación y uso de armamento clandestino, y como autores intelectuales de hechos de sangre como los atentados contra personalidades como el ex senador Jaime Guzmán, y el General Pinochet y sus escoltas.
             Hoy  se habla de buscar definitivamente la reconciliación y la unidad nacional,  se piden actos humanitarios, y se solicitan beneficios e indultos para la población penal de Chile. De inmediato se han levantado voces de aquellos que quieren seguir manipulando y distorsionado la realidad de lo ocurrido, oponiéndose a que el gobierno de Piñera pueda incluir en estos beneficios a los militares procesados y condenados. Se habla de los violadores de los derechos humanos y de los que cometieron crímenes de lesa humanidad. Hay muchas opiniones y cartas, en los medios de comunicación que van en ese sentido. Muchas de ellas da vergüenza leerlas por la ignorancia que trasuntan, otras expresiones dan risa, como aquella de una dirigente de la Agrupación de Familiares de DD.DD., que trata de ignorante a la reconocida abogada, ex Pdta. Del Consejo de Estado y hoy Decana de Derecho de una prestigiosa Universidad, Clara Czsharanski.
ACLAREMOS:
1.- Todos los chilenos tenemos derechos humanos, no solo los terroristas, subversivos, delincuentes o integrantes de la izquierda que se apropiaron de ese concepto. Así lo estipula el Art. 19 de nuestra Carta Fundamental. La inmensa mayoría de hechos que vulneraron los derechos humanos de los chilenos fueron cometidos, desde la década del 60 en adelante por lo que creen hoy ser los portaestandartes de ellos. ¡Esa es la verdad!
2.- Encarnizada ha sido la persecución contra los integrantes de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad. Lo grave es que esta se judicializó, y la verdad distorsionada y manipulada quedó entrampada en los tribunales de justicia. Así hay secuestros que han durado más de treinta años, leyes que no se aplican, otras a las que se le busca resquicios legales como en el tiempo de la Unidad Popular, asociaciones ilícitas inexistentes, leyes internacionales que se aplican no estando vigentes en Chile, ministros prevaricadores que actúan sin control, indebidos procesos, cómplices de hechos sin autores, uso de testigos falsos, desaparecidos aparecidos, torturados no torturados, exonerados no exonerados, y un gran aprovechamiento económico, tanto de abogados querellantes que no quieren que se le acabe la veta dorada, como de miles de millones de pesos para “reparación de víctimas” que muchas veces no son tales; procesamientos y condenas incoados por presunciones que no son graves, precisas, directas, múltiples ni concordantes como lo estipula el Código de Procedimiento Penal; uniformados profesionales procesados y condenados como privados, abogados que luego dicen que son agentes del estado, solo con el objeto de cobrar millonarias indemnizaciones.
         Debido a lo mencionado en este punto, los uniformados hoy en las cárceles son presos políticos militares. ¡Esa es la verdad!
3.- El Art. 19 de nuestra Constitución también expresa la igualdad ante la ley. Este derecho de los uniformados condenados es el más atropellado. Dos fueron las fuerzas en pugna durante el Gobierno Militar, unos por voluntad propia se formaron en organizaciones ilícitas para combatir por las armas la institucionalidad de la República; los otros fueron profesionales de las Fuerzas Armadas y de Orden, destinados a distintos puestos para defender las instituciones permanentes y los derechos humanos de la ciudadanía. A los primeros se les protegió, estando detenidos se les otorgaron beneficios, muchos sin que tuvieran derecho a ellos, y luego se les indultó. A los segundos siempre se le han negado sus beneficios carcelarios y ahora se les quiere negar indultos. Unos son tan chilenos como los otros, también tienen derechos y familias que sufren. ¡Esa es la Verdad!
4.- Majaderamente se insiste que los militares cometieron crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles, inamnistiables y que no se pueden indultar. Largo sería detallar los penalistas, constitucionalistas y expertos en derecho procesal que han demostrado la falsedad de esas aseveraciones, muchos de los cuales son jueces y ministros del Poder Judicial, pero que en las resoluciones solo han sido votos de minoría.
      Breve aporte:
– Los tratados internacionales solo se incorporan a nuestra jurisdicción, cuando son ratificados por Chile. Hay que respetar nuestra Constitución que claramente expresa en su Art. 5 que se deben respetar “los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes”. Los crímenes de lesa humanidad recién se acaban de incorporar a nuestra legislación el 18 de Julio del año 2009 recientemente pasado, al ser ratificado en Chile el Tratado Penal Internacional, o Tratado de Roma, por la Ley Nº 20.357, donde por primera vez se tipifican esos tipos de delitos. Antes de esa fecha simplemente en Chile no existían los crímenes de lesa humanidad. Más aún, los militares procesados y condenados, han llegado a esa condición por el delito de homicidio o por el pseudos delito de secuestro. No se puede seguir insistiendo que los miliares han cometido crímenes de lesa humanidad si nuestros códigos y leyes no contemplaban este tipo de delito en las fechas en que ocurrieron los hechos. ¡Esa es la verdad!
– Y si hay que respetar tratados internacionales, hay que empezar respetando la Convención de Viena sobre derecho de los tratados que en su Art. 28 expresa: “Las disposiciones de un tratado no obligarán a una parte, respecto de ningún acto o hecho que ha tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del tratado para dicha parte…” ¡Esa es la verdad!
5.- El gobierno manifestó que al otorgar beneficios e indultos a la población penal de Chile: “… No va a debilitar la lucha frontal contra la delincuencia y el narcotráfico…, no va a poner en peligro a la seguridad ciudadana ni el orden público…, va a considerar razones de edad y el estado de salud o enfermedad”.
         La ciudadanía tiene totalmente claro, y el gobierno también debe tenerlo, que los militares encarcelados, si son indultados no van a debilitar la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, ni van a poner en peligro la seguridad ciudadana ni el orden público. Además debe tenerse presente que el promedio de edad de los militares en prisión es de 66 años, ya en la tercera edad, y muchos están gravemente enfermos. ¡Esa es la Verdad!
                ¡SE PROMETIÓ A MILITARES IGUALDAD
              ANTE LA LEY. ART. 19 CONSTITUCIÓN!
U al dia

¿PELIGRO PARA LA SOCIEDAD?

Como era previsible, la sola idea de beneficiar a alguno de nuestros camaradas que cumplen condena, encuentra inmediato rechazo en todo aquel que se identifica con el funesto “ni perdón ni olvido”.

            Expectación ha creado la inminente decisión presidencial respecto a la propuesta de la Iglesia Católica del llamado “Indulto Bicentenario” y a la cual han adherido parcial o totalmente otros credos y diversos sectores de la opinión pública.

            Como era previsible, la sola idea de beneficiar a alguno de nuestros camaradas que cumplen condena, encuentra inmediato rechazo en todo aquel que se identifica con el funesto “ni perdón ni olvido”.
            A quienes aspiramos a superar las diferencias del pasado y avanzar unidos, tanto en la reconstrucción material de nuestro país como en el progreso y desarrollo espiritual de nuestros descendientes, tal actitud también nos provoca rechazo, pero la entendemos por tener incorporado un fuerte componente emocional e ideológico.
            Sin embargo, a dicho cerrado rechazo se suman opiniones aparentemente neutras pero que confunden echando mano a toda clase de argumentos.
            El más socorrido es que liberar delincuentes se contrapone con el anunciado esfuerzo del gobierno por reprimirlos.
            ¿De qué delincuentes estamos hablando?
            Si se trata de lo que se entiende por delincuentes comunes, ellos ya se han beneficiado de una reforma procesal penal que da plenas garantías al inculpado y, en su momento, se aplicó la prescripción para absolverlos.
            Si a pesar de lo anterior se encuentran encarcelados es entendible la preocupación por su eventual reincidencia en caso de se indultados.
            No mencionemos a condenados por delitos terroristas. Todos gozan de libertad y más de alguno ha reincido en sus conductas criminales, como es el caso del hasta hace poco tiempo prófugo Juan Aliste Vega.
            Pero, los llamados violadores de los derechos humanos, ¿tienen alguna posibilidad o capacidad de reincidir?
            Posibilidad, ninguna, por cuanto el contexto ha cambiado absolutamente para ellos, ya no son funcionarios del Estado. Capacidad, menos. Muchos de avanzada edad o gravemente enfermos.
            Luego, no son un peligro para la sociedad y tampoco necesitan reinsertarse.
2010-07-25